28 octubre 2008

Briefing - Interlagos 2008

El contenido fundamental del Gran Premio de Brasil es la decisión final del Campeonato del Mundo, aún existiendo otros puntos interesantes en la conclusión de la temporada.
La brillante recta final de Alonso y el R28, el desperdicio de la gran oportunidad de Kubica, en manos de un plan maestro, o el aplastante rendimiento del STR3 son asuntos que pasan a un segundo plano absoluto, a pesar de poder modificar parte de los resultados definitivos. El orden a partir del segundo puesto tendrá su importancia en la visión global de la temporada, pero es prácticamente intrascendente en Interlagos.

Felipe Massa está condenado a una labor titánica, en manos d
e la fortuna, como autor de su irregular trayectoria y víctima de los errores de su equipo. Siendo suficiente un segundo puesto dentro de la obligatoria hipótesis de catástrofe absoluta de Hamilton, la apuesta mínima de Massa debe ser la victoria, forzado a arriesgar al máximo.

Lewis Hamilton cuenta con siete puntos de ventaja, un adversario definido y el monoplaza más eficaz y sólido.
Terminar el Gran Premio significa para McLaren que el Campeonato el Mundo no puede escapar, por lo que seguramente establecerán un set up sobre seguro, lejos del habitual planteamiento para Interlagos, restando velocidad punta para asegurar un buen tiempo de clasificación y ceder la cabeza de carrera a los Rayos Rojos.
Todos los eventos que caigan fuera de una carrera rutinaria - accidentes, averías y demás desastres naturales - son perjudiciales para Lewis siempre que Ferrari quede a salvo y
, por supuesto, que el agente externo no sea lluvia.

Con todos los datos, Massa cuenta con dos importantes ventajas. La primera es una de las características distintivas de Interlagos, la capacidad de la pista para mantener la temperatura, en aumento por la
Primavera Austral, para satisfacción de los ingenieros del fuertemente influenciable Ferrari, sometido de forma muy evidente por el ambiente. La segunda es la escasez de rivales por la victoria, una lista reducida solamente a Hamilton visto el sometimiento de Räikkönen, las carencias de los BMW y el nivel general del resto de monoplazas: ganar la carrera es un asunto muy sencillo para Massa.
Y precisamente este último punto es el que más puede complicar a Hamilton su objetivo.

Bajo la circunstancia necesaria para Ferrari de que
Lewis no esté disputando la victoria con Felipe, fruto de un error que le envíe por detrás del grupo de cabeza, puede verse derrotado por esos equipos que difícilmente pueden ganar pero que pueden plantarle cara en la defensa de sus puntos: BMW, Renault, Toro Rosso o Toyota ... Kubica, Alonso, Vettel o Trulli, sólo son necesarios tres pilotos detrás del doblete Ferrari.

Venciendo todos estos planteamientos al límite lo cierto es que es complicado que a Hamilton se le escape este Campeonato del Mundo que ya es suyo, sobre todo si las Flechas de Plata son suficientemente atrevidas para colocarse en la única situación en la que no caben dudas: ser el primero en pasar bajo la bandera damero.
La diferencia es muy grande, y con la intervención del desaparecido Kovalainen, una tormenta de verano o una de las ya habituales meteduras de pata de la Scudería, quizá pueda desmarcarse de calcar la estrategia de Ferrari, apretar al máximo al MP4-23 en un terreno tan suyo como la Subida dos Boxes y recibir su justo premio como un gran campeón.

En medio de esta tensa emoción no se puede pasar por alto que esta será la última carrera de David Coulthard, un veterano en estas situaciones, que ojalá no tenga que ver en su despedida la reedición de algunos finales de temporada verdaderamente infames, invocados por el comportamiento de un equipo asociado íntimamente a estas acciones.


La clasificación no ha salido del desarrollo lógico, sobre todo en Q3, exceptuando la participación de Kubica y Trulli, en los extremos de lo que se esperaba de ellos.
Con el cielo despejado los Ferrari se han lanzado a la pista con ciertos problemas de dirección que han permitido coger las primeras posiciones a las Flechas de Plata, indicando además menor carga aerodinámica; pronto Massa se ha concentrado, superando a su compañero, que ha tenido que ver cómo Vettel se colocaba en quinta posición, entre ambos.
Glock animaba la primera ronda con un trompo en S de Senna, a la espera de la desigual y tardía intervención de BMW, con Robert en el borde de la eliminación. El otro resultado llamativo corrió por parte de Piquet, acostumbrado a momentos inexplicables como su tercer puesto, volando en el segundo sector.
Al final los Ferrari consiguieron los dos mejores tiempos, por detrás de Hamilton se colocaron Alonso y Glock, y Webber conseguía el pase
mientras los Williams se hundieron y Button dejó el Honda aparcado en la Subida dos Boxes.

La segunda ronda probó las ganas de Ferrari de asegurar con su inmediata salida, aunque a una sola vuelta fueron superados por Hamilton - que a pesar de su efectividad para clasificarse fue obligado por McLaren a dar una incomprensible vuelta más en la que pasó más tiempo en el pit lane que en la pista.
Cuando parecía que el artista invitado iba a ser Fernando Alonso en competición directa con Vettel por el quinto puesto, apareció el Toyota de Glock y se colocó tercero. Los BMW quedaron bastante lejos y Kubica claramente no fue capaz de mejorar, haciendo inevitable una eliminación rotunda, acompañado por los Red Bull y Piquet.
Kovalainen terminó de recortar la distancia virtual de Ferrari brillando en todos los sectores y superando a su compañero por la primera plaza, algo que Räikkönen fue incapaz de hacer limitándose a alcanzar el quinto puesto - muy por debajo de la impresionante vuelta del Toro Rosso de Vettel, que quedó justo detrás de Heikki, superando al resto de los líderes.

La ronda definitiva, con los protagonistas seleccionados, obedeció a las estrategias de forma evidente.
Massa se hizo con la pole pronto, quitándosela a Vettel, que de todas formas había renunciado al éxito puntual superado por Trulli, Räikkönen y Kovalainen.

La carrera se complicaba para Hamilton desde el sexto puesto, ganado a pulso por un error, aunque en la vuelta decisiva consiguió remontar a la cuarta posición, más acorde con las estrategias. El invitado imprevisto, incluso para Ferrari, fue Trulli, que afianzó la segunda posición para el tenso Gran Premio.
Kovalainen, quinto,
una vez más no supuso una gran aportación para el equipo.
La previsión es una serenísima victoria para Massa, porque básicamente no se la va a disputar nadie.
McLaren ha preparado más carga, combustible, un ritmo menor y ningún interés en correr riesgos innecesarios, Räikkönen no puede ser rival para Massa - al menos sin una buena explicación - y Trulli no parece un enemigo serio; las cosas han salido bien para las Flechas de Plata y Hamilton tiene el tercer puesto casi asegurado.

Sin embargo este paisaje idílico se vuelve árido por momentos para Massa, que en cualquier caso anotaría un Gran Premio más, paradójicamente por la fatídica previsión de lluvia.
Tras la pole quedaba claro que para Felipe lo realmente duro todavía queda por hacer, y que la suerte tendrá una aportación definitiva, pero la altísima posibilidad de una carrera en mojado no es precisamente el imprevisto que necesita el piloto más soluble del Gran Circo.
Con el semáforo rojo intenso para Iceman, ésta puede ser una enorme oportunidad para los McLaren, que se pueden encontrar casi sin buscarlo delante de sus rivales.

Hamilton tiene muy claro el objetivo, y la sensación general es que si apretara al límite superaría a los Rayos Rojos sin problemas; pero desde su posición evita un conflicto directo y con la táctica esbozada es más que probable que al inicio del segundo stint se encuentre en una zona sin tráfico. Pero si llueve en Interlagos ganar el Campeonato del Mundo a lo grande puede ser la opción más segura, sobre todo si Ferrari ha apostado, como parece, por punta de velocidad frente a agarre para facilitar adelantamientos.
En cualquier caso, después de la jornada el título queda más cerca de McLaren, pendiente sólo de un cataclismo.

En cuanto a los posibles intervinientes en la disputa, que incluso podrían acercarse al podio en una carrera con un alto nivel de presión para la cabeza, aún contando con la buena actuación de Toyota, la verdad es que Alonso y Vettel asustan bastante más que Trulli.
Renault y Toro Rosso parecen reservarse para sacar provecho de los errores y cuentan, respectivamente, con ritmo firme y gran potencia, además de pilotos muy hábiles.
Lejos de esta intensa locura que mantendrá la atención fija en Felipe y Lewis, Kubica podría ofrecer espectáculo con una remontada que el pobre rendimiento del BMW y su segura falta de motivación casi descartan.

Once puntos separan a Ferrari y McLaren en el Mundial de Constructores - una situación especular a la del otro título - aunque con la imagen de la Curva do Sol convertida en un desgüace en el lluvioso Gran Premio de 2003 hay un margen muy amplio de resultados.

No pierdas de vista a Massa, a Hamilton, la lluvia y S de Senna.

19 octubre 2008

Análisis - Shanghai 2008

El Campeonato de Mundo en juego y Ferrari se planta en la parrilla con neumáticos blandos, apostando fuerte por ganar la primera vuelta frente a perder una carrera de forma mediocre.
Por suerte para la Scudería los nubarrones se disipaban - literalmente - y el único problema de Massa se reducía a adelantar a Hamilton antes de que comenzase a volar.

La salida del McLaren en este caso ha sido excepcional, y Ferrari no ha ten
ido la más mínima oportunidad. Además ha sido tan poco emocionante y tan tensa que ha constituido una versión reducida de la carrera completa.
El único que ha salido mal parado ha sido Trulli, al
que se ha llevado por delante Bourdais, que a pesar de un amago de reemprender la carrera ha terminado en el box, aunque no ha sido ni de lejos el protagonista de la primera vuelta.
Confirmando la arrancada excelente de los McLaren, Kovalainen se ha colocado en paralelo con Alonso, al que ha conseguido adelantar después de un duro enfrentamiento apretando por el exterior del primer giro. Cuando se daba por hecho el cuarto puesto de Heikki, El
Nano ha sorprendido tomando ventaja sobre Feyd-Rautha en la Curva 13, suficiente para agarrarse al interior de la larguísima recta y alcanzar el punto de adelantamiento en condiciones óptimas; y lo ha hecho tan bien que la Flecha de Plata ha sido superada por el Renault antes de llegar al final de recta, remantando una acción apabullante.

A partir de esta maniobra Fernando ha empezado a
rodar a un ritmo muy cercano al de Massa, mientras que Heikki se ha venido abajo; el segundo y medio por vuelta de Hamilton sobre su compañero deja clara la situación, y el medio sobre Räikkönen explica que desapareciera completamente del radar de los Rayos Rojos, haciéndose con la vuelta rápida.
En adelante casi todo el espectáculo lo aportó Webber: empezó adelantando a Glock - que quedó a expensas de Rosberg, hasta que muchas vueltas de pelea después consiguió pasarle - se hizo con Barrichello en la Curva 14 y después con Piquet mediante un ligero engaño, estando en ambas ocasiones a punto de recibir un contraataque en la entrada a la recta de meta.
La explicación al ritmo del Red Bull llegó bastante pronto, con el tempranísimo repostaje de El Almirante.

A partir de la décima vuelta Räikkönen empezó a sacar partido a los neumáticos, pero a pesar de una tímida vuelta rápida, fue rápidamente sometido por Hamilton, que mantuvo su diferencia de cuatro segundos a pesar de cometer algunos errores en las trazadas.
En general la distancia entre todos los coches era tan grande que la ronda de paradas no alteró el orden: Piquet se coló entre Massa y Alonso, mientras que Iceman encontró como bloqueo a Vettel, un lastre por su malísimo ritmo.

La situación era poco esperanzadora para Ferrari: Hamilton volvió a abrir más el hueco y Massa era el más lento de los 8 primeros, aunque por suerte para él Alonso también parecía haber perdido el ritmo.
Piquet y Kubica, tercero y quinto temporales, hacían su pit stop descartando una estrategia a una parada, y el único rastro de competición se trasladaba a la décima posición, dónde Vettel formó un trenecito con Nakajima y Webber.
Los últimos adelantamientos de verdad tuvieron la discutible intervención de Bourdais, que chocó
lateralmente con Coulthard en el interior de la Curva 1 y fue a su vez superado por Rosberg.
En un momento, las cosas parecían complicarse para
McLaren con el reventón de Kovalainen y una abrupta caída de ritmo de Hamilton, que en realidad se correspondía con el alcance a la chicane móvil de Fisichella - rápidamente, gracias al propio Giancarlo, la diferencia con Iceman se estabilizó en 8 segundos.

La salida de Hamilton indemne del último repostaje precipitaba en Ferrari la maniobra que debía parecer
un accidente. El pit stop de Iceman, casualmente bastante mejorable, dejó la diferencia reducida a tres segundos con Massa.
A falta de ocho vueltas Felipe alcanzó a su compañero en la recta trasera, en la que si Räikkönen hubiera dejado más espacio habría tenido que rodar por el césped.
Aprovechando el papel de Kimi, Alonso se lanzó a por todas, recortando casi un segundo por vuelta hasta que Kimi recibió el aviso de volver a la normalidad.
Kovalainen se retiró con un fallo hidráulico en el último detalle del Gran Premio.

La bandera damero vió llegar a Hamilton tras su actuación más contundente de la temporada; Alonso, en cuarta posición, certifica su regularidad a final de temporada seguido por BMW, con suficiente ventaja para mantenerse en los puntos tras su última parada.

La conclusión es que el Campeonato del Mundo no queda decidido en absoluto, a pesar de la diferencia del líder.
En Shanghai, Lewis se ha comportado como los grandes - pole, vuelta rápida y victoria - dando una imagen de poder impresionante; pero cuenta con una desventaja importante, que ha vuelto a hacerse evidente, de cara a Interlagos: a diferencia de Massa, él está sólo. A Kovalainen el pinchazo le ha salvado de quedar en evidencia una vez más por la escandalosa diferencia de ritmo con su compañero, y el llamativo hecho de haber sido sobrepasado por velocidad por un Renault conduciendo el monoplaza que ha ganado la carrera.
Hamilton es capaz de sacar lo máximo del MP4-23, que en los últimos Grandes Premios está claramente por encima de los Ferrari, y esa es su baza más importante. Si el coche no falla, y vuelve a sacar el talento y concentración derrochados en el Gran Premio de China, el Campeonato del Mundo es suyo.
La carrera ha sido sencillamente perfecta, y ha demostrado una eficacia brutal que seguramente influirá en la tensión de la batalla, pero la victoria por la mínima deja abiertas demasiadas oportunidades.

Ferrari lo ha dado todo ... ya quisieran en muchas ocasiones derrotas como esta.
El equipo ha hecho lo que tenía que hacer, en una actuación perfecta en lo relativo a su desarrollo individual del Gran Premio: han apostado fuerte con todo perdido frente al rendimiento aplastante de McLaren-Hamilton; una vez superados Räikkönen se ha puesto a trabajar para asegurar el segundo puesto.

Sólo Kovalainen podría haber desbaratado el plan de Domenicali, pero al quitarse de en medio, con la victoria descartada todos los miembros de la Scudería han justificado el sueldo en el intercambio de posiciones de Kimi y Felipe, por otra parte lo único bochornoso en una carrera impecable de los Rayos Rojos.
Contar con Iceman es un apoyo muy importante para Massa, aunque el resultado final sean unos difícilmente superables siete puntos, la situación para la última batalla en cualquier caso pasaba por la misma base desde le principio: un enorme fallo de McLaren en Interlagos.
Felipe ha puntuado, Räikkönen está con él y el equipo vuelve a funcionar como debía: si la situación fuera parecida en McLaren, Hamilton ya sería campeón.

Renault parece haber tomado decididamente en la recta final el papel de BMW, superado Toyota, aunque como ocurre con las Flechas de Plata, Fernando Alonso debe hacer todo el trabajo.
De nuevo no ha habido catástrofes, ni siquiera un pequeño error que diera una oportunidad: simplemente El Nano ha cogido el ritmo de cabeza y se ha mantenido con comodidad por delante de un McLaren al que ha superado con inteligencia - nadie le esperaba en la Curva 13 - ganando una buena diferencia para un final tranquilo. Los tiempos del R28 han sido casi inexplicables y la duda de cómo afectará esta revolución espontánea la próxima temporada crece.

En la misma línea está la remontada de Kubica, que con un coche muy pesado ha sabido aprovechar el bajo nivel de competición en Shanghai: la estrategia le ha dejado sexto, justo detrás de su compañero, que partía cinco posiciones por delante.
Buena parte de la explicación ha sido la mala actuación de Toyota y Toro Rosso, que aparentemente sólo era capaz de mantener el rendimiento con las complejas curvas a una vuelta; Vettel ha caído a un ritmo bajísimo, y Bourdais ha tenido una actuación discutible, sobre todo por su choque con Coulthard. Podría decirse que Webber lo ha hecho mejor, pero se ha descubierto la pequeña carga de combustible en clasificación y las primeras vueltas de la carrera, donde ha brillado con diferencia.

El Gran Premio de China ha decepcionado, porque ha habido tensión pero no epectáculo; ni siquiera ha sido un desfile de coches, puesto que en sólo diez vueltas era raro no ver una diferencia de dos segundos entre rivales.
Absolutamente todo queda pendiente para la última carrera, en la que la emoción parece desplazarse sólo hacia el resultado.
A la FIA le queda pendiente estudiar el adelantamiento de Massa, tan lógico desde la perspectiva del equipo como discutible desde el punto de vista legal, que ha supuesto otro pequeño intento de Ferrari de volver a la infamia del Kaiserreich.

Enhorabuena a Fernando Alonso por otra carrera impecable, que sigue planteando preguntas sobre la influencia del impresionante final de temporada de R28, dado por acabado hace mucho, y a Ferrari, por provocar una victoria pírrica.

Toque de atención importante y en exclusiva para Kovalainen, el gran perdedor del Gran Premio, el único que ha llamado la atención por su mala actuación, precisamente cuando el equipo más le necesita, dudoso merecedor de un coche que está demostrando ser el mejor.

Felicidades a Hamilton, más por la solidez probada que por el resultado, por rechazar la presión y volver a ser el piloto imbatible que ha deslumbrado puntualmente esta temporada.

Último destino, Interlagos.

16 octubre 2008

Briefing - Shanghai 2008

Con la situación muy parecida - más de lo que se esperaba - a la que había antes del Gran Premio de Japón, pero a falta de una sola carrera, Shanghai debe ser el escenario decisivo del Campeonato del Mundo, especialmente para McLaren.
Puede que Kubica necesite la conjunción astronómica que le permita llegar con posibilidades a Interlagos, o que Massa de la vuelta a las posiciones, pero son las Flechas de Plata las que en realidad se juegan el Campeonato del Mundo sobre esta pista, los únicos que pueden salir del Gran Premio de China con el título.

En las circunstancias normales de esta temporada, Hamilton lo tendría todo hecho: primera fila para salir + despiste de Ferrari = puntos necesarios.
Sin embargo Monte Fuji ha tocado severamente la moral del equipo, con los sucesos del año pasado aún muy frescos en la memoria. Si ésta fue una alarma y Lewis consigue vencerse a sí mismo y a la presión que se le come cuando sólo le falta plantar la bandera en la cima de la montaña, será campeón.
Shanghai cuenta con varias curvas rápidas y estará sometido a una temperatura bastante baja: si McLaren no sale vencedor del circuito puede dar el título casi por perdido, espec
ialmente si los nervios son los culpables.

Mientras que en BMW mantener la oportunidad pasa por un desastre como el del último Gran Premio - si Hamilton puntúa Kubica no tiene nada que hacer -, Ferrari depende exclusivamente de sí mismo y de la labor de equipo.

Aunque quepan otras combinaciones, para superar a McLaren sin estar a su merced Massa debe ganar y además Räikkönen está obligado a trabajar duro para quedar por delante de Hamilton. La exigencia es muy alta, y su objetivo final es, en cualquier caso, Interlagos, por lo que los Rayos Rojos se sumergen en esta lucha que está siendo más psicológica que tecnológica al final de la temporada, sabiendo que queda la mitad del trabajo por hacer.
Si los neumáticos no responden o Massa tiene una de esas carreras, al equipo Ferrari sólo le queda confiar en la suerte para minimizar daños.

El renacer de Fernando Alonso y Renault - que puede pagar la próxima temporada, por no estar completamente centrado en el futuro como sus rivales - tendrá una importancia fundamental si se mantiene al mismo nivel competitivo. Exactamente lo mismo que se puede decir de Kovalainen, el hijo perdido de McLaren, que con el rendimiento adecuado podría regalar el título a su compañero.
Cada piloto con posibilidades de ganar el Gran Premio es una losa sobre Felipe Massa, más que una ayuda para abrir distancias con Hamilton.
El beneficiario final de una lucha muy intensa puede ser Kubica, en manos del azar y de la ineptitud de sus rivales - descontando su gran enemigo: el plan maestro de Mario Theissen.

Demasiada irregularidad para que Toyota intervenga y demasiada zona técnica para que Toro Rosso tenga algo que decir, pero contribuyen a la que, si Interlagos no se hace con el honor, será la carrera con más tensión de la temporada: el Gran Premio de China.


La clasificación ha tenido un protagonista inesperado, el gran perdedor de la jornada: Robert Kubica.
La primera ronda ha demostrado la buena adaptación del Toro Rosso a las rectas de Shanghai, sector en el que Vettel ha recortado medio segundo a sus rivales, y a pesar de ceder ante Räikkönen la primera posición, en su segunda vuelta superó a Iceman y Kovalainen.
Los Renault sorprendían al colocar a Piquet tercero, mientras que los problemas de Kubica se hacían evidentes: en zona de eliminación y su compañero entre los diez primeros - situación similar a la de Trulli, justo en el límite. Con el tiempo cumplido Jarno consiguió subir lo suficiente y Robert pasó por la mínima, hundiendo a coulthard.
En la zona de mejores tiempos malísimas noticias para Ferrari, más allá de la primera posición de Hamilton: Kovalainen se hacía con el segundo sector gracias al excelente ritmo del McLaren en las curvas rápidas, colocándose detrás de su compañero.

La segunda sesión ha roto la rutina de la temporada en la conquista sucesiva del primer puesto; han ido quitándoselo mutuamente, en orden, Räikkönen, Kovalainen y Massa, pero al llegar el turno de Hamilton un error le ha dejado entre Vettel y Alonso, que han brillado respectivamente en el segundo y primer sector.
La situación en Toyota se ha dado la vuelta, con Trulli asegurándose llegar a Q3 y Glock eliminado; aunque en Renault ha sido más inexplicable, porque Piquet es irregular hasta en una misma jornada, con sólo minutos de diferencia.
Kubica ha mejorado levemente - en cualquier caso lejos de su compañero, sexto - pero no ha podido superar los problemas de subviraje y ha terminado haciendo compañía a Timo y Nelsinho, cerrando casi compeltamente su carrera hacia el título.
En su último intento, Hamilton ha sido el único en salir a mejorar y de nuevo se ha hecho con la primera posición.

La ronda definitiva parecía tomar un claro color rojo: Räikkönen primero, a medio de segundo de Lewis y Felipe - que ha quedado por delante - con Webber entre medias. La intervención de Kovalainen cambió el guión al lograr el mejor tiempo antes de la vuelta óptima.

Iceman empezó a batir a Heikki, pero perseguido tan de cerca por Hamilton machacando sus tiempos - especialmente en el segundo sector - que la pole no le ha durado más que unos segundos. La esperada reacción de Massa se ha quedado en un discreto tercer puesto.
Webber ha perdido su posición de líder del segundo grupo - descartada de entrada por su sanción de diez posiciones al cambiar el motor - frente a Fernando Alonso, que se ha alzado hasta ser cuarto, por delante de Kovalainen y su decepcionante última vuelta.

La previsión es una victoria disputada entre Hamilton y Massa, bajo la evidente influencia de las órdenes de equipo en Ferrari.
Lewis basará sus opciones en el ritmo del McLaren, en su excelente apoyo en curvas rápidas, mientras que Felipe debe apoyarse en la estrategia; es discutible un plan predefinido por Domenicali viendo el comportamiento de los Rayos Rojos a lo largo de la clasificación, así que el mal menor para la Scudería sería un segundo puesto.
Si no existen complicaciones externas, que han sido demasiado abundantes esta temporada, la carrera debería estar decidida al final del segundo stint; y todo apunta a que más que los repostajes el momento crítico será la primera vuelta: si Räikkönen se pone delante la ventaja de dos a uno debería ser decisiva; si Hamilton mantiene su posición abrirá un hueco enorme.

La agresividad del momento, y los contactos que como consecuencia pueden producirse, puede ser todo lo que necesita Fernando Alonso para llevar el Renault al podio en medio de la guerra por el Campeonato del Mundo.
El deslumbrante rendimiento en los últimos Grandes Premios y la capacidad de El Nano para aprovechar la más mínima oportunidad son las características idóneas para esta carrera tan tensa, aunque evidentemente queda a expensas de los errores de los equipos punteros.

A la vista de la capacidad de Vettel para afrontar con suficiencia las zonas más complicadas, y de su regularidad sobre Heidfeld, el Toro Rosso puede acercarse a la cabeza, objetivo para el que Sebastian debe concentrarse en la salida.

Kubica más que una remontada necesita un auténtico milagro para terminar el Gran Premio de China con opción al título.
No sólo es la diferencia de posiciones y la concentración de Hamilton y Massa: sencillamente el BMW no ha respondido y paga un grave error en los reglajes; así que descontando una estrategia a una parada con un incidente oportuno y una catástrofe en las primeras posiciones, lo más seguro es que Robert esté desmotivado y ni siquiera alcance la zona de puntos.

El espectáculo, sin duda, estará en cabeza, en la lucha por la victoria y por el Campeonato del Mundo: las dos larguísimas rectas son el espacio para los adelantamientos, dónde se pueden producir duelos decisivos, mientras que las retorcidas curvas serán las que pongan a prueba la tensión de los pilotos, y puede que sean el punto en el que se decida la carrera.

No pierdas de vista a Ferrari, a Vettel, la Curva 14 y a Hamilton.

12 octubre 2008

Análisis - Monte Fuji 2008

Un orden de parrilla poco problemático y la desaparición de cualquier posibilidad de lluvia evaporaban la idea de una carrera loca.
Sin embargo sólo se necesita que el líder del Campeonato del Mundo sufra un cortocircuito partiendo desde la pole para conseguir un
resultado inesperado y un Gran Premio completamente imprevisible.

La salida ha tenido como actores principales a los McLaren, y no precisamente por su brillantez.
El arranque de Hamilton ha sido tan malo que Räikkönen le superaba ampliamente antes de llegar a la
primera curva. Este fallo, habitual y relativamente leve, ha perdido rápidamente importancia: lo realmente grave ha sido el intento de Lewis de arreglarlo, apurando la frenada tanto que se colocó primero pero sin espacio para girar, enviando a Räikkönen por el arcén para evitar el choque.
Kovalainen, lanzado tras los dos, tuvo que buscar una salida por confiar en la maniobra de su compañero que le hizo perder la trazada; a pesar del impacto lateral con Kimi, la Flecha de Plata pudo mantener el ritmo cediendo sólo un pequeño espacio. Trulli, por su parte,
empujó a Massa aunque no de forma tan agresiva como la sufrida por su compañero, dejando abierto el camino.

El beneficio en la salida fue de los más lentos, que se
aferraron al interior de la Curva 1 en vista del tráfico por el borde exterior, y así Kubica y Alonso consiguieron pasar a Heikki y colocarse en cabeza.
El incidente McLaren-Räikkönen tuvo una réplica varios metros atrás, con peor resultado: Piquet desplazó a Nakajima, que se salió de la pista llevándose por delante a Coulthard, que destrozó el Red Bull contra el muro.

La situación se había dado la vuelta - a partir del cuarto puesto de Trulli se alineaban Räikkönen, Bourdais, Massa y Hamilton - pero aún quedaba la maniobra que iba a revolucionar completamente el resultado.
La presión había sobrepasado a Lewis, que consideró necesario adelantar lo antes posible a su rival y lo intentó nada menos que en la chicane; a pesar de conseguirlo en un alarde de técnica impecable, acabó pagando el precio cuando Massa chocó contra su tren trasero, dejándole en sentido contrario a la marcha.
Hamilton marchaba último antes de acabar la primera vuelta, y realizó un pit stop improvisado para variar su estrategia en búsqueda de imprevistos.

Pasado el momento de locura la carrera se estabilizó de golpe a niveles mínimos de acción.
Iceman parecía el único dispuesto a dar algo de espectáculo, pasando a Trulli en Dunlop sin problemas y
aumentando su ritmo a la caza de Kovalainen, consiguiendo de camino vueltas rápidas. Una pequeña sorpresa fue el chocante adelantamiento en la recta principal de Fisichella a Rosberg, que necesitó un par de vueltas para recuperar la posición.
El otro Force India sufrió un reventón, haciendo compañía en los abandonos a Glock, camino del box. La otra gran noticia de la jornada llegó cuando Kovalainen dejó de preocuparse por el acoso de Kimi: el robusto McLaren sufrió una rotura de motor, sumándose a la lista de eliminados - cuatro en 16 vueltas - desde la tercera posición.

Las sanciones llegaron en forma de drive through para Hamilton y Massa - clavado detrás de Bourdais - que los dejaron a la cola del pelotón.
En cabeza Alonso volaba, acercándose cada vez más a Kubica en el final del primer stint, en el que iba a contar con unas vueltas extra. Consecuentemente durante la ronda de repostajes se produjo el cambio en la primera posición y El Nano quedó a expensas de su capacidad para mantener el ritmo y aumentar la diferencia con Robert.
La otra alteración del orden se produjo debido a un problema al cambiar la rueda del Toro Rosso de Bourdais, que perdió la sexta plaza con Piquet, a pesar de su arriesgado intento de pasada por la tierra en la reincorporación de Nelsinho.

Superados los problemas para adelantar a Button, que dejaba a Hamilton acercarse, Massa se vino arriba hasta el final de carrera, pasando a Webber - pendiente de su estrategia a una parada.

Alonso, cada vez más fuerte, mantuvo el liderato en su segundo pit stop; detrás de él Kubica estaba más preocupado por Räikkönen, que se le echaba encima marcando vueltas rápidas, aunque tambien consiguió retener la segunda posición.
Tampoco se libró de problemas Bourdais en el nuevo repostaje: en su vuelta a pista Massa intentó superarle en el exterior de la Curva 1, produciéndose un contacto que terminó con un trompo del Ferrari.
Pendientes precisamente del repostaje de Felipe, séptimo, el orden lo marcaba Alonso, seguido a diez segundos por Kubica y Räikkönen, y detrás Piquet, Trulli y Bourdais.

Toda la emoción se centraba en el duelo entre Robert y Kimi, que tras dos intentos en los que Kubica se agarró al interior de la recta al que tanto provecho ha sacado, facilitó el acercamiento de Nelsinho, lo que finalmente derivó en una carrera cómoda para los tres porque dejaron de competir y ampliaron las distancias.

El protagonista hasta el final fue Massa, con un ritmo espectacular que no sacó hasta las últimos momentos, cuando marchaba décimo y marcó la vuelta rápida. Cuando pasó a Heidfeld, la diferencia de siete segundos con Webber parecía insuperable a falta de siete vueltas.
Sin embargo El Almirante pagó la estrategia de una parada, y con las ruedas completamente desgastadas, pronto tuvo encima a Felipe, que realizó un adelantamiento espectacular con su mayor derroche de talento y ganas de la temporada. Nada más alcanzar al Red Bull, pensando en el argumento defensivo de Mark, colocó el Ferrari en el interior de la recta principal, rozando el muro y corriendo un alto riesgo; cuando parecía imposible pasar, bloqueado por monoplaza y protecciones, aprovechó el ensanchamiento de la salida del pit lane y conquistó brillantemente el interior de la Curva 1.

La bandera damero recibió a Fernando Alonso como vencedor de una carrera ganada con justicia y limpiamente, por méritos propios, en la que se confirmó un cierto desquiciamiento de Hamilton con su desdoblamiento del líder en la última vuelta, completado con el cuarto puesto de Piquet.
Dos puntos más para Vettel, justo por delante de Massa, que recorta lo mínimo la diferencia.

La conclusión fundamental del Gran Premio de Japón pasa por el desastre vivido por McLaren, aceptable, pero que muestra dos síntomas preocupantes.

Por una parte Hamilton parece ser víctima de nuevo de un tipo de presión que le afecta profundamente, y que puede crecer precisamente con el recuerdo de la temporada pasada. En Monte Fuji Lewis no ha parecido él mismo, el piloto sólido con notas de genialidad: los nervios le han vencido, incapaz de superar un mal arranque, y se ha ido deshaciendo durante el desarrollo hasta un final completamente gris.
Sus momentos brillantes pasan precisamente como consecuencia de incidentes como el choque con Massa, que en esta ocasión le ha hecho desaparecer.
Este Hamilton no es el que deslumbró en Spa y Monza; este Hamilton es el que perdió el Campeonato del Mundo en Shanghai, título que este año merece más que nadie, por lo que él equipo debería ponerse a trabajar con urgencia.

Por otro lado, más preocupante de lo que parece es la rotura de motor sufrida por Kovalainen, la primera en dos años, que ha sucedido al final del ciclo de vida del MP4-23. El momento es crucial porque el coche no puede someterse a más cambios y se encuentra, como todos, tirando de su pico de máximo rendimiento hasta el final.
Puede que se trate de una casualidad catastrófica e inevitable, pero el margen de 5 puntos en dos carreras es demasiado estrecho: sea como sea es indispensable que el coche termine, que ya determinaran otros factores el orden.
La desgracia ha cambiado de barrio, aunque considerando individualmente el Gran Premio, la derrota de McLaren ha sido mínima, cediendo poco en una carrera que podría haber terminado realmente mal.

Evidentemente se puede hacer un análisis a la inversa de Ferrari: tercer puesto y su primer piloto recortando diferencias con el líder del Campeonato del Mundo, pero
este resultado sabe a poco.
El coche ha respondido, y Räikkönen y Massa han estado bien - descontando el incidente en la Curva 12 -, pero no han podido vencer a las circunstancias propiciadas por McLaren. Lo cierto es que Iceman apretando al máximo ha sido incapaz de superar a Kubica y ha terminado rindiéndose ante dos rivales que no deberían haberle supuesto grandes problemas con un recta tan larga.
Felipe ha tenido un error en el límite de lo legal, pero en el tramo final de carrera ha sacado una cara que no se había visto en toda la temporada; con unas ganas enormes y la mejor respuesta de los neumáticos blandos se ha comido a todos los demás. Su adelantamiento a Webber ha sido de los más emocionantes del año, una apuesta muy arriesgada pero maravillosa, pero con un premio pequeño: con la sanción de Bourdais sólo dos puntos sobre Hamilton.
Ha sido un triunfo modesto para Ferrari, pero los últimos Grandes Premios se presentan muy bien para la Scudería.

El gran triunfador ha sido Renault, con una victoria y cuarto puesto en los que tiene más parte el ritmo del monoplaza que los sucesos externos.
Alonso ha hecho lo que se esperaba y ha cumplido los planes manteniéndose en el límite de principio a
fin; ha ganado sin excusas, aprovechando una pequeña oportunidad y consolidando el resultado a base de regularidad con un aporte estratégico. Lo que resulta más llamativo, y da buena idea del nivel del coche en Monte Fuji son los cinco puntos de Piquet, que tampoco se ha visto beneficiado por una debacle en cabeza.
Resulta sorprendente que los Toyota hayan sido superados así, y quizá cierta razón pueda residir en la oportunidad de escapar que han tenido los ligeros Alonso y Kubica.

El BMW definitivamente ha caído en la evolución, y
Robert ha quedado prácticamente sólo en su defensa ante Räikkönen, que ha administrado correctamente, desmoralizando de forma efectiva a Kimi.
A Heidfeld, sin embargo, le han quitado tres rivales de delante y ha vuelto a desaparecer; identificado, con diferencia, como el rival más sencillo en la remontada de Massa.
Lo contrario que a Robert le ha ocurrido a Webber, que ha sido beneficiario y víctima de su estrategia: le han faltado neumáticos para defender el puesto que ha logrado su parada única.

Como último detalle Toro Rosso sigue sumando, e incluso con la sanción tras la carrera a Bourdais por su incidente con Massa, Vettel ya acumula más puntos que los dos Red Bull juntos.
Los supervivientes del flojo Gran Premio de Japón se dirigen a un circuito en el que los motores Ferrari tienen bastante ventaja.


Enhorabuena a Renault y a Fernando Alonso por una victoria trabajada y merecida.

Un pequeño toque de atención a McLaren, que puede dejar escapar el título cuando está prácticamente hecho por el ineficiente manejo de la tensión de Hamilton.

Felicidades a Kubica, que a base de constancia se ha colocado en silencio a doce puntos del líder, manteniéndose competitivo en el duelo a tres.


Rumbo a Shanghai.

08 octubre 2008

Briefing - Monte Fuji 2008

Con el emocionante precedente de la temporada pasada, Monte Fuji sigue siendo un desconocido en muchos aspectos porque la actriz principal, después de treinta años sin competición, fue la lluvia.
Mucho tiempo ha pasado desde las visitas de los grandes de verdad, los que suponían una clara diferencia para su equipo.
Una pista de velocidad es una excelente noticia para los protagonistas de la recta final del Campeonato del Mundo: Toro Rosso, la confirmación de lo evidente, de la superioridad del motor Ferrari sobre el Renault.

Precisamente en Vettel terminan todas las buenas sensaciones que pueda transmitir cualquier elemento con el Cavallino Rampante impreso.
Independientemente de lo que ocurra, el Gran Premio de Japón se presenta como una transición para Ferrari; dónde puede dejar encarrilada la pérdida del título - no matemáticamente -, como puede convertirse en el punto de decisión para que la dirección abandone la lucha por Campeonato del Mundo y se centre en sacar al equipo del naufragio para la próxima temporada.
Con la infraestructura pendiente de derribo y Räikkönen, por suerte para él, descartado por los 27 puntos de diferencia con el líder, todo queda en manos de Felipe Massa, lo que significa que si se repite la situación de 2007 sus ingenieros podrían ponerse a recoger el material en cuanto empezase a chispear.

Aunque Ron Dennis puede sentarse a disfrutar del espectáculo, lo cierto es que en Monte Fuji tiene mucho que perder; las exigencias son bajas, pero si no se cumplen podría ser el mayor desastre de la temporada.
En la práctica empieza la cuenta atrás para Hamilton, que todo lo que necesita es acabar las tres carreras; el objetivo es sencillo a la vista del nivel exhibido por McLaren: que el coche aguante hasta el final, que Lewis no se despiste y seguramente Ferrari hará el resto.
La sorpresa más grande que podrían dar las Flechas de Plata sería conseguir una aportación de Kovalainen, que consiguió su mejor resultado con Renault en esta pista. ¿Se adapta mejor a circuitos rápidos o técnicos? nadie lo sabe.

En cuanto a la competición podio-puntos, BMW es claramente superado por Toro Rosso fundamentalmente por los dos kilómetros de recta en los que el STR3 se comportará como debería hacerlo un Ferrari.
A pesar del enorme empuje de la victoria de Alonso, teóricamente Toyota parte con ventaja sobre Renault y podrían volver a encontrar el ritmo perdido. Como siempre, aunque el monoplaza no se adapte bien a las características del circuito, Webber se convierte en uno de los competidores más firmes, sobre todo si el Gran Premio se acaba convirtiendo en una carrera de resistencia.
En Monte Fuji será especialmente interesante seguir la irregular trayectoria de Williams, por ver el resultado de Rosberg en clasificación, que suele ser definitivo con respecto al comportamiento del coche.

No todo es potencia, y 100R espera a los pilotos para poner a prueba su habilidad.


La clasificación ha escapado al clima lluvioso de la zona por poco, y ha comenzado con el cielo cubierto y partes del circuito con bastante humedad.
A pesar de este imprevisto, los reglajes de seco han dejado claro por el orden de rendimiento de los equipos.

En la primera ronda Toyota ha empezado arrasando, especialmente hasta que ha salido el Sol y la pista ha empezado a ganar grip; desde el sexto puesto Alonso parecía el único capaz de hacerles compañía en su reto a Ferrari y McLaren - sobre todo observando a las otras escuderías - hasta que Piquet tuvo un momento brillante que le dejó tercero.
Toro Rosso ha tenido un arranque lento, y se han mantenido al límite hasta el final, mientras que BMW ha mostrado un rendimiento francamente malo, que ha supuesto la eliminación de Nick Heidfeld.
Timo Glock consiguió el mejor presagio para su equipo consiguiendo la mejor marca con el tiempo cumplido.

La segunda sesión ha estado marcada por la puesta en marcha de los Toro Rosso, a los que aparentemente se les estaba atragantando la zona técnica en Q1 y que han conseguido clasificarse con facilidad.
Glock ha vuelto a pelear en cabeza aunque el que ha apretado ha sido Jarno Trulli, que ha acabado cuarto, contribuyendo al hundimiento de Räikkönen hasta la séptima plaza.
Los Williams se han desplomado, aunque los Red Bull no han estado muy lejos; el último espacio para un eliminado lo ha ocupado Piquet, que ha regresado rápidamente a su camino, cuatro décimas más lento que su compañero.

La ronda definitiva ha dado la vuelta a todo lo visto anteriormente e incluso a sí misma.
Räikkönen realizó una primera vuelta insuperable, colocándose muy lejos del resto de marcas, aunque con la impresión de un dominio Ferrari perdido hace mucho tiempo. Felipe, el habitual poleman, se colocó tras su compañero haciendo suponer una notable diferencia de peso entre ambos Rayos Rojos, lo que supone una estrategia curiosa.
Igualmente sospechoso era el ritmo de Kubica, a pesar de la pobre imagen vista previamente, aunque la auténtica sorpresa la dió Fernando Alonso consiguiendo la cuarta posición.
Cuando la victoria de Ferrari parecía sentenciada fruto de una estrategia bastante arriesgada, llegó la vuelta
increíble de Hamilton, que superó a Kimi en todos los sectores y consiguió una pole de mucho valor por el resultado final: además de El Nano, Kovalainen fue capaz de colarse por delante de Massa.

La previsión es una victoria sencilla de Hamilton, que sólo tiene que temer al cielo o una estudiada maniobra de los Rayos Rojos - con clara inclinación de las probabilidades hacia una carrera en mojado.

Independientemente de lo que pase en cabeza y en relación al Campeonato del Mundo, resulta evidente el fracaso de Ferrari en un plan bastante claro, basado en una condición indispensable: la pole de Räikkönen. Sacrificando a Kimi para evitar que Lewis tomara la delantera, Massa podía permitirse una carga de combustible mayor y esperar al desgaste de sus rivales.
Sin embargo la Flecha de Plata tendrá la oportunidad de escapar y la táctica de Domenicali puede condenar a Felipe, que seguro que no esperaba tener un Renault por delante: si Alonso pasa por delante en la primera curva, la Scudería necesitará un milagro.

En esta ocasión Kovalainen sí puede tener una aportación decisiva en un circuito en el que está especializado, contando con la importante ventaja de un Renault cubriendo la posición.
El buen resultado en clasificación garantiza a El Nano estar en los puntos, aunque difícilmente por delante de Toyota, que ha apostado por una carrera más seria. Glock y Trulli están bastante por encima de sus rivales directos - especialmente sobre BMW -, como se ha demostrado a lo largo de toda la jornada, así que su posición de salida indica que el equipo tiene muy claro a qué está jugando.

Descontando la clásica remontada de Heidfeld, y el producto final de los planes de Ferrari, lo más interesante serán los Toro Rosso, que una vez más están entre los diez primeros preparados para sacar el máximo partido a la inacabable recta.
Si Vettel consigue adaptarse bien a la zona técnica, teóricamente bastante perjudicial para el STR3, podría aprovechar para pasar a sus rivales por potencia teniendo en cuenta las altas posibilidades de encontrarse con monoplazas bastante pesados.


No pierdas de vista a Kovalainen, la lluvia, a los Toro Rosso y 100R.