El Anaconda, Año Uno

Un año.

Remotamente podía imaginar que mantendría el entusiasmo en este proyecto durante tanto tiempo, y actualmente el resultado de este trabajo sigue siendo suficientemente satisfactorio.

Me siento muy orgulloso de El Anaconda.

Desde el 4 de Julio de 2006 he ido definiendo la línea editorial, haciéndola decididamente objetiva, especialmente en lo referente al Gran Circo de la Fórmula 1, incluso haciéndola extensiva a las recomendaciones culturales. Descartada la opción de buscarle una visión humorística al negociado principal de este weblog, la mecánica de análisis de cada Gran Premio se ha vuelto perfectamente reconocible, y permite desde un rápido vistazo a las características y conclusiones de la carrera hasta una minuciosa lectura de la competición, suficientemente extensa para reducir la productividad de algunas empresas los lunes.

Un año después, los objetivos fundacionales de El Anaconda están cumplidos: preparar y analizar todos los Grandes Premios del Campeonato del Mundo de Fórmula 1, proponer y describir algunas de mis obras favoritas en distintos campos artísticos y entretener con artículos de humor; aunque el primario ha sido el mejor, el más agradable de ejecutar y el realizado con mayor solvencia: ajustar las cuentas a Los Asnos de la Prensa Española, de Jesús Fraile a Antonio Lobato ( I , II , III y IV ).
El desarrollo de todo este trabajo, junto con la creación de un canal propio de Youtube, ha contribuído a aumentar el número de visitas y hacer cada vez más sólido este proyecto.

Entre los aspectos aún por mejorar entra un aumento de la variedad, puesto que a pesar de la clara orientación temática, el planteamiento inicial pide más entradas dedicadas al mundo fuera del Gran Circo, para llegar a más gente y no caer nunca en una minuciosidad fanática; por esa razón nunca se recogen las pequeñas noticias de dudoso interés, y la atención sobre la Fórmula 1 se centra en la competición de la jornada correspondiente, lo que indica que únicamente sería necesario aumentar cuantitativamente la diversidad.
Aunque el mayor fallo es no conseguir la suficiente implicación de los lectores; los comentarios y aportaciones distan de las previsiones de un auténtico debate sobre algunos de los análisis, lo que en parte puede ser culpa de opiniones excesivamente asépticas o de la falta de interés de algunos artículos. Pese a haber aumentado el número de comentarios, es el aspecto con mayor margen de mejora y más interesante, porque más allá de los datos objetivos de visitas, el auténtico impulso es la certeza de que hay alguien ahí, interesado en este trabajo y que tiene algo que aportar a El Anaconda.

Sin embargo siempre me ha llegado el respeto y la admiración de los lectores, a menudo personalmente; y siempre he intentado retribuírlos con algunas merecidas dedicatorias:







Por esta razón mi última palabra es para los lectores; es un tópico que ya he repetido, pero gracias a todos y cada uno de los que visitais alguna vez El Anaconda, vosotros sois el motor de este yate, los que me animais a que siga con esta aventura que nació con pocas pretensiones y que al final me ha acabado obligando a establecer un compromiso con todos vosotros.
Entreteneros es un pequeño pago por vuestra gratitud, por dedicarme vuestra atención y dejarme compartir con vosotros algo de mí.

Muchísimas gracias, sin vosotros no existiría El Anaconda.