15 septiembre 2007

Briefing - Spa-Francorchamps 2007


Sin apenas margen de tiempo para hacer pruebas, el Gran Premio de Bélgica se echa encima tras la paliza de Monza: dos de los circuitos más duros consecutivamente serán el mayor enemigo de la fiabilidad en toda la temporada. Tradicionalmente Spa-Francorchamps ha machacado a los monoplazas acumulando abandonos por lo que este año, con el castigo acumulado, a pesar de la creciente dureza de las mecánicas, acabar la carrera puede tener premio.

La semana entre ambas citas ha sido aún más frenética de lo habitual.
El rendimiento en Spa-Francorchamps dependerá directamente del trabajo de preparación durante la pretemporada, de las simulaciones y pruebas privadas, con casi la totalidad del tiempo consumido en logística y ensamblaje; por si fuera poco para los líderes del Campeonato del Mundo los pocos días han sido ajetreados por cuestiones extradeportivas.
La decisión de la FIA, eliminar a McLaren del Mundial de Constructores, además de una fuerte multa, puede afectar a los miembros del equipo de forma imprevisible, con desilusión o rabia; e incluso llegar a Ferrari, por la decepción que siempre supone acudir a los despachos.
A priori la sanción parece tan desproporcionada como corta resulta a la luz de las pruebas.

El caso del espionaje, que desgraciadamente desluce el Gran Premio de Bélgica, sin embargo no es, ni mucho menos, una adulteración de la competición ni quita valor al Campeonato del Mundo.
Trampas, multas, espías, abogados, protestas,despachos, sabotajes... esto es Fórmula 1, y es una parte importante de lo que convierte al Gran Circo en el mayor espectáculo del mundo.
Como dijo Juan Pablo Montoya:

That's competition

En cuanto al resto de equipos BMW afronta con tranquilidad
un circuito exigente que permitirá mantener mucho mejor la distancia con sus perseguidores. La mejora de Honda estará a prueba por las características de Spa-Francorchamps, que requiere un desarrollo de chasis importante y probablemente convertirá éxitos recientes en excepcionales. Seguramente Williams será el gran beneficiado por la pista, aparte de por la previsible caída de las Tortugas Ninja, por los padecimientos de Renault; a pesar de que los neumáticos pierden importancia, la problemática suspensión incide en uno de los puntos débiles del equipo, que tendrá serios problemas para ofrecer el mejor coche a Kovalainen.

La clasificación ha sido previsible, confirmando la principales conclusiones de la temporada sobre el rendimiento de los pilotos.
La primera sesión ha empezado con Vettel pisando la tierra, asegurando su previsible eliminación batido de nuevo por Liuzzi, y los síntomas de debilidad de Fisichella, que se desmorona con el paso de los Grandes Premios. La sorpresa ha estado en manos de Adrian Sutil, que ha salvado su Spyker con un impresionante decimosegundo puesto a pocos minutos del final, aunque finalmente ha ido cayendo hacia las últimas posiciones.

El decepcionante Alex Wurz ha quedado cerca del límite.

La segunda tanda ha sentenciado de nuevo a Schumacher, al mencionado Wurz y avFisichella, casi medio segundo más lento que su compañero. Jenson Button ha llegado con su Honda hasta dónde ha podido mientras se proclamaba Mark Webber el pequeño triunfador, colocando el Red Bull en Q3. La ronda definitiva era el lugar dónde se tenía que establecer el orden que se esperaba con curiosidad tras una semana trepidante. El Almirante, ajeno a los líderes se mantuvo casi toda la sesión en quinta posición; a la vez Kovalainen no conseguía mejorar el peor tiempo. El chasis de Ferrari demostraba su efectividad y era Fernando Alonso el que sufría en Rivage y padecía el bloqueo de Rosberg; las actitudes absurdas no se quedaban ahí, tal como probaba Massa con su adelantamiento a Hamilton en La Source. Los Rayos Rojos se afinaban y, tras los cambios, conquistaban definitivamente la primera línea; sobre el tiempo Hamilton se mantenía tercero aunque Alonso conseguía arrebatarle la plaza en la última oportunidad. Rosberg exhibía el genial estado de forma de Williams colándose entre los BMW, seguido de cerca por Webber en octava posición, por delante ambos de sus equipos oficiales.

La victoria de Ferrari en Spa-Francorchamps está tan clara como el primer puesto de
Räikkönen; la buena respuesta los hace inalcanzables al resto, y la calidad de Iceman, un experto en el trazado, le coloca por delante de su compañero. Los McLaren se han acercado bastante, lo que descarta cualquier posible estrategia loca, una prueba, quizá, de la necesidad de ir asegurando el Campeonato del Mundo, agotando las últimas opciones de sus perseguidores.
Los desmotivados BMW quizá sean los responsables del espectáculo: Heidfeld puede quedar sometido a Rosberg por el sistema de arranque, y la posición de salida de Kubica, penalizado por el cambio de motor, le hace el presumible protagonista de una remontada que en este circuito puede convertirse en leyenda. En el otro extremo Mark Webber tendrá que luchar con su Red Bull a la defensiva para proteger su gran resultado de la clasificación.
La gran incógnita es Heikki Kovalainen, con un tiempo desconcertantemente malo que quizá sea el indicativo de una apuesta arriesgada de Briatore: el ritmo de los Renault al final del primer stint será determinante para juzgar sus posibilidades.

No pierdas de vista a Rosberg, el Rivage, a los Renault y Eau Rouge.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

3 - 0 y Zamora de portero.

Tiene más mérito ganar tres veces seguidas en Spa que dos títulos del mundo. Y si no que se lo pregunten a Häkkinen o a Schumacher.

Malasombra dijo...

Por supuesto, a esa gente solo se les recuerda por sus victorias en Spa.
No por sus campeonatos del mundo.

Estoy seguro que el Kaiser mismo, cambiaría sus 7 títulos mundiales a cambio de 3 victorias en Spa.

Que suerte tiene Kimi...