30 junio 2007

Briefing - Magny-Cours 2007


La vuelta a los circuitos clásicos ha perdido importancia frente a otro regreso más esperado: el del renacido Robert Kubica, probablemente sometido por el síndrome del inmortal como tantas veces se ha visto en el Gran Circo.

Mientras la atención se centra en el posible comportamiento osado hasta el extremo del piloto de BMW, la cabeza del Campeonato del Mundo se enfrenta al Gran Premio de Francia en una situación insólita, con Hamilton como líder y los McLaren dominando de forma aplastante.
La presión está principalmente en Ferrari, un paso por detrás de las Flechas de Plata y acosados por BMW; la regularidad no es suficiente y en Magny-Cours Massa y Räikkönen, más criticados individualmente que el propio equipo, deben asumir riesgos y conseguir una victoria. En el capítulo de las resurrecciones obligadas también tiene un hueco Honda, que por fin equipará sus mejoras para los desesperados Button y Barrichello.
La gran prueba del Gran Premio de Francia la pasará Kovalainen, pendiente de confirmar en un circuito normal el excelente rendimiento de la gira americana.

La clasificación ha dado una sorpresa de las que deciden el Campeonato del Mundo.
En la primera ronda los Rayos Rojos se han mostrado poco maniobrables, incluso con un paseo de Massa en la chicane de entrada a meta, lo que ha dado el mejor tiempo a Hamilton. Los Super Aguri han decepcionado, teniendo en cuenta su
increíble temporada, y han sido incapaces de salir de la zona de eliminación, en contraste con los Honda, que han recuperado el orden lógico, lo que de momento parece indicar que la nueva especificación funciona.
Fisichella y Webber se han encontrado en peligro de forma incomprensible, sobre todo comparando sus resultados con las marcas de sus compañeros, con un ritmo excelente. Antes de acabar la sesión el Spyker de Adrián Sutil se convertía en la primera víctima del Gran Premio.

Al inicio de la segunda tanda Coulthard se ha visto obligado a volver al box inmediatamente con problemas en e
l cambio; Mark Webber, libre de problemas, ha sido incapaz de conseguir una buena marca, lo que ha supuesto la eliminación de ambos Red Bull. Han sido acompañados por los Honda, poco peligrosos en Q2, demostrando hasta dónde llega su mejora.
Hamilton y Kovalainen han demost
rado un gran ritmo, mientras los Ferrari han comenzado a afinarse detrás de Lewis; al contrario Heidfeld ha mostrado un rendimiento pobre, algo que ha quedado más en relieve por la solidez de Kubica. El Bueno permanecía en el filo flanqueado por los Toyota hasta el final; con el tiempo cumplido Trulli, el eliminado de los tres, hundió al BMW que, a continuación, en su última oportunidad, ha dejado fuera finalmente a Ralf Schumacher.

La ronda definitiva se iniciaba demostrando la gran
diferencia entre los pilotos de Williams, con Rosberg compitiendo con los mejores y Wurz eliminado en el primer corte. Los líderes se han ido sucediendo en los pit stops: inicialmente Räikkönen, tras la primera parada Hamilton y, en condiciones óptimas Massa, que se ha hecho con la pole.
Kubica se ha colocado detrás de Ferrari y McLaren,
seguido por los Renault, beneficiarios de los problemas físicos de Heidfeld. Resultados aparte la gran noticia se ha producido en la primera vuelta, cuando un problema en el cambio ha obligado a abandonar a Fernando Alonso, colocándole en el décimo puesto, lejos de la victoria y con un serio problema para seguir siendo competitivo de cara a ganar el Campeonato del Mundo.

La previsión para la carrera pasa, inevitablemente, por la predicción de lluvia: si, como se espera, se compite sobre mojado el resultado es impredecible, y no se podría descartar, incluso, que El Nano acabara peleando por el primer puesto; sin hablar, por supuesto, del posible reparto de puntos.
Con un planteamiento normal de carrera el principal candidato es Lewis Hamilton, imparable, que compite con una mejora sospechosamente abrupta de Ferrari, que hace pensar en alguna maniobra de El Mago del Suspense; del rendimiento de los Rayos Rojos dependerá el resultado de Kubica propulsado en su vuelta por su poder mental: la solidez de BMW y la irregularidad de Iceman le colocan casi en el podio.

El espectáculo, sin duda, lo dará Fernando Alonso, porque sus posibilidades para ganar el Campeonato del Mundo pueden verse seriamente afectadas por el incidente de la clasificación teniendo en cuenta la regularidad del líder; El Nano tiene que arriesgar para ceder la menor diferencia posible en una carrera en la que puede verse favorecido por la lluvia y el caos que trae consigo. Los otros protagonistas, habituales: Heikki Kovalainen, que en la clasificación definitiva ha quedado por detrás de Fisichella, Mark Webber, acostumbrado a remontar y, por supuesto, El Huracán.

No pierdas de vista a Fernando Alonso, Adelaida, a Robert Kubica y a la lluvia.

27 junio 2007

Briefing - Magny-Cours

El clásico Gran Premio de Francia se celebra, por última vez en 2007, en un típico trazado europeo, el Circuit de Nevers Magny-Cours.
Como todas las pistas con algo de solera del Viejo Continente ofrece tanta historia como poco espectáculo en el presente; preparada para correr con otro tipo de monoplazas se queda pequeña y estrecha para los coches actuales, que afrontan sus chicanes rápidas de forma automática, sin ofrecer ninguna oportunidad para ver una lucha directa por la posición.
Magny-Cours es un trazado obsoleto, a extinguir, que únicamente en los días de lluvia abre espacio a la improvisación y a la auténtica competición, porque en condiciones normales el Gran Premio de Francia es un carrusel.

La característica distintiva de Magny-Cours es la temperatura variable de la pista. El asfalto del circuito es de un color gris muy oscuro, casi negro, lo que provoca que la absorción de calor sea alta según la luz; por esta razón a lo larg
o de la jornada el agarre en distintos tramos varía abruptamente, incluso distinguiendo en un determinado momento entre zonas de sol y sombra. El principal problema derivado es una imposibilidad de estimar el grip, que dependerá directamente de condiciones ambientales, lo que obligará a ampliar el margen en cuanto a la preparación de los neumáticos.
La otra cualidad destacable del circuito es la situación y extensión del pit lane, que reduce notablemente el tiempo perdido en los repostajes, siendo éste uno de los menores del Campeonato del Mundo. Como consecuencia se permite cierto juego con las estrategias de los equipos, como demostró Jean Todt en 2004, al hacer entrar por cuarta vez a Michael Schumacher a doce vueltas del final; la jugada maestra de El Mago del Suspense sorprendió a Briatore y Alonso, sin tiempo para reaccionar con el segundo puesto y el incomprensible, hasta ese momento, rendimiento del Ferrari asumidos.

El set up se centra en aumentar el par motor, para conseguir una aceleración fuerte a la salida de las chicanes rápidas que conectan tramos rectos y las curvas lentas. Otros aspectos de la configuración del coche serán los encargados de mantener la estabilidad, como la aerodinámica, que presentará un nivel de carga bastante alto para mantener la competitividad en la rapidísima Curva 3 sacrificando los tramos de máxima velocidad.
La llanura que sostiene la pista, absolutamente plana, ayuda a los equipos, que bajan lo más posible el suelo de los monoplazas y colocan una suspensión dura que, sin peligro de baches, supone un incremento de la maniobrabilidad en los sectores más lentos, compensando los posibles problemas causados por el agarre variable.
Los neumáticos son la elección más difícil y precipitada, sobre las condiciones ambientales en el momento, lo que obliga por seguridad a abrir la ventana de funcionamiento a cambio de reducir el óptimo rendimiento; un aumento de radiación solar, por ejemplo, puede suponer serios problemas de sobreviraje.

El punto más conflictivo es la última chicane, con pianos muy altos, que hacen botar excesivamente los
coches, con el riesgo de sobrerrevolucionar el motor sino causar más daños, junto a Adelaida, el final de un tramo muy rápido.
La zona óptima de adelantamiento, aunque mínima, es la recta de atrás, precedida por una zona de baja
velocidad en la que los coches con mejor rendimiento en los sectores lentos pueden llegar suficientemente pegados para intentar la pasada, lo que explica los esfuerzos de los equipos en este sentido.

En Magny-Cours
el resultado pasa por un buen puesto de salida que prácticamente sólo se puede cambiar con la estrategia de pit stops; si no hay imprevistos como la lluvia que propició la victoria del Hispanoalemán Heinz Harald Frentzen al volante de un Jordan.

22 junio 2007

Humor - Heikki, na-Barón de la Casa Harkonnen

Establecer un parecido razonable entre dos personas es relativamente fácil, sobre todo si comparten genética; aunque lo más interesante en este mundo fascinante de las semejanzas es la creencia de que cada persona tiene su sosias en alguna parte del mundo.
Seguramente esta es la razón por la que una persona con rasgos llamativos suele invitar a pensar que ya se le ha visto antes.

Heikki Kovalainen, paseando por el paddock, provoca esa sensación de déjà vu. Su pelo de punta, de un rubio casi blanquecino, los ojos claros hundidos, su mandíbula ... ¿dónde he visto yo esa cara antes?.
La respuesta está en la adaptación de
Dune, la novela de Frank Herbert, al cine realizada por David Lynch, en la que el director decidió encarnar a Feyd-Rautha Harkonnen en Gordon Summer, es decir, Sting.
El parecido razonable entre Sting y Heikki Kovalainen se acentúa especialemente con esta caracterización tan llamativa como el propio semblante del piloto.

Feyd-Rautha, el na-Barón de la Casa Harkonnen, es un superhombre fruto de una cuidada selección genética que le ha dotado de unas cualidades físicas y una rapidez mental envidiables. Bajo la protección de su tío, el
obeso Siridiar Barón Vladimir Harkonnen, un cruel y hábil gobernante rodeado perpetuamente por sus sirvientes y un harén, aprendió a explotar sus habilidades al máximo, convirtiéndose en un sucesor capacitado y letal.
El que quiera ver paralelismos ...



La Casa Harkonnen, a pesar del aspecto de sus miembros y la propia etimología, es originaria del planeta Giedi Prime, no de la cuna de grandes competidores llamada Finlandia.

17 junio 2007

Análisis - Indianápolis 2007

El Gran Premio de Estados Unidos ha sido un resumen de la gira americana: un paseo de McLaren, con la confirmación de Hamilton y la humanización de Alonso.
Lo cierto es que el principal vencedor es el artesano de este éxito, Ron Dennis, que ha conseguido llevar a sus Flechas de Plata un paso por delante de Ferrari, sacando el máximo provecho de la extrema rivalidad entre sus pilotos; los McLaren se han convertido en bólidos inalcanzables, tanto que la única incertidumbre es el orden en que ocuparan las dos primeras plazas. Dennis ha superado con un éxito inesperado dos pruebas que inicialmente beneficiaban a los Rayos Rojos, y en adelante, en la favorable Europa, sólo pueden aumentar la diferencia.

La salida, tal como se esperaba, ha sido un duelo entre las Flechas de Plata, con el ansia, algo más comedida, de Alonso por ganar la primera posición en la primera curva; las condiciones de Indianápolis, que propician los adelantamientos, han hecho que El Nano asumiera menos riesgos, apostando por un adelantamiento en mitad de la carrera tras intentar sobrepasar a su compañero por el exterior.
Sin duda el que mejor ha sabido salir ha sido Kovalainen, que ha aprovechado un nuevo despiste de Räikkönen, rebasado por Heidfeld, para ponerse en paralelo con el Rayo Rojo entre la primera y segunda curva, ganando la quinta plaza en la estela del BMW. Por su parte Vettel ha gastado parte de su crédito en una comprensible salida de novato.

El atasco en la entrada al Infield se ha cobrado las primeras víctimas del Gran Premio. Ralf Schumacher ha embestido el tren trasero de Coulthard en el primer giro, dejando su Toyota aparcado y mandando al Red Bull a su box; el mismo camino que siguió Rubinho en esta primera vuelta, otro afectado de El Hermanísimo.
En la Curva 4 se hacía más grande la diferencia entre los pilotos Renault, al menos en cuanto a concentración, cuando Giancarlo Fisichella apurando el exterior ha pisado la hierba, haciendo un trompo que lo ha colocado en penúltima posición.

En estas primeras vueltas se producía un adelantamiento que iba a desembocar en la situación más interesante de la carrera: en el final de la recta principal Liuzzi pasaba a Wurz, estableciéndose una feroz batalla entre ellos.

El Williams lo ha intentado muchas veces, muy pegado al Toro Rosso, sin desistir tras cada recuperación de Liuzzi; la mejor oportunidad de Wurz, meter el coche por velocidad a la entrada de la Curva 1, era contestada con una frenada bien ajustada, lo que ha prolongado la lucha durante decenas de vueltas.
Por delante la cabeza ha comenzado a separarse, conservándose únicamente la competencia entre Kovalainen y Räikkönen. En la zona media Webber ha despertado y ha iniciado la presión sobre Trulli, más agresiva que la de Vettel sobre Rosberg.

Los adelantamientos han venido servidos por dos coches potentes muy retrasados. Físico, taponado por Button, ha conseguido desembarazarse de él en un largo paralelo, tras varios intentos metiendo medio coche, y se ha lanzado a por Speed, al que ha adelantado con facilidad, uniéndose a la batalla de Liuzzi y Wurz como tercer vagón del trenecito. Por su parte El Huracán ha adelantado con anterioridad a Speed en el Infield con banderas amarillas, colocándose tras Sutil, que ha pasado a intentar aprovechar los errores de Wurz a defenderse del Super Aguri. Cuando Sato ha conseguido pasar al Spyker, se le ha atragantado la Curva 4 de forma similar a Físico, sólo que en esta ocasión el coche ha quedado clavado en la puzzolana, sin posibilidad de volver a pista.
De repente una alteración imprevista en el orden de carrera debido a una excursión de Heidfeld, que ha seguido el trazado original del óvalo y ha tenido que volver campo a través, haciendo un buen tramo off road tras encontrar una puerta al Infield, colocándose en paralelo con Kovalainen, que poco después ha conseguido quitarle la plaza.

El primer pit stop de McLaren, contra todo pronóstico, lo ha realizado Hamilton una vuelta antes que su compañero, acompañado de Massa y Heidfeld. Como resultado, tras la parada, El Nano se ha encontrado con Trulli entre él y su compañero; aunque ha conseguido pasar a Verdaderamente con facilidad, el Toyota le ha hecho perder una ventaja que más tarde echaría de menos y que le ha obligado a esforzarse al máximo para recortar la diferencia hasta quedar pegado a su compañero.
La remontada de Físico se confirmaba con su pasada a Wurz en la Curva 7, antes de la recta de atrás, chocando las ruedas, lo que le dejaba frente a frente con Liuzzi, que ha pasado toda la carrera defendiéndose; pero el Toro Rosso no ha sido rival para el Renault y ha sufrido un tratamiento idéntico al recibido por el Williams. Button, tras pelear con Speed, sutituyó a Fisichella como tercer vagón del trenecito.
La parada de Kovalainen le ha dejado detrás de Iceman y El Bueno, que ha dejado de preocuparse de retener a Räikkönen, que ha escapado, para proteger su posición del Renault.

En cabeza Alonso se echaba sobre Hamilton mientras ambos comenzaban a doblar a otros coches; la
presión de El Nano era máxima hasta llegar ambos McLaren al trenecito, donde Liuzzi se ha convertido en un tapón.
Cuando el Toro Rosso ha entrado al pit lane ha llegado la mejor oportunidad de Alonso, el punto crucial de la carrera. Hamilton se ha echado fuera de la trazada al salir de la Curva 13, en previsión de una posible búsqueda del interior de la Curva 1; efectivamente Fernando había pensado esa maniobra, pero rápidamente ha probado a abrirse al exterior e intentar pasar por velocidad, a lo que Lewis ha contestado buscando al trazada, tapando el hueco y presionando a su compañero hacia el muro.
Un error de El Nano ha dado ventaja a Hamilton, que se ha escapado sentenciando prácticamente la carrera.

La primera parada de Nico Rosberg, con una estrategia muy beneficiosa, ha llegado un poco antes que la
segunda que todos los demás. En esta ocasión Alonso ha entrado antes que Hamilton, y a pesar de ganar casi un segundo no ha conseguido adelantarlo; como le ha ocurrido a Räikkönen con Massa, sometido a una gran presión de Iceman, con un gran ritmo en el segundo stint, aunque la competencia entre los Ferrari se ha mantenido tras el pit stop. Felipe ha estado constantemente pendiente de los espejos, especialmente en el Infield.
De aquí al final la otra lucha interesante la han librado Webber y Trulli por el séptimo puesto; El Almirante
no se ha cansado de intentarlo, a pesar de que el Red Bull, demasiado fuerte, ha tenido que atravesar las dos primeras curvas en línea recta.
La última pasada, muy simbólica, ha sido de Davidson sobre Button en el interior de la Curva 1; y el resto de momentos de interés antes de la bandera dameto han sido tres abandonos. Heidfeld con problemas hidráulicos, que ha perdido unos puntos que le descuelgan de la lucha con Ferrari; Liuzzi, que ha sufrido un injusto final a su carrera a la defensiva, superando el acoso de coches más
rápidos; y el inmerecidisimo abandono de Rosberg, entre las llamas de su motor, cuando se encontraba sexto tras remontar ocho posiciones con una inteligente estrategia. Sebastian Vettel ha ocupado la última plaza de puntos.

La conclusión, para las escuderías punteras, viene a ser la de siempre: McLaren se escapa, y la cuenta atrás para la victoria de Hamilton se ha iniciado, compitiendo únicamente con su compañero con una ventaja que seguramente sabrá administrar con su regularidad.

Es el momento de hablar de tres novatos distintos.
A pesar de puntuar en su primer Gran Premio, Sebastian Vettel ha decepcionado un poco por su exagerada prudencia. Tratando de protegerse en la salida ha caído varios puestos, desaprovechando su buen resultado en la clasificación; no ha cometido muchos más errores, pero por evitar críticas a su inexperiencia su carrera ha sido bastante gris y conservadora, algo que las circunstancias de carrera han premiado con un punto.
Por otro lado Nico Rosberg ha sido el más arriesgado con el planteamiento de Williams a una sola parada; ha conservado sus neumáticos y ha ido ascendiendo, así que cuando sus rivales se han querido dar cuenta había ganado ocho posiciones, cuando se ha demostrado la poca fiabilidad de los Williams. Un apellido como el suyo pesa, pero Rosberg y Wurz están demostrando progresar mejor que su coche.
El héroe de la jornada ha sido Kovalainen, el novato que ha encontrado el camino. La gira americana le ha sentado muy bien y la mejora de su rendimiento con el avance de la temporada ha quedado demostrada; Heikki ha dado muestras de oportunismo en la salida, solvencia y seguridad durante la carrera y agresividad en su adelantamiento afortunado a Heidfeld. Una vez adaptado al coche, comprendiendo los problemas de Renault, Kovalainen a conseguido hacer brillar por fin su talento, y en poco tiempo estará por delante de su compañero.
Norteamérica ha sentado bien a los jóvenes.

La peor parte se la ha llevado El Huracán, con su sanción de diez puestos para el Gran Premio de Francia; aunque los que se han mostrado algo deslucidos han sido Räikkönen y Alonso, que se han visto superados por sus compañeros: Kimi, muy despistado, y Fernando, algo nervioso, esperan a volver a Europa para demostrar sus capacidades.

El Gran Circo los espera, porque los necesita.

Enhorabuena a Hamilton y Kovalainen, las nuevas estrellas, perfectamente asentados en la competición. Felicidades también a Jarno Trulli, que demuestra su gran labor con un coche que hunde a su compañero.

Mucha suerte para Sebastian Vettel, que en Indianápolis se ha abierto un hueco en el Campeonato del Mundo, despertando el interés de las escuderías.

Nos vemos en Magny Cours.

16 junio 2007

Briefing - Indianápolis 2007

El desarrollo de esta temporada, marcada por la igualdad, es una eliminación de candidatos al título más que una marcha aplastante de un líder.
Por eso la sorprendente regularidad de Hamilton, que ha acabado todas las carreras en el podio, lo ha alzado al primer puesto mientras las circunstancias hundían a sus rivales; por esta razón y con su primera victoria, a estas alturas se puede asegurar que Lewis es su único rival, y que si mantiene, junto a su equipo, la solidez, ganar el Campeonato del Mundo es posible.
El Gran Premio de Estados Unidos es, para el resto de candidatos, una expectativa para ver caer al líder, que nunca ha corrido en el óvalo.
Por otra parte la punta de velocidad requerida en Indianápolis puede colocar a Nick Heidfeld entre McLaren y Ferrari, gracias a la potencia de BMW, y a Takuma Sato, impulsado por su sorprendentemente poderoso Super Aguri, en la lucha por los puntos ... ¿quién lo hubiera dicho?.
Aunque lo más esperado en Indianápolis es, sin duda, el estreno de Sebastian Vettel, el joven piloto de pruebas que lleva un año deslumbrando en los entrenamientos libres: de haber estado en Toyota, sin Heidfeld y Kubica por delante, seguramente ya estaría compitiendo. Vettel tiene todas la papeletas para convertirse en el protagonista del Gran Premio de Estados Unidos.

El circuito ovalado de Indianápolis, uno de los más antiguos del mundo, fue construído con una pista de ladrillo,
por la que también es conocido como Brickyard; como testimonio se conserva una yarda del firme original en la recta principal. Además de asfalto una de las principales modificaciones, que hace posible la disputa de un Gran Premio de Fórmula 1, es la construcción del Infield, una zona técnica en el interior del óvalo, más lenta y virada, que se apoya sobre una de las curvas sobreperaltadas y la recta principal del trazado exterior, una zona que beneficia a los monoplazas con mayor velocidad punta.

El set up del coche se establece a partir de dos configuraciones totalmente distintas: la del Infield, donde las curvas lentas exigen maniobrabilidad óptima, y la del óvalo, que requiere potencia. La decisión es compleja puesto que el lugar de adelantamiento, uno de los mejores de la temporada, es el final de recta donde una punta mayor puede ser decisiva, pero el tiempo en cada vuelta se marca básicamente en el Infield.

La decisión de los ingenieros es confiar en cambio, suspensión y dirección para la parte más técnica, con una pequeña ayuda aerodinámica, y preparar ruedas superblandas y alerones mínimos para la zona de velocidad; a pesar de la rapidez en la peligrosa Curva 13, el peralte y el extraordinario grip mantendrán el monoplaza en la trazada.
El motor y los neumáticos serán las partes sometidas a mayor presión por culpa de las características del
óvalo.
En primer lugar el motor debe soportar un periodo larguísimo a máximas revoluciones, lo que revelará la fiabilidad, o la falta de ella, en algunas escuderías, mientras que las ruedas sufrirán una enorme fuerza lateral en la temible C13; a pesar de lo cual se usarán compuestos blandos, puesto que el agarre es bueno y la velocidad necesaria. El Infield se encargará de poner a prueba el resto de componentes, asegurando una carrera muy complicada para todos los monoplazas con subviraje; la importancia de la maniobrabilidad queda demostrada por la forma de afrontar las curvas quinta, sexta y séptima, tan lentas que se consideran una única enlazada.
El interés se centra alrededor de la recta principal, con un punto óptimo de adelantamiento en C1 y su contracurva, y una zona de serio peligro en la primera y, especialmente, última curva: dos oportunidades para pagar un mal trabajo de equipo con un accidente.

La clasificación ha sido una nueva exhibición de las Flechas de Plata.
Los únicos incidentes en una jornada tranquila se han dado en la primera sesión: los paseos por la hierba de
Albers y El Superhéroe, y la salida de pista en la recta trasera del propio Coulthard. Lo más llamativo de esta tanda ha sido la estrategia de BMW y Felipe Massa, que han dado unas innecesarias vueltas para asegurar su pase.
Por primera vez los Super Aguri se han mostrado más débiles que los Honda, como ha reflejado especialmente la solvencia de Botón; finalmente sólo ha caído Sato, acompañado por Alexander Wurz.

La segunda ronda ha mostrado el poder de Red Bull, a pesar de la eliminación de David Coulthard, y la debilidad de Honda y Toyota, siempre en peligro. Como de costumbre las plazas para la siguiente tanda se han decidido sobre el tiempo, momento en el que Rosberg era el que se encontraba en el filo. Fisichella ha conseguido pasar hundiendo a Nico, muy apurado con su Renault en contraste con el sólido Kovalainen, acompañado de Trulli, que de nuevo ha dejado en evidencia en una
clasificación a su compañero de equipo, El Hermanísimo.

La sesión definitiva se ha iniciado con la agresividad de
Mark Webber, que desde la salida, en el pit lane, se ha dedicado a hacer adelantamientos sin sentido.
Los dos McLaren se han puesto en cabeza seguidos por Heidfeld, y han conservado sus plazas con facilidad hasta el final. Lewis Hamilton se ha mantenido mejorando sus propios tiempos durante toda la ronda, y de nuevo un error de Fernando Alonso en la última vuelta le ha dejado sin competencia; en la batalla por la segunda línea los Ferrari se han recuperado al final desplazando a los BMW.
La sorpresa la ha dado Heikki Kovalainen, cada vez más seguro, que ha desplazado a Vettel con una posición y un rendimiento notablemente mejor que el de Físico.

La previsión para mañana, a pesar de las posibles estrategias, es una victoria aplastante de McLaren debido a la falta de margen para la mejora del resto de los equipos; mientras que el podio se disputará entre los Ferrari y Heidfeld, con mejores perspectivas para los Rayos Rojos.
Gran parte del espectáculo lo darán los Red Bull, retrasados pero muy fuertes, y Takuma Sato: con El Huracán desatado en un circuito dónde el adelantamiento es sencillo la probabilidad de ver a los Super Aguri luchando por los puntos es alta.
Puede que sea una carrera accidentada, sobre todo en cuanto a abandonos, pero la dura lección de Montreal minimizará las posibles sorpresas que podría provocar la salida del Safety Car.

No pierdas de vista la recta principal, a Vettel, la fiabilidad, a Webber y la Curva 13.

10 junio 2007

Análisis - Montreal 2007

¡Amo este deporte!

Con la tranquilidad del relativo buen estado de Kubica se puede decir que este Gran Premio de Canadá ha sido divertido y emocionante como pocos. El espectáculo en el Gilles Villeneuve
Circuit ha sido completo, con todos los ingredientes posibles para convertirse en una carrera impredecible: accidentes, adelantamientos, sanciones, remontadas, averías y descalificaciones.
En el esperado día de Hamilton, en el que se suponía que sería la única estrella, el protagonismo se ha repartido entre muchos pilotos según avanzaba la carrera: Webber,
Rosberg, Kubica, Wurz ... aunque la intervención más destacada ha sido la del Safety Car, que ha alterado el resultado con cada una de sus cuatro entradas.

La salida ha dado una idea de lo perdidos que han estado Alonso y Räikkönen durante el fin de semana.

El Nano, especialmente desquiciado, se ha lanzado a adelantar a Hamilton en la Curva 1, que se le ha atragantado durante toda la carrera, de una forma menos razonable que en ocasiones anteriores; el resultado ha sido un descenso al tercer puesto al saltarse la curva por la excesiva velocidad. Más atrás Iceman se ha encontrado con esta situación y con su compañero en la trazada, lo que ha aprovechado Rosberg pasándole por el exterior de la Curva 2, sin posibilidad de reacción de los encajonados Rayos Rojos.
Jenson Button, parado en la parrilla, era el primero en abandonar.

Kovalainen y Davidson han comenzado a remontar mientras que Alonso, más fuerte que Heidfeld, buscaba huecos, aunque la primera pasada a sido la de Webber a Coulthard, limpiamente, por velocidad en la recta, lo que resulta llamativo tratándose de dos Red Bull; a pesar de algún error por la falta de grip en la Curva 10, L'Epingle, inmediatamente ha empezado a presionar a Barrichello en la penúltima recta, aprovechando la punta y arriesgando con poco ángulo frente al Muro de los Campeones.
Uno de los momentos determinantes ha sido el choque de Speed con Wurz; el Toro Rosso se ha comido al Williams, rompiendo el soporte del alerón con la rueda. El monoplaza de Scott no ha soportado el bote y ha roto la suspensión, mientras que Alexander ha decidido continuar a pesar del riesgo de desprendimiento del alerón, una apuesta ganadora, a pesar de que Kovalainen ha aprovechado para pasar a la víctima del exceso de velocidad de Speed.
Por delante Hamilton, Heidfeld y Alonso, de nuevo atragantado con la Curva 1 provocando un acercamiento de Massa, han ampliado sus distancias, mientras que por atrás se ha iniciado un duelo muy interesante entre Liuzzi y Webber, adelantándose mutuamente en L'Epingle, donde El Almirante ha tenido que abrirse al exterior tras la apurada. Unas vueltas más tarde ha conseguido su objetivo y ha comenzado a enseñar el morro a Trulli.
Un nuevo derrape de El Nano en C1, cruzando el tren trasero, ha facilitado el pase de Massa a la tercera posición.

La primera parada, como se esperaba, ha sido de Nick Heidfeld, seguido por Hamilton, antes de lo previsto para intentar dar aire a su compañero y compensar sus errores, lo que sorprendentemente le ha beneficiado.
Adrian Sutil ha chocado lateralmente con el muro de la Curva 4, convirtiendo el Spyker en un obstáculo peligroso, lo que ha provocado la primera salida del Safety Car en esta temporada con las nuevas reglas, justo antes de los repostajes.
Los Ferrari, Fisichella, Kubica se han encontrado en la reserva, esperando la apertura del pit lane; en una situación más extrema Alonso y Rosberg, más secos que un Martini, han entrado a por combustible, asegurándose una sanción. La paciencia de Massa y Fisichella para entrar al repostaje ha agotado la destinada a respetar los semáforos, y esta salida ilegal ha sido peor considerada que la parada antirreglamentaria, aunque el reparto de castigos se ha hecho esperar.

Con la carrera relanzada ha llegado el momento más impactante del Gran Premio.
Robert Kubica ha intentado adelantar a Jarno Trulli en C9, y la defensa de Verdaderamente le ha hecho
pisar la hierba a final de recta, provocando el despegue del BMW. El monoplaza de Kubica se ha estrellado a gran velocidad, sin posibilidad de frenar, contra el muro interno de L'Epingle en un accidente terrible que ha destrozado totalmente el coche; el cockpit desnudo, sin ruedas ni alerones, ha girado violentamente hasta el otro lado de la pista, chocando contra el muro exterior. Toda la zona circundante a la aguja de la Curva 10 ha quedado cubierta de restos del monoplaza y aceite, convirtiéndola en un lugar peligroso.
El Safety Car ha salido de nuevo en un momento en que la carrera exigía su neutralización.

Heidfeld se ha quedado dormido en el segundo relanzamiento, dejando escapar a Hamilton, mientras que el avispado Sato ha aprovechado el error de Räikkönen en L'Epingle, que debido a la falta de grip ha tenido que abrirse y frenar en exceso, de forma que El Huracán ha colocado su Super Aguri por delante del Ferrari.
Liuzzi ha adelantado a Trulli en el momento en el que la locura de Montreal se desataba totalmente.
Primero la sanción de 10 segundos para Rosberg y Alonso, y un poco después la inesperada entrada de Anthony Davidson, que ha cogido por sorpresa incluso a sus mecánicos, a los que ha tenido que esperar; Coulthard se ha metido al box y en la pista el intento de adelantamiento de Rosberg a Trulli ha terminado con dos nuevas víctimas de la Curva 1, ambos han patinado sorprendentemente de forma simultánea, sin contacto, aunque Verdaderamente ha salido mejor parado, puesto que el Williams ha quedado totalmente cruzado a la entrada de C2.

Ralf Schumacher y Fernando Alonso han iniciado dos remontadas con cinco adelantamientos. En el caso de El Nano, paradójicamente, aprovechando el final de recta que tanto le ha hecho sufrir; aunque la mejor pasada,
la que le ha puesto a luchar directamente con Iceman, ha sido frente al Muro de los Campeones con Kovalainen como objetivo. El combate de Alonso y Räikkönen ha demostrado que están negados para este circuito, especialmente el Campeón del Mundo, puesto que la presión al Rayo Rojo ha provocado frenazos de Iceman y salidas de pista de El Nano.

Los primeros en realizar el segundo pit stop han sido de nuevo Heidfeld y Hamilton que también, una vez más, se iban a ver beneficiados por las circunstancias.
Christijan Albers, en uno de sus paseos, ha perdido el alerón, lo que ha supuesto su abandono y la salida,
con bastante retraso, del Safety Car. Las dudas sobre la nueva reglamentación han cogido a Takuma Sato en el pit lane; y el lollipop man de Super Aguri ha vacilado al darle la salida, obligándole a detenerse nada más arrancar, lo que ha podido provocar un accidente o una sanción para El Huracán.
Precisamente los comisarios comunicaban el castigo de Massa y Fisichella por su precipitada salida a
pista: bandera negra para ambos.
Con la carrera reiniciada Alonso ha adelantado a Räikkönen en el pit lane gracias al trabajo del equipo McLaren en el repostaje, una ventaja que ha desaprovechado con un nuevo error en C1, pasando a defender su nueva posición ante Trulli.
El Muro de los Campeones ha recibido como sacrificio al Toro Rosso de Vitantonio Liuzzi y de nuevo ha sido necesaria la intervención del Safety Car, que no ha evitado el accidente de Jarno Trulli a la salida del pit lane, dónde se ha encontrado sin dirección, destrozando el Toyota.

A estas alturas sólo había dos posiciones muy claras y seguras, el primer puesto de Hamilton y el segundo de Nick Heidfeld; de ahí para atrás diez coches con distintas estrategias liderados por Rubens Barrichello y Alexander Wurz, que taponaba al grupo de Kovalainen, Räikkönen y Alonso.
La falta de grip de L'Epingle ha propiciado de nuevo un adelantamiento idéntico al de Takuma a Kimi: Fernando sobre Ralf. La lucha de Kovalainen con Wurz se intensificaba mientras que Alonso y Räikkönen aflojaban visiblemente y, de ahí hasta el final, el protagonista ha sido El Huracán.
Sato ha pasado a Schumacher a final de recta, mostrando la superioridad de su monoplaza y se ha lanzado sin dudas a la caza de Alonso; su presión sobre el McLaren ha fructificado pronto y en plena frenada el Super Aguri alcanzaba la sexta posición.
El orden de los coches bajo la bandera damero no lo ha dado la rapidez, sino la superviviencia en una carrera que ha repartido los puntos de forma casi aleatoria.

Lo accidentado del Gran Premio, con una clasificación final dependiente más que nada del azar permite dos conclusiones.
A pesar de todos los elementos externos que han alterado la carrera, la victoria de Hamilton es incontestable. De nuevo el novato, sin cometer ningún error, algo de lo que podrían tomar nota Räikkönen y especialmente su compañero Fernando Alonso, ha completado una actuación prácticamente perfecta; el premio a su regularidad, que se ha hecho esperar poco, ha sido la confirmación del mejor inicio en la historia de la Fórmula 1.
De esta victoria en el Gran Premio de Canadá hay que tener claro que las circunstancias no han
beneficiado especialmente a Hamilton; básicamente no le han perjudicado, igual que a Heidfeld. Este matiz queda claro al pensar que, de haber sido un carrusel, Lewis hubiera ganado igualmente, y que los incidentes que tanto han beneficiado a otros, como Alex Wurz y Heikki Kovalainen, sólo han podido arruinar la magistral actuación de Hamilton.
El novato, más tranquilo que el Campeón del Mundo, que últimamente está tan agresivo que parece desquiciado, se confirma como el candidato más firme al título, con las dos mejores características para conseguirlo: regularidad y suerte.
De entre los resultados, mezcla de talento y fortuna, cabe destacar a los damnificados Mark Webber y Nico Rosberg, que han realizado una gran carrera aunque sin premio; unos puntos que sí ha conseguido arrancar Sato para hacer despegar a Super Aguri: El Huracán hunde más todavía a Honda.
En el otro extremo están Wurz y Kovalainen, cuarto y quinto sin grandes méritos.

La parte más negativa de Montreal ha sido la actuación de Charlie Whiting, director de carrera de la FIA. El Gran Premio de Canadá ha sido divertido aunque ha podido ser trágico, y al aceptarse el riesgo de tener medidas de seguridad pobres, el control de carrera debe estar a la altura.
El terrorífico accidente de Robert Kubica hacía obligatoria la bandera roja; no solo por la seguridad del piloto de BMW, sino por el estado de la pista, que ha quedado bastante afectada y podría haberse tratado con mayor solvencia. Las vueltas con el Safety Car no han aportado nada que una salida relanzada no hubiera hecho.
Por otra parte la eliminación rigurosa y correcta de Massa y Fisichella al ignorar los semáforos, parece un error del control de carrera que ha declarado el pit lane abierto, según indica la nueva reglamentación
del Safety Car, que desde siempre ha provocado beneficio al azar con su aparición. El nuevo despiste a la hora de retirar el alerón roto de Albers ha sido la culminación de una actuación muy criticable de los comisarios.

Enhorabuena absoluta a Lewis Hamilton, que camina fuerte hacia el título; se está escribiendo una leyenda en la que lo único falta es un error grave para poder medir la capacidad de recuperación.
Magistral, exacto, inalterable; Lewis está llamado, si no sucumbe a su propio éxito, a convertirse en uno de los grandes.

Mucho ánimo para Robert Kubica, un fantástico piloto, para que vuelva lo antes posible a la competición.
Queríamos a Sebastian Vettel en el Gran Circo, pero no así.

Rumbo a Indianápolis.

07 junio 2007

Briefing - Montreal 2007

La nueva parada en la ruta por los circuitos clásicos, el Gran Premio de Canadá, es básicamente una oportunidad para Ferrari de restablecer el equilibrio que está caracterizando esta temporada. Esta pista de velocidad supone una ligera ventaja para los Rayos Rojos, abrumados por McLaren en los circuitos más técnicos; aunque el cometido principal de esta carrera será disipar los espejismos de Mónaco, especialmente los producidos con el cuarto puesto de Giancarlo Fisichella.
El paréntesis irreal, contaminado por el glamour, que se vive en las calles de Montecarlo altera el orden natural de poder en el Campeonato del Mundo, y tras los tropiezos inevitables con protagonistas inesperados queda claro qué equipos y pilotos no tienen nada que perder en el Grand Prix du Canada, con Räikkönen y BMW a la cabeza.

La pista de Montreal es un circuito urbano construído sobre una isla artificial,
Île Notre-Dame, y dedicado a un mito llamado Gilles Villeneuve.
El punto distintivo de este Gran Premio, considerado
uno de los eventos deportivos más vistos del planeta, es un protagonista totalmente atípico porque es una protección con nombre propio: el Muro de los Campeones. Esta extravagante curiosidad es una burla a las normas básicas de seguridad: una pared de hormigón sobre la que descansan los pianos de la última chicane, que exige una aceleración máxima y un buen apurado para aprovechar la recta principal; todos estos elementos han dado como resultado a lo largo de los últimos años un trabajo intensivo en los desguaces de Montreal con los coches de algunos de los grandes, desde Schumacher a Alonso, lo que le ha hecho merecer esta infame denominación.

Paradójicamente, en este universo donde cada espacio es susceptible de contener publicidad, ninguna marca quiere asociar su imagen con el escenario probable de un desastre. La decisión fue establecer un mensaje que saludase a los pilotos, aunque la dedicatoria en este test de impacto la reparte la ciudad entre toda la provincia.

Bienvenue au Québec

El set up del coche es una preparación clásica para máxima velocidad punta, sin curvas rápidas que requieran un gran agarre, por lo que los esfuerzos se centran en una carga aerodinámica mínima.
La suspensión se encargará de mantener la estabilidad en las frenadas, con una configuración dura atrás y una blanda en el tren delantero, para ayudar en las trazadas.
La mayor exigencia la marcan las fuertes deceleraciones a final de recta, que en un circuito tan rápido hacen sufrir especialmente a frenos y motores; de hecho Montreal se considera la prueba más difícil para los frenos fuera de los destinos exóticos.

El margen para los discos obliga a alejar el rendimiento del monoplaza del límite, puesto que la energía aplicada será muy grande y pueden volatilizarse enseguida, convirtiéndose en el mayor problema de los
ingenieros, que tampoco descuidarán el set up del motor. La configuración de la máquina intentará ajustarse al ritmo arranque-parada, mientras que se cuenta con una relación de cambios que llega hasta la séptima marcha.
Los neumáticos no serán especialmente importantes, a pesar de la falta de grip de este circuito urbano, debido a la ausencia de curvas rápidas, por lo que se optará, para elevar la punta de velocidad, por los compuestos más blandos.
Con este set up los monoplazas están preparados para correr al máximo, en una exhibición de potencia en la que únicamente tienen que preocuparse por la respuesta al final de recta: el deterioro de los discos o la maniobrabilidad alterada por la aerodinámica pueden ser una invitación a conocer Quebec, empezando por el Muro de los Campeones.

La clasificación ha tenido dos protagonistas por actitud y resultado: Lewis Hamilton y Nick Heidfeld han desafiado a los peligros de Montreal y han alcanzado el límite para lograr un gran resultado. El caso de El Bueno ha sido especialmente espectacular, dado que tras verse obligado a arriesgar y salir indemne en una maniobra compleja se ha crecido hasta revestirse de un aura invencible.

La primera sesión ha dejado claro que este es un circuito duro, propenso a los accidentes; durante esta
ronda los coches han sufrido la falta de agarre de la pista, que ha provocado accidentes desde el principio.
El primero en salir, David Coulthard, también ha sido el pionero en los viajes por el césped debido a problemas con los frenos, que han sido repasados con atención en su box. Durante estos primeros minutos Heikki Kovalainen ha afrontado la primera chicane demasiado rápido, y el incontrolable tren trasero de los Renault ha terminado contra el muro de la Curva 4 tras un derrape con el coche totalmente cruzado; el resultado ha sido una bandera roja que ha metido prisa a los líderes por salir y clasificar. A pesar de haber perdido el alerón trasero, los eficientes mecánicos del equipo Renault han posibilitado un nuevo intento para Kovalainen con el tiempo justo.
Con algunos apuros debido al grip, desde cambios de trazada de Alonso hasta paseos de Heidfeld, ha terminado la sesión con la sorprendente clasificación de los Honda, aunque más justos que el Super Aguri de Sato, y la eliminación de la mitad de Toyota y Williams, mostrando que Ralf Schumacher y Alex Wurz no están al nivel de sus compañeros.

La segunda ronda, en contra de lo habitual, ha sido vibrante. De nuevo a El Superhéroe le ha faltado tiempo para salirse de la pista, en la primera chicane, mostrando la nueva causa de los problemas: el exceso de velocidad en lugar de la falta de agarre; más tarde, por este mismo motivo el Red Bull pasaría realmente ajustado al muro, aunque lo mejor estaba por llegar.
Tanto Takuma Sato como Mark Webber se han mostrado muy sólidos, especialmente con la destacable marca de El Almirante. Sobre el tiempo tanto Barrichello
como el propio Sato han salido de los diez primeros puestos, aunque El Huracán ha estado realmente cerca de pasar. Al contrario Iceman, con la novena posición, ha estado demasiado cerca del borde.

La sorpresa ha llegado con la decisión de los comisarios de eliminar el mejor tiempo de Nick Heidfeld, como penalización por saltarse la última chicane, a pocos minutos de acabar la sesión.
Obligado a rodar al límite
, con una sola vuelta, sin margen para el error, El Bueno se lo ha jugado todo y ha ganado. La velocidad con la que ha afrontado las Curvas 12 y 13 lo ha lanzado contra el Muro de los Campeones demasiado fuerte como para evitar el choque; Nick ha enderezado el BMW con suavidad y el neumático trasero ha dejado su huella sobre el Bienvenido a Quebec. La tercera mejor marca, en lugar de un accidente terrible, ha sido el resultado del beso de El Bueno y el muro, y a partir de ahí, se ha convencido de que era capaz de todo.

La sesión definitiva ha demostrado la potencia de Rosberg y Webber, que han luchado por la plaza tras los líderes. Por delante Heidfeld, desatado, ha mantenido el primer puesto hasta la competición en condiciones óptimas, mientras que Kubica se hundía, tan desdibujado como en Mónaco.
Con los neumáticos de goma de borrar las Flechas de Plata han despegado, muy por delante de todos los demás, y la pole era únicamente un asunto interno de McLaren. Hamilton ha marcado el mejor tiempo en una vuelta perfecta mientras que los Ferrari no conseguían superar la tercera plaza del El Bueno. Sólo Fernando Alonso parecía capaz de alcanzar a Lewis, así que cuando ha aflojado en su última vuelta, ante el muro, la primera pole del novato se ha confirmado.

La previsión para la carrera, de celebrarse a continuación de la clasificación, sería una victoria clara de Nick Heidfeld, invencible, iluminado. Aunque seguramente este estado de gracia se extienda durante el fin de semana y esté dispuesto a afrontar riesgos grandes con la suerte de cara, en un circuito en el que terminar es un premio.
La solvencia de McLaren hacen casi segura la victoria de Hamilton o Alonso; no sólo la pole de Lewis le convierte en el principal candidato: su solidez y regularidad a lo largo de la temporada permiten pensar en su primera victoria; aunque la presión del Campeón del Mundo pueden forzar un error fatal. La competición entre dos grandes pilotos y rivales, la lucha de los McLaren, será el principal foco de interés de Montreal.
Por otro lado el rendimiento de Ferrari parece engañoso y puede suponer una estrategia de El Mago del Suspense, con un planteamiento en cuanto a pit stops que puede dar una gran sorpresa, aunque sólo en el caso de que Todt hubiera previsto la intromisión de BMW. Los Rayos Rojos no están descartados en absoluto.

Aunque sin duda el espectáculo lo darán los incidentes y problemas derivados de las deficientes medidas de seguridad que, no nos engañemos, son la salsa de este deporte; los muros de la primera y última chicane llenarán los desguaces de Montreal.

No pierdas de vista la Curva 4, a los Ferrari, la Curva 12, los frenos y a Lewis Hamilton.