30 agosto 2009

Análisis - Spa-Francorchamps 2009

Siempre existe el temor, delante de grandes expectativas, de la decepción; esa punzada antes del Gran Premio de Bélgica, con el semáforo poniéndose en rojo, bloquea a todo aquel que la considere su carrera favorita.
Pero Spa-Francorchamps siempre cumple, y en el instante mismo del arranque la emoción toma el lugar de las dudas: en cuanto los monoplazas se ponen en marcha, la magia de Eau Rouge se encarga de todo lo demás.
Una temperatura fresca y Fisichella con blandos debían ser las condiciones que definieran el Gran Premio ... pero éste no es como los demás.

La salida ha sido infinitamente menos accidentada de lo previsto, descontando el toque sufrido por el neumático de Alonso, con consecuencias muy retardadas. Barrichello se ha quedado clavado y Kimi, justo detrás, ha salido como un tiro, esquivándole, con tantas ganas que necesitó casi completa la escapatoria de La Source - maniobra culminada con la consecución del segundo puesto.
Pero la llegada a Les Combes liderada por el desatado Iceman provocó la esperada montonera de los primeros espadas colocados demasiado atrás: Grosjean tocó a Button cuando este intentaba adelantar a Kovalainen, el Brawn trompeó y Alguersuari, en un inoportuno alarde se le llevó por delante haciendo que l
e acompañara, por la fallida maniobra de esquiva, Hamilton - con el alerón delantero tocado.
Los dos novatos dejaron cuatro coches fuera y obligaron a salir al Safety Car, momento en el que Barrichello vió la luz y pudo entrar a repostar, seguido por Trulli, bastante venido abajo.

Del tercero al sexto, Kubica, Glock, Webber y Heidfeld, no había tanta agresividad como la que Räikkönen guardaba para Fisichella, que despejaba las dudas sobre la pole de Force India de forma contundente, a la altura del Ferrari.
Kimi tenía claro el lugar, y después de amagar en La Source parecía que Mika Häkkinen se adueñaba de su mente: se pegó lo que pudo a Físico en Eau Rouge, amagó con tomar el interior del Raidillon y cuando Giancarlo cambió la trazada, se fue por el exterior de forma contundente, saliendo de la recta de Kemmel en primera posición, aunque a punto ha estado de devolvérsela.
Por la séptima posición de Rosberg también Vettel aprovechó en el mismo punto la vuelta del Safety Car.

Más atrás Barrichello se veía obligado a arriesgar, jugándosela con alguien tan peligroso como Badoer en un lugar tan crítico como Bus Stop; cumplido el trámite necesitó Kemmel para adelantar a Nakajima, quedando en el trenecito de Kovalainen y Buemi. Las dos mismas víctimas tuvo Sutil, que dejó sólo a Trulli detrás de Badoer, declarándose de forma sorprendente incapaz de adelantarle.
Webber se pegaba a Glock, en cuarta posición y Räikkönen, a pesar de su superioridad teórica y de marcar vueltas rápidas, no conseguía abrir hueco con Fisichella, que rodaba entre una y tres décimas más lento.

Los primeros repostajes regulares fueron de Kubica y Glock, que inauguró el desastre del pit lane con un problema en la manguera de Toyota.

Heidfeld transmitía las buenas sensaciones de BMW con la vuelta rápida antes de su repostaje, también con incidente: la salida de Webber al carril mientras Nick pasaba fue considerada sancionable - El Bueno rozó el muro en una esquiva milimétrica - y a Mark se le hizó más cuesta arriba la pista con drive-trough de por medio; de hecho en su vuelta a pista Heidfeld le pasó, Barrichello también y Sutil, y más tarde Nakajima, a punto estuvieron de apuntarse al bache del Red Bull. Este grupo se unió al trenecito de Kovalainen, repartiendo la presión entre el tráfico.

Al final de su stint Alonso se mantenía pegado a Kimi y Giancarlo, entre los que las cosas seguían igual: uno por delante, pero el otro pegado.
La hora del caos no había terminado y Fernando, en su primera parada, recibió la recomendación de abandonar por los problemas del cambio de ruedas; la manguera fue lo que falló en el caso de Trulli, en el que teóricamente debía ser su segundo repostaje, cerrando una jornada aciaga de los mecánicos forzudos de Toyota.

Un momento off road de Sutil dejó a Rosberg y Glock encima, conviertiéndole temporalmente en locomotora de ambos, Webber y Buemi.
Delante Kovalainen seguía al tercero, Kubica, con una parada menos, separado de Vettel, Heidfeld y Barrichello.

La segunda parada de Sutil, rondando los puntos, coincidío con la primera de Kovalainen, tan tardía que junto con la posición retrasada de salida confirmaba una estrategia a una parada, idónea para conseguir puntos. Heikki cayó justo delante de Buemi, del que tuvo que defenderse como pudo en medio del tráfico. También uno de los primeros en entrar, Barrichello, sufrió con Nakajima antes de la parada del Williams.

Marchando entre los BMW, en cuarta posición, Vettel tuvo la opción de vueltas extra por el pit stop de Kubica, y gracias a su estrategia llegó a ponerse primero, al producirse el esperadísimo momento: el repostaje de alta tensión de Räikkönen y Fisichella, simultáneo, sin incidentes y exactamente de la misma duración.
A falta de Sebastian, cuando el muro dejó de contener la respiración y los líderes mantenían el status quo, los BMW apretaban para conservar su posición frente al Red Bull y Feyd-Rautha saboreaba una sexta posición conseguida sobre estrategia y concentración, por delante de Barrichello y Rosberg.
Poco antes Webber había pasado de sexto a noveno, más pendiente de algún desfallecimiento que de adelantar a Nico - y eso que a su espalda Glock recibía una durísima presión por parte de Sutil.

El último cambio de posición lo dió por fin el repostaje de Vettel, que sobrado de vueltas se alzó con la tercera plaza por delante de Robert.
Los Force India apuraban el viento favorable que los había rozado desde la llegada a Spa-Francorchamps: Fisichella seguía buscando el fallo de Kimi, y Adrian se tiró decidido a por Timo en Les Combes, por el exterior, y a punto estuvo de salirle.
En la línea atacante Barrichello empezó a ejercer una presión increíble sobre Heikki, que fue demasiado para su propia mecánica y el Brawn empezó a soltar humo, camino de un previsible abandono a dos vueltas del final.

La bandera damero recibió a Kimi en su primera victoria de la temporada, a Fisichella en la mejor posición conseguida por un Force India y a Vettel con un podio que le vuelve a dar nuevo brío para el Campeonato del Mundo.
También consiguió llegar Rubinho, sin ceder el séptimo puesto, aunque al poco el monoplaza empezara a arder en el parque cerrado.

La conclusión es que el motor Mercedes ha dado alas al Force India, como indica el resultado de Sutil, pero en la pequeña victoria de Fisichella ha habido algo más.
Sin KERS en Ferrari Giancarlo hubiera dominado la carrera logrando un éxito fácil, con KERS ha habido pole y el Rayo Rojo no ha podido despegarse de él.
Físico no ha dejado ni a Sol ni a sombra a Kimi, no ha cometido errores y por encima de su concentración ha estado su agresividad; ha habido un abismo con el resto y quizá la adaptación aerodinámica a la montaña rusa de las Ardenas haya tenido mucho que ver.

Pero es que Räikkönen ha estado soberbio, y es más mérito que haya mantenido a Giancarlo detrás que fallo el no haberse podido despegar.
Kimi, profundamente desmotivado desde su hazaña conquistando el Campeonato del Mundo, se crece en circuitos de verdad, e inspirado es capaz de cualquier cosa - igual que se viene abajo por el aburrimiento en las ratoneras.
Ferrari ha estado a la altura, conscientes de que Force India era un rival serio y que era fundamental mantenerse en guardia.
La maniobra de la jornada ha sido el adelantamiento antológico en Kemmel, que se ha visto venir medio minuto antes y no por ello ha perdido una brizna de emoción ni espectacularidad; puede que Iceman haya firmado la imagen del espectáculo de la temporada.

A Red Bull y Brawn las cosas les han ido regular: exactamente la mitad bien y la mitad mal.
Button quiere ganar un Campeonato del Mundo como El Cid, pero a este ritmo puede que deje huella en la historia de otra forma; en el otro extremo está Barrichello, tan crecido que ha llevado a la meta un coche en llamas, cuando otro no se hubiera arriesgado más que a dejarlo aparcado. Jenson no ha tenido directamente la culpa de no puntuar - cuanto más atrás más riesgo - pero sus ganas no admiten comparación con las de Rubens.

Webber es el otro que pese a haber recibido el testigo como candidato también ha perdido el Norte. Su actuación no ha sido especialmente brillante pero, como en el caso de Button la intervención externa no le
ha ayudado precisamente a motivarse.
Si el lollipop man de Red Bull no sabía que lo que iba a hacer era digno de sanción -y grave, porque sólo la pericia y sangre fría de Heidfeld ha evitado un choque muy peligroso contra el pitwall - merece el despido.
Vettel sin embargo ha brillado y ha vuelto a la lucha, aún con el lastre de motores disponibles. Ha hecho bien su trabajo, integrado dentro de la estrategia del equipo sin asumir riegos: sencillamente una carrera seria y sin fallos.

La desgracia se ha cebado con los novatos, que han hecho menos malo a Badoer - también ha recibido una mano de Trulli, asegurando que era incapaz de adelantarle (cargado hasta arriba y con neumáticos fríos cabe que sea verdad) - dejando fuera de juego al líder del Campeonato del Mundo; entre sus damnificados ha estado Hamilton, que podría haber puntuado, a la vista de la actuación de Kovalainen.
Renault ha cerrado un día aciago cuando en la parada de Alonso han constatado que el daño sufrido en la salida en el palier podía desembocar en otra sanción por peligrosidad.

Un punto para Rosberg, otra carrera más sumando, aunque en esta ha estado bastante a la vista, al ataque y la defensa - quizá, perdido su mimetismo, el Williams esté más expuesto a los riesgos del Gran Circo.
Y Spa-Francorchamps es un lugar dispuesto a revelar la verdadera esencia de cada uno y colocar a cada cual en su sitio.


Enhorabuena a Räikkönen y Fisichella, tanto por su resultado como por un duelo vibrante.

Felicidades a Vettel por su vuelta a la senda de los ganadores, y a BMW por esperar una buena muerte sin convertirse en zombies.

Y gracias Spa; La Source, Les Combes, Kemmel, Eau Rouge ... gracias.


Rumbo al Templo de la Velocidad, Monza.

29 agosto 2009

Briefing - Spa-Francorchamps 2009

La deidad del Panteón encargada del Gran Circo se ha apiadado de los fieles, y tras la travesía por el desierto de Hungaroring y Valencia, aparece en el horizonte la Tierra Prometida ... incluso con algunas nubes de tormenta.

En Spa-Francorchamps sobra los demás, y los miembros de los equipos son actores al servicio del escenario, aplastados por la imponente presencia de Eau Rouge.
Que el duelo entre Brawn y Red Bull puede quedar decidido en el Gran Premio de Bélgica, durante el día del año más esperado por los fieles, engrandece la fiesta patronal de la F1. Puede Vettel quedar fuera, Button certificar su aspiración al título póstumo - el mismo hombre que asombró en Mónaco - y Webber dejar sitio a Barrichello. Y aún más: un piloto puede coronarse en las Ardenas, uno de los pocos supervivientes de los Santos Lugares.

La lluvia durante las sesiones precedentes es una pequeña compensación por el tedio soportado, como una amenaza para hacer la prueba durísima además de muy bella.
Sufrirán en Spa los que no hayan competido contra un circuito de verdad, luchando contra el Síndrome de Stendhal: uno de los protagonistas, aunque sea sólo por la minuciosa atención a sus movimientos, es Luca Badoer, participante en la carrera del año sólo por el estrecho margen de cambio que daban los cinco días entre Grandes Premios - aunque ambos no tengan nada que ver.


La clasificación ha tenido un sólo nombre, una vez pasado el trámite de ver a Badoer: Giancarlo Fisichella en su jornada más brillante.
La primera ronda ha sido una toma de contacto de los McLaren con un ajuste malo - el contacto, más concretamente, del fondo plano con el suelo, provocando las chispas pertinentes.
Los Brawn han empezado discretos y los Red Bull aún más abajo, pero en cuanto Vettel se ha recuperado de golpe, Barrichello se ha descubierto colocándose cerca de la cabeza (en la que a media sesión Sutil ocupaba la segunda plaza) a pesar de un pequeño off-road.
Glock también probaba el exterior, en Bus Stop, mientra su compañero Trulli conseguía el liderato, sin volver a soltarlo.
Más interesante era la zona de problemas, a la que se asomaba Kovalainen - con una vuelta cambio su posición por la de Webber, justo delante de él - ocupada por Grosjean, Alguersuari, los Williams y el inefable Luca Badoer que, al menos, no se había salido de la pista.
Rosberg salió a lo grande, y Webber no pasó mucho tiempo en peligro lanzándose a la segunda posición. En el escape final, Alonso dejó a Kubica abajo, encargado éste de completar el dueto de Toro Rosso, aunque la atención volvía, cómo no, a Badoer, clavado en la puzzolana, asegurándose la eliminación, la última plaza y un ridículo para Ferrari.

La segunda sesión ha sido la de las grandes sorpresas, como ya indicaba las tres décimas de mejora de Jarno Trulli sobre su tiempo anterior, quitándose sucesivamente las marcas a sí mismo lo que implica, naturalmente su dominio sobre la parrilla.
Los buenos resultados de Force India cada vez son menos extraños, aunque se hacía notar la presencia de ambos en Q2; una de las consecuencias era una lista de eliminados llena de favoritos a los puntos: Alonso, Heidfeld, Kovalainen y Rosberg, que a seis minutos del final acababa de salir sin conseguir el pase - el Sector 1 se le atragantaba al Williams.
Los buenos resultados de Red Bull hacían pensar que en la ronda previa habían estado ocultándose, Webber y Vettel segundo y cuarto, respectivamente, aunque el gran golpe lo dió Fisichella, consiguiendo la primera posición.
En el mundo al revés, Button y Hamilton se dedicaban a jugar con el límite, tanto que Alonso metió a ambos antes de que El Ninja Rosberg le devolviera a la zona de eliminación. Esperando una revolución en la vuelta definitiva, el único cambio en la lista en la que destacaban los McLaren por encima incluso del líder del Campeonato del Mundo, era la úndecima posición de Sutil, a punto de acompañar a Fisichella a Q3.

La ronda definitiva ha sido la culminación de la escalada de lo inexplicable vista previamente.
A media sesión sólo Räikkönen tenía marca, y a sólo tres minutos, Heidfeld era el único que le acompañaba como registrado.
Si la sorpresa dentro de lo esperado era una pole de Trulli, el poseedor del mejor tiempo de todos, Giancarlo Fisichella, era el llamado a reventar el Gran Premio de Bélgica.
Fue seguido de cerca por Verdaderamente y Kubica, otros poco habituales, y Heidfeld que se quedó corto en el intento. A Nick se la devolvió Jarno, aunque otra vez incapaz de llegar hasta Físico, ganador definitivo.
Los tres llamados a la pole, desaparecidos a pesar de su situación puntera,
han tenido por su parte resultados entre discretos - Barrichello cuarto - hasta abiertamente decepcionantes, como los de Red Bull, sólo por delante de Rosberg.

La previsión es prácticamente imposible: Spa-Francorchamps ha sido el lugar señalado para un nuevo milagro, la carrera más abierta de la temporada.
La medida de lo publicitarios que sean los resultados la dará un auténtico despegue en rendimiento o buena adaptación frente a una pronta cesión de las primeras posiciones. Barrichelo podría parecer el mejor colocado, pero el atasco de los tres monoplazas precedentes es un peso muy importante para una estrategia de pole descargado y escape por la que podría haber optado Brawn.

La primera subida a Eau Rouge será definitiva para las aspiraciones de Brawn, y llegando a ella Räikkönen e incluso los retrasadísimos McLaren podrían tener mucha importancia gracias al KERS.
Vettel y Webber, dos segundos más lentos respecto a su mejor tiempo, pueden estar apostando demasiado fuerte, aunque que la situación de ambos coches sea idéntica parece indicar que en realidad, en Red Bull, hay más problemas que estrategia.

El espectáculo se llamará Iceman, especialmente motivado en una pista divertida, precedido por rivales débiles y el encajonado Barrichello, que precisamente no es un especialista en salidas.
Pero el ritmo lo marcará Fisichella y Force India, que puede brillar o provocar un auténtico caos si el arranque no es bueno: la oportunidad de muchos, como BMW o Toyota, está en Spa-Francorchamps, y no tienen nada que perder que les impida arriesgarlo todo.
Carrera imprevisible o competición de desgüace: Gran Premio de Bélgica.

No pierdas de vista Bus Stop, a los Force India, a Räikkönen y Eau Rouge.

24 agosto 2009

Análisis - Valencia 2009

Uno de los mayores fraudes del Gran Circo, y el calor que éste soportaba, invitaban más a una siesta que a desperdiciar 5700 segundos contemplando una carrera que para el segundo stint debería estar bastante más que muerta.
El KERS y los blandos de McLaren y Kimi eran la señal de que en el único momento intenso del Gran Premio llevaban todas las de ganar.

La salida fue demasiado limpia, y estuvo protagonizada por Vettel: presionando al interior a Button, buscando un error o que simplemente cediera, abrió la puerta por el exterior a Räikkönen, que no tuvo que sudar para adelantarle y colocarse cuarto; conseguido el objetivo de Sebastian, Jenson perdió posiciones hasta quedar justo delante de Webber - Rosberg y Alonso no desperdiciaron el bloqueo, y precisamente un fallo de Botón intentando pasar a Alonso le dejó aún más a merced de Mark.
Los incidentes vinieron por el estrenado Grosjean, con algunos daños que le obligaron a entrar al pit lane, aunque poco que ver con el cortocircuito de Buemi estampándose con Glock; el beneficiado de estas desgracias era Luca Badoer, que evitaba la última posición a pesar de sus méritos haciendo trompos.

Hamilton empezó a abrir distancia con Kovalainen, que a su vez se separaba de Barrichello, cabeza de un trenecito a esas alturas de la carrera gracias en especial al fortísimo ritmo de Räikkönen.
Heidfeld consiguió el único milagro del Gran Premio de Europa, adelantando a Sutil, aunque virtualmente sin importancia por la situación de ambos; en pista, mucho más trascendente, también se produjo el cambio de posición de Button y Webber, supuestamente una cesión de Jenson al cortar una chicane.
Las distancias se ampliaron, excepto en la presión de Kubica a Button y de Alguersuari a Trulli - ambas con pocas posibilidad de éxito gracias a las excelencias del circuito - y Kovalainen o bien empezó con la labor de equipo o bien comenzó a flojear, porque Rubinho se le fue echando encima.
Al final del stint Grosjean intentó animar un poco la carrera con un derrape lateral sin consecuencias, demostrando que por lo menos, a diferencia de Piquet, tiene suerte y no destroza coches.

Hamilton fue el primero en entrar a repostar, cayendo en el hueco entre Alonso y Webber, a la vez que Vettel, con la fortuna de espaldas: tuvo que acompañar al pit lane al otro McLaren puesto que en su primera parada se estropeó la bomba de repostaje. En ese pit stop Kovalainen perdió la segunda posición, el único cambio de lugar durante este esperado momento de reordenación de la caravana.
Poco después de su incidente Vettel rompió el motor, coronando un fin de semana para olvidar.

Las distancias, de nuevo amplias, de cuatro segundos en cabeza, empezaron a variar con la vueltas - aparentemente Brawn sigue necesitando bastante para calentar los neumáticos - al ver Barrichello que se escapaba su oportunidad.
Los tardíos del pit stop iban a dejar una imagen de las que cuestan una carrera profesional: Badoer fue adelantado en la calle de salida por el novato Grosjean - estableciendo la diferencia entre quedarse dormido y estar muerto - y remató la jugada pisando la línea blanca, quizá sorprendido por sí mismo. En el "tarro de las esencias" le quedaba otro trompo, con el que disfrutaba de sus últimos minutos en competición oficial.

El desastre visitó McLaren en el segundo pit stop de Hamilton, con un despiste en el cambio de ruedas que, por si fuera poco, se vió completado con la vuelta a pista justo detrás de Webber, que no llevaba precisamente un ritmo ganador.
Barrichello apretó al máximo y tuvo recompensa, afrontando el último stint en primera posición.
Kovalainen, más por méritos propios que del equipo, también perdió su plaza con Räikkönen - un podio duramente trabajado por Ferrari - y con los mismos argumentos Button devolvió el cambio de posiciones inicial a Webber.

Un reventón de Nakajima y un problema de frenos de Buemi, envuelto en una nube de carbono, alzaron a Badoer hasta la decimoséptima posición - esto es, justo delante de los tres eliminados y detrás de los novatos.

La bandera damero recibió, cinco años después, a Barrichello en primera posición seguido, en alternancia, de decepcionados - Hamilton y Kovalainen - y satisfechos - Räikkönen, Rosberg y Button.
Alonso y Kubica, sexto y octavo, completaron las plazas de puntos.

La conclusión es que Red Bull se esfuerza en tirar el Campeonato del Mundo y Brawn empieza a demostrar que quiere ganarlos.
La gran remontada parecía posible hace un par de carreras, pero el coche se ha venido abajo frente al repunte de McLaren y Ferrari, Webber ha tenido poca concentración, sobre todo en clasificación y Vettel ha protagonizado un fin de semana que le descarta completamente para la victoria final, abandonado por la legendaria suerte del campeón.
El Almirante puede recuperarse a lo grande, y en un escenario tan impresionante como es Spa-Francorchamps, pero Sebastian carga con un impedimento insuperable: los dos motores averiados en el Gran Premio de Europa le dejan con dos propulsores para terminar la temporada, de los que sólo uno es nuevo.

Brawn vive una situación extraña: aparentemente venidos abajo, en realidad el único que está en su peor momento es Button, que vive de los errores del rival.
Barrichello ha resucitado en parte por demérito de McLaren, pero sobre todo por una carrera magnífica, en la que ha cumplido con su obligación cuando debía y lo ha dado todo: su ritmo en el final del segundo stint ha sido una mezcla de esfuerzo e inteligencia, consiguiendo al marcar la vuelta rápida depender sólo de sí mismo.
Si la racha de Jenson no mejora, puede que tenga al enemigo en casa - de momento Rubens ya está segundo.

Paradójicamente el éxito ha estado en Ferrari y la decepción en McLaren, aunque el rendimiento de los coches sea justo al revés.
Las expectativas no se han cumplido, quizá porque Whitmarsh no ha tenido el valor para hacer una estrategia de equipo y ha confiado en Kovalainen. Dejando a Heikki hacer lo que ha querido, ha hecho lo de siempre: ir cayendo desde un buen ritmo inicial, justo al contrario de lo que hubiera venido bien al equipo.
Vendiendo a Feyd-Rautha y la ambición de dos plazas de podio, Barrichello debería haber acabado la carrera pidiendo un claxon para,
por lo menos, protestar después de haber pasado el primer stint como si hubiera ido por las calles de Valencia detrás de un taxi de la compañía Mercedes.
Räikkönen se ha hecho con él con facilidad, aunque para ello ha tenido que esforzarse en la primera parte para mantenerse ahí y tener la oportunidad de ganar al segundo McLaren en el último repostaje.

Si Kimi ha tenido una carrera seria y efectiva, ¿qué decir de Rosberg?.
Quinto, Nico Rosberg quinto, siete carreras puntuando y quinta posición en el Campeonato del Mundo; y una vez más, como un ninja, hay que mirar las actas con los resultados para saber que ha estado allí.

Luca Badoer merece un tratamiento aparte, porque diez años sin competir no son excusa con dos novatos enfrente - Grosjean ha tenido momentos brillantes el fin de semana.
La mala clasificación puede tener una excusa (incluso inventada por el equipo, no sería la primera vez), y el ritmo de carrera bajísimo ser criticable. Lo que hace que Badoer pase la raya y se adentre en el territorio de lo lamentable hasta que apenas puede verla es el adelantamiento sufrido en la salida del pit, los trompos y la más básica de las trampas para despistados, la raya de reincorporación, especialmente teniendo en cuenta que estos hecho se han producido en momentos de extrema tensión, con el coche al límite y con la presión de estar disputando la victoria final en el Campeonato del Mundo.
Si Badoer no es cuñado de Montezemolo va a pasar mucho tiempo barriendo el hospitality de la Scuderia.

Pero los grandes perdedores del Gran Premio de Europa han sido los aficionados, que han vuelto a sufrir una carrera soporífera en un trazado bochornoso, en el que ni siquiera existe la excusa de Hungaroring: que se llena.
El circuito de Valencia es lamentable, estaba claro que iba a serlo antes de la primera competición, y merece compasión el que esté obligado a defenderlo por motivos profesionales. Su aportación a la Fórmula 1 es tan nula que casi no es digno ni de crítica.
Personalmente deseo que alguien se lo esté llevando muerto por la organización, porque al menos una persona disfrutará de la carrera.


Enhorabuena a Barrichello por una victoria que ha tardado en llegar, y a Brawn por seguir ahí cuando los rivales caen.

Felicidades a Räikkönen y Rosberg, por continuar progresando y puntuando.

Ánimo a los aficionados, que quizá vean caer algún día Grandes Premios como éste.




Nos alejamos a toda velocidad, camino del espectacular Spa.

22 agosto 2009

Briefing - Valencia 2009

La tranquila monotonía de una ciudad mediana en Agosto debería verse afectada por la llegada del Gran Circo; sin embargo en Valencia se da en sentido contrario y el Gran Premio de Europa se ve contagiado por el sopor estival.
Como todos los circuitos urbanos intenta ser Mónaco, y como siempre ocurre en estos casos todo queda en buenas intenciones en calles sin encanto, con la ratonera situada en un puerto, en el mejor intento de identificarse con la joya de la corona; la consecuencia es un trazado complicado y exigente con los errores, pero completamente alejado de cualquier noción de espectáculo.

No es el mejor sitio para estrenarse, así que el reto del novato Romain Grosjean, el piloto de pruebas de Renault que ha pasado tantas carreras preguntando hasta dónde llegaría la paciencia del equipo con Piquet, es muy grande, aunque no lo afrontará en solitario.
Con una sola carrera y menos kilómetros que él en monoplaza oficial está Alguersuari, y al otro lado Badoer, que después de diez años sin competir intentará borrar por qué Ferrari nunca ha confiado en él para un Gran Premio (tanto Luca como Marc Gené deberían reflexionar seriamente sobre la tentativa de ser reemplazados por Schumacher).
La supervivencia del trío se ve condicionada a un ritmo de carrera que podría trasladarse fuera del circuito, a un paseo turístico por las calles de Valencia en un coche de calle. Las vallas y la imposibilidad virtual de ser adelantados invitan a ello.

Con la reciente victoria en una pista de características parecidas la ventaja se inclina hacia McLaren, seguido por Red Bull que, como una burla a sus rivales de Brawn, aparentemente juegan como ellos a guardar sus cartas en los entrenamientos libres - o sencillamente el coche podría no dar más.
Cediendo la importancia al motor frente a la aerodinámica, Ferrari debería entrar a incordiar en el duelo por el Campeonato del Mundo, pero con sólo un piloto al nivel exigido las cosas se allanan para Webber y Vettel, que en clasificación es dónde deben pelear por dejar el mayor número de monoplazas entre ellos y Button, y si es posible que sean Hamilton y Räikkönen, la jugada de Chris Horner sería magistral.


La clasificación ha sido un pulso entre Hamilton y Barrichello, saldado por el apabullante ritmo de McLaren, que ha lanzado a Kovalainen a la lucha por la pole.

La primera ronda ha dejado en evidencia a Badoer de forma contundente: nada más salir ha sido superado por Sutil y Fisichella y lentamente se ha ido hundiendo hasta el fondo de la parrilla. Grosjean también ha cometido su primer fallo, pero ha podido usar una de las pocas escapatorias de la pista y se ha alejado de la zona de peligro, de forma tan contundente qu ha llegado a ser cuarto; Hamilton también ha fallado y se ha colado en la Curva 2, pero como Romain, en un par de vueltas ha conseguido la mejor marca; hasta ese momento el otro McLaren se mantenía en cabeza - hasta que Rosberg, seguido de cerca por Fisichella, le han echado.
Con la mitad del tiempo los Toyota y Alonso estaban en la zona de eliminación, pero eran Webber y Button, rondándola, los que tenían serios problemas - en el caso de Mark relacionados con la maniobrabilidad del Red Bull.
Al final se han repuesto de golpe y en su última vuelta Jenson ha superado a Lewis, los Red Bull han subido y Fisichella, Trulli, Alguersuari y el decepcionante Badoer han quedado fuera. Nakajima, también eliminado, ha sacado los colores a la seguridad del Gran Premio, sin sitio para sacar al Williams averiado del circuito.

La segunda sesión pintaba mal para Red Bull, el equipo que más sufría con el grip de la pista, como demostraba Vettel con un derrape propio de rally, que aún así le ha dejado cerca del líder, Kovalainen.
Como en Q1 Hamilton y Barrichello peleaban por la primera posición; cuando Lewis ha dado su marca como segura, sólo Rubinho se ha acercado hasta superarla en su última vuelta. Por detrás, incapaces de acercarse, Räikkönen, Webber y Button, situándose sin mucha claridad los Red Bull detrás de los Brawn.
Los Renault no conseguían salir, como Glock, del grupo de eliminados en los que estaban inscritos como más esperados Buemi y Sutil; sólo Alonso ha sido capaz de subir, dejando a Heidfeld fuera.

La ronda definitiva ha estado dominada por Hamilton, con una marca estratégicamente discutible en principio, si bien cerca del final se ha visto cómo el resto de equipos se aproximaba a su tiempo.
A media sesión los Red Bull - con vuelta de Vettel abortada - y Barrichello seguían sin registro, aunque la salida de Rubens, como en toda la jornada, ha sido fulgurante: el único capaz de plantar cara a Lewis, ha superado ampliamente a su compañero de equipo y ha quedado lejos de sus rivales directos - en principio Webber se ha clasificado cuarto pero su tiempo le ha ido llevando hasta la novena posición.
Vettel se recomponía a lo grande, colándose entre ambos Brawn con la cuarta plaza, situación provocada por la impactante segunda posición de Kovalainen.
Heikki, crecido, ha intentado el asalto a la pole de forma convincente, marcando el mejor tiempo en los dos primeros sectores en su última vuelta; sin embargo, en el tercero ha perdido toda la ventaja y se conformará con hacer compañía a Lewis.

La previsión es una victoria de McLaren, que podría sin muchos problemas hacerse con dos escalones del podio con el impulso tomado por Kovalainen. Si la diferencia de cargas no es exagerada - los tiempos apuntan a que no lo es - Lewis escapará y Heikki le seguirá o bien bajará el ritmo para asegurar la victoria del equipo. No existe hueco dentro de lo convencional para otras posibilidades, y sólo un cataclismo evitaría un triunfo de McLaren.

Más interesante resultará la respuesta de Red Bull a la ajustada ventaja tomada por Brawn: entre Barrichello y Button, no está claro el papel de Vettel - adelantar a Rubinho o arruinar la carrera de Botón para beneficio propio y de su compañero.
Webber precisamente será el foco de atención por su fracaso, y en otro tipo de pista estaría llamado a ser
el autor de todo el espectáculo en remontada; por delante de él, Alonso y Rosberg deberían ser piezas fáciles por mecánica, pero aún así está demasiado alejado de la acción y puede ver en serio peligro sus aspiraciones en el Campeonato del Mundo - de hecho, de terminar en el mismo orden, Sebastian le superaría.
Las dudas se suman con la rotura de motor de Vettel, previa a la clasificación.

Grosjean ha brillado entre los novatos y el gran peligro en un trazado de por sí bastante problemático se llama Luca Badoer, que con una marca lamentable da una idea muy clara de por qué se dedica a probar los Ferrari y de su falta de nivel y de forma.
Un Ferrari peleará por el podio y el otro se arrastrará como una chicane móvil.

No pierdas de vista a Vettel, el grip, la primera vuelta y a McLaren.