25 octubre 2007

Haiku II




Extraña amistad,
vives en mi corazón
mueres muy lejos.

21 octubre 2007

Análisis - Interlagos 2007

Las espectativas creadas para el Gran Premio de Brasil eran tan altas que lo más probable era una decepción.
Sin embargo el espectáculo en Interlagos ha sido tremendamente emocionante, como indicaba la tensión precedente al arranque más importante de la temporada.
La carrera se presentaba trepidante, y no ha defraudado.

La salida ha sido un resumen perfecto del Gran Premio: trabajo en equipo de Ferrari, Alonso dormido, Hamilton víctima de la presión y
Räikkönen concentrado en su objetivo.
Iceman ha aprovechado la puesta en marcha de Massa para bloquear a Hamilton, que ha tenido que dejarle paso hasta quedar emparejado con El Nano, que ha conseguido pasarlo tras bajar en paralelo la S de Senna; la maniobra, y el intento de recuperar la posición, ha alterado la trazada provocando una salida de pista del McLaren por el exterior de la Curva do Sol al apretar en exceso, lo que le ha dejado definitivamente en el octavo lugar, aunque sólo era el principio de sus problemas.

Una coreografía de acciones desafortunadas desviaba momentáneamente la atención de la lucha por el Campeonato del Mundo. Disputando la posición tras la primera curva Schumacher presionaba a Kovalainen fuera de la calzada, que provocaba una reincorporación de Fisichella, también por el exterior, bastante imprevista y arriesgada, tanto que Yamamoto no pudo evitar empotrar el Spyker contra el monoplaza de Físico.
Los Renault cerraban en la práctica la temporada con una despedida lamentable, aunque Feyd-Rautha conseguía mantenerse en pista tras pasar por el pit lane.

Hamilton daba el primer paso de su ascensión pasando a Trulli, colocándose tras Heidfeld y apretando al máximo rodando sobre el límite, sobre la tierra, en el mismo punto de la Reta Oposta en el que Kubica conseguía pasar a Webber
. Poco antes del momento crítico que marcaría el desarrollo del Gran Premio y del Campeonato del Mundo, Hamilton hacía un brillante movimiento en S de Senna, aprovechando un error de frenada de Heidfeld para conseguir un adelantamiento limpio.
La caja de cambios del McLaren se atascó y mientras Lewis se desesperaba intentando hacer reaccionar a su mecánica, se desplomaba hasta el puesto decimoctavo: su victoria final estaría condicionada por una remontada épica y un cálculo muy ajustado de puntos. El primer obstáculo en su lenta ascensión era el trenecito formado por Nakajima, y sus trabajadas víctimas Schumacher y Davidson.

Las vueltas rápidas corrían por parte de Räikkönen, aunque inmediatamente Massa iba a empezar a darlo todo más allá de su papel como juez del título. Los Rayos Rojos brillaban muy juntos y abrían una brecha insalvable con Fernando Alonso, muy apagado a pesar de tener la victoria final al alcance de la mano; lentamente Kubica iba recortando desde la cuarta posición protegido por Heidfeld, a la cabeza de Trulli y Rosberg.
Una vez más Webber veía como los elementos, concretamente la transmisión, se rebelaban contra su demostración de talento obligándole a abandonar.

El primer pit stop era casi simultáneo en todos los equipos, manteniéndose las posiciones en cabeza, con sólo un punto conflictivo: la disputada salida de Rosberg y Coulthard, casi rodando en paralelo.
En pista la Tortuga Ninja de Button se detenía y Davidson, tras una accidentada parada, era arrastrado por el Spyker de Adrián Sutil, pasado de frenada, lo que le obligaba a entrar al box para poder continuar.
Los problemas no se olvidaban de las Flechas de Plata: el bajo ritmo de El Nano facilitaba el acercamiento de Kubica, buscando huecos, y la caravana de Ralf Schumacher dejaba atrapado a Hamilton.
Lewis se veía obligado a asumir muchos riesgos para pasar a Barrichello, y Vettel se alzaba como un escollo insalvable hasta que el McLaren consiguió imponer sus superioridad en la Reta Oposta; aunque, a la vez, la peor parte se la llevaba El Nano, lentísimo en el segundo sector, que era por fin adelantado por Kubica en S de Senna de forma incontestable.

La culminación de los incidentes era servida por Kazuki Nakajima, que no ha decepcionado en su
estreno como aspirante a suceder a El Huracán: el Williams ha entrado tan cruzado a su pit stop que ha acabado atropellando a dos mecánicos en un incidente espectacular, digno de perder la superlicencia.
Sutil ha sido sancionado con un drive through por su choque con Davidson y Vettel se ha retirado a su box debido a un fallo hidraúlico.
Kovalainen se apuntaba a la lista de abandonos tras sobrevivir a la primera vuelta: el Renault perdía grip en la Curva do Sol e impactaba de espaldas contra las protecciones, cerrando la temporada de su equipo.

Hamilton y Kubica precipitaban su segunda parada, bastante necesitados, buscando además cierta ventaja estratégica que parecía volverse contra Robert, incapaz hacerse con Rosberg a su regreso.
La carrera se despejaba en la parte trasera para beneficio de Hamilton, lejos del ritmo en cabeza, con el pit stop de Coulthard, que le permitía avanzar una posición, y la rotura del motor de Barrichello en la Subida dos Boxes, con impulso suficiente como para llevar la Tortuga Ninja hasta el box y retirarse.
El otro McLaren no parecía tener un ritmo mucho mejor, recortado por Heidfeld vuelta a vuelta, hasta la parada de El Bueno, que permitía el paso de su compañero.

El pit stop crucial, correspondiente a Massa, llegaba dejando a Räikkönen la obligación de cumplir con su
trabajo en las vueltas de gracia como manda la tradición familiar Ferrari, siempre bordeando el límite de las órdenes de equipo.
La parada de Iceman le devolvía
líder de la carrera y del Campeonato a la pista, con cierta ventaja sobre el segundo Rayo Rojo, que había sufrido previamente una pérdida de control en Junçao, y un abismo con Fernando Alonso.

Un tercer repostaje de Hamilton terminaba con sus ilusiones cuando parecía capaz de robar el séptimo puesto a Trulli, aunque fue capaz de recuperar su posición a su regreso adelantantando a Coulthard en la Subida dos Boxes. El mismo destino le esperaba a Kubica, tercero, obligado a unirse a la caravana de Heidfeld y Rosberg, un grupo dedicado a animar aún más la recta final de la carrera.
Nico Rosberg, mucho más rápido que El Bueno, buscaba el hueco hasta realizar un intento serio en S de Senna, presionando a Heidfeld al exterior con tanta fuerza que el Williams se pasaba de frenada, abriendo un hueco que avispadamente iba a aprovechar Robert Kubica para adelantar a ambos y disponerse a cazar a Alonso, que no conseguía abrir un hueco notable a pesar del tapón y las disputas.

La emoción en cabeza, con el cómputo de puntos permanentemente presente, era alimentada en la zona media. Hamilton, uno de los implicados, se valía del pit stop de Verdaderamente para colocarse séptimo; pero dos pilotos fuera de los puntos reclamaban momentaneamente la atención: Coulthard, demasiado fuerte, chocaba contra el neumático trasero de Nakajima dando un giro espectacular en la primera curva.
El hecho más llamativo era culminación del gran rendimiento de Williams representado por el adelantamiento, en su segundo intento, de Nico Rosberg a Kubica en S de Senna, realizando una vistosa maniobra por el exterior sacando partido de un error del BMW.
Rosberg pasaba cuarto bajo la bandera damero, tras el ganador de la carrera, Kimi Räikkönen y su compañero Felipe Massa que lo convertía en Campeón del Mundo.

La conclusión más clara del Gran Premio es que probablemente Kimi Räikkönen ha sido el justo ganador del Campeonato del Mundo pero no de la carrera.
Massa tenía la pole y el ritmo para ganar, pero desde el preciso instante en que el McLaren presentaba los primeros problemas de fiabilidad de la temporada, Felipe estaba sentenciado. Con Hamilton descartado, Alonso muy lejos y el título en manos de Räikkönen no existía persona en el Gran Circo incapaz de ver la cabeza de caballo que las circunstancias introducían en la cama de Massa, resignado en espera del momento en el que la famiglia Ferrari decidiera su cambio de posición con Iceman.
Siguiendo la tradición de los escuderos rojos, que tuvo su época dorada con Rubinho, Massa se ha visto obligado a renunciar a una carrera que tenía ganada por el bien de la Scudería.
El triunfador del Gran Premio ha sido, en justicia, el equipo Ferrari, que ha actuado de una forma profesional y muy eficiente, con mención especial a sus pilotos, totalmente concentrados en los planes previstos.

La importancia del éxito de los Rayos Rojos oculta el excelente resultado de Nico Rosberg, cuarto, batiendo sobre el asfalto a los BMW con contundencia; la progresión del primer conductor de Williams ha quedado un escalón por debajo del podio, mostrando el fuerte esfuerzo individual y colectivo del final de temporada y humillando, una vez más, a sus proveedores de Toyota.


El número de derrotados en Interlagos ha sido bastante alto.
McLaren ha sido la imagen de la derrota: la presión ha podido con Hamilton, y parece increíble identificar como perdedor a un novato que en su primera temporada ha quedado segundo a un punto del campeón, y la desmotivación con Alonso, tan irregular y poco competitivo como el resto de la temporada. Los Ferrari simplemente han planeado sobre las Flechas de Plata, inalcanzables, beneficiados por un golpe de suerte que han sabido aprovechar y del que los McLaren han sido incapaces de recuperarse.
Aunque es llamativo el brusco descenso de BMW, la decepción ha estado servida por Red Bull, un equipo que tiene serios problemas de fiabilidad para convertir en puntos una buena clasificación. David Coulthard simplemente se disipa poco a poco, pero Mark Webber tiene talento y habilidad acompañando a la impresión de que le falta coche.
La actuación de Renault es una incógnita, aunque sus resultados han sido simplemente terribles.

El que no ha defraudado ha sido Nakajima, que ha hecho exactamente lo que se esperaba de él: continuar la tradición samurái de la forma más espectacular posible.
El resultado ha sido un pit stop que podría calificarse como lección magistral de lo que no se debe hacer, dos mecánicos al hospital y un lugar de honor en el tratamiento informativo sobre el Gran Premio.
Con un monoplaza potente como Williams y su visión de lo que es una "buena carrera", Kazuki puede convertirse en un digno sucesor de El Huracán Sato.

Enormes felicitaciones y alabanzas para El Hombre de Hielo, Kimi Iceman Räikkönen por su victoria absoluta. Acechando en silencio, concentrado en su trabajo, se ha hecho con el Gran Premio de Brasil como con el Campeonato del Mundo.

Gracias por una temporada en la que ha sabido mantener la esperanza confiando en su talento hasta dar la vuelta a una situación imposible. Gracias a Ferrari por dar una emoción como hacía mucho no se veía.

Una mención para el mejor resultado de Nico Rosberg, que se abre hueco entre los grandes; y ánimo para Lewis Hamilton, a un sólo paso de la actuación más épica de un novato, a punto de conseguir una remontada que hubiera sido legendaria.

[Lectura recomendada: Estados de ánimo del Campeón del Mundo]

El Anaconda atraca hasta su próximo paseo por el Gran Circo.

20 octubre 2007

Briefing - Interlagos 2007



El gran momento ha llegado: las pequeñas batallas, los duelos personales, la lucha por los puntos ... en el Gran Premio de Brasil quedan totalmente eclipsadas por el asalto definitivo del Campeonato del Mundo.
Tres hombres son los protagonistas en Interlagos: Lewis Hamilton, el líder revelación; Fernando Alonso, el actual campeón; y Kimi Räikkönen, el aspirante al acecho. Cada uno con sus ventajas de puntos, experiencia o estrategia, y sometidos a distintos grados de presión, aunque la distancia y el rendimiento sitúan a Hamilton en otro nivel, a un solo paso de la victoria.
Los McLaren se enfrentan a un circuito de velocidad con garantías y las opciones de Iceman se sostienen sobre un posible desastre de las Flechas de Plata, que prácticamente queda descar
tado a la vista de su férrea fiabilidad. El factor Massa puede ser decisivo en el resultado final, especialmente en perjuicio de El Nano, al que sólo le vale la victoria si Hamilton no sufre ningún incidente.
Las circunstancias de la carrera, imprevisibles, pueden dar la victoria y decantar el título hacia cualquiera de los candidatos por las
pequeñas distancias.

Sólo un pequeño detalle roba protagonismo a los líderes del Campeonato del Mundo, una nueva incorporación al Gran Circo: Kazuki Nakajima.
Siguiendo lo mejor de la tradición samurái en Fórmula 1, devoto sacrificio por el espectáculo, Kazuki ha alcanzado el rango más alto de la competición automovilística sin haber ganado ninguna de las series menores y tras una temporada muy breve como conductor de pruebas.
Hijo de Satoru Nakajima, el mejor piloto asiático hasta la llegada de El Huracán Sato, y puesto sobre la pista por Frank Williams, con indudable olfato para el talento pero un manifiesto desprecio de la habilidad frente a mecánica, la entrada de Kazuki promete.

La clasificación ha confirmado el equilibrio entre Ferrari y McLaren y las progresiones de final de
temporada, siendo especial la de Red Bull, pareja al lento revivir de Honda.
Al poco de iniciarse la primera sesión Adrián Sutil ha aparcado en la Curva 13, aunque con la penúltima marca. Los Red
Bull han demostrado inmediatamente su fuerza colocándose primeros, mientras que el novato Nakajima se demostraba incapaz de pasar el corte, colocado permanentemente en la zona de eliminación.
Tras una horrible primera vuelta los Ferrari se han hecho con el mejor tiempo debido a un rendimiento superior en el Sector 3. Kovalainen y Trulli se mantenían sobre el límite con distinta suerte: los dos Toyota han conseguido el pase acompañados de Button mientras que el Renault quedaba eliminado en claro contraste con la buena actuación de Fisichella, un hecho insólito.

La segunda ronda de nuevo ha visto un mazazo autoritario de Mark Webber, con un ritmo muy superior a
Heidfeld y muy cerca de Kubica; con menos suficiencia su compañero David Coulthard conseguía escapar junto a Rosberg. Los Toro Rosso conseguían superar a Button y Schumacher, convirtiendo en una sorpresa la marca final de Trulli, capaz de alcanzar la última fase.
Los problemas de El Bueno lo mantuvieron eliminado hasta el último momento, cuando consiguió echar a Barrichello, que a su vez había hecho lo mismo con Físico.

La pole más importante estaba en juego con el
precedente de los excelentes resultados de Ferrari en las dos primeras sesiones. La salida de la ronda definitiva ha sido en bloque, con los McLaren, los Rayos Rojos y Kubica sin darse espacio; de hecho las Flechas de Plata no han parado de perseguirse, entrando a la vez incluso a los cambios.
La primera posición de Hamilton le ha dado el mejor tiempo, y el bloqueo mutuo otorgaba a Nico Rosberg la segunda plaza temporalmente. En el pit lane los problemas no han estado en las incorporaciones: además del atasco en McLaren, Trulli ha estado a punto de chocar con Heidfeld al terminar su cambio de ruedas.
Los Ferrari parecían competir entre sí, con Felipe Massa batiendo parcial a parcial la vuelta rápida de Räikkönen, para superarse a continuación a sí mismo. Hamilton lograba alcanzar el segundo puesto, con uno de sus finales explosivos, y Alonso parecía perdido, permitiendo a Webber colarse en la cuarta posición. En su última vuelta El Nano ha conseguido batir a El Almirante y Lewis, con serias posibilidades de alcanzar la pole, ha roto su hábito cediendo en el último sector la primera plaza a Massa, dominador absoluto.

A pesar del ritmo del Ferrari de Felipe Massa, de su victoria en 2006, la previsión es que la victoria no
será suya.
Con certeza Hamilton estará adoctrinadamente relajado, pero Alonso y Räikkönen no tienen nada que perder y lo darán todo, con el aval de la superioridad demostrada a lo largo de la temporada. Por otra parte, aunque Lewis tenga órdenes precisas de no correr riesgos, no hay mayor seguridad que alcanzar la S de Senna en primera posición y colocar un coche por medio de sus perseguidores. Uno de los factores que cuenta contra Massa es, precisamente, su excelente marca; es un resultado sospechoso que indica una carga de combustible muy baja, una estrategia para conseguir la pole, pero optimizada en equipo para Iceman, que aún tiene aspiraciones. Ferrari cuenta con la ventaja de su mejor respuesta en los sectores 1 y 3, lo que aumentará su eficacia en los adelantamientos, algo que puede derivar en una carrera épica de Kimi.

La otra batalla la librarán BMW y Red Bull, un equipo que parece haber espabilado en la recta final. En esta ocasión es incluso posible que las acciones más competitivas se den entre Heidfeld y Kubica, al ser bastante inestable el rendimiento de ambos en los últimos Grandes Premios.
La remontada, está escrito, la firmará Kovalainen, retrasado por sus propios errores y no por su coche, que se encontrará cercado por monoplazas mucho menos potentes; y el espectáculo ... tenemos muchas esperanzas puestas en Kazuki Nakayima, y en la despedida de temporada de su futuro sensei Takuma Sato.

No pierdas de vista a Hamilton, a Alonso, a Räikkönen y la S de Senna.

15 octubre 2007

Haiku I



La mente huye
vuela del cuerpo débil
por el Otoño.

12 octubre 2007

Briefing - Interlagos

El estilo elitista del Gran Circo necesita un contrapunto, una toma de contacto con la realidad, que haga aún más pronunciado el salto que existe entre la Fórmula 1 y cualquier otro espectáculo.
El brusco contraste entre el Autódromo José Carlos Pace, hogar del Grande Prêmio do Brasil, con el suburbio de Sâo Paulo en el que se encuentra, Interlagos, es la proclamación de la enorme distancia con el mundo real. Esta circunstancia, un circuito de la máxima competición enclavado en un peligroso barrio subdesarrolado, la sufren los miembros de este exclusivo mundo, acostumbrados a ambientes completamente distintos; la prueba definitiva fue el asalto por parte de unos pistoleros al personal de Toyota en 2006 en una calle cercana a la pista.

En los años veinte un grupo inversor planeaba una ampliación urbanística de Sâo Paulo ocupando el espacio entre los dos lagos artificiales, Guarapiranga y Billings, encargados de abastecer la ciudad; Alfred Agache, arquitecto encargado del proyecto, bautizó Interlagos al nuevo barrio, en el que se incluían instalaciones para competición automovilística, inspirado por la ciudad europe
a Interlaken, con la misma peculiar característica.
A pesar de la falta de recursos la ejecución se vió
repentinamente acelerada para competir y en último término sustituir a Gávea, el circuito urbano de Rio de Janeiro; en 1940 se inauguró el trazado de 8 kilómetros, inspirado en autódromos contemporáneos como Indianápolis.
Dividido en dos pistas, de alta velocidad y de pruebas, el circuito fue ganando fama hasta que, tras someterse a una gran reforma en 1971 y ser renombrado José Carlos Pace en honor al héroe local recién fallecido, albergó el primer Gran Premio de Brasil dos años después; sólo la falta de financiación para mantener el circuito dentro de las exigencias de la FIA, sometido perpetuamente a pequeñas reformas, permitió a los cariocas arrebatar el evento a los paulistas y llevarlo al recién estrenado Jacarepagua hasta 1989.
Tras el fallecimiento de Ayrton Senna, el ciudadano más ilustre de Sâo Paulo, la primera curva y la pista de karts fueron bautizados en su honor.

La principal característica de Interlagos es su firme bacheado, un problema sin solución debido al inestable terreno lacustre, que hace inútiles los intentos por mejorar el criticado estado de la pista.

Existen otros dos elementos distintivos: la altitud, 800 metros sobre el nivel del mar que influirán poderosamente en el set up, y la longitud del pit lane, que cubre casi la totalidad del primer sector, decisiva para las estrategias.
A pesar del diferenciado infield que es el sector 2, con curvas lentas y técnicas, el reglaje se prepara para alcanzar en las mejores condiciones las zonas de máxima velocidad.
Por supuesto el sentido antihorario de la marcha obliga a modificar las configuraciones habituales y a una preparación especial de los pilotos por la abundancia de curvas a izquierdas, algunas especialmente fuertes, como la decimocuarta.

Los ingenieros centra
n el set up sobre la suspensión, a fin de minimizar el efecto de los baches y de los cambios de nivel a la entrada y salida de la recta principal, situada en un punto notablemente más alto. Tanto los amortiguadores como las barras estabilizadoras tenderán a suavizar su configuración, lo que dificultará la maniobrabilidad en los giros octavo, noveno y décimo, muy cerrados.
Un factor importante compensa los problemas de dirección: el fuerte agarre del asfalto, que por otra parte desgastará terriblemente las ruedas, sometidas además a la rapidísma Subida dos Boxes. La actuación de los neumáticos, con su resistencia puesta a prueba, resta importancia al aporte aerodinámico, más centrado en conseguir la mayor punta de velocidad. La configuración de las cargas en los alerones, en aparente contradicción, será intermedia, debido a que la presión atmosférica baja a consecuencia de la altitud hace que suponga aerodinámicamente una contribución pequeña.

La potencia del motor es fundamental en las rectas principal y trasera, dónde diferentes respuestas de frenado pueden hacer muy sencillo el adelantamiento; la densidad del aire perjudicará la obtención óptima del rendimiento de la máquina, si bien algunos elementos como los pistones soportarán unas cargas casi un 10% menores.
Los esfuerzos se centran en garantizar la máxima velocidad en los sectores 3 y
1, lo que implica conseguir la mejor salida posible de Junçao, obteniendo rápidamente una buena respuesta de potencia para afrontar la Subida dos Boxes. La transmisión, por tanto, perderá suavidad en las marchas menores, lo que supondrá un problema más en la zona técnica.
La experiencia y las simulaciones han demostrado que el set up óptimo apuesta por la velocidad y las oportunidades de adelantamiento y deja las tres agujas centrales a la pericia de los conductores.

El clima es inestable en Interlagos, aunque sorprendentemente la temperatura del asfalto se mantiene incluso bajo la lluvia, manteniendo el alto nivel de grip. Sin embargo el mal estado de la pista provoca la formación de grandes charcos, especialmente en la Curva do Sol, que en 2003 se convirtió en un exclusivo desguace.
Los puntos críticos son la Subida dos Boxes, un ascenso a fondo cercado por los muros de la recta principal, que también incluye el complicado acceso al pit lane situado de forma antinatural en el interior de la curva, en la que aflojar es perder la posición y pasarse es sufrir un accidente; y S de Senna, que añade a las complicaciones habituales de primera curva/final de recta ser una chicane con un abrupto descenso: una bajada ciega, imposible, dedicada justamente al ídolo local, Ayrton Senna.

Las diferencias al afrontar y alcanzar tras la larguísima recta principal S de Senna la confirman como el punto óptimo de adelantamiento, aunque muy habitualmente estos terminen de forma accidentada con los monoplazas improvisando trazadas sobre la tierra. El otro lugar favorable es la Descida do Lago, al final de la Reta Oposta, si bien la finalización de la pasada se ve dificultada por la inmediata entrada en la zona lenta, un tramo en el que un coche ágil puede dar una sorpresa a los veloces.
El larguísimo pit lane condiciona las tácticas, puesto que su situación en el sector más exigente en potencia y su peligroso acceso, que obliga a maniobrar con mucha precaución, hacen que la pérdida de tiempo sea una de las mayores del Campeonato del Mundo.

A pesar de ser una vieja pista sus cualidades distintivas hacen que en el Autódromo José Carlos Pace suelan vivirse carreras divertidas; las diferencias con los lujosos trazados de reciente construcción, tan parecidos, van más allá del sentido contrario de marcha.
A pesar de no haber tenido nunca un accidente con graves consecuencias Interlagos es considerado un circuito peligroso por sus imprevisibles sucesos, impensables en las pistas más modernas; aunque se han visto carteles publicitarios volando sobre el asfalto, sin duda el momento más singular fue la irrupción de un perro durante los entrenamientos en 2004.


Gracias a Interlagos el Gran Premio de Brasil es tan espectacular como extraño, tanto como ver a los coches más caros del mundo compitiendo en una favela.

Un circuito que forma parte de la historia como el último lugar dónde se vió conducir a Michael Schumacher.

07 octubre 2007

Análisis - Shanghai 2007

La fina lluvia que mojaba el asfalto ha desdibujado las estrategias planteadas para el Gran Premio de China, especialmente porque el estado de la pista no quedaba definitivamente establecido, una condición que, de momento, obligaba a calzar neumáticos mixtos.
La carrera quedaba totalmente abierta pero a merced de Hamilton, a la vista de su excelente comportamiento en agua y su proverbial suerte. Felipe Massa, sin motivación, se preparaba para sufrir con su inadaptación.

La estrella de la salida ha sido Fernando Alonso, capaz de superar el arranque de los Ferrari, colocarse en paralelo con Massa y adelantarle en la Curva 3, aunque en una situación tan ines
table que a pesar de la pista mojada el Ferrari era capaz de recuperar su posición antes de que El Nano se asentase.
Los cambios de posición eran variados en la zona más
complicada: Heidfeld subía hasta el sexto puesto, Coulthard se mantenía y Button bajaba; Ralf Schumacher hacía un trompo en medio del montón de la primera curva y pronto tendría compañía: Barrichello se llevaba por delante a Davidson en el mismo punto.
Sebastian Vettel comenzaba a destacar entre todos ganando las cinco posiciones de su sanción en la primera vuelta.

Con las plazas más definidas tras las primeras vueltas, se establecían los duelos entre los pilotos rápidos y los hábiles, capaces de mantenerse ante coches más potentes. El acoso implacable de Alonso a Massa era el más importante, puesto que la diferencia de rendimiento permitía escapar a Hamilton y Räikkönen a un ritmo al alcance de El Nano; aunque quizá el más entretenido derivaba del trenecito encabezado por Alex Wurz.
Tras la pasada de Sato al Williams, Rosberg presionaba a Fisichella al estar ambos atrapados por el tapón de Wurz; la solución más sencilla ha consistido en el adelantamiento de ambos a su predecesor, algo especialmente sencillo para Nico, que ha adelantado a su compañero, totalmente rendido, por velocidad en el exterior de la recta principal. Poco después del pase Rosberg ha quedado enfrentado a Sato.

Más atrás se iniciaba una batalla sorprendente: el lentísimo Renault de Kovalainen bloqueaba a Vettel,
rápido y agresivo, y a Trulli. Tras pelear con el control de su propio coche (el Toro Rosso se resistía a mantenerse en pista), Sebastian se lanzó en la recta de atrás, empujando en paralelo a Heikki hacia el exterior hasta culminar su movimiento en la Curva 14. Igualmente espectacular era el adelantamiento de Kubica a Liuzzi, calacado excepto por un detalle: la potencia del BMW le permitía alcanzar con claridad el interior al final de recta sin necesidad de bloquear a su presa.
La pasada más loca la iba a realizar Jarno Trulli, animado por la acción de Vettel y los evidentes problemas de Kovalainen de subviraje, entre las Curvas 8 y 9 aprovechadas como una rápida enlazada. El turno era de Button, que a pesar de mejorar sus tiempos era incapaz de adelantar al Renault, lo que resultó en una nueva caravana tras Kovalainen, al echarse Rosberg y sus perseguidores sobre ellos.

La pista comenzaba a secarse peligrosamente para los compuestos usados por todos, y la proximidad del primer pit stop hacía ganar en importancia los riesgos que los equipos asumieran en la elección de neumáticos.
En cabeza Hamilton escapaba de Räikkönen y Alonso se mantenía pegado a Massa, que cortaba totalmente su ritmo de carrera.
La carrera se animaba con la desigualdad provocada por las condiciones de la pista y el estado de los neumáticos: Wurz intentaba adelantar a Schumacher, Davidson abandonaba clavado en la puzzolana de la segunda curva y Button perdía la partida con Rosberg en la recta trasera, aunque a punto ha estado de recuperar su plaza en el giro.

El primer pit stop lo realizaba Hamilton, marcando las estrategias de todos sus rivales: la decisión de McLaren ante la posibilidad de lluvia ligera y la presencia de zonas húmedas fue mantener los neumáticos, con mejor agarre en estas condiciones que los de seco aunque convertidos en slicks en la práctica debido al desgaste.
Inmediatamente sus tres perseguidores copiaban la táctica, manteniendo el orden aunque con un acercamiento de Räikkönen.
Los problemas de Kovalainen crecían y un patinazo en la Curva 4, con un derrape más propio de un rally, le
hacía ceder ante Rosberg después de aguantarle mucho tiempo, más preocupado por no salirse; poco después, aprovechando la presencia de Yamamoto, El Hermanísimo se hacía con él al final de la recta principal.
Un nuevo trenecito se formaba tras Liuzzi al ceder Heikki, sólo que esta vez el adelantamiento se producía entre los perseguidores: Schumacher conseguía pasar a Rosberg repitiendo un intento frustrado en el exterior de la Curva 14. El Toyota tenía vía libre para alcanzar a Vitantonio, algo que realizaba en las dos primeras curvas en las que se colocaba en paralelo, aunque sólo para ver como Liuzzi se le llevaba por delante.

El primero en arriesgar con neumáticos de seco fue Mark Webber, con un resultado bastante negativo: la falta de grip facilitaba el paso de los Renault y Button, en guerra personal de la que saldría vencedor Físico.
El ritmo de Massa caía vertiginosamente y Alonso se pegaba al máximo, consiguiendo finalmente adelantar al Rayo Rojo en la maniobra más espectacular del Gran Premio. El Nano había elegido el final de la recta trasera, el punto óptimo, para pasar a Felipe aunque optando por una ingeniosa variación para cogerle por sorpresa; la Flecha de Plata se tiraba al exterior de la Curva 14 aparentemente demasiado rápido y cuando Massa se colocaba en la trazada, Alonso giraba completamente el McLaren aprovechando la amplitud de su posición realizando una magnífica derrapada que le alzaba a la tercera posición.

Massa, tras su derrota, se dirigió al pit lane para realizar la última parada preparando el Ferrari para una pista completamente seca.
Las eliminaciones se acumularon en pocas vueltas: un trompo dejaba fuera a Schumacher en la última
curva, un accidente acababa con el Spyker de Sutil y, lo más importante, terminaba la carrera para Hamilton.
Con evidentes problemas de neumáticos Lewis se defendía
de Räikkönen aplicándose al máximo, haciendo sufrir mucho más a las ruedas; tras colocarse en paralelo en la zona más lenta, las curvas tercera y cuarta, Iceman era incapaz de culminar su maniobra, aunque finalmente la pérdida de control del McLaren y la estabilidad de Ferrari propiciaba el adelantamiento en las Curvas 9 y 10. Con la banda de rodadura de la Flecha de Plata consumida Trulli conseguía desdoblarse y Alonso devoraba la diferencia con su compañero, que sólo podía aguantar lo posible para alcanzar el pit lane aproximadamente al tiempo de su parada programada.
Sin embargo la suerte de Hamilton le traicionó y las dificultades para mantener la trazada le dejaba atrapado en la puzzolana de la entrada, tanto que a pesar de mantener el motor encendido los comisarios fueron incapaces de liberarlo.

El Campeonato del Mundo se reactivaba y el Gran Premio no perdía interés, como demostraba la sensacional frenada en la Curva 14 que permitía a Button pasar a Wurz.
El líder provisional, Kubica, dejaba sin disipar las dudas sobre su estrategia, que podría haberle dado la victoria, debido a un fallo hidraúlico que le dejaba fuera. Aunque El Nano recortaba las distancias con
Iceman, suficientemente amplias, la sorpresa era el autor de la vuelta rápida: el Honda de Button era un avión más rápido que los líderes, que se deshacía de Vettel, el inesperado cuarto, con facilidad. El honor lo disputaba Botón nada menos que con Giancarlo Fisichella, dos posiciones más atrás y batiendo las marcas, aunque a ambos les quedaba aún una parada.
Coulthard formaba una caravana y su seguidor, Mark Webber, aflojaba en el final de la carrera, un descuido que le costaría un adelantamiento de Kovalainen, con el Renault recuperado.

Vitantonio Liuzzi, en los puntos, era consciente de su buen resultado y se concentraba en los retrovisores para bloquear a Heidfeld después de haber aguantado a Wurz; a pesar de la diferencia el Toro Rosso resistió todos los ataques hasta el final coronando un fin de semana perfecto del equipo, que ha demostrado gran capacidad táctica.
La estrategia de Sebastian Vettel, que con una parada se mantenía en cuarta posición, era el mejor reflejo del éxito y el estado de forma de la escudería, que ha sorprendido a todos, con los pilotos a la altura; aunque el cálculo de combustible parecía muy ajustado la bandera damero ha visto pasar a un Vettel pletórico en la mejor posición de la corta historia de Toro Rosso.

Räikkönen y Alonso pasaban primero y segundo, aunque sólo resultaba importante para el Campeonato del Mundo: el resultado de Button y Liuzzi, detrás de Vettel, era mucho más llamativo por poco habitual y justamente logrado.

El principal dato del Gran Premio de China ha sido el abandono de Hamilton, que deja el Campeonato del Mundo completamente abierto al tratarse de una cesión a la presión y a la inexperiencia.
Lewis se ha mostrado humano, y sus perseguidores implacables, aunque su fallo de novato es de agradecer porque también es un error de campeón: en lugar de rendirse al cálculo de puntos, como era de esperar, peleó con Räikkönen por la victoria sin tener en cuenta lo suficiente del resultado.
Es el hambre que identifica a los grandes.
El comportamiento de Hamilton, agravando los problemas de los neumáticos, es reprobable por parte del equipo por poner en peligro un título seguro, pero totalmente de agradecer por parte de la competición porque incluso el desastre en que finalmente ha derivado contribuye al espectáculo del Gran Circo, animando enormemente la lucha por el Campeonato del Mundo.
Por último es de elogiar su actitud de agradecimiento y apoyo al equipo. Muchos deberían aprender de él.

Dos parejas han sido los ganadores en Shanghai.
Alonso y Räikkönen están más cerca de lo esperado de la victoria final con el mejor resultado de los posibles: ambos siguen vivos y sin fallar en el combate, y no parecen dispuestos a hacer ninguna concesión en la última batalla. Ha sido una nueva ocasión para demostrar que su habilidad sobre mojado está un paso por encima de los demás, especialmente de Massa, que de no haber estado por medio quizá hubiera permitido ver un duelo directo entre ambos.

Por otr
o lado está el enorme éxito de Toro Rosso, que ha triunfado como equipo, con una estrategia brillante para Vettel, e individualmente, tal como ha quedado demostrado en el final a la defensiva de Liuzzi. Todo ha funcionado a la perfección, el conjunto ha estado especialmente inspirado, y la recompensa ha sido grande: un cuarto y sexto puesto que los gritos de júbilo de Sebastian Vettel han probado que saben a victoria.
El increíble triunfo de Toro Rosso eclipsa bastante los cuatro puntos ganados por Jenson Button en una carrera memorable; el Honda ha funcionado bien todo el fin de semana y ha cerrado un Gran Premio redondo, que hace pensar que Barrichello simplemente no ha estado a la altura.

La peor parte ha corrido por parte
de los malos compañeros, Wurz y Fisichella, como suele ser, a pesar de que los primeros pilotos no hayan conseguido buenos resultados, en gran parte por demérito de los monoplazas.
Aunque si hay un caso especialmente llamativo es el de BMW, más concentrados en desarrollar el
próximo monoplaza que en una competición en la que no se juegan nada; la fiabilidad, algo impensable en la parte más activa de la temporada, ha traicionado a Kubica cuando una victoria en Shanghai era posible, dependiendo únicamente de la estrategia. Nick Heidfeld ha tenido un rendimiento menos justificable, aunque el punto de partida no era especialmente bueno.
La desgana de BMW es patente y quizá podrían haber planteado no competir al no jugarse nada, y dar oportunidad a los pequeños para volar alto.

Felicidades a los veteranos Räikkönen y Alonso, confabulados para recordar que siguen ahí y son los mejores.

Una enorme enhorabuena a Toro Rosso por una actuación sobresaliente en la que parecía haberse dado la vuelta a la clasificación. Los últimos serán los primeros.

Y ánimo para Hamilton, que se está ganando la admiración de los aficionados demostrando que no le basta con ganar: quiere hacerlo a lo grande, como las leyendas.

Levamos anclas, destino Interlagos.

05 octubre 2007

Briefing - Shanghai 2007

Todas las miradas estarán puestas sobre Lewis Hamilton durante el Gran Premio de China.
El novato es el protagonista principal en Shanghai, el lugar donde puede alcanzar la gloria de ser Campeón del Mundo de Fórmula 1 tras su graduación bajo la lluvia, con la amenaza de una sanción que sólo postergaría lo inevitable. Únicamente depende de sí mismo y de mantener el mismo comportamiento excepcional demostrado a lo largo de la temporada; en otra situación, a pesar de la ventaja, sería previsible ver a un piloto joven derrumbarse ante el acoso de dos lobos como Alonso y Räikkönen, pero Hamilton se ha acostumbrado a romper todos los pronósticos y su concentración tiene una solidez a la altura de la fiabilidad McL
aren.
El Nano e Iceman han dejado de mirarse entre sí para buscar fallos en su rival, porque la única oportunidad de mantener opciones serias al título es una catástrofe del líder.

Aparentemente es más fuerte la parte final de la pelea que Rosberg y Kovalainen han llevado durante el año contra BMW, con el equipo de Mario Theissen centrado completamente en el desarrollo del próximo coche, una batalla en la que sus compañeros han sido los principales damnificados. Con los dos conductores cada vez más concentrados y seguros, extrayéndo el máximo de sus monoplazas, la mejora puntual de cualquier piloto aumenta considerablemente el espectáculo, como ha ocurrido recientemente con Mark Webber o con las repentinas resurrecciones de Honda: esté quién esté entre ellos, Heikki y Nico han demostrado ser fundamentales en el Gran Circo.

Sin embargo para quien resultará una enorme oportunidad el Gran Premio de China es Adrian Sutil, que está realizando el mejor final de temporada de todos los competidores, apoteósico e indescriptible, alzando un troncomóvil desde la última posición hasta los puntos, después de lucirse en varias carreras técnicas.
Adrian ya no pide un puesto en una escudería potente para el año que viene: hace subir sus activos para poder elegir la mejor tras haber conseguido lo imposible con Spyker, un equipo a extinguir.


La clasificación ha sido inesperadamente tranquila, por primera vez en mucho tiempo, aunque por supuesto ha contado con algunos resultados llamativos.

La primera sesión se ha iniciado con algunos nervios en Ferrari, con Räikkönen pronto en pista, aunque sin muchos motivos como ha demostrado su rendimiento, especialmente bueno en las curvas rápidas.
Ralf Schumacher ha salido muy fuerte, asegurando su pase, aunque más ha sorprendido a mitad de la ronda
el mejor tiempo en manos de Sebastian Vettel. Las oportunidades se acababan, por otro lado, para Wurz, como siempre, y Kovalainen, hundido junto a su compañero por las últimas vueltas de Davidson y Coulthard; al final sólo Feyd-Rautha ha conseguido, por muy poco, alcanzar Q2 con el pobre rendimiento del Renault, superado con claridad por Jenson Button: un éxito personal en vista de la enorme diferencia con Barrichello.

La segunda tanda ha vuelto a revelar un hecho que no por repetido deja de ser sorprendente: la superioridad del Toro Rosso de Vettel sobre Kovalainen, que ha terminado en el fondo junto a su camarada en la batalla, Nico Rosberg, sobre un Williams incapaz de escapar de la última posición.
Los Red Bull ofrecían su mejor cara, aparentemente como el tercer equipo, superando con cierta tranquilidad a BMW; por delante de ellos, en cabeza, de nuevo, Ferrari y Räikkönen exhibiéndose tal como se esperaba en el segundo sector, el más rápido.
Button volvía ha demostrar el buen trabajo de Honda en la recta final de la temporada clasificándose para Q3, acompañado de Ralf Schumacher a pesar de la creciente dificultad para el Toyota, en la zona de eliminación hasta la última vuelta.

La ronda definitiva ha comenzado de forma usual, con una de esas absurdas minisalidas en las que Fernando Alonso y Kimi Räikkönen arriesgaban sin sentido intentando pasar a Hamilton. Y como también es costumbre las Flechas de Plata se han propuesto derrumbar el dominio de Ferrari en las dos primeras sesiones.
Aunque en principio Hamilton parecía haber superado las limitaciones en las curvas rápidas consiguiendo una buena marca, pronto Iceman se ha impuesto con las cualidades del Rayo Rojo marcando distacias en S2. El Nano quedaba rezagado en e
sta lucha y sólo Massa parecía capaz de superar a Kimi.

La batalla por el quinto puesto se decantaba a favor de Red Bull, con un llamativo y excelente rendimiento de David Coulthard, medio segundo por encima de sus perseguidores. Al final El Hermanísimo, otra sorpresa, era el único que conseguía colarse entre El Superhéroe y Mark Webber, aunque definitivamente los Red Bull aparentan una mayor solidez y ritmo de carrera que el Toyota.
El acelerón final de McLaren presagiaba uno de esos finales de clasificación que Lewis Hamilton acostumbra hacer, robando la pole en el último segundo de forma emocionante, como finalmente ha sido, humillando una vez más a Ferrari: parece que disfruta dejando que se confíen y machacando cuando más daño puede hacer.

La previsión es una victoria de Lewis Hamilton muy disputada con Kimi Räikkönen; aunque el piloto de McLaren está decidido a asegurar el título ganando el Gran Premio más que contando puntos, y se lanzará sin complejos a darlo todo en su divino estado de inspiración, las características de Shanghai se adecúan mejor a los Rayos Rojos, y no sería ninguna sorpresa que ambos terminaran en las dos primeras posiciones.
El bajo rendimiento de Fernando Alonso le pone en un serio problema ya que previsiblemente las Flechas de Plata no tienen el ritmo suficiente para alcanzar a los Ferrari, que además cuentan con un sistema de salida mucho mejor.

La lógica de carrera convierte en posible protagonista a BMW, debido a una posición muy retrasada que
convierte el Gran Premio en una remontada compleja, por el tapón de Schumacher que con seguridad va a permitir escapar a David Coulthard.
El espectáculo vendrá también por la labor defensiva de Toro Rosso, que con un impresionante resultado ha situado sus monoplazas frente a escuderías más potentes, aunque la sanción a Vettel deja a Liuzzi solo ante Trulli y Kovalainen, una situación de máxima competitividad.
La gran incógnita es Button, en una posición ideal, cubierto de feroces perseguidores y con la posibilidad de planear una estrategia atrevida sin asumir muchos riesgos, cargando su Tortuga Ninja al máximo y confiando en un error o un problema de sus predecesores.

Las pequeñas probabilidades de tormentas parecen la única posibilidad de tener una carrera imprevisible.

No pìerdas de vista a Jenson Button, a Ferrari y el conjunto C13-Recta-C14.