10 septiembre 2007

Análisis - Monza 2007


¡Esto es Fórmula 1!

Autoridad ha sido la palabra que ha definido a McLaren durante todo el Gran Premio de Italia y la carrera, desde la primera vuelta, ha sido la reafirmación del poder de las Flechas de Plata.
Con el rendimiento demostrado, las posibilidades de Ferrari pasaban por un adelantamiento inicial o una estrategia arriesgada, apoyada sobre su simbiosis con Bridgestone; en la segunda posición Hamilton se preparaba para frenar en lo posible el efectivo arranque de los Rayos Rojos dirigiendo el morro de su monoplaza hacia Alonso.
Más atrás Jarno Trulli, confiado, con la mejor trazada y los inofensivos Honda detrás parecía el más tranquilo en el inicio de la carrera, un fallo de preparación que pagaría caro.

La salida ha supuesto el aprovechamiento del efectivo sistema de arranque de los Ferrari: a pesar de la táctica defensiva de Lewis Hamilton, que ha empujado a Massa hacia el muro, ha perdido la posición por Felipe y ha estado cerca de ser superado por Kimi, que se ha desecho de Heidfeld con facilidad gracias a su transmisión afinada, tras superarle poco a poco en paralelo. Sin embargo la llegada a la Prima Variante ha puesto de manifiesto el talento de Lewis, que ha metido el McLaren por la trazada y se ha visto obligado a atajar la chicane tras contactar con Massa, lo que le ha permitido mantener la posición humillando a Ferrari.
La llegada a la primera curva ha sido una de las menos accidentadas de la historia del Gran Premio, aunque ha decantado el orden inicial: a pesar de su buena salida Kovalainen era superado por Kubica y Trulli era adelantado por Button, Webber y Barrichello, en la gran resurrección de Honda. A pesar de la limpiezade la salida, el destino es inevitable y Fisichella tocaba a Coulthard, provocando su salida en la Curva Grande en un accidente muy fuerte que destrozaba completamente el Red Bull.

La violencia del choque obligaba a salir el Safety Car, para satisfacción de El Mago del Suspense.

El mejor intento de Hamilton para acercarse al intratable Alonso llegaba con el reinicio de la marcha, acercándose al máximo en el final de recta, aunque sin llegar a suponer ningún problema para El Nano. Algo más de inquietud había en la batalla de Fisichella con Davidson, de quién se defendía como podía, con trazadas creativas en las chicanes; aunque la auténtica sorpresa era Botón, capaz de conseguir que su Tortuga Ninja adelantase a Rosberg.

Una vez más lo inevitable: la siniestra figura de Michael Schumacher en el pitwall era testigo de la parada imprevista de Felipe Massa tras la retirada del Safety Car; la suspensión del Ferrari obligaba a atravesar en línea recta la Variante della Roggia, y en la vuelta siguiente la retirada era definitiva. Para mayor desgracia las Flechas de Plata se afinaban más, ampliando vuelta a vuelta su ventaja sobre sus rivales, juntos sobre la mejor trayectoria mostrando el excelente trabajo de los ingenieros; Alonso lideraba la carrera con una efectividad máxima, como una sombra, consiguiendo la vuelta rápida tomando con la suave respuesta del coche sobre los pianos.

El adelantamiento de Sato a Yamamoto en Lesmo 1 distrajo por un momento la atención del duelo de Button y Rosberg, a los que se aproximaba discretamente Mark Webber; Nico alternaba pasadas imposibles con las recuperaciones de Botón, creando ambos un tapón que permitía a Kovalainen escapar.
La otra guerra, entre Davidson y Fisichella, concluía aparentemente con el adelantamiento final de Físico, aunque el Super Aguri no se iba a despegar del Renault y se lanzaba junto a él a la caza de Alexander Wurz.

El final del primer stint llegaba para los McLaren, y Hamilton apuraba con una frenada fortísima a la entrada del pit lane unas décimas vitales para pasar a Alonso, auténtico dueño del Gran Premio. Los siguientes serían Kovalainen y los BMW, con problemas para Kubica que veía, durante su pit stop, cómo volaba su ventaja debido a los problemas de sus mecánicos para levantar el coche y caía desde la sexta posición, repostaje mediante, a la undécima.
La lógica mecánica se imponía en la interminable pelea de Rosberg y Button, y tras un brillante paralelo de ambos en la primera chicane el Williams conseguía enganchar al Honda y pasarlo en la Variante della Roggia; en la pelea de Fisichella y Davidson el Renault se veía obligado a pasar de nuevo al Super Aguri, esta vez cogiendo el rebufo en la recta principal para conseguir por fin, tras el adelantamiento antes de la frenada, despegarse para coger a Wurz.

La tardía entrada de Räikkönen confirmaba la táctica a una sola parada de Ferrari, que producía una pequeña preocupación en McLaren, pendientes del rendimiento de los Rayos Rojos y de la posible intervención del Safety Car: las Flechas de Plata se veían obligadas a volar para conseguir la suficiente ventaja, lo que en un principio, con el desarrollo de las primeras vueltas, parecía sencillo aunque más tarde resultaría ajustado, al menos para Hamilton. El ritmo de Fernando Alonso pulverizaba las espectativas de Iceman y de su compañero, ampliando su distancia en cada giro.
El resto de entradas intermedias permitían a Kubica recuperar la posición sobre Kovalainen, pendiente además de una segunda parada, y mantenían definitivamente el orden de Button, Webber y Barrichello. El último en hacer su pit stop, Wurz, a quince vueltas del final, sufría la ineficacia de la táctica al ser adelantado por su perseguidor, Fisichella, en la reincorporación.

En este punto la carrera se había convertido en un cálculo de tiempos por ver si los McLaren conseguirían parar y mantener sus posiciones frente a Räikkönen.
Hamilton entraba a repostar sin haber conseguido la suficiente distancia, y era rebasado por Iceman en su reingreso a la pista por muy poco; los bólidos rojo y gris rodaban emparejados y el Rayo Rojo, a pesar de su ligereza, no conseguía escapar.
La incapacidad precedente de Lewis para conseguir los tiempos de Fernando había sido decepcionante, y cuando este pequeño fracaso parecía definitivo para McLaren surgió el genio del novato. Muy pegado a Räikkönen, la Flecha de Plata cogía el rebufo del Ferrari en la recta principal; antes de la Prima Variante, a una velocidad aparentemente excesiva, Lewis cambiaba de trayectoria y se dirigía directamente al vértice, obligando a Iceman a frenar y abrirse al llegar al giro. Cuando parecía que Hamilton tomaría recta la chicane como resultado de un intento desesperado, conseguía mantener sobre la zona de grip el McLaren, frenando lo suficiente para tomar la segunda parte de la curva y lo justo para conservar el control, con una maniobra genial: un derrapaje propio de rally, cuyo gran mérito era recompensado con la segunda posición.

Con el podio decidido, para desolación de la Scudería, aún quedaba un movimiento brillante por ver en Monza.
El segundo pit stop de Kubica hacía volver al BMW entre
Rosberg y Kovalainen; obligado a por la potencia del monoplaza a pasar al Williams, el punto elegido era la recta principal, el lugar perfecto para sacar el máximo partido al motor. La defensa de Nico era bastante efectiva, por lo que Robert afinó su astucia para conseguir el adelantamiento: llegando a la frenada Kubica amagó tirarse al interior, como antes hiciera Hamilton, engañando a Rosberg, que lo siguió; la posibilidad de frenar más tarde fuera de la trazada óptima permitió tomar la delantera al BMW y conseguir el sexto puesto.

La bandera damero vió pasar en primer lugar al invencible Fernando Alonso, inalcanzable para la táctica de Ferrari, y en el último lugar de puntos a Button, el pequeño triunfador de la jornada, doblando su tanteo personal y el de su escudería.

La victoria y el rendimiento de McLaren en Monza han sido tan impresionantes y aplastantes que parecen increíbles.
Definitivamente el Campeonato del Mundo parece decidido como una disputa directa entre las Flechas de Plata, en la que el estado de forma de Fernando Alonso inclina el título hacia El Nano. Si el monoplaza responde a la perfección, con un motor potentísimo acompañado de un comportamiento suave, puesto de relieve especialmente de relieve en las irregularidades de Monza, los pilotos no se quedan atrás.
Alonso ha sido la profesionalidad, con un trabajo serio, muy centrado, ha corrido su propia carrera, totalmente inalcanzable, mientras que Hamilton, a pesar de un rendimiento menor frente a la perfección de su compañero, ha puesto la genialidad con el
abrumador adelantamiento a Räikkönen, muy afectado por su choque en los libres, que ha humillado completamente a Ferrari en su casa.
Sin embargo es obligatorio reconocer el brillante intento táctico de Todt, que podría haber resultado de encontrarse Kimi en perfectas condiciones y no tener en pista a Fernando Alonso, más inspirado y eficaz que nunca.
La batalla está planteada entre Alonso y Hamilton, por ver si el empuje adicional a final de temporada de El
Nano puede acabar con la ventaja ganada por Lewis a lo largo de la temporada.
Ataque y defensa: puro espectáculo.

La gran noticia en Monza es el punto de Honda, que parece localizar sus flaquezas en la aerodinámica: el punto de Button es extraordinario, pero sin perder de vista la décima posición de Barrichello, lo que confirma este éxito puntual del equipo. Igualmente Rosberg ha conseguido un hito personal al superar a Kovalainen, una vez más por demérito de la estrategia de Renault (obligados a dos paradas por los problemas con Bridgestone); su sexto puesto es una ayuda para recuperar el orden lógico en la relación talento-puntos en Williams, aunque Wurz aún se mantiene por delante.

La decepción han sido Trulli y Toyota, y en menor medida BMW, que han desaprovechado una gran oportunidad para la que habían dado un paso de gigante en la clasificación. Kubica ha hecho una gran carrera perjudicado por su repostaje, pero el discreto cuarto puesto de Heidfeld merece un toque de atención.
La peor parte se la ha llevado Felipe Massa, un fallo de fiabilidad que llama una vez más la atención sobre la aparición de Michael Schumacher por el circuito y su efecto funesto en su ex-compañero. No comments.

Enhorabuena absoluta a McLaren y Ron Dennis, por el fantástico trabajo que está consiguiendo el merecido resultado, y gracias en especial a Fernando Alonso por permitirnos vislumbrar la perfección al volante, y a Lewis Hamilto, por la genialidad demostrada en el mejor adelantamiento de la temporada.
Un punto para Honda: ¡ánimo!.

Rumbo al gran destino: Spa-Francorchamps.

15 comentarios:

Il Venturetto dijo...

Ahora me voy a quejar yo, porque le has atizado bien a Ferrari, ¿eh?

:´(

David dijo...

Perder ... en casa ... y así.

Sois los tifosi los que deberías estar atizando.

Seguro que el pobre Luca no durmió ayer.

Il Venturetto dijo...

Por cierto, me voy a quitar la gorra de color rosso para decir que los dos adelantamientos de Hamilton a los Ferrari han sido dignos de enmarcar.

Y con esto, me vuelvo a enfundar los colores de il cavalino, y voy a decir que son todos unos $%##s de #@|!"&!!!

Il Venturetto dijo...

Al Montezemolo más le vale no dormir en toda la semana. Ni él, ni nadie del equipo.

Otra humillación así en Spa y me paso a ver las carreras de galgos.

David dijo...

Pobre hombre, si es el que más sufre de todos.

Supongo que prohibirá por decreto que Schumacher se vuelva a acercar al pitwall; se rumorea que para Spa le va a regalar un viaje a Nueva Zelanda.

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, bueno. Una vez más, tengo que salir en defensa de Ferrari y de sus dos pilotos, porque veo que hay unos enfoques radicalmente distintos de ver la carrera en función del que la cuenta.

Discrepo contigo en varios puntos, David. Primero, la pasada de Hamilton a Massa en la primera curva. No es para tanto pues, en realidad, Massa está bloqueado por Fernando, teniendo que frenar y dejando inevitablemente su parte izquierda abierta. Yo no le daría tanto bombo.

En segundo lugar, la pasada de Hamilton a Räikkönen es una cuestión de simple rapidez de ambos coches en la pista. Consecuencia de ello, Kimi no puede aguantar los tiempos, que caían 1,5 segundos por vuelta, y llega muy justo al tramo final de la carrera, con solamente dos juegos de neumáticos y, por tanto, en peores condiciones. Naturalmente que Hamilton iba a pasar a Kimi. Mejor coche para Monza, con neumático blando y recién puesto, hubiera sido un disparate el no pasarlo. Nada podía hacer Kimi.

La clave está en el comentario que hizo Marc Gené antes de la carrera: "Mclaren es más rápido que Ferrari en circuitos con baja carga aerodinámica".

No olvidemos Canadá.

Y, con sinceridad, Monza no me merece más análisis. Ferrari fue un segundo por vuelta más lento. Punto.

Spa ya será otro cantar. Claro que antes tenemos una pequeña reunión en la que a Mclaren le van a meter mano, y con razón.

En general, la carrera fue tan aburrida como lo viene siendo la misma Formula 1 desde los tiempos del Gran Mika. La absurda reglamentación ha convertido a este deporte en una especie de lucha táctica en la que no hay hueco para los adelantamientos ni la emoción. A excepción de Button y Rosberg, el resto del Gran Premio es más de lo mismo. No me extraña que en EE UU no quieran ver este deporte. Desde que llegó allí, poca emoción se ha visto.

El sábado, después de la calificatoria, estuve haciendo números con los tiempos de Kimi, Massa, Alonso y Hamilton; de la primera tanda del viernes a las tres calificatorias. En los tiempos se puede observar claramente la no evolución de los tiempos de Kimi, desplomándose dos décimas el sábado respecto de su primera sesión del viernes. Naturalmente, no hubo espacio para trabajar su configuración. Si, además, estaba mermado físicamente (me lo creo por la virulencia del impacto), tenemos como resultado unas condiciones totalmente desfavorables para Ferrari en Monza.

Definitivamente, la mala suerte persigue a Kimi. Una temporada en la que podía, y puede, ganar el título y por culpa de un escándalo gestado y orquestado desde la más alta cúpula de Mclaren, empezando por Ron Dennis y terminando en los ingenieros, ha puesto a la F1 en la picota de los medios de comunicación de todo el mundo.

Si gana Ferrari por justa descalificación de Mclaren, el título quedará empañado. Y si gana Mclaren, el título quedará más empañado todavía.

Pase lo que pase el jueves, la cosa va a seguir ardiendo, al menos escuchando a Todt decir que Ferrari va con paso firme ante lo civil en Italia y Reino Unido. Y eso pinta mal para Mclaren. Más que nada, porque la justicia civil está por encima de la deportiva. Y los italianos va a seguir presionando la perdiz por ahí. Eso por descontado. Y no olvidemos que el rácano comportamiento de Mclaren traspasa el terreno de lo deportivo.

En definitiva, un Gran Premio de Monza con victoria de Mclaren empañada por su deshonesto comportamiento y su falta de credibilidad. De ser cierto que Coughlan ha declarado "a puerta cerrada" el haber mostrado la información a la plana mayor del equipo, la imagen de Ron Dennis quedará asociada definitivamente a un hombre fracasado que recurrió a la desesperada en los últimos años de su carrera deportiva a la pura delincuencia para salvar los muebles de un equipo al que no ha sabido imprimir la mentalidad de trabajo necesaria para alcanzar el éxito en tiempos en los que la F1 se prepara para cambios importantes.

Il Venturetto dijo...

"Si gana Ferrari por justa descalificación de Mclaren, el título quedará empañado. Y si gana Mclaren, el título quedará más empañado todavía."

Totalmente de acuerdo, por muy luctuoso que sea.

David dijo...

Me esfuerzo para ser lo más objetivo posible, y puedo asegurar que forfismo tengo muy poco:

La carrera fue interesante y con algunos momentos muy brillantes; eso la convierte en entretenida.

El adelantamiento de Hamilton es espectacular; ¿cuántas veces no se ha conseguido pasar a un piloto más lento pero habilidoso?.
Räikkönen es un rival muy complicado, y la maniobra fue impresionante teniendo en cuenta la velocidad, la decisión y el control sobre el derrape.

Pasadas: calidad, no cantidad. Siempre.

Y el espionaje de McLaren no hace correr más rápido el coche. Hasta dónde yo sé sólo ha revelado las trampas de unos habituales: Ferrari.
Cuando se conozcan todos los datos, opinaré.

Malasombra dijo...

2 Ferraristas?
David, es que dejas entrar a cualquiera... :-P

Respecto a la defensa de los pilotos de Ferrari... pues...
Tampoco hay mucha defensa, Kimi mal, probablemente su rendimiento se vio afectado por las secuelas del golpe, y Massa no se presento al examen.

Hay que decir que se ríen de Sato diciendo que es un kamikaze, pero los adelantamientos de Hamilton, son un claro ejemplo de irresponsabilidad llevados a la categoría de arte.

Eso si, si en vez de Kimi, le toca alguien mas empanado, o con menos mano, se habrían ido los dos fuera.
Y lo mismo en el adelantamiento a Massa, bordeando la ilegalidad... pero como el muchacho tiene carta blanca, pues a disfrutar de este sucesor de Montoya.

Y apoyo totalmente lo que dice David, el espionaje no hace correr mas rápido. De hecho hay una entrevista a diversos ingenieros jefes de escuderias que reconocen que contar con dichos datos no supone tanto al desarrollo del coche...

Anónimo dijo...

Bueno, lo bonito de esta discusión es que cada uno tiene enfoques distintos. Tú eres objetivo y yo también trato de serlo. Al final, nuestras opiniones son distintas, obviamente. Todo se queda en una mera discusión sin más ánimo que el entretenimiento.

Lo del espionaje, siento decir que el delito no consiste en el uso de la información, sino en su posesión. Lo de si los coches corren o no corren más, habría que preguntarles a los de Mclaren. ¿Por qué meterse en terreno pantanoso si, como decís, no iban a sacar partido?. No lo entiendo.

Además, no sabemos desde cuándo Stepney estaba pasando información. Recordemos que el escándalo se ha descubierto de casualidad, no por iniciativa propia, lo cual me parece gravísimo.

Por último, opino que una pasada de calidad es aquella en la que ambos coches disponen de un ritmo de carrera similar, en ningún caso cuando uno es un segundo más lento que el otro y con distintas estrategias. Y sigo acordándome de Spa año 2000.

Discrepo contigo sobre la brillantez de la carrera. Me pareció penosa.

A ver si en Spa vemos más espectáculo. Creo que será territorio Ferrari pero me gustaría ver un Gran Premio al estilo años 90, de esos que ya hace que no vemos.

Il Venturetto dijo...

Leonov, es cierto que con un coche más rápido los adelantamientos pudieron ser menos meritorios, pero llevamos unos cuantos años viendo cómo "coches malos" taponan a "coches buenos" sin que los de detrás intenten siquiera coger el rebufo. No hace mucho un bicampeón del mundo se tiró media carrera detrás de un par de BMWs que eran a todas luces mucho más lentos.

Hasta ahora, las únicas veces que he visto a Hamilton chupar alerón trasero sin tirarse al cuello lo ha hecho con Alonso (y en Mónaco lo hizo azuzando, lo cual le escoció especialmente al calvo).

El adelantamiento de Spa, con Zonta en medio, es de lo mejor que se ha visto en los últimos años.

Si le dices al Alonsista medio que Spa mola, te dirá que sí, que a él también le gustan los baños.

Anónimo dijo...

Depende del circuito pero en Monza se puede adelantar y creo que es menos meritorio. En Francia es más complicado.

Il Venturetto dijo...

Cuando Hamilton se emparejó con Kubica después de salir de boxes, se me erizaron hasta los pelos del culo (con perdón).

Pero bueno, a final de temporada los espectadores de Telecinco votarán como mejor adelantamiento de la temporada del 2007 el que le hizo Alonso a Schumacher en Japón.

David dijo...

Es que el adelantamiento de Alonso a Zapatero en 130R es una maniobra para la historia.

La verdad es que Hamilton ha hecho una pasada impresionante (¿pero no decías que no?¿en qué quedamos?), pero la exhibición de El Nano sobre mojado, nada menos que en Nürburgring, será legendaria.

Anónimo dijo...

En Alemania tenía que haber aguantado el coche de Kimi. A Alonsito se lo hubiera merendado a gusto, je je...

Muy bueno lo del mejor adelantamiento de 2007...