24 abril 2007

Cine - Los Siete Samuráis

Un maestro en su arte es capaz de crear obras que sobrecogen por su sencilla perfección, que le otorgan el reconocimiento que se le entrega al hombre que se ha encontrado con aquello para lo que ha nacido. Cuando se enfrenta a su mejor pieza, a su creación definitiva, lo hace con la visión del destino: un hito en la historia, un momento trascendente, su conversión en Inmortal.
El cine ha conocido grandes maestros pero, de entre los elegidos, muy pocos tan enormes como Akira Kurosawa,
黒沢 明.

La filmografía de Kurosawa es legendaria, y muchas de sus películas servirían como obras maestras para otros directores; después de ver creaciones tan innovadoras como Rashomon,
羅生門, o tan vibrantes como Yojimbo, 用心棒, o cualquiera de sus adaptaciones de Shakespeare parece imposible hacer algo mejor.
Sin embargo Shichinin No Samurai,
七人の侍, es una de las mejores películas de todos los tiempos, brillando como culminación de la carrera de Akira..
Los Siete Samuráis, rodada en 1954, recreando el Japón Feudal en blanco y negro, con las complicaciones técnicas de la época, y narrando una historia épica durante más de tres horas ofrece un planteamiento poco atractivo a primera vista. Sin embargo la atmósfera, la grandeza de este cuento de samuráis y sus enseñanzas elementales convierten su visionado en una experiencia trascendental, una degustación de otra forma de ver la vida, que a pesar de su extensión deja con ganas de más, de seguir al viejo
rōnin Kambei y su sabiduría sobre la victoria.

La Trama

Una aldea es asaltada por bandidos, que saquean sus pobres recursos; sus habitantes, campesinos, discuten sobre la forma de enfrentarse a un nuevo ataque en la próxima cosecha. La decisión es contratar un samurái en la ciudad, uno "hambriento" a fin de salvar la distancia entre sus clases en la rígida sociedad feudal.
Tras muchas desventuras Kambei Shimada,
島田勘兵衛, un viejo samurai sin señor, un rōnin, 浪人, acepta como pago las tres comidas diarias, aunque su visión de estratega exige contratar más guerreros. Tras reunir un grupo variado, desde el letal y silencioso Kyūzō, 久蔵, hasta el loco Kikuchiyo, 菊千代, se dirigen al pueblo a preparar las defensas.



El grupo prepara a los aldeanos con adiestramiento militar y refuerza las defensas, creando una estrategia para el combate.
Los samuráis alteran la vida de la aldea más allá de los preparativos de guerra y se relacionan con los campesinos a pesar del recelo mutuo provocado por la distinta casta entre extraños. Aunque impera el sentido del humor de Kambei y la comicidad de Kikuchiyo, e incluso el aprendiz Katshushir
ō Okamoto, 岡本勝四郎, inicia un romance con una joven, la situación estalla cuando los guerreros descubren que los lugareños han robado en el pasado a samuráis, haciendo rapiña en campos de batalla.
Es Kikuchiyo, que revela su deshonroso pasado como granjero, el que convence a sus compañeros para continuar ayudando a los campesinos, sometidos a una vida durísima.

El primer contacto con los bandidos es una incursión en su guarida, que tiene como resultado la muerte de Heihachi Hayashida,
林田平八, disparado por uno de los tres arcabuces que posee la banda.
El asalto de los bandidos se ve frenado por las defensas, inesperadas en una pobre aldea, y que convierten una sencilla carga en un asedio. Durante la noche
Kyūzō se infiltra en el campamento enemigo a fin de acabar con su potencia de fuego, algo que no consigue del todo.



Cuando los bandidos lanzan su ataque definitivo se revela la estrategia de Kambei: los aldeanos, formando un muro de lanzas, permiten el paso de los asaltantes al interior del pueblo, pero de uno en uno, para que puedan dar cuenta de ellos. Aunque el plan funciona a la perfección, el cansancio comienza a afectar su efectividad y finalmente se decide dejar pasar agrupados a los últimos enemigos
. Durante la batalla final Kyūzō, Kikuchiyo y Gorōbei Katayama, 片山五郎兵衛, pierden la vida, asesinados por las deshonrosas armas de fuego.

Cuando todos los bandidos han sido derrotados, y su líder ha caído víctima de un último esfuerzo de Kikuchiyo, merecedor del nombre de samurái, sólo quedan en pie el veterano Shichir
ōji, 七郎次, el joven Katshushirō y su sensei Kambei Shimada, que mientras contempla a los campesinos volver felices a su vida cotidiana medita con amargura acerca de los vencedores de esta batalla.

La Herencia

Considerada como la primera película de acción, este cuento de samuráis es una narración realista, pegada a la vida, porque es drama, es comedia y es aventura. La maestría con la que está contada esta
historia, pausada y vivaz por momentos la sitúan, para expertos y publico, entre los mejores largometrajes de todos los tiempos.
Akira Kurosawa
es una referencia hacia la que miran los jóvenes artistas, como él hiciera con su admirado William Shakesperare.

En principio la idea de Kurosawa era contar un día en la vida de un samurái y, mientras la desarrollaba conoció la historia real del pueblo que contrata un defensor.
El proceso perfeccionista le llevó a escribir de forma exhaustiva los más mínimos detalles de todos los personajes con diálogo. Esta laboriosidad es la que da ese toque distintivo, además del héroe anciano, a un esquema muy repetido a partir de entonces: un héroe que reúne un grupo variado con una meta común.
La visión más directa de su influencia es la versión western realizada por John Sturges, Los Siete Magníficos.

Aunque no sólo detalles de su guión, extenso y variado, han sido el legado de Shichinin No Samurai.
Los movimientos de cámara, capaces de recorrer las caras de todos los personajes en una secuencia o atravesar velozmente el campo de batalla, revolucionaron el planteamiento de los rodajes; y el uso de cámara lenta para magnificar la violencia del combate o las secuencias de imágenes poderosas, como los bandidos apareciendo desde el horizonte sobre una colina, se repetirán como elementos fundamentales una y otra vez a lo largo de la historia del cine.



El legado de Kurosawa como autor, guionista y director, a nivel técnico y dramático es incontestable, gracias en parte al enfoque occiental de algunos de sus títulos.
Un ejemplo de su control sobre la magia cinematográfica es el hecho curioso de que Seiji Miyaguchi, que interpreta al diestro espadachín
Kyūzō, jamás había tocado una espada antes del rodaje de Los Siete Samuráis. Un acierto de casting como él, una puesta en escena cuidadosa, una edición precisa y una filmación magistral lo convirtieron, gracias a Akira, en un letal asesino.

El carácter del director quedó profundamente reflejado en la película. La producción pasó por serias dificultades y Kurosawa, que llegó a parar el rodaje por falta de caballos en para las batallas, se enfrentó cara a cara con los ejecutivos del estudio Toho; que casi acaba en bancarrota debido a la realización simultánea de Gojira. Afortunadamente Los Siete Samuráis se convirtió en la película japonesa con mayor recaudación.
Aunque la parte más importante de la implicación personal, biográfica, del director es la apasionada declaración de Kikuchiyo a favor de los campesinos. Kurosawa, de ascendencia samurái, lo planteó como una disculpa de la antigua clase alta hacia aquellos que los mantuvieron con su esfuerzo; una reconciliación de una época feudal no muy lejana.

La Experiencia

Como leer un texto milenario o escuchar una sinfonía compleja, asistir a esta pequeña historia japonesa es mucho más que ver una película y a la vez es una forma fantástica y entretenida de pasar una tarde.

Resulta increíble como tres horas de un clásico en blanco y negro se hacen livianas y dejan con ganas de más.

Los dos personajes principales, Kambei y Kikuchiyo, son dos formas distintas de enferntarse al mismo personaje: el héroe desinteresado, que lucha por aquello que cree correcto, afrontando con humor un destino que, con seguridad, será muy duro.
Estos samuráis de Kurosawa son la versión oriental de los paladines europeos.

Kikuchiyo, al que su origen separa de su ansiada condición de caballero, se comporta como un loco valiente, consciente de que nunca será reconocido imita con sorna los modos del guerrero que pretende ser. Sin embargo, su muerte gloriosa demuestra que se encuentra al nivel de sus compañeros, alcanzando finalmente su destino, convertido en un auténtico samurái.
Kikuchiyo alza la bandera del grupo como su miembro distinto, fascinado por el carisma de su líder.



Kambei es un viejo r
ōnin que ha comprendido el verdadero sentido de la victoria. Los combates a sus espaldas han acabado con sus compañeros, no le han permitido tener un hogar y lo hacen dependiente de su habilidad hasta el fin de sus días: su visión de estratega le ha hecho valorar que todos los enemiigos muertos no han sido más que derrotas sin fin.
Aún así, este samurái iconoclasta es capaz de abandonar la rigidez de su clase para ayudar al que lo necesita, como resume el corte de su peinado tradicional para salvar a un niño valiéndose de su inteligencia más que de la fuerza.
Kambei
es templado y tranquilo, y se comporta como un maestro, un sensei,
先生, con todo aquel que escucha sus palabras, compartiendo su sabiduría fruto de la experiencia; una visión clara, distinta, sobre ideas habituales, destacando sobre todas la interpretación de lo que significa ganar.
Es un héroe legendario, capaz de arriesgar su vida por un plato de arroz.

La historia, centrada en la defensa de un pueblo, es la de la batalla que se pelea por otros; en la que se corren grandes riesgos con la intuición fatal de que dolor es lo único que se sacará de ella.
Akira Kurosawa habla de los grandes retos de la vida, aquellos de los que no se espera recompensa más allá de unas cuantas cicatrices. Los samuráis, como paladines, aceptan su funesto destino sabiendo que los únicos beneficiados serán los campesinos, que los desprecian y temen, puesto que luchar es lo único que saben hacer y, al convertirse en r
ōnin, ellos y sus principios son su único Señor, su Shōgun, 将軍:しょうぐん.

El amargo final de Shichinin No Samurai son palabras de ánimo para todos los derrotados, para que continúen luchando cuando creen que deben.



Para mi sensei, El Profesor, un auténtico samurái.

15 abril 2007

Análisis - Sakhir 2007

En el desierto Ferrari ha enseñado que aún se encuentra en mejor forma, aunque lo que se ha visto definitivamente en la isla de Bahrein es el esperado paso adelante de BMW, que por fin ha conseguido ir más allá de aguantar frente a los líderes, plantándoles cara en pista.
La ventaja de Felipe Massa, observado y sometido a mucha presión, le convertía prácticamente en su mayor enemigo: con la pole, la potencia de motor Ferrari y la relativa lejanía de Räikkönen y Alonso la premisa era tan simple como aguantar. Aguantar desde la salida hasta el último pit stop.

La carrera se ha iniciado con Felipe muy decidido y Lewis Hamilton bastante dubitativo, quizá esperando un arranque más flojo del Ferrari. Con El Nano bloqueado por su compañero, al que se ha pegado a la espera de que tomase la trazada de goma para pasarle, Iceman se ha puesto en paralelo con ambos McLaren por el exterior de la Curva 1, aunque finalmente sólo ha podido colocarse tras Lewis y, finalmente, bajar hasta el cuarto puesto; los BMW, muy fuertes, se han mantenido firmes tras los líderes.
Mientras los contendientes por el podio intentaban exprimir las oportunidades que sólo da la primera vuelta se ha producido un accidente doble, simultáneo y casi idéntico. A la salida de la Curva 2 Scott Speed y Jenson Button eran golpeados en el tren trasero, desplazados, lo que provoca en un coche en plena aceleración una salida de pista; los choques del Toro Rosso y el Honda dejaron la pista llena de piezas, lo que ha supuesto la primera intervención del Safety Car en esta temporada.

Robert Kubica ha sido el que ha buscado sacar mayor partido a las circunstancias; muy pegado a Nico Rosberg, cuando el Safety Car entró, intentó en la misma línea de meta pasar al Williams, aunque en ningún momento consiguió pasarlo. Por su parte Räikkönen empezó a presionar a Alonso, convertido en su sombra, esperando que el ritmo bajo demostrado por El Nano incluso lo llevara a cometer un error; esta persecución llevó a Iceman a las zonas sin grip, le hizo pisar la arena y aún así Alonso no consiguió despegarse. Problemas similares sufrieron Hamilton y Massa, con muchas frenadas excesivas, pese a las que consiguieron mantenerse en pista.
La fiereza, más que estrategias estudiadas, era la protagonista de una de las batallas más interesantes del
Gran Premio, entre Kovalainen, Trulli, Coulthard y los Williams. Alex Wurz, totalmente concentrado en el Renault ante él, apuraba al máximo las frenadas, de forma brusca, lo que ha provocado la salida de pista de su compañero Nico Rosberg, evitando un accidente grave. El Superhéroe ha aprovechado, en su espectacular remontada, para colocar su Red Bull en paralelo con Wurz, que ha empezado a preocuparse más de su perseguidor. El grupo ha sufrido un cambio de líder cuando Verdaderamente, después de muchas vueltas presionando, ha conseguido pasar limpiamente a Kovalainen por el interior de la Curva 9.
En cabeza El Bueno ha comenzado a recortar la diferencia con Alonso y Räikkönen, revelandose como una seria amenaza.

El primer pit stop lo han llevado a cabo varios miembros del batallón en lucha por los puntos, dirigido por David Coulthard, desatado. Hamilton ha sido el primero de los líderes en entrar, seguido varias vueltas más tarde por Massa, que salió detrás de Kubica, un tapón para beneficio del McLaren.
En el grupo de atrás Kovalainen y Rosberg se enseñaban los dientes; tanto que tras colocarse en paralelo un contacto lateral ha sacado a ambos coches de la pista, únicamente para reiniciar la batalla, culminada con un pasada por fuera del Williams.
Tras la entrada de Alonso, el pit stop simultáneo de Räikkönen y Heidfeld ha dado como resultado la pérdida de una posi
ción de El Nano, que ha dejado al Ferrari vía libre; El Bueno ha empezado a hacerse notar, muy atento a la Flecha de Plata. Vitantonio Liuzzi ha entrado al box y a vuelto a pista, aunque sólo para abandonar varias vueltas después.
El Superhéroe, en una progresión sobresaliente, ha ido mejorando cada vez más, demostrando su ritmo con nuevos adelantamientos: Trulli, Webber y Fisichella han sido las víctimas de la profesionalidad de Coulthard, que los ha pasado con pulcritud aprovechando, sobre todo, el final de la recta principal. Verdaderamente ha quedado peleando con los Williams y, más tarde Rosberg con Fisichella, cuando el Toyota ha conseguido pasar en la recta de atrás a Físico.
Desgraciadamente el Red Bull de David se ha detenido debido a la rotura de un palier, como unas vueltas antes tuviera que hacer El Huracán.

El mejor duelo ha sido el que han mantenido desde su parada Alonso y Heidfeld. Durante varias vueltas el BMW se ha mantenido observando con cautela, hasta que se ha decidido de manera visible; El Bueno se ha pegado en la recta de atrás a una distancia imprudentemente corta, en busca de ganar la aspiración para pasar en la Curva 1. Fernando Alonso se ha defendido con maestría más allá de lo esperado a la vista del rendimiento impresionante del BMW, y en el final de recta Heidfeld sólo ha conseguido ponerse a la altura de la Flecha de Plata; tras rodar en paralelo por fin su posición ha resultado ser el interior en la Curva 4, lo que ha concedido por fin la recompensa a El Bueno, decidido y asentado.

La segunda parada de Massa, sin problemas, lo ha colocado directamente en la primera posición del podio, muy lejos de Hamilton, a pesar de que el McLaren, tras su pit stop ha comenzado a recortar de forma espectacular la diferencia, tanto que el Rayo Rojo se ha visto obligado a apretar un poco.
Rubinho, acorde con la irregularidad de su equipo, ha adelantado a El Hermanísimo tras atacarle a conciencia, aunque el Honda sigue resultando bastante poco competitivo; el otro motor de las Tortugas Ninja, en el Super Aguri de Anthony Davidson, le ha permitido atacar a Wurz, sin consecuencias.
A pesar de las vueltas para el McLaren de Alonso concedidas por la entrada de Iceman y El Bueno, el orden de carrera no ha cambiado. Sin embargo la vuelta a la pista de El Nano lo ha puesto en la caza de Nick Heidfeld, que se ha limitado a aguantar las ruedas nuevas de la Flecha de Plata, que han hecho variar notablemente su comportamiento.

El paso definitivo de Massa bajo la bandera damero ha venido precedido por dos acontecimientos más: la retirada de Webber y Davidson. El segundo puesto, de nuevo, de Hamilton, ha sido una recompensa merecida a una carrera absolutamente perfecta, profesional, del novato que no comete errores.
Jarno Trulli y Giancarlo Fisichella han sido los que han alcanzado las dos plazas de puntos que dejan libres Ferrari, McLaren y BMW.

Precisamente la conclusión, tras tres Grandes Premios, es que las distancias entre las tres primeras
escuderías se acortan, a la vez que se alejan de las demás. El único piloto de los seis primeros sobre el que había algunas dudas ha sido precisamente el que ha ganado la carrera. Con Felipe Massa de vuelta y Nick Heidfeld ganando confianza, con su pasada arriesgada al Campeón del Mundo, esta temporada se está convirtiendo en la más interesante de los últimos años.
Uno de los culpables de lo apasionante que está resultando el Campeonato de 2007 es, y merece la pena repetirlo una vez más, Lewis Hamilton, estadísticamente el mejor novato de la historia. Son los primeros pasos de un futuro Campeón del Mundo, que tiene su primera victoria en un Gran Premio cada vez más cerca, seguramente en su año de debut. Tres carreras, tres podios y por delante de su compañero, nada menos que Fernando Alonso.

El sabor amargo lo ha puesto la retirada del imparable David Coulthard, remontando desde el puesto vigésimo hasta su abandono cuando marchaba octavo. Esta circunstancia, y el problema con la caja de cambios de Mark Webber ha evitado avergonzar a Renault; una situación similar a la vivida por los Super Aguri, que podrían haber puesto una marca más en el declive del equipo oficial. De nuevo, como ha podido, Rubinho ha dado la cara por Honda, aunque es cada vez más evidente la caída libre de las Tortugas Ninja.

Por fin, enhorabuena a Felipe Massa, muy inteligente al administrar su ventaja, libre del foco de Ferrari y algo menos presionado para afrontar las carreras con algo más de tranquilidad; también Lewis Hamilton se ha ganado la palmada en la espalda, más que por el excelente resultado, por la seriedad y solvencia al conseguirlo.
El mayor reconocimiento debe ser para el cerebro que está alzando un equipo, BMW, a lo más alto: Mario Theissen, que cuenta sus decisiones como aciertos; respaldado, por supuesto, por sus hombres, Heidfeld y Kubica.

13 abril 2007

Briefing - Sakhir 2007

El Circuito del Desierto, construído en la pequeña isla de Bahrein, en el corazón de Oriente, es un desafío a un medio hostil. La batalla librada contra el entorno la sufrirán los equipos, con un motivo de preocupación único en el Campeonato: las tormentas de arena.
El otro fenómeno, que empieza a preocupar a muchos, estará en la pista y se llama Lewis Hamilton. Tras su progresión asombrosa quizá, con algo de fortuna, veamos al novato en el primer puesto en su tercera carrera; o quizá sea la oportunidad de Nick Heidfeld, escalando definitivamente ese escalón que separa a BMW de
Ferrari y McLaren. La presión, sin embargo, la tienen otros: Honda, Toyota y, sobre todo, Felipe Massa.

El circuito de Sakhir es otra construcción de Tilke, aunque a diferencia de su diseño básico, la zona técnica es bastante menos importante, quizá por los problemas de grip que provoca l
a arena sobre la pista; el trazado se caracteriza por frenadas muy fuertes y sectores rápidos.
Pero aparte de cualquier consideración sobre el circuito la protagonista principal será la arena, debido a que la pista se encuentra desprotegida del exterior, y el viento arrastra sobre el asfalto partículas muy finas, difíciles de eliminar y que suponen un problema de agarre importante. No sólo la goma se verá perjudicada, puesto que los motores, en este
circuito abrasador, verán mermada su refrigeración por los filtros de aire, que impedirán que los pistones resulten dañados. La arena, por tanto, centrará la atención de todos los equipos al preparar los monoplazas.
La solución adoptada por los comisarios, que ha mostrado cierto grado de efectividad, consiste en rociar adhesivo en los alrededores del circuito.

El Gran Premio de Bahrein es rápido y, por tanto, exigente en cuanto a rendimiento del motor; el calor hará sufrir a las máquinas, una fatiga potenciada por la falta de aire que, con una pequeña rotura de un filtro, supone un abandono seguro; de nuevo experimentarán offset acústico, debido a la temperatura, desplazando la curva de potencia.
A pesar de los problemas de grip, las ruedas no serán el objetivo de los ingenieros; los pilotos deben encargarse de mantener la trazada para ensuciar lo menos posible las gomas.
El set up se centrará en los frenos, sometidos a un desgaste fuerte en condicione
s muy adversas: las frenadas bruscas los pondrán a prueba, pero la sucesión de curvas rápidas, que impiden su correcta refrigeración, son el punto clave en la preparación del coche.
La suspensión será la encargada de combatir el sobreviraje, casi derrape en algunas ocasiones, que sufrirán los coches en las curvas más lentas, especialmente en el punto más conflicti
vo, la Curva 13.

La clasificación ha puesto de relieve las diferencias entre pilotos de la misma escudería.
En la primera ronda los Williams han salido en primer lugar a por tiempo; aunque la mejor marca ha sido para Hamilton, incluso con una pasada de frenada exagerada. David Coulthard se ha dado por vencido enseguida, y sobre el límite se encontraban Toyota y Renault, sacándose mutuamente de los clasificados. Finalmente el eliminado ha sido Sato, un resultado llamativo comparado con la octava mejor marca conseguida por Anthony Davidson.

La segunda tanda estaba tan decidida en la cabeza como disputada en la zona de eliminación: todo se ha concretado con el tiempo cumplido, excepto la última posición de los Honda, inofensivos. De nuevo los Renault se han dedicado a sacarse mutuamente de la última ronda, con la eliminación de Kovalainen, al igual que Wurz, con su compañero en mejores registros; Davidson se ha mantenido entre los diez primeros casi hasta el final y, a pesar de su eliminación, ha tenido la satisfacción de quedar por delante del equipo oficial.

La ronda definitiva ha podido revolucionarse durante la quema de combustible, cuando Räikkönen, que ha llegado a demasiada velocidad a la Curva 1, ha estado a punto de subirse sobre el Renault de Giancarlo Fisichella.
Felipe Massa se ha plantado con el primer tiempo y se ha dedicado a mejorarlo, t
ratando de alejarse de Hamilton, voraz y entregado, que ha conseguido el segundo puesto; Heidfeld, muy competitivo, ha sido desplazado de la tercera a la quinta posición con el tiempo cumplido. Una actuación reseñable es el octavo mejor tiempo conseguido por Mark Webber, a trece puestos de su compañero.

La previsión, si no fuera su tercer Gran Premio, a la vista del rendimiento observado en carrera, sería una victoria clara de Hamilton, aunque su inexperiencia todavía pesa frente a su enorme talento.
Lo más probable, descartado Massa, es un enfrentamiento Iceman - El Nano por el Gran Premio de
Bahrein, y de nuevo los BMW, sólidos y efectivos, luchando por el tercer puesto con Lewis, al que le ha llegado la hora de su primer fallo.
La pelea por los puntos tendrá a El Almirante como inesperado centro, con su Red Bull muy cerca de Renault. El espectáculo seguramente vendrá dado por Kovalainen, Davidson y El Hermanísimo: dos escuderías potentes separadas por un piloto muy serio.
Irónicamente, con posibilidad cero de lluvia, sobre el asfalto de Sakhir se verán muchos patinazos.

No pierdas de vista a Felipe Massa, a los Williams, la Curva 13, a Mark Webber y la arena.

12 abril 2007

Análisis - Sepang 2007

La estrategia de Ferrari, con los resultados de la clasificación y a la vista del rendimiento mostrado en Albert Park, estaba muy clara para el Gran Premio de Malasia; Felipe Massa aprovecharía su velocidad punta para escapar desde la primera posición y mantenerse muy lejos, por delante, mientras que Räikkönen aprovecharía sus oportunidades con un motor algo tocado.
Han bastado dos curvas y mucho talento para dar la vuelta al planteamiento de los Rayos Rojos.

La salida ha sido una demostración de la profesionalidad de Fernando
Alonso, muy concentrado en la salida como la única oportunidad de frenar a los Ferrari, y una exhibición absoluta de Lewis Hamilton, que ha deslumbrado con su habilidad.
Massa ha salido muy flojo, y El Nano ha abierto la trayectoria en busca de la mejor trazada, arrinconando al Ferrari; Hamilton ha aprovechado para pegarse a Räikkönen y ganar el interior de la Curva 1, en paralelo con los dos Ferrari, acelerando en el exterior del siguiente giro, lo que le ha colocado en segunda
posición, de forma inesperada para Felipe Massa, que se ha lanzado en las siguientes vueltas en cada oportunidad, aprovechando su velocidad punta frente a la carga de Hamilton.

Más atrás el grupo se ha mantenido muy compacto. Giancarlo Fisichella ha recuperado muchas posiciones, con una solidez que resulta desconocida, y los Super Aguri han entrado en su guerra particular que, de nuevo, ha permitido ver como Takuma Sato se desinfla en competición. Aunque Button ha hecho algún adelantamiento a final de recta, desde el primer momento se ha descartado una remontada de Honda, a pesar de Barrichello ha hecho un buen trabajo, saliendo desde el pit lane.
El primer incidente ha dado con el Spyker de Adrian Sutil al fondo de la Curva 4.

Casi todo el espectáculo de la carrera se ha concentrado en estas vueltas, en el desesperado intento de Massa de pasar a Hamilton, un tapón para ambos Ferrari.

Ha sido la primera prueba de la solidez mental del novato, frente a los nervios de un piloto que tiene mucho que demostrar todavía: Lewis ha aguantado a un Ferrari mucho más rápido con un coche muy pesado, y eso ha supuesto a Felipe asumir más riesgos. Incluso con el Rayo Rojo en paralelo, Hamilton se ha mantenido en la trazada, anticipando incluso los errores de Massa.
La primera rodada por la hierba ha sido el indicio de
una frenada muy forzada, que el McLaren ha previsto permitiendo el paso, saliendo a la trazada exterior, para contemplar una salida de pista que ha colocado definitivamente a Felipe Massa en quinta posición, para su desesperación.
Rosberg y Kubica, que ha tenido muchos problemas desde el inicio, han comenzado una pelea, como los Honda, que ha cambiado las posiciones de Button y Barrichello en la Curva 14, demostrando la progresión de Rubinho.
Uno de los héroes de la jornada ha comenzado su ascensión: Alexander Wurz ha adelantado con suficiencia a Scott Speed y se ha lanzado a por Ralf Schumacher.
Por delante, con Fernando Alonso haciendo su propia carrera muy tranquilo, los Ferrari se han emparejado con Hamilton y Heidfeld, apretando fuerte, aunque incapaces de adelantar ni de plantear un riesgo serio; a pesar de ello Lewis no perdía de vista a Iceman, girando su cabeza de forma bastante notable hacia los retrovisores.

La primera parada en el pit lane, un poco después de que Christijan Albers incendiara su coche frente al box, ha sido de Robert Kubica, muy pronto, en un Gran Premio terrible para él. Más tarde entrarían Massa, Alonso y Räikkönen casi en las mismas vueltas, mientras que Hamilton y, sobre todo, Nick Heidfeld retrasaban sus paradas.
En la pista el espectáculo lo daba
Wurz, sumando en su cuenta a David Coulthard y marchando a por el siguiente, y El Hermanísimo, que adelantaba por fuera a Speed en la Curva 1, a la caza de Rubinho.
A partir del primer pit stop, Hamilton, con menos carga aerodinámica, comenzaba a recortar la ventaja de Alonso, bastante relajado por que en ningún momento ha bajado de 8 segundos; aún así ha dejado de ser el tapón de los Ferrari y, sorprendentemente, el ritmo de éstos se ha desplomado, muy lejos de las Flechas de Plata.
El resto de los coches, sobre todo los menos competitivos, marchaban en pelotón, muy pegados, detrás de Kubica.

La segunda parada la ha realizado Hamilton en primer lugar, el momento que ha aprovechado Iceman para intentar recortar su diferencia, con posibilidades bastante pequeñas de alcanzar la segunda posición; pocas vueltas después ha parado, justo después que El Nano. De nuevo El Bueno ha sido el último en parar, confirmando el gran rendimiento de los BMW.
En las últimas vueltas Nico Rosberg, que estaba haciendo una gran carrera, se ha visto obligado a abandonar, con los puntos para Williams en la mano; mientras, Kubica, en su día más aciago, entraba demasiado fuerte en la Curva 4, ha patinado con sus ruedas traseras y ha acabado cruzado en la puzzolana, lo que definitivamente lo ha colocado en última posición.

Aunque Webber ha presionado a Wurz, en un duelo muy interesante, Iceman ha despertado.
Kimi ha empezado a apretar al máximo, recortando de forma notable la ventaja de McLaren, hasta cazar a Hamilton, que lo único que ha podido hacer es resistir. Un sólo error hubiera colocado a Räikkönen, intratable, por delante, y ése ha sido el momento en el que Lewis Hamilton ha demostrado su poder mental: agotado, ha mantenido su ritmo, muy concentrado, cerrando los huecos, sobre la trazada, con una profesionalidad absoluta.
La bandera damero ha visto pasar a los McLaren en las dos primeras posiciones, y a Renault cerrando la
zona de puntos con Kovalainen.

La conclusión de la carrera es que quizá los Ferrari estén muy bien adaptados, y cuenten con alguna ventaja gracias a su relación con Bridgestone, pero las manos que conducen los McLaren son mágicas.
Fernando Alonso ha estado en su propia carrera, inalcanzable y Lewis Hamilton está escribiendo su leyenda con un arranque de su carrera en la Formula 1 sobrecogedor. Con esta progresión, existen dudas sobre el principal candidato para ganar el Mundial de Pilotos, aunque el de Constructores tiene un candidato muy firme, las Flechas de Plata, en gran parte por demérito de Felipe Massa, que vuelve a plantear las mismas preguntas que en sus inicios en Ferrari.
Por otra parte los Renault, de manera poco vistosa pero efectiva, han puntuado, un consuelo pequeño para una escudería que ganaba carreras no hace mucho.
De nuevo la noticia más negativa, aunque ya no es sorprendente, es el fiasco de Honda, a los que empieza a parecerse Toyota, un equipo superado con claridad por Williams, que hoy ha mantenido la imagen gracias a Trulli y a la avería que ha detenido a Rosberg, que ha mostrado un rendimiento excelente, muy por encima del equipo oficial.

Enhorabuena a McLaren, en progresión, y a Fernando Alonso, que ha mostrado su actitud de campeón; y a Nick Heidfeld, un posible candidato al título cada vez más sólido.
Pero sobre todo felicidades a Lewis Hamilton, imparable, robusto, mentalmente titánico.
Se está fraguando un futuro Campeón del Mundo. Y de los legendarios.

Zarpamos, con mucho retraso, hacia Bahrein.

04 abril 2007

Briefing - Sepang 2007

El Gran Premio de Malasia se presenta con una pequeña diferencia entre los líderes del Campeonato del Mundo, pero una gran distancia en el rendimiento de sus coches.
El calor de Sepang pondrá a prueba a Ferrari, inalcanzables en su primera demostración, y disipará algunas de las dudas surgidas en Albert Park, desde el excelente ritmo de Hamilton hasta el hundimiento de Honda.

El circuito de Sepang es un homenaje de Hermann
Tilke a la flor emblemática de Malasia, el hibisco. La cubierta de las gradas, lo más llamativo de la pista, representa gigantescos hibiscos, mientras que el trazado recuerda vagamente a esta flor.
Una de las características más curiosas de este circuito
es la localización de las rectas, ya que la principal y la trasera están unidas por una aguja; con este diseño se buscó funcionalidad, ya que tramos auxiliares permiten dividir la pista en dos partes, norte y sur, orientadas a distintos tipos de competición, que además pueden usarse simultáneamente.

El trazado en sí presenta los clásicos rasgos de una obra
de Tilke: rectas largas, fuertes frenadas y una zona técnica de curvas rápidas; pensado para el espectáculo.
La pista tiene dos puntos especialmente complicados, la Curva 1, que se hace muy estrecha tras la recta principal, y la Curva 8, que está precedida por dos pequeños tramos rectos unidos por una curva muy rápida, que puede convertirse en el principal foco de incidentes para coches con subviraje. En cuanto al espectáculo, casi todo se concentra al final: las Curvas 14 y 15, que preceden a las zonas de máxima velocidad, se consideran puntos donde es sencillo adelantar.

El set up en Malasia es muy importante de cara al resto de la temporada, puesto que es un Gran Premio
exigente para cada parte del coche ... incluído el piloto.
El calor de Sepang es extremo, aunque es algo habitual en el Campeonato del Mundo a diferencia del Circuito del Desierto, Sakhir, la humedad ambiental hace sufrir especialmente a los conductores, incapaces de evacuar el calor. Los monoplazas no serán menos, y con motores usados se enfrentarán a esta pista, exigente en cuanto a potencia.

Las características contradictorias del circuito llevan a los ingenieros a buscar el clásico equilibrio en cada uno de los factores, aunque en valores medios la tendencia será suspensión dura, para las zonas rápidas, y carga aerodinámica alta, asegurando buenas frenadas. El chasis debe adaptarse para las agujas, que serán clave, buscando en el conjunto una refrigeración máxima.
La elección de neumáticos será un poco complicada, y algunos pueden apostar por montar duros para la clasificación, aunque con la pequeña ventaja de haber probado ya las ruedas en carrera las condiciones de Malasia, que degradarán con total seguridad las gomas, convierten el rendimiento de los nuevos Bridgestone en una incógnita.
El motor sufrirá, con casi tres cuartas partes del trazado a máximo rendimiento, la baja densidad del aire influirá negativamente sobre la curva de potencia, desplazada hacia revoluciones mayores.
El Gran Premio de Malasia será la prueba definitiva sobre la fiabilidad de los motores homologados.

La clasificación ha sido bastante monótona, y ha confirmado algunas de las conclusiones de Australia.
La primera ronda ha mostrado un Honda ineficaz, con el que Barrichello apenas ha conseguido el decimonoveno puesto, sólo por delante de los Spyker y de Davidson, que ha sufrido problemas con el cambio; por su parte Fisichella ha empezado a dar pistas del estado de los Renault, pasando al límite del corte.
La segunda ronda ha sido la culminación del descalabro Honda, Button penúltimo, y del camino que lleva Renault. Todos los coches han salido por vuelta desde el principio, esperando incidentes y temiendo lluvia, y mucho antes del final est
aba claro quienes tenían más problemas; Físico ha tenido un ritmo muy bajo, superado con claridad por Kovalainen, que con el tiempo cumplido ha sido desplazado del décimo puesto por Mark Webber.
La última sesión ha sido tranqu
ila, aunque disputada.
Fernando Alonso ha salido con un ritmo muy fuerte desde el principio, conservando casi hasta el final el primer puesto y revelando el progreso manifiesto de los McLaren. Ha habido dos pequeños incidentes, con dos monoplazas en paralelo sobre las cu
rvas rápidas, que han obligado a tomar el exterior a Kubica y Räikkönen, sin mayores complicaciones. Acercándose el final, cuando más nervioso se veía Massa, pisando la hierba, Iceman y El Nano han empezado su pulso, arrebatándose mutuamente el primer puesto bajo la bandera; y cuando la pole de McLaren se daba por conseguida, ha llegado el Ferrari de Felipe Massa por sorpresa y se ha hecho con la primera posición.

La principal conclusión, más allá de la diferencia entre Ferrari y McLaren, es que algo está pasando en Renault y Honda. Sus resultados están por debajo de las espectativas, lo que puede ser admisible, pero cuando una escudería filial como Red Bull y Super Aguri compite directamente con el equipo y lo supera, es un síntoma de problemas graves que van más allá de unas pocas carreras. Las salidas de pista de Kovalainen quizá tengan más que ver con la maniobrabilidad de los Renault que con la inexperiencia del novato; y los cinco puestos de distancia entre Sato y Barrichello son poco creíbles en un piloto con la solvencia de Rubinho frente a El Huracán.
Es destacable también el fantástico resultado de Nico Rosberg, sexto en un Williams
al que todos daban por acabado, abriendo hueco entre los BMW.

La previsión para la carrera es un primer puesto
competido entre Felipe Massa y Fernando Alonso, en un Gran Premio de resistencia, de lo que probablemente se resienta el Rayo Rojo de Iceman. Un BMW en el podio no es descartable, aunque el principal candidato sea Hamilton. La lucha entre los Toyota será feroz, y seguramente Renault, aunque deshauciados, puedan competir por los puntos, como escudería puntera con la ventaja de combustible da el décimo puesto.
Sepang verá muchos abandonos, con la resistencia de los motores puesta límite, lo que significa sorpresas y resultados inesperados, tantos como pueden traer las pequeñas probabilidades de lluvia, que convertirían el Gran Premio de Malasia esperado en otro completamente distinto.

No pierdas de vista a los BMW, la Curva 14, a Alonso, la Curva 8 y la fiabilidad.