27 septiembre 2009

Análisis - Singapur 2009

Relámpagos lejanos contra el skyline de Singapur completaban la imagen que podría representar cualquier distopía futurista; y a un nivel más terrenal desbordaban a los responsables de estrategia de los equipos.
Estos ingenieros ya tenían planteamientos bastante locos de por sí, puesto que nadie podía imaginar que Hamilton iba bastante más cargado que sus perseguidores y que Force India montaba una táctica ideal para un nuevo caso Nelsinho: Sutil hasta arriba y Liuzzi, en la última posición, de los más descargados.
Por si fuera poco Heidfeld, corto en el pesaje, optó por cambiarlo todo y salir desde el pit lane.

La salida ha sido dominada por Alonso, que se colocó cuarto aún con Webber lanzándose inmediatamente sobre él. Mark necesitó llegar a la Curva 7 para ganar suficiente ventaja aprovechando la escapatoria y sacar al exterior a Fernando en la siguiente; la inteligente maniobra abrió también la puerta a Glock, ya que El Nano no podía hacer nada para volver a una trazada llena, pero por prudencia Red Bull ordenó a Webber dejar pasar a ambos unas vueltas más tarde.
En cabeza se sucedía el proceso previsto: al apagarse el semáforo Lewis apretó el botón del KERS y se perdió dejando a Vettel contra Rosberg, un duelo en el que el Williams se alzó ganador. También según lo esperado - por desgracia para McLaren - Kovalainen fue adelantado entre otros por Barrichello y Nakajima, consiguiendo detener la sangría en Button.

El inicio del desfile con la vuelta rápida de Hamilton sacó a la luz la excelente salida de Alguersuari, decimocuarto, ya que su batalla por defender la posición frente a Sutil era la única en acción, y en ella el novato empezó a demostrar por qué ha ganado un asiento en la máxima categoría.
Tras Jaime se formó un trenecito, el de los problemas: Adrian fue avisado de un recalentamiento y la cercanía de Fisichella a Liuzzi provocó un intento de adelantamiento que terminó en un contacto lateral que a punto estuvo de aprovechar Trulli.

Por delante otro tren, el de Alonso liderando a Webber, Barrichello y Kubica, más peligrosos pero con espacios suficientes entre ellos.
Fuera del foco Räikkönen sí fue capaz de passar, sacando partido de un error de Buemi, que por poco esquivó el muro. Justo después una pieza que salió volando del Toyota de Glock hizo sacar las banderas amarillas y quedó claro que por acumulación el momento del accidente se acercaba. De hecho parecía el deseo de dirección de carrera, que por evitar hacer salir al Safety Car mandó a un comisario kamikaze a limpiar la pista.

El primer pit stop fue de Vettel, cumpliendo con el guión, seguido de cerca por Rosberg; ambos se dejaron adelantar por Barrichello para evitar problemas, pero Nico ya los tenía y bastante graves: en la reincorporación confundió la línea blanca con un piano y fue sancionado con un drive-through. Glock, temporalmente segundo, no se libró de un repostaje conflictivo, por las ruedas en su caso.
Al contrario el sobradísimo Hamilton pudo regresar conservando su posición, y en el momento exacto puesto que la carrera estaba a punto de romperse.

Incidiendo en su presión sobre Alguersuari, Sutil intentó pasarle y sufrió un trompo por el que apenas rozó al Toro Rosso; sin embargo, cegado por la frustración, no tuvo ninguna precaución en acelerar para volver a la carrera, justo en el momento en el que Heidfeld pasaba por delante de él, así que se llevó por delante al BMW.
Dos coches más fuera (Grosjean abandonó en las primeras vueltas) y el Safety Car a pista.
La neutralización lanzó a todos al pit lane; algunos entraron maldiciendo su mala suerte como Alonso, y otros superaron su nivel de tensión, como Alguersuari, que desobedeció al lollipop man para hacer un homenaje a Massa y arrancar la manguera.
Los coches se apretaban en orden en las primeras posiciones: Hamilton, Rosberg - pendiente aún de cumplir su sanción -, Vettel, Glock, Alonso, Barrichello, Kovalainen y Button.

En la reanudación El Nano volvió a sacar la agresividad para este Gran Premio a su medida, aunque el que más cerca estuvo de llevarse premio fue Barrichello; Sebastian, menos fuerte, tanteaba en espera de la penalización de Nico - recolocado en la decimocuarta posición fue a Trulli a quién tocó sufrirle.
Con campo libre Vettel recortaba casi medio segundo por vuelta a Hamilton, sometido en unos cuantos giros a una presión máxima por parte del Red Bull, que volaba muy cerca de los muros. Las cosas estaban mucho más relajadas al fondo de la zona de puntos, dónde el trenecito de Rubinho se iba alargando.

La segunda ronda de paradas la inició Rosberg, apostando evidentemente por un nuevo Safety Car que casi hace salir él mismo, dejando levemente sobre el hormigón la huella de sus neumáticos fríos. Algo parecido le sucedió a Vettel que además coincidió como víctima de la reglamentación del pit lane - aliada con Button - al ser penalizado con un drive-through por exceso de velocidad, arruinando el tremendo esfuerzo en el que perdió un retrovisor.
Nico quedó detrás de Alguersuari, que se defendió con brutalidad del adelantamiento en la Curva 10 - le costó una reprimenda cuando el Williams completó la pasada - y Sebastian finalmente quedó colocado en novena posición, detrás de los Brawn.

El festival de problemas de Red Bull alcanzaba su punto álgido con origen, una vez más, en el pit lane: a pesar de la revisión de sus frenos durante la parada - y su correspondiente coste en segundos - Mark Webber se estrelló en una de las escapatorias con la rueda envuelta en humo negro. El lugar inusual del choque evitó de nuevo la salida del Safety Car, aunque por si acaso Hamilton se lanzó al pit lane, seguramente animado por un concierto de gritos histéricos de la radio.
En esta ocasión la apuesta le salió bien a Alonso, aunque sus vueltas extras no fueran suficientes para adelantar a Glock por el segundo puesto.
Tan rara como el incidente de El Almirante, pero relacionada con el motivo, sus frenos, fue la retirada simultánea de los Toro Rosso, a los que parecía faltar tiempo para entrar al box.

El pit stop de Brawn devolvió a Button por delante de Barrichello, catapultando al cada vez más afortunado Jenson detrás de Vettel, que se comía la chicane neutralizando parte de su ventaja.
Con Glock bastante lejos Alonso marcó la vuelta rápida; al contrario, sobre Kubica, Nakajima y Räikkönen carecían de ritmo para pasar al BMW y llegar a los puntos.
La apuesta más seria, y centro de atención del Gran Premio, era el mano a mano de Red Bull y Brawn, en el que las cosas se ponían como siempre de cara para Button; sin embargo, el foco no le abandonó pero por otro motivo: cuando se suponían problemas de frenos para Sebastian, fue el monoplaza de Botón el que empezó a soltar carbono por la refrigeración, viviendo las últimas vueltas con la única idea de llegar y haciendo a Barrichello arrepentirse por haber tirado la toalla demasiado pronto.

La bandera damero recibió con tranquilidad y amplio margen a Hamilton, con compañeros de podio tan poco habituales como Glock y Alonso. Los rivales por el Campeonato del Mundo, llegaron manteniendo el orden a partir de la cuarta posición y Kubica volvió a puntuar.

La conclusión es que a Jenson Button la suerte del campeón no le abandona, y una mezcla de Safety Car oportuno, la aplicación de las normas de seguridad del pit lane y un problema de frenos han minimizado los daños de Singapur: Barrichello por detrás, Vettel con una victoria pírrica y un rival menos por el título.
El monoplaza de Mark Webber ha padecido exactamente de lo mismo que el Brawn, e incluso en la misma rueda; el Red Bull ha terminado estrellado y el coche del líder ha aguantado, con la decepcionante sensación de cómo hubiera sido de emocionante la realidad alternativa.

El estreno de Bob Bell ha sido magnífico, teniendo en cuenta que el resultado viene glorificado por la lucha contra las adversidades del fin de semana.
Grosjean ha sido el primero en retirarse - por los frenos, mal endémico - y Alonso ha tenido lo suyo. Fernando ha tenido una actuación habitual, es decir, una carrera muy trabajada con gran concentración dinamitada por las circunstancias en un alarde inoportunidad.
Sin embargo El Nano se ha recuperado bien de la intervención del Safety Car, pero en esta ocasión lo que le ha faltado es ritmo; en condiciones normales las vueltas sobre Glock deberían haber sido suficientes para colocarse segundo, pero en vista de los últimos resultados y el discurrir de la temporada para Renault, acabar en el podio supone un tremendo éxito.
Timo Glock merece también felicitación por su resistencia, si bien el segundo puesto ha sido conseguido a lo Alex Wurz, mediante una concatenación de desgracias de los predecesores; pero el pillaje requiere mucha atención y, sobre todo, estar ahí.

El caso de Rosberg - por trascendente que haya sido el de Vettel - ha sido terrible. Tras una clasificación excelente, la confusión en la salida del pit lane ha llegado en el peor momento posible. El retraso en cumplir la sanción, buscando recuperar el segundo puesto ganado limpiamente en pista, le ha costado la carrera. El drive-through con los coches agrupados ha sido un castigo demasiado grande para un piloto que merecía el podio y que parece la víctima mayor de la iluminación.

Alguersuari merece comentario aparte porque por primera vez se ha comportado como un novato y como un profesional, todo en el mismo Gran Premio.
Su recordatorio a Massa mediante el sentido homenaje a los siete enanitos mecánicos de Singapur 2008, ignorando completamente al lollipop man, ha sido el contrapeso de su aguerrida y profesional defensa frente a Sutil, al que ha desquiciado hasta el punto de provocar su eliminación.
Tantas vueltas viendo al Toro Rosso han roto la concentración de Adrian después del trompo hasta el punto que, sin poder saber qué podía estar pasando por su cabeza, ha embestido a Heidfeld.

El lastre de McLaren, Kovalainen, sigue puntuando, pero ofreciendo actuaciones verdaderamente lamentables. La salida de Heikki, en un coche con KERS, se ha convertido en la verbena de los adelantamientos - y el hecho que todos hayan terminado por delante de él no habla de un buen ritmo de carrera.
Kovalainen se ha encontrado dos puntos por eliminación, y eso no es digno del monoplaza que ha ganado la carrera sobrado.
Hamilton ha hecho sencillamente la carrera perfecta: más cargado y a la vez más rápido, sólo Vettel le ha puesto temporalmente en aprietos, aunque el momento - último stint - y la alianza con la ratonera hacían casi imposible la pasada.
El único fallo en la carrera de Lewis ha sido el retraso de su última entrada, con ventaja suficiente sobre el segundo una vez eliminado Sebastian, porque el accidente de Webber en otra curva - o más bien sus consecuencias - le hubiera costado la carrera.



Enhorabuena a McLaren y Hamilton por una carrera dominada con una autoridad aplastante.

Ánimo a Rosberg frente a un resultado inmerecido para un arranque vibrante.

E impulso para los decaídos Barrichello y Vettel: aún es posible.


Levamos anclas, rumbo a Suzuka.

26 septiembre 2009

Briefing - Singapur 2009

La vuelta al lugar del crimen.
Una extraña coincidencia ha dado a conocer la sentencia acerca del caso de Nelsinho Piquet justo antes del Gran Premio de Singapur, que de un año a otro puede haber pasado a ser la tumba de Renault.
Una mala temporada ha sido culminada con un escándalo que le ha costado los patrocinadores al equipo, el destierro a Flavio Briatore y Pat Symonds y la superlicencia a Nelsinho; todo a costa de la penúltima victoria de Renault, que puede serlo de verdad.
Sin embargo el equipo puede darse por contento puesto que Alonso y los respectivos ingenieros de pista han quedado sin castigo, en una de las habituales decisiones poco comprensibles de la FIA.

En el análisis del año pasado en El Anaconda ya se indicaba que "de estar haciéndolo adrede se podría decir que salirse en la Curva 17 es sencillamente una obra de arte" por lo inverosímil de la maniobra y la zona; visto el discurrir de Piquet por el Gran Circo sólo era cuestión de tiempo que la situación estallara.
Queda aclarado uno de los mayores misterios de las últimas temporadas: por qué Briatore mantenía a un piloto tan malo.

En lo referente a la competición, que este año es el actor secundario, parece que McLaren vuelve a la cabeza de la carrera tecnológica en un circuito al que se adapta muy bien.
Entraba dentro de lo previsto que los equipos de siempre recuperaran sus puestos; lo que no tiene sentido son los buenos resultados de BMW, que puede aprovechar que esta ratonera pide mucho de los pilotos, sin duda su mayor valor.

Eliminado el factor sorpresa de la nocturnidad, el único peligro, potenciado por esta circunstancia, son los novatos, forjados en competiciones diurnas, aunque Singapur ha demostrado no ser un circuito especialmente peligroso cuantitativamente, a no ser que haya una conspiración de por medio.
Entre los que juegan por el premio gordo la única noticia es el reemplazo de la caja de cambios de Barrichello, y sus correspondientes cinco puestos de sanción.


La clasificación anunciaba un final de alta tensión, con mucha igualdad, pero Rubens se ha encargado de dinamitar la situación.
La primera ronda ha reanudado temporalmente un duelo de las últimas carreras:
Ferrari contra Force India; pero la noticia de inicio la dió Grosjean, el primero en atragantarse con la Curva 7, que afortunadamente es una de las pocas con escapatoria.
Los Brawn compartieron la primera plaza con Kovalainen, Vettel y Rosberg, hasta que Hamilton llegó para marcar un tiempo contundente echándose a los muros. Jenson y Heikki lo intentaron, pero el único que consiguió acercarse - y en principio sin mucho esfuerzo - fue Vettel.
La zona de eliminación tenía un contenido bastante variado: Fisichella, Trulli, Grosjean, Liuzzi y Alguersuari, casi sin repetir ni el motor. Verdaderamente cambió su posición con Heidfeld, pero Físico le devolvió al hoyo; su compañero Räikkönen, cerca del límite recuperó hasta la segunda posición, lo que unido a la reanimación de Nick envió finalmente a Giancarlo a las últimas posiciones.
Al segundo intento Jarno se clasificaba para la siguiente sesión a costa de Sutil, que se jugó la Q2 cara a cara con Barrichello, demasiado cerca del borde aunque lo suficiente para pasar - al otro extremo Button logró el segundo mejor tiempo.

En la segunda ronda nadie ha guardado nada, y Vettel, los Brawn y Räikkönen se han echado a pista en previsión de márgenes ajustados. Sucesivamente se han ido quitando el primer puesto - con la excepción de Räikkönen, con su lugar ocupado por Webber - hasta completar la llegada de los primeros espadas, un momento en el que contra pronóstico Hamilton ha quedado segundo contra Rosberg, medio segundo más rápido.

Después de que Alonso cerrara todas las marcas a cinco minutos del final, fuera de Q3 quedaban Kubica, Räikkönen Button, Trulli y Buemi; aunque el dato más importante era la pequeñísima diferencia de octavo a duodécimo: menos de dos décimas.
Fue impactante ver a Räikkönen y Button incapaces de abandonar la zona de clasificados, pero mucho más a Barrichello quedarse en el límite al coste de haber sometido al fondo plano del Brawn a un piano que se ha comportado como un abrelatas. Al final Rubens pudo recuperarse bien, cuando Kubica le metió en la zona de problemas y podía ver a Kimi renunciar a un último intento, y logró ser sexto a costa de Webber, que también aprovechó el impulso para alzarse a la segunda posición dejando fuera a Nakajima.

La ronda definitiva se ha quedado sin historia, o más bien ha cambiado una por otra, una trepidante por una trascendente.
Los tiempos de las vueltas de calentamiento no daban la impresión de que todo iría muy justo, pero
sí de que el desenlace iba a ser emocionante. Hamilton, el último en colocarse en la pole provisional, lo hacía con una diferencia de cuatro décimas con Vettel y Rosberg, un dúo medio segundo más rápido que Webber y Barrichello. Para no perder su mediocre regularidad Kovalainen era décimo.
La dispu
ta estratégica por la posición en la vuelta a pista, de cara a la vuelta óptima, incrementaba la tensión, y las marcas parciales de Vettel en los primeros sectores, mejorando las de Hamilton, anunciaban un final fuerte. Pero toda esta escalada de emoción se vió cortada de repente por el choque de Barrichello contra el muro, en el que destrozó el eje del Brawn, provocó la neutralización y, consiguientemente, dejó a cada cual en su lugar - de tardar unos segundos Sebastian hubiera terminado primero.

La previsión es que las posibilidades de victoria están repartidas al cincuenta
por ciento entre el grupo de Hamilton, Vettel y Rosberg y el grupo de los que opten por una parada.
Hamilton y Vettel jugarán sus bazas en la primera vuelta, dado que es muy probable que lleven la misma carga y que Webber sea el único que pueda intervenir en la habitual disputa estratégica por el stint más largo. Pero por otro lado Singapur es una ratonera con pianos como cuchillos y muros realmente peligrosos, dónde un error apurando una curva hace salir al Safety Car: un choque cuando los coches más allá del décimo puesto estén descargados - momento de máximo peligro - y los tres pilotos que han dado la rueda de prensa pelearán entre ellos por evitar la última posición.

El espectáculo debería correr por parte de los Brawn, aunque en la práctica es Barrichello el que realmente tiene capacidad para romper el Gran Premio
saliendo décimo - si los mecánicos llegan a tiempo para reparar el coche sin tener que hacer una gran intervención - apoyado en el desbordante entusiasmo que últimamente saca una y otra vez. Ambos parten fuera de los puntos y, lo que es peor, podrían formar parte del trenecito de Kovalainen, que evidentemente debería planear un sólo repostaje.

Observando la pequeña diferencia entre los tiempos de clasificación, Alonso, Glock y los BMW lo tendrán difícil para mantenerse en los puntos, aunque al romperse las estrategias contarán con alguna vuelta más.
En una pista en la que es imposible adelantar todo queda en manos de la táctica y, sobre todo, de la suerte (siempre y cuando no existan interferencias como la de la Curva 17).
Este es un Gran Premio muy extraño.

No pierdas de vista a los Brawn, los muros, la Curva 7 y a Webber.

17 septiembre 2009

Internet - Meme del año

La coincidencia en el tiempo de dos sucesos del mundo de los medios, ambos impactantes pero sin ninguna relación, ha cristalizado en una heterogénea creación que puede calificarse como el meme que identificará 2009.

Por un lado la anunciada y sin embargo chocante muerte de Patrick Swayze el 14 de Septiembre, una noticia de la que apenas se puede extraer comedia más allá del clásico "Good night, sweet prince" de 4chan, desarrollando ideas que apenas alcanzarán el estallido tras el fallecimiento de Michael Jackson.



Pero durante la noche del 13, en la gala de los VMA de MTV, se produjo un acto de "trolling IRL" sencillamente épico, llevado a cabo por uno de los mayores generadores de lulz masivo de la década: Kanye West.
El cantante y productor vivió su momento de mayor gloria para el universo troll en Septiembre de 2005, durante un programa en el que se recaudaban fondos para ayudar a las víctimas del Katrina, cuando decidió saltarse el telepromter que le tocaba leer conjuntamente con Mike Myers, hacer un poco de freestyle (como buen MC y mejor orador) y rematar con una frase que pasó a la historia y obligó a la producción a cortar hacia Chris Tucker, cogido por sorpresa.



George Bush doesn't care about black people

Volviendo al presente - revelado su potencial - Kanye decidió usar su superioridad moral para impartir justicia.
En el momento en el que Taylor Swift, cantante country de 18 años, pronunciaba nerviosa su discurso de agradecimiento West decidió tomar prestado el foco de atención para dar su opinión, con tanta contundencia en sus argumentos y buenas maneras que la jovencita no fue capaz de terminar cuando le fue devuelta con educación exquisita la palabra.



Yo, Taylor. I'm really happy for you, and Imma let you finish, but Beyonce has one of the best videos of all time.
Hey, Taylor. Estoy muy contento por tí, y te dejaré acabar, pero Beyonce tiene uno de los mejores videos de todos los tiempos.

Este momento amenazaba con convertirse en uno de los memes más sólidos por el potente WTF que supone, tanto que el propio presidente Obama demostró que él si se preocupa de la gente negra, por lo menos de Kanye,
ya que le otorgó una importante mención: "He's a jackass".
Pero más importante es la calificación de su intervención c
omo "Oh! Exploitable", desde la pose incrédula de Swift hasta la cara de Beyonce - acompañada de un OMG -, en espera de que los grandes talentos de internet pusieran sus manos sobre la silueta de Kanye y empezaran a lanzar image macros.

Para ellos las estrellas se alinearon con el casual deceso de Patrick Swayze, y apoyándose también en la noticia más importante del año en el entorno del entretenimiento - la desaparición de Michael Jackson - este es el meme de 2009:

IMMA LET YOU FINISH



Bonus + producción propia:




































14 septiembre 2009

Análisis - Monza 2009

La estrategia sacudía el Gran Premio de Italia antes de la arrancada: declarados los pesos, los tres primeros clasificados eran los únicos que habían planteado dos paradas, lo que les dejaba vendidos ante todos sus rivales.
El poco exigente mecánicamente circuito de Monza marcaba dos trabajos distintos, el de resistir y el de abrir hueco, del que quedaban encargados Hamilton, Räikkönen y Sutil.
La única aparente vulnerabilidad del equipo Brawn era la caja de cambios maltrecha de Barrichello, conservada a su suerte tras después de la parrillada de Spa-Francorchamps; sin ninguna preocupación por la penalización de cinco puestos Toro Rosso si renovó la caja de Alguersuari.

La salida fue trepidante, aún dentro de los resultados esperados con una notable excepción que se suma a la lista de decepciones del piloto segundón de McLaren.
Räikkönen no lo ha tenido tan fácil como se preveía, y ha tenido que emplearse a fondo, buscando incluso la hierba para superar al Force India sin KERS de Adrian Sutil, que ha estado muy cerca de mantener la posición.
Hamilton salía al aire libre, en primera posición, en el momento en el que su compañero decidió lucirse: el equilibrio entre el coche pesado y la potencia extra de arranque fue roto por la torpeza de Heikki, que falló en la Variante del Rettifilo, fue adelantado con cierta lógica por el voraz Barrichello y, sucesivamente, por Button y Sutil.
Antes de terminar la primera vuelta, para alivio de Kovalainen, uno de los protagonistas del Campeonato quedaba fuera de juego: Webber dijo adiós al Gran Premio en Ascari.

La competitividad sumaba malas noticias para Red Bull, puesto que Alonso, muy bien colocado, se hizo con Vettel en la Curva Grande, abriendo la puerta a Kubica; un poco fuera de lugar, en adaptación, Fisichella se vió persiguiendo a Sebastian, tan sorprendido que Heidfeld aprovechó para superarle.
Tanto Vettel como Kovalainen intentaron recuperarse sin éxito, y aunque Feyd-Rautha llegó ponerse temporalmente por delante de Fernando, éste termino más cerca de la séptima posición de Liuzzi. A la lista de los defenestrados se unieron
Kubica y Rosberg con pocas expectativas rebajadas por pit stops forzados - en el caso de Robert ordenado por dirección de carrera.

Los tres de cabeza rodaban un segundo por debajo del tiempo de los demás, aunque con diferencias, puest
o que la distancia de Hamilton era bastante amplia y la de Räikkönen con Sutil mínima, dando la impresión con sus registros del primer sector de que sin KERS hubiera pasado a Iceman.
El repostaje del trío tuvo una curiosa consecuencia, provocada por la ventana de tiempos, que devolvió a los líderes frente al dúo Liuzzi-Alonso: Lewis bendecido por la fortuna, salió por delante a pesar de ser el primero en parar, Sutil quedó bloqueado detrás de los dos y Räikkönen regresó justo entre el Force India y el Renault. La rareza quedó culminada cuando el Ferrari se transformó en un tapón para El Nano, permitiendo a Vitantonio huir.

Los abandonos se acumularon con rapidez: Kubica y Alguersuari, sin nada que ganar, se fueron al box, pero a Liuzzi, cuarto, sí le dolió tener que aparcar el Force India.
A pesar del reparto de suerte, los once segundos de los Brawn con Lewis cayeron como una pedrada en la moral del Campeón del Mundo, que tuvo que soportar incluso como Barrichello hacía la vuelta rápida - hasta en el repostaje todo salió redondo para el equipo, con ambos pilotos saliendo sin tráfico.
Un poco de emoción la aportó Buemi, que se encontró con Fisichella de vuelta a la pista, apretándole hasta superarle en la llegada a Ascari, por velocidad.

El segundo pit stop de Hamilton confirmó su posición detrás de Brawn, aunque con posibilidad - por ritmo - de acercarse a Button. Al final de su stint, Sutil se quedaba sin pista para adelantar a Räikkönen, y acabó saltándose la primera chicane antes de la parada simultánea, un recordatorio del reciente enfrentamiento Ferrari-Force India.
Lewis había tenido lo suyo con un frenazo a la entrada del pit lane, pero los problemas también simultáneos han hecho aún más peculiar la carrera: Sutil entró tan fuerte y descolocado que se llevó por delante a un mecánico, mientras que el fallo de Kimi fue justo a la salida, amagando con quedarse clavado frente al box. El resultado es que ninguno consiguió con las vueltas extra ponerse por delante del McLaren.

Unas cuantas maniobras incomprensibles se acumularon hasta el final de la carrera: Sutil cada vez apretaba más seriamente a Sutil; Vettel, sin nada que hacer, se daba un paseo por la tierra y los Toyota jugaban a pasarse hasta que un choque con Nakajima, al que sobrevivió Trulli, los dejó en paralelo luchando con tanta fuerza que no se rindieron hasta que Jarno se fue a la hierba.
Y quedaba la mejor, la que justifica las críticas a los que arriesgan sin motivo en las últimas vueltas, por lucirse, protagonizada por Hamilton. Con Button a tiro de piedra, pero lejos, Lewis apretó más allá del límite en la última vuelta, sin opciones reales, y lo acabó pagando estrellándose contra las protecciones después de un extraño movimiento del monoplaza.

La bandera damero vió llegar a los triunfantes Brawn seguidos por el sorprendido Räikkönen, colocado de repente en el podio.
Adrian Sutil conquistó la segunda plaza con premio para Force India, nada menos que cinco puntos para el recién estrenado casillero.

La conclusión más importante de Monza es matemática.
Con cuarenta puntos por repartir sólo cuatro conductores pueden aspirar a ganar el Campeonato del Mundo - Button, Barrichello, Webber y Vettel - después del Gran Premio de Italia, aunque la recta final empieza a decantar el desenlace más probable.
A pesar de que el bache de Red Bull había sido anunciado claramente antes de producirse, este último doblete ha dejado sentenciado en la práctica el resultado final, al menos en lo que a equipos se refiere.
La recuperación de Red Bull, el revivir de sus opciones, es posible, pero pasaría por una improbabilísima racha en las dos próximas carreras, algo similar a cuatro victorias frente a cuatro abandonos.

Si el duelo entre equipos ha perdido fuerza, la batalla dentro de Brawn se recrudece, y Monza ha ofrecido una prueba más de la tendencia. Es tanto una cuestión de resultados como de ritmo y actitud: Rubinho se ha convertido un aspirante con el hambre de un novato, y es el líder, Jenson Button, el que se comporta como un segundón, incapaz de de igualar los tiempos de su compañero.

La distancia de 14 puntos con la diferencia actual en logros y actuaciones parece cortísima, y el reto de Barrichello es interesantísimo, enfrentándose al mismo coche: la victoria de Rubens es una cuestión de habilidad y mentalización. Button lleva media temporada cuesta abajo, viviendo de las rentas, y por lo visto no tiene otros planes.

Alonso y Heidfeld han puntuado, lo que llama la atención sobre la situación irregular sobre sus equipos. El caso de BMW está claro, es un equipo a extinguir; que Renault sólo esté por delante de Force India (apenas a siete puntos después del despertar del pequeño) no tiene fácil justificación - aunque Piquet es una buena explicación.
Ambos se han beneficiado del descalabro del piloto que más daño les ha hecho esta temporada: Nico Rosberg, con un destino aciago desde que pisó Monza.

El otro hecho sin explicación tiene un protagonista indiscutible: Adrian Sutil. Es difícil explicar como este circuito sin ala ha hecho volar a las chicanes móviles de principio de temporada (que han empezado al amparo de McLaren).

Monza y Spa-Francorchamps han sido dos islas - como en el caso de Red Bull ha sido declarado notoriamente - así que teóricamente volverán a caer, pero el resultado quedará ahí. En ambas carreras la víctima ha sido Räikkönen, que de repente se ha visto asediado por las pequeñas estrellas de tres puntas. Sin el talento de Kimi - y sin el KERS - hubiera sido posible ver el suceso increíble de un Force India adelantando a un Ferrari.
Los pilotos, y esto es destacable, han estado a la altura.

El gran fracaso, paradójicamente, ha corrido por parte de McLaren.
Heikki ha conseguido tres puntos, pero ha sido un premio excesivo para su incapacidad para marcar un ritmo estable y su falta de ganas. Aparte de su lamentable primera vuelta, más de la mitad de los pilotos de la parrilla, con sus circunstancias de carrera, hubieran terminado en el podio. Su compañero ha demostrado que el coche tenía capacidad suficiente y un buen comportamiento, y saliendo con KERS desde la cuarta posición con el depósito a reventar y preparado para una sola parada, terminar detrás de Alonso y los Brawn debería costarle el puesto.
Hamilton también ha cargado con lo suyo, porque su accidente ha sido la culminación de una actitud que ha compartido con otros: apretar en las últimas vueltas sin motivo, arriesgando para nada más que marcar la vuelta rápida o lucirse. Muchos se han librado y Lewis ha pagado por acumulación, quizá todos aprendan la lección - es de justicia decir que quitando esta última vuelta su carrera ha sido sensacional.


Felicidades a Ross Brawn, que en adelante disfrutará viendo a sus divisiones de ingenieros peleando en solitario por el Campeonato del Mundo.

Enhorabuena a Force India y Adrian Sutil, por sus primeros puntos.

Deshonroso Gran Premio el de los pilotos de McLaren: Hamilton debería comprender que su estilo tiene un precio, y por eso hay que regular la agresividad.


Zarpamos, rumbo al inusual Singapur.

12 septiembre 2009

Briefing - Monza 2009

El Templo de la Velocidad es un asunto serio, una pesada suma a la presión sobre Giancarlo Fisichella, el hombre elegido por Ferrari para sustituir en serio a Felipe Massa.
El crecido Físico se enfrenta al F60, un coche desconocido para él, en un circuito reverenciado y expuesto al juicio minucioso de sus nuevos empleadores; el segundo puesto en las Ardenas parece insuficiente para blindarle y hacerle capaz de manejar toda la presión que se le viene encima - un violento choque en los libres parece una buena prueba.

Por dos carreras protagonista, Giancarlo ha robado la atención a la lucha por el Campeonato del Mundo, que podría apretarse al máximo si Button sufre otro resbalón.
Mientras Barrichello quita la culpa de la falta de presupuesto en el pobre rendimiento de su compañero, Red Bull pelea por mantenerse arriba, volver a la regularidad y acercarse a Brawn; si Webber sigue la línea de Jenson y Vettel triunfa, la falta de motores frescos aumentará la incertidumbre en la recta final.

La pista de alta velocidad volverá a beneficiar a Ferrari y Force India, esto es, a los dos novatos prácticos: Vitantonio Liuzzi, el sustituto de Fisichella, puede tener un reingreso a la máxima competición a lo grande. Williams deberá ceder sus puestos en la carrera tecnológica otra carrera más, como teóricamente debería haber sucedido con McLaren.


La clasificación ha vuelto a dejar brillar a Force India por segunda vez, sin ningún claro dominador entre Ferrari, Brawn y McLaren.
La primera ronda, como no podía ser de otra forma, ha sido inaugurada por Giancarlo Fisichella, que a pesar de marcar un tiempo casi un segundo mayor que el de su compañero se ha mantenido en la mitad de la tabla, confirmando la buena decisión de Ferrari.

Los Brawn se han puesto en cabeza, y aunque Button parecía tomar el camino de siempre, cuando se le han empezado a colar coches, ha alcanzado el primer puesto unos segundos, hasta la salida de Hamilton. Lo más llamativo quizá era que Sutil se situó justo detrás del trío.
Muy fuerte, Räikkönen volvía a poseer la mejor marca, durante la guerra por la permanencia en la que por sorpresa Liuzzi había decidido no tomar parte, situado cuarto.
Rosberg se colocaba al límite, delante de los Toyota y los Toro Rosso, y del Red Bull de Webber, que básicamente se encontraba en el pozo por tocar tierra. Han sido su salida y la de Glock las que han metido a Nico y Roman, si bien Grosjean se la devolvió a Timo con el tiempo cumplido. Trulli sí consiguió salir echando a Nakajima, que esta vez fue eliminado con su compañero después de fallar éste en tres ocasiones.

Las protestas de Buemi contra Hamilton en la llegada a la primera chicane cerraron las noticias de los eliminados.

La segunda sesión empezó bastante mal para BMW, ya que Heidfeld tuvo que aparcar en la Variante del Rettifilo tras comprobar en la recta principal que se quedaba sin potencia.
A falta de Hamilton por salir, con Nick estaban Liuzzi, Fisichella y Grosjean; la guerra de Lewis estaba en otra parte puesto que se colocó justo detrás del líder, Barrichello, medio segundo más rápido que su compañero. Mediado el tiempo el único corriendo era Alonso, el hombre tras ellos, intentando mejorar su cuarto puesto, si bien cedió el foco a Kubica, que rubricó la terrible clasificación de BMW aparcando enfrente de su compañero, habiendo mostrado ambos coches un fallo muy similar en la misma zona.
En la zona de eliminados, junto a los BMW, se encontraban Glock, Liuzzi y Fisichella, y fue el Force India el único que, inspirado por la cuarta plaza de su compañero, consiguió el pase juntando a los dos Toyota fuera de Q3. Webber aparentemente empezaba a mostrar las cartas poniéndose tercero mientras que Hamilton, en el último minuto, apretó para ser primero, lanzándo un mensaje a Brawn.

La ronda definitiva ha tenido claro desde el principio quiénes se la estaban jugando: Räikkönen, Hamilton y Sutil.
A tres minutos del final sólo tres coches tenían marca, siendo especialmente destacada la de Lewis, y esperando a completar la parrilla los Brawn parecían haber perdido el ritmo, con Button en décima posición.

Barrichello ha conseguido escalar poco a poco de séptimo a quinto, al contrario que Vettel, lanzado a la cuarta plaza; un giro más daba la vuelta a la situación de los contendientes y los Red Bull quedaban definitivamente confinados a la última fila, quedando sus rivales en la tercera línea de salida.
En el duelo final el tiempo de Hamilton, que parecía inalcanzable, fue superado por Sutil, más rápido que Iceman en su vuelta óptima, obligando a Lewis a emplearse a fondo por una pole conseguida al límite, sobre el tiempo y con un margen estrecho.

La previsión es una victoria disputada entre Hamilton y Räikkönen, puesto que en esta ocasión el Force India no tendrá la ventaja de la primera posición frente a los dos primeros espadas armados con el KERS.
De nuevo el segundo stint decidirá el ganador, básicamente apoyado por pura estrategia, si bien en Monza puede que el piloto tenga mucho que decir.
Monza motiva a Kimi, pero Lewis es muy agresivo y no suele dejar escapar estas oportunidades; desde Hungaroring las especificaciones b les han colocado arriba, y a diferencia de otras temporadas no tienen nada que perder, sólo pendientes de Grandes Premios individuales, descartados para ganar el Campeonato del Mundo.
En definitiva el espectáculo de Monza serán ambos.

Precisamente los líderes, los que se lo están jugando la victoria final, se arrastran según termina la temporada como si la gloria hubiera pasado para ellos. Brawn no está bien, especialmente en lo referente a Button, pero Red Bull está peor, sobre todo por la parte que toca a Webber.
El reparto de puntos de los cuatro en Monza parece que apenas variará la situación salvo incidentes graves; compactados por Kovalainen, que seguro que tendrá una buena salida antes de venirse abajo, hace prácticamente imposible que se acerquen a Sutil, que lograría de esta manera su primer podio.
El papel de Alonso y Liuzzi, por determinar, debería ser el de un pequeño incordio, pero pueden dar un disgusto a Chris Horner.

Muy difícil lo tiene Rosberg para continuar su racha, aunque entre los de atrás el foco estará sobre Fisichella, que parte sin límite de combustible y con KERS, por lo que podría terminar muy cerca de los puntos.

No pierdas de vista la Variante del Rettifilo, a los Red Bull, la Parabólica y a Räikkönen.