27 mayo 2007

Análisis - Mónaco 2007

El Sol ha sido, fianlmente, el testigo de la exhibición de Fernando Alonso, que ha realizado una carrera magistral, simplemente perfecta.
Una vez se ha descartado la lluvia, todos los equipos han sido conscientes de que las oportunidades se centrarían en el primer paso por Santa Devota, y que a partir de entonces sólo los inciden
tes alterarían el carrusel de Mónaco. La exigencia para los pilotos en carrera es concentración, con el trabajo duro hecho en la clasificación, basado en la habilidad, que supone más de la mitad del resultado, y son las escuderías las que tienen todo la responsabilidad de marcar la diferencia con las estrategias.
En este sentido se han marcado dos direcciones en dos equipos enfrentados directamente: BMW ha optado por hundir a sus pilotos en la parrila y apostar por una parada, y Renault por confiar en Fisichella y los dos repostajes tradicionales.

La salida ha supuesto un empujón para la táctica arriesgada planteada por Mario Theissen, que ha
decidido poner neumáticos blandos al inicio en el coche de Nick Heidfeld, algo que desaconseja la carga de combustible. El Bueno, aprovechando esta ventaja, se lanzaba por el exterior para pasar a Nico Rosberg, con un adelantamiento brillante en Santa Devota, una ascensión que sólo ha podido igualar Barrichello, en séptima posición.
Por delante Lewis Hamilton descartaba totalmente un adelantamiento arrie
sgado decidiendose por seguir a Fernando Alonso sobre la trazada, lo que también ha hecho desistir a Felipe Massa. Como es costumbre el orden en las calles de Montecarlo, sin mediar pit stops, se ha alterado sólo con accidentes.

El primer eliminado ha sido Vitantonio Liuzzi, que ha echado de menos el grip al aproximarse al Casino.
Los neumáticos traseros del Toro Rosso se han deslizado hasta que el impacto del tren posterior contra las barreras ha detenido el giro: una salida de pista inocua en cualquier otro lugar del Campeonato del Mundo, un coche destrozado en Mónaco.
El monoplaza ha sido retirado inmediatamente, sin afectar al ritmo de la cabeza, ampliándose las distancias entre los íderes.
La única pelea realmente creíble se libraba entre Kimi Räikkönen, deseperadamente rápido, y Jenson Button, consciente de las limitaciones del Honda y de la oportunidad que se le presentaba en este Gran Premio.

Se planteaban dos carreras distintas: por un lado Alonso, Hamilton y Massa, en el podio, mantenían un ritmo inalcanzable y más atrás Nick Heidfeld, cargado de combustible hasta en los bolsillos, era el tope para Rosberg, Barrichello, Webber y un buen grupo de pilotos bastante más rápidos.
Entre ellos Giancarlo Fisichella, tranquilo y estable, a lo
suyo, se mantenía en cuarta posición; todo un triunfo para Renault, aunque aún quedaban los repostajes.

El primero en entrar al pit lane ha sido Mark Webber, aunque para dirigirse directamente al box con problemas en el cambio, mientras que los McLaren empezaban a retarse directamente por ganar la diferencia para adelantar en la parada.
Takuma Sato aprovechaba que el paso de Alonso doblando a Trulli para seguir a El Nano y ponerse por delante de Verdaderamente, demasiado despistado antes y después. El tiempo perdido en la maniobra ha animado a Hamilton, capaz de lanzarse a obedecer a las banderas azules en la Piscina, en un esfuerzo muy arriesgado, que ha obligado a Alonso a ponerse igualmente al límite, provocando el único momento de riesgo en su carrera impecable.
El enfrentamiento BMW - Renault se ha revivido con el repostaje de Físico, que se ha encontrado a la salida con El Bueno. Ambos han rodado en paralelo ocupando toda la calle hasta que finalmente Heidfeld ha aprovechado la diferencia de carga y se ha colocado por delante.
La parada de Alonso y Massa ha espoleado todavía más a Hamilton, que se ha encontrado sin agarre al entrar en La Rascasse, lo que le ha obligado a reducir mucho su velocidad cuando el morro apuntaba directamente contra la barrera; el McLaren se ha librado del desguace por poco.

La esperada parada de Nick Heidfeld se ha producido antes de lo previsto, con mucha diferencia respecto a Kubica y los demás suscritos a un solo repostaje. A su salida pasó por delante de Iceman, que sufría como su compañero, muy sometido a la presión como demostraban algunos errores; mientras Massa se hundía los McLaren parecían estar en otro mundo.
Más de media carrera han aguantado en pista Coulthard, Wurz, Button y Kubica, destinados a sufrir los neumáticos blandos hasta el final.
También hubiera deseado esperar tanto para entrar en el pit lane Davidson, penalizado con un drive through.

La segunda tanda de repostajes la ha iniciado, entre los líderes, Fernando Alonso, ansioso por pasar el último gran escollo en el camino a la victoria. Una vez más Hamilton pretendía recortar las distancias para salir primero, y de nuevo sufría el mismo problema en La Rascasse; el riesgo excesivo que estaba tomando un novato que empezaba por fin a parecer humano ha precipitado al equipo a adelantar su parada.
Las entradas de Massa y Fisichella servían para confirmar dos asuntos clave: la superioridad de McLaren y la pequeña victoria de Briatore sobre Theissen, acertado en su estrategia.
El pequeñísimo numero de incidencias se vió un poco aumentado casi al final, con un impacto de Adrian Sutil, que parecía un déjà-vu del accidente de Liuzzi.

Los problemas de El Nano con los doblados convirtieron a una Flecha de Plata en la sombra de la otra, y Hamilton comenzó a presionar hasta colocarse él mismo al límite, cometiendo errores en el borde de la tolerancia de Mónaco, por los que empezó a afl
ojar.
Nico Rosberg, fuera de los puntos, era el último en entrar, y toda la historia hasta la bandera damero fue la lucha de Räikkönen y Wurz en las últimas plazas de puntos.
Fernando Alonso cruzaba primero en una de sus mejores participaciones en un Gran Premio y se apuntaba una victoria que vale un poco más que las demás, y Lewis Hamilton completaba el doblete. Fisichella se convertía en un pequeño ganador con su cuarto puesto, inalcanzable para su Renault en cualquier otro circuito.

La principal conclusión de Mónaco es el excelente rendimiento de los McLaren, y especialmente de
Fernando Alonso, que ha rozado la perfección: el Campeón del Mundo ha despertado. Y de nuevo el que amenaza con convertirse contra todo pronóstico en el piloto más regular de la temporada, Lewis Hamilton, vuelve a acercarse a su primera victoria. El extraordinario nivel demostrado por las Flechas de Plata y, sobre todo, sus pilotos, empiezan a desequilibrar el Mundial a la espera de una reacción de Ferrari en los circuitos de velocidad.
Räikkönen sigue siendo irregular, por su proverbial mala suerte, y Massa sufre una falta de oficio que derrochan otros pilotos limitados por sus monoplazas; por suerte El Mago del Suspense se encargará de mantenerlos en la lucha.
El toque de atención lo ha dado Giancarlo Fisichella, que ha decantado, por fin, un pulso de Flavio briatore con Mario Theissen a favor de Renault; en Montecarlo han mandado las manos y se ha revelado que la materia prima, sobre todo el tren trasero, es deficiente, como ha demostrado Físico al que se culpaba desde el equipo, junto a Kovalainen, de los malos resultados.
Desde otro punto de vista Honda y Rosberg han sido los que han desperdiciado una gran oportunidad.

Felicidades a Fernando Alonso por la carrera de su vida, por la lección en el aula más especial del Campeonato del Mundo. Los ganadores de Mónaco se convierten en mitos, El Nano ha facilitado el proceso con una exhibición legendaria.

Enhorabuena a todo el equipo McLaren y a Giancarlo Fisichella, que ha desplazado con la habilidad al volante las críticas a otra parte de la escudería.

Nos quedamos atracados en casa, preparados para el viaje a América.

24 mayo 2007

Briefing - Mónaco 2007

En esta competición, distinta a las demás, existe un lugar que es a su vez totalmente distinto al resto de la Fórmula 1.
El Gran Premio de Mónaco es la joya de la corona del Gran Circo.
Las calles de Montecarlo están llenas de esas dos palabras que convierten una victoria en ellas en una conquista más allá de la gloria: historia y glamour. En Mónaco las características del coche se vuelven irrelevantes, las distancias entre escuderías se acortan al mínimo y son los pilotos los que esta
blecen las diferencias; esa es la razón por la que la leyenda de este Gran Premio la escriben los más grandes.

El lujo de Montecarlo inunda la carrera, que se transforma más que nunca en un Gran Circo, ostentoso,
deslumbrante y espectacular. El escenario, las calles, el puerto, el túnel, todas las curvas que se pueden nombrar y recorrer de memoria, exprimen también la habilidad de los pilotos hasta conseguir un evento extraordinario, que hace volver los ojos del mundo hacia el fin de semana en la Costa Azul.
Desde que Anthony Noghès, al que se ha dedicado la útima curva, creara el Gran Premio, todos los años Mónaco ha tenido algo que contar. Accidentes tan llamativos como los sufridos por Paul Hawkins y Alberto Ascari, rescatados tras caer a las aguas del puerto o victorias inolvidables forman la historia de este Gran Premio, que está más viva que en ninguna otra pista.
En la cumbre de los ganadores de esta carrera no podía estar otro que no fuera el mítico Ayrton Senna, con seis victorias de diez participaciones, aunque el título de Mister Mónaco lo ostenta Graham Hill, capaz de remontar desde un quinto puesto hasta su quinta victoria.

El set up del circuito es tan sencillo como distinto al habitual; el principal problema que plantean las tortuosas calles de Montecarlo, con las curvas más estrechas del Campeonato del Mundo, es la refrigeración. El motor apenas sufre debido a las exigencias de potencia, pero la falta de rectas, de velocidad punta, hacen mínima la entrada de aire.
Por este motivo uno de los puntos de trabajo de los ingenieros es la aerodinámica, configurada al máximo con la inclusión de más alerones y deflectores, aprovechando la poca importancia de alcanzar velocidades altas; de esta forma se pretende además aumentar el agarre, a lo que ayudará una suspensión extrablanda.
Paradójicamente los neumáticos no padecerán excesivamente por la falta de grip de la pista, como en todo circuito urbano, sino por los pianos sobre los que botarán mucho más de lo habitual, aunque sin duda los baches del firme, una calle al fin y al cabo, también perjudicarán.

Con todos los datos acerca de lo tortuoso del circuito y la lentitud extrema en algunas de sus curvas, el aspecto mécanico que pretenden optimizar los ingenieros es la aceleración, mediante una caja de cambios con unas relaciones cortísimas.

En cuanto al trazado en sí, poco hay que decir: todas las curvas son peligrosas, y las posibilidades de adelantamiento son nulas. Gracias a Santa Devota, la Nouvelle Chicane y La Rascasse el espectáculo está garantizado; de principio a fin, todos los metros son interesantes, historia de este deporte.
La ordalía de los pilotos.
La mejor definición del Gran Premio la dió Keke Rosberg, al decidir sobre el circuito más peligroso:

Mónaco con mas de 1000 caballos era muy emocionante, porque la pista estaba muy bacheada. Si algo iba mal al alcanzar 300 km/h en la subida hacia el Casino ... ¡Aterrizabas en Italia!

La clasificación ha demostrado con resultados, gracias a las condiciones especiales del circuito, que Honda cuenta con dos excelentes pilotos y un coche deficiente.

La primera sesión ha despejado las dudas sobre cómo afrontarían los equipos condiciones climáticas adversas, ya que pese a las nubes y la elevada humedad, todos los coches han optado por neumáticos de seco. La imprevisibilidad de Mónaco ha provocado un hecho inusual, ya que los líderes, especialmente McLaren, han dado varias vueltas para asegurar el pase. Räikkönen, Kubica, Alonso y Hamilton se han quitado el mejor tiempo sucesivamente, mientras que la selección natural se ha encargado de colocar en el fondo a los menos hábiles. Los Super Aguri han caído, rompiendo su racha, mientras que Barrichello y Button demostraban su clase; Hekki Kovalainen ha conseguido superar el corte a pocos segundos del final.
El resultado más sorprendente ha sido el cuarto mejor tiempo deVitantonio Liuzzi, que contrasta con la eliminación del otro Toro Rosso, pilotado por Scott Speed.

La segunda ronda ha sido la más accidentada, y sólo un pilotaje muy fino ha evitado que fuera peor.
Primero Kimi Räikkönen ha partido la suspensión a la salida de la Piscina, debido al bote sobre el piano. Sin posibilidad de actuar sobre la dirección correctamente Iceman ha evitado males mayores cruzado en La Rascasse; cuando ha considerado seguro el Ferrari ha comenzado a rodar marcha atrás para alcanzar el pit lane, momento en el que Felipe Massa tomaba la curva. Los Rayos Rojos han estado a punto de chocar, aunque finalmente los reflejos de Massa le han permitido pasar lentamente, rozando las barreras.
La atención se centraba en la actuación sobresaliente de Kubica, por encima de Heidfeld hasta el último instante, cuando Kovalainen se centraba en su vuelta rápida para salvarse. El Renault se encontró con tráfico, algo bastante habitual, aunque el comportamiento de Coulthard, con una brusca bajada de ritmo en el tercer sector casi provoca un accidente; Hekki evitó el choque, pero no la eliminación. Esta acción ha provocado una sanción para El Superhéroe, que ha colocado a las Tortugas Ninja en la ronda definitiva, tras estar sacándose mutuamente de la zona de salvación al final de la sesión.

La sesión final ha sido una exhibición de los McLaren, con Lewis Hamilton marcando el ritmo hasta el final. Los BMW han comenzado a flojear por primera vez desde su llegada a Mónaco, a pesar de los derrapes ajustados de Heidfeld para enfilar Anthony Noguès, y un sorprendente Nico Rosberg se ha revelado fuerte, alcanzando la quinta plaza.
Felipe Massa, a pesar de su tercer puesto, se mostraba muy lejos de las Flechas de Plata, que han mantenido su enfrentamiento más directo.
Fernando Alonso ha hecho una demostración de maestría para conseguir la pole en su último intento, algo que Lewis Hamilton no ha podido evitar, puesto que bastante ha tenido con evitar a Mark Webber a la salida del Portier. El otro gran beneficiado de Mónaco, además de Rosberg, es Giancarlo Fisichella, cuarto al pesar más su dominio del volante que su Renault.

Con algunos aspirantes a ser la sorpresa del Gran Premio descartados, como Toyota, que ha podido confirmar que sus pilotos no están a la altura del coche con la medida de Montecarlo, o Super Aguri, se reduce la lista de nombres de los elegidos.
La previsión es que la victoria sea McLaren, casi con total seguridad de Fernando Alonso, la misma
seguridad por la que se puede apostar que Hamilton se la jugará en Santa Devota, su única oportunidad. Es probable que el espectáculo lo proporcione Nico Rosberg, que estará muy presionado por su buen resultado, y puede ser el protagonista de un accidente en cadena o del acecho a Fisichella.
Es la oportunidad para los primeros puntos de Honda esta temporada, aunque la gran incógnita será el rendimiento de BMW. Una estrategia arriesgada planteada por Mario Theissen es la única respuesta al misterioso mal resultado del final de la clasificación de un equipo que cuenta con dos grandes pilotos y uno de los mejores monoplazas.
Vigilando el cielo, con unas posibilidades medias de lluvia, esta maravillosa locura puede convertirse en una carrera desquiciada.

No pierdas de vista a los McLaren, Santa Devota, a las nubes, La Rascasse y a los BMW.

17 mayo 2007

Humor - El cura de Granada

Una de las cosas más atractivas e interesantes es ver a alguien poner en práctica una habilidad en la que sobresale.
El talento se abre paso en cualquier circunstancia, y ahí reside una de sus principales características: se revela, brilla, llamando la atención.

Algo tan sencillo como contar un chiste puede convertirse en arte en manos de quien tiene el don.
Este muchacho de Granada, caminando de noche, un poco borracho, improvisadamente demuestra una verdad universal con su transformación de una historieta medianamente divertida en una joya.

La sencillez de la perfección.



Gracias a Javier García Cerro.

13 mayo 2007

Análisis - Montmeló 2007

La lucha por la victoria en el Gran Premio de España ha sido apasionante, y ha sacado lo mejor de los líderes del Campeonato del Mundo, pero los héroes de la carrera han estado a partir del quinto puesto. Especialmente importante, e histórico, es el primer punto de Super Aguri, conseguido por Takuma Sato, una justa recompensa que confirma el gran rendimiento de la escudería y el excelente estado de forma de El Huracán.
El otro punto de atención ha sido precisamente todo lo contrario: la falta de fiabilidad, demostrada desde el principio de la carrera.

La salida se ha visto frustrada por Jarno Trulli, que ha calado su Toyota, aumentando los nervios de los p
ilotos y arruinando la preparación óptima de los monoplazas.
Cuando el semáforo ha indicado el inicio, David Coulthard ha sido el que ha sacado mayor beneficio, aprovechando el duelo entre los Renault, lanzado por la mejor trazada. Nick Heidfeld ha intentado pasar a Kubica antes de llegar a la curva, el punto elegido por Hamilton para adelantar a Räikkönen; la Flecha de Plata ha ido ganando metros por el interior, y cuando Iceman ha querido reaccionar ya era tarde, y Lewis salía de la curva Renault por delante.

El momento más importante de la carrera ha llegado inmediatemente después de la salida, mientras se establecían las luchas por detrás. Fernando Alonso, que ha recuperado la pasión y motivación perdidas, lo ha arriesgado todo por la victoria, y jugándose un abandono casi seguro se ha tirado al exterior de la primera curva, consiguiendo una ligera ventaja que le ha costado un choque con Massa al cambiar de dirección en Renault. El Nano ha apostado y ha perdido: un paseo por la tierra le ha echo bajar a la cuarta plaza, haciendo la victoria imposible. Sin embargo ha transmitido buenas sensaciones y espectáculo, y no ha tardado en ir a por Iceman con otro arriesgado exterior.
Antes de acabar la primera vuelta Takuma Sato empezaba a dar muestras de su potencial, adelantando a Giancarlo Fisichella, una maniobra que tuvo como víctima a Alexander Wurz, que impactó contra el neumático de Ralf Schumacher, imprevisiblemente frenado para evitar a Físico.

En principio los Toyota comenzaron a remontar, aunque la única batalla de verdad se estableció entre
Fisichella y Jenson Button, que durante muchas vueltas se defendió en un coche manifiestamente inferior, una situación que se prolongó más allá del pit stop. Por delante se formaba un grupo cerrado entre los BMW, Coulthard y Kovalainen, alejados de Ferrari y McLaren, hasta que llegó el momento de las averías.
Casi simultáneamente Mark Webber entraba directamente al box con la transmisión dañada, Jarno Trulli abandonaba por problemas en la inyección, Scott Speed sufría un peligroso reventón a la salida del pit lane; aunque el incidente más importante es el fallo eléctrico en el Rayo Rojo de Kimi, que se vino abajo en plena curva, obligando a El Nano a esquivarlo con pericia, un hecho muy importante en la actual situación de igualdad.

El primero de la cabeza en repostar fue Massa, que parecía destinado a sumarse a la lista de abandonos puesto que un fallo en el enganche de la manguera provocó un incendio sobre la carrocería; sin embargo el fuego se apagó antes de abandonar el pit lane y el que añadió su nombre a la nómina fue Vitantonio Liuzzi, que cerca estuvo de causar un accidente cuando Coulthard se lo encontró camino de su primera parada.
Los problemas seguían acumulándose precipitadamente; Botón y Físico repostaban simultáneamente y a la salida se encontraron con Rubinho, muy fuerte. En el esfuerzo por mantener la posición, trazando la curva en paralelo, Button perdió el alerón delantero al impactar con su compañero, de manera que Físico siguió siendo la sombra de un Honda, aunque con distinto piloto.
Tras la parada de Hamilton, que casi descartaba la victoria, el último en entrar fue Heidfeld que también se vió metido en un lío de su equipo de mecánicos, que le hicieron salir con una de las pistolas aún en la rueda. Poco importó su caída en la clasificación, ya que un poco más tarde el cambio de su BMW se rendiría.
El Superhéroe mantenía ferozmente su posición ante Kovalainen, que empezaba a apretar, demostrando su solidez en un monoplaza que sigue mostrando bastantes carencias.

El segundo pit stop establecía las posiciones de podio definitivas, con Massa, Hamilton y Alonso muy distanciados entre ellos y con un ritmo bajo en los dos primeros, mientras que El Nano comenzaba a preocuparse por Kubica.
Más atrás, en el grupo formado por Coulthard, rocoso, Kovalainen y Rosberg, el Williams demostraba
tener un ritmo mejor que el de sus rivales; mientras que por fin el otro Renault conseguía pasar a la Tortuga Ninja de Barrichello en su segunda parada. Takuma Sato, retrasando al máximo el último pit stop, ha ganado posiciones, que ha debido defender duramente frente a Nico Rosberg.
El nuevo eliminado fue Ralf Schumacher, con la carrera casi sentenciada, aunque aún quedaba una última sorpresa: Fisichella, en la última posición con puntos, debía realizar un pit stop debido a un error de cálculo de Renault, que casi lo deja sin combustible. A la salida del pit lane era rebasado por El Huracán, beneficiado por la gran labor de su equipo y los fallos de los demás, que se limitó a defenderse hasta pasar bajo la bandera damero en octavo lugar.
Previamente Massa, primero, y Coulthard, quinto, se convertían en los otros nombres de la jornada.

A pesar de la escapada de Ferrari no se puede hablar de ventaja en ningún sentido; aunque el segundo
puesto de Lewis Hamilton hace sacar conclusiones bastante contrastadas. El novato es un piloto excepcional, como muchos otros, aunque sus resultados le avalan mucho mejor que cualquier observación; la seriedad de su estilo, la profesionalidad que demuestra, es totalmente lo contrario de lo que esperaba de él: mucho riesgo, errores de inexperto, maniobras atrevidas e irregularidad.
El nuevo líder del Campeonato del Mundo, el más joven en lograrlo, parece intocable, y únicamente algunos bloqueos en las frenadas lo humanizan. Sólo plantea una duda:
¿Cuánto tiempo tardará en ganar su primera carrera?.

El primer buen resultado de Red Bull esta temporada no ha conseguido cambiar el nombre propio del Gran Premio de España: Takuma Sato.
Casi deshauciado, por su arriesgadísimo estilo de conducir, en un equipo de cola, el piloto mantuvo su confianza, y con el trabajo serio que está haciendo esta temporada por fin, con el primer punto de la corta historia de Super Aguri, se ha vengado de Honda
El Huracán ha conseguido lo que parecía imposible: resurgir y asombrar a todos.
Por otro lado los grandes errores han corrido por parte de Renault, con el fallo de estrategia padecido por Fisichella, y BMW, que podía haber optado a podio si no hubieran arruinado con un repostaje desastroso el gran rendimiento de Nick Heidfeld, aunque Kubica ha salvado la carrera con un cuarto puesto. El equipo Toyota sigue siendo inestable, aunque sin duda el más perjudicado por los fallos en el monoplaza es Kimi Räikkönen, que podía haber terminado el Gran Premio como líder del Campeonato del Mundo.

Enhorabuena a Felipe Massa y McLaren, que sólo esforzándose al máximo se mantienen en igualdad, presionándose mutuamente. Ánimo a Kimi y Nick, para que vuelvan arriba y animen aún más el Gran Circo.
Y gracias a Fernando Alonso por volver a poner pasión en la pista.

Muchísimas felicidades a Takuma Sato y Super Aguri, por su primer punto.
El Huracán está empezando a soplar.

Rumbo hacia el puerto base,
regresamos al hogar de la Fórmula1, Mónaco.

02 mayo 2007

Briefing - Montmeló 2007

Se acabaron los destinos exóticos: volvemos a casa, volvemos a Europa.
El Gran Premio de España es el inicio, el punto de entrada, de la parte más exigente del Campeonato del Mundo; con la situación de cada piloto esbozada y los coches sobradamente probados, con el ritmo de competición en los equipos, el Gran Circo está a pleno rendimiento.
Los resultados de las primeras carreras indican el estado de las escuderías, un incentivo para reparar los errores cometidos antes de entrar en la parte más dura de la batalla, y son una pista para centrar la atención en los aspectos más interesantes de esta temporada.

Lo más destacable, por inesperado, es el triple empate en cabeza entre los dos aspira
ntes al título previstos, Alonso y Räikkönen, que están dando lo que se espera de ellos, y el novato Hamilton, consolidado como la revelación al subir al podio en todos los Grandes Premios que ha disputado. Aunque Montmeló quizá suponga esa motivación que puede marcar la diferencia para El Nano, un poco apagado frente a su estilo en otras temporadas, es más que probable que vea despegar a su compañero, ya que Lewis Hamilton llega a la parte del Campeonato del Mundo que conoce, disputada en circuitos que le han visto triunfar en categorías inferiores.
El Gran Premio de España debe ser el principio del cambio para las escuderías que han decepcionado, porque si se quedan descolgadas la recuperación será imposible. Es obligado observar la evolución de Renault y Toyota, derrotadas con contundencia por los Williams, inesperada
mente competitivos esta temporada, y BMW, que rivaliza directamente con McLaren y Ferrari; y sobre todo comprobar el trabajo de Honda, por ver si consiguen dejar de ser Tortugas Ninja.

El Circuit de Catalunya es una pista de pruebas para
todos los equipos, por lo que es sobradamente conocida, lo que facilita el set up del coche. A pesar de esta cualidad, la variedad de curvas y los problemas particulares que presenta Montmeló, como el asfalto abrasivo y el viento, permiten varios enfoques a los ingenieros, dependiendo de las condiciones que se presenten para el fin de semana.
Este año además se añade una novedad: una chicane entre las dos últimas curvas, tradicionalmente de alta velocidad, para aumentar la seguridad y, a la vez, las opciones de adelantamiento.

Los dos puntos críticos son aerodinámica y ruedas.
Los neumáticos sufrirán mucho por el estado de la pista, que contribuye a la degradación que suponen las curvas rápidas; aunque Montmeló no es un circuito de velocidad, dónde los motores no suelen someterse a un gran esfuerzo puesto que no hay aceleraciones bruscas, el último sector son dos curvas a fondo que enlazan con la recta principal, una dura prueba para las gomas.
Por otro lado la característica distintiva son los cambios de dirección del viento a lo largo de la jornada, algo que dificulta el set up para evitar subviraje y sobreviraje, puesto que puede variar la respuesta del coche en un mismo tramo según el momento. La decisión de los ingenieros, complicada por el hecho distintivo que convierte a Montmeló en un circuito de pruebas ideal además del buen clima, que es el múltiple tipo de curvas que presenta, se inclina por una carga muy alta para alcanzar las rectas, precedidas por curvas rápidas, con la mayor velocidad posible y evitar adelantamientos, casi imposibles hasta ahora.
La suspensión estará encargada de ayudar a la aerodinámica, con una configuración dura en el tren delantero, para asegurar una buena respuesta a los cambios de dirección, y algo más blanda atrás, mejorando el agarre en las curvas cerradas.

La clasificación ha vuelto a ser una representación de los absurdos simulacros de salida, que no por habituales resultan comprensibles.

La primera ronda ha comenzado con incidentes desde los primeros minutos, con los fallos en la transmisión del Toro Rosso de Scott Speed que lo ha colocado en última posición. Mientras que Anthony Davidson se perfilaba como la cabeza del pelotón, otros de los obligados a arriesgar empezaban a sufrir, algunos tan imprevistos como Toyota y Williams, como ha demostrado la salida de pista de Christijan Albers.
Los buenos resultados de Takuma Sato y su compañero, y la estrategia de Honda, con neumáticos blandos, han demostrado una vez más la ilógica ventaja del equipo privado; los problemas para pasar el corte, en el último momento, no son un buen augurio para las Tortugas Ninja; Jarno Trulli, con dificultades parecidas, finalmente ha conseguido un gran resultado.
La mitad de Toyota, de Williams y de Red Bull ha caído en la primera criba.

La segunda tanda se presentaba dura, y ha mostrado unos Renault muy asentados.
Las buenas perspectivas para Super Aguri se han disipado en las primeras vueltas, con el paseo de Davidson por la tierra, que ha descalibrado su monoplaza como ha probado su trompo vueltas adelante, y la avería en la inyeción de El Huracán.
Hekki Kovalainen aseguraba su clasificación con seguridad, a diferencia, de nuevo, de El Superhéroe y Verdaderamente, entre los diez primeros sobre el tiempo cumplido.

El protagonista de la ronda definitiva ha sido Jarno Trulli, a la altura de los BMW como sorprendente contraste a sus resultados a lo largo de la jornada.

La tanda ha comenzado con la actitud poco profesional de Hamilton y Räikkönen, luchando por una pequeña ventaja que realmente no compensa el gran riesgo al que se somenten luchando por el liderato de la caravana, como hicieron en el pasado Fernando Alonso y Michael Schumacher; un comportamiento que han repetido en todas sus entradas simultáneas al pit lane, y que por muy poco no ha terminado en choque.
Cuando han empezado a competir con la configuración óptima, Fernando Alonso se ha mostrado sólido, y hasta el último segundo no ha cedido la pole, conseguida por Felipe Massa. La sorpresa, Trulli, ha desplazado al séptimo puesto a Nick Heidfeld.

La previsión para la carrera es difícil por la imprevisibilidad, precisamente, de Felipe Massa, capaz de lo mejor y lo peor.
La igualdad entre McLaren y Ferrari es máxima, con el avance de las Flechas Plateadas frente al rendimiento de los Rayos Rojos, por debajo de lo esperado. Alonso y Massa tienen las mismas probabilidades de conseguir el triunfo, levemente inclinadas hacia El Nano, que ha demostrado siempre más solvencia; mientras que en la lucha por el podio se ha colado Robert Kubica, capaz de aprovechar la guerra entre Räikkönen, que parte con ventaja, y Hamilton.
Con Trulli y Coulthard un poco por encima de su lugar habitual, es más que probable que gran parte del interés de la carrera se centre en su duelo con los Renault. El otro foco de interés serán las remontadas de algunos monoplazas potentes como los Williams y la más que segura ascensión de Nick Heidfeld.
El Bueno demostrará lo que es capaz en el Gran Premio de España.

No pierdas de vista
a Jarno Trulli, la Campsa, la New Holland y a los McLaren.