10 julio 2006

Actualidad - Montoya se retira de la Fórmula 1

Se va El Gordo.

Tras 6 años compitiendo en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1, Juan Pablo Montoya ha decidido volver a Ámerica, su continente natal y su escuela como piloto. Su patrón en el automovilismo estadounidense, Chip Ganassi, ha confirmado el retorno del colombiano al equipo del que es propietario.

Sin embargo es un error pensar en la decisión de Montoya como un regreso por comodidad, una vuelta a una competición en la que ha sido campeón, que domina perfectamente, admitiendo una decepción en la Fórmula 1, puesto que el campeonato en el que triunfó Montoya fue la CART, en el que se convirtió en el campeón más joven (24 años) tras haber pasado por todas las competiciones previas a la Fórmula 1, camino que se vió obligado a abandonar.
Su increíble talento, potenciado por su agresividad, se vió respaldado por un impresionante palmarés como novato: fue considerado uno de los mejores pilotos sin ayudas electrónicas (CART) y consiguió la victoria en su primera participación en las 500 Millas de Indianápolis, pertenecientes a otra competición, Fórmula Indy.

Frank Williams no dudó en contratar a Juan Pablo, considerado desde sus primeras carreras un conductor excesivamente agresivo e imprudente, el enemigo natural de Michael Schumacher y uno de los pilotos con más carácter del Campeonato, acorde con su estilo de condución, como probaba, por ejemplo, su enemistad pública con Ralf "El Hermanísimo" Schumacher, su compañero de equipo.
Durante las cuatro temporadas que permaneció en la escudería, descubrimos a un hombre intratable con la prensa, incorregible, capaz de ser multado por exceso de velocidad y detenido por intentar sobornar a los agentes; y ser a la vez profundamente familiar, acompañado siempre por su mujer, la colombiana Connie Freydell, una habitual en las emisiones como no se recordaba desde Erja Honkanen, la impasible esposa de Häkkinen.



Finalmente fue contratado por McLaren, de dónde se retira tras dos temporadas, equipo en el que su mítica personalidad competitiva, arisca y agresiva se fue diluyendo, motivo por el cual perdió en espectacularidad, pero dejó momentos donde muestra su talento desnudo.

El Gordo nos deja, después de conseguir siete victorias y trece poles, de sumar 304 puntos en 91 Grandes Premios; se lleva su complicada relación con los demás pilotos, su tensión con la prensa, su voluntad inquebrantable, su comportamiento irreflexivo, sus maniobras imposibles, su pasión.
Nos quedamos sin el Espectáculo Montoya.



Nos deja momentos inolvidables, la emoción de disfrutar sus locuras y el recuerdo de un piloto distinto, fuera y dentro de un circuito.



Gracias Juan Pablo Montoya
, El Gordo.
Que tengas mucha suerte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Juan Pablo:

Heres un tipo muy capáz, un hombre que llegó alto, disfrutó momentos deliciosos y perseveró hasta el final.

Mucha fuerza y garra, sé que eso te sobra, no te deceo suerte porque eso es para las personas que le falta la fuerza y el coraje.

HERES UN TIPO GRANDE
TU AMIGO

Cristián Andrade Salgado
Tomé
Chile