El contenido fundamental del Gran Premio de Brasil es la decisión final del Campeonato del Mundo, aún existiendo otros puntos interesantes en la conclusión de la temporada.
La brillante recta final de Alonso y el R28, el desperdicio de la gran oportunidad de Kubica, en manos de un plan maestro, o el aplastante rendimiento del STR3 son asuntos que pasan a un segundo plano absoluto, a pesar de poder modificar parte de los resultados definitivos. El orden a partir del segundo puesto tendrá su importancia en la visión global de la temporada, pero es prácticamente intrascendente en Interlagos.
Felipe Massa está condenado a una labor titánica, en manos de la fortuna, como autor de su irregular trayectoria y víctima de los errores de su equipo. Siendo suficiente un segundo puesto dentro de la obligatoria hipótesis de catástrofe absoluta de Hamilton, la apuesta mínima de Massa debe ser la victoria, forzado a arriesgar al máximo.
Lewis Hamilton cuenta con siete puntos de ventaja, un adversario definido y el monoplaza más eficaz y sólido.
Terminar el Gran Premio significa para McLaren que el Campeonato el Mundo no puede escapar, por lo que seguramente establecerán un set up sobre seguro, lejos del habitual planteamiento para Interlagos, restando velocidad punta para asegurar un buen tiempo de clasificación y ceder la cabeza de carrera a los Rayos Rojos.
Todos los eventos que caigan fuera de una carrera rutinaria - accidentes, averías y demás desastres naturales - son perjudiciales para Lewis siempre que Ferrari quede a salvo y, por supuesto, que el agente externo no sea lluvia.
Con todos los datos, Massa cuenta con dos importantes ventajas. La primera es una de las características distintivas de Interlagos, la capacidad de la pista para mantener la temperatura, en aumento por la Primavera Austral, para satisfacción de los ingenieros del fuertemente influenciable Ferrari, sometido de forma muy evidente por el ambiente. La segunda es la escasez de rivales por la victoria, una lista reducida solamente a Hamilton visto el sometimiento de Räikkönen, las carencias de los BMW y el nivel general del resto de monoplazas: ganar la carrera es un asunto muy sencillo para Massa.
Y precisamente este último punto es el que más puede complicar a Hamilton su objetivo.
Bajo la circunstancia necesaria para Ferrari de que Lewis no esté disputando la victoria con Felipe, fruto de un error que le envíe por detrás del grupo de cabeza, puede verse derrotado por esos equipos que difícilmente pueden ganar pero que pueden plantarle cara en la defensa de sus puntos: BMW, Renault, Toro Rosso o Toyota ... Kubica, Alonso, Vettel o Trulli, sólo son necesarios tres pilotos detrás del doblete Ferrari.
Venciendo todos estos planteamientos al límite lo cierto es que es complicado que a Hamilton se le escape este Campeonato del Mundo que ya es suyo, sobre todo si las Flechas de Plata son suficientemente atrevidas para colocarse en la única situación en la que no caben dudas: ser el primero en pasar bajo la bandera damero.
La diferencia es muy grande, y con la intervención del desaparecido Kovalainen, una tormenta de verano o una de las ya habituales meteduras de pata de la Scudería, quizá pueda desmarcarse de calcar la estrategia de Ferrari, apretar al máximo al MP4-23 en un terreno tan suyo como la Subida dos Boxes y recibir su justo premio como un gran campeón.
En medio de esta tensa emoción no se puede pasar por alto que esta será la última carrera de David Coulthard, un veterano en estas situaciones, que ojalá no tenga que ver en su despedida la reedición de algunos finales de temporada verdaderamente infames, invocados por el comportamiento de un equipo asociado íntimamente a estas acciones.
La clasificación no ha salido del desarrollo lógico, sobre todo en Q3, exceptuando la participación de Kubica y Trulli, en los extremos de lo que se esperaba de ellos.
Con el cielo despejado los Ferrari se han lanzado a la pista con ciertos problemas de dirección que han permitido coger las primeras posiciones a las Flechas de Plata, indicando además menor carga aerodinámica; pronto Massa se ha concentrado, superando a su compañero, que ha tenido que ver cómo Vettel se colocaba en quinta posición, entre ambos.
Glock animaba la primera ronda con un trompo en S de Senna, a la espera de la desigual y tardía intervención de BMW, con Robert en el borde de la eliminación. El otro resultado llamativo corrió por parte de Piquet, acostumbrado a momentos inexplicables como su tercer puesto, volando en el segundo sector.
Al final los Ferrari consiguieron los dos mejores tiempos, por detrás de Hamilton se colocaron Alonso y Glock, y Webber conseguía el pase mientras los Williams se hundieron y Button dejó el Honda aparcado en la Subida dos Boxes.
La segunda ronda probó las ganas de Ferrari de asegurar con su inmediata salida, aunque a una sola vuelta fueron superados por Hamilton - que a pesar de su efectividad para clasificarse fue obligado por McLaren a dar una incomprensible vuelta más en la que pasó más tiempo en el pit lane que en la pista.
Cuando parecía que el artista invitado iba a ser Fernando Alonso en competición directa con Vettel por el quinto puesto, apareció el Toyota de Glock y se colocó tercero. Los BMW quedaron bastante lejos y Kubica claramente no fue capaz de mejorar, haciendo inevitable una eliminación rotunda, acompañado por los Red Bull y Piquet.
Kovalainen terminó de recortar la distancia virtual de Ferrari brillando en todos los sectores y superando a su compañero por la primera plaza, algo que Räikkönen fue incapaz de hacer limitándose a alcanzar el quinto puesto - muy por debajo de la impresionante vuelta del Toro Rosso de Vettel, que quedó justo detrás de Heikki, superando al resto de los líderes.
La ronda definitiva, con los protagonistas seleccionados, obedeció a las estrategias de forma evidente.
Massa se hizo con la pole pronto, quitándosela a Vettel, que de todas formas había renunciado al éxito puntual superado por Trulli, Räikkönen y Kovalainen.
La carrera se complicaba para Hamilton desde el sexto puesto, ganado a pulso por un error, aunque en la vuelta decisiva consiguió remontar a la cuarta posición, más acorde con las estrategias. El invitado imprevisto, incluso para Ferrari, fue Trulli, que afianzó la segunda posición para el tenso Gran Premio.
Kovalainen, quinto, una vez más no supuso una gran aportación para el equipo.
La previsión es una serenísima victoria para Massa, porque básicamente no se la va a disputar nadie.
McLaren ha preparado más carga, combustible, un ritmo menor y ningún interés en correr riesgos innecesarios, Räikkönen no puede ser rival para Massa - al menos sin una buena explicación - y Trulli no parece un enemigo serio; las cosas han salido bien para las Flechas de Plata y Hamilton tiene el tercer puesto casi asegurado.
Sin embargo este paisaje idílico se vuelve árido por momentos para Massa, que en cualquier caso anotaría un Gran Premio más, paradójicamente por la fatídica previsión de lluvia.
Tras la pole quedaba claro que para Felipe lo realmente duro todavía queda por hacer, y que la suerte tendrá una aportación definitiva, pero la altísima posibilidad de una carrera en mojado no es precisamente el imprevisto que necesita el piloto más soluble del Gran Circo.
Con el semáforo rojo intenso para Iceman, ésta puede ser una enorme oportunidad para los McLaren, que se pueden encontrar casi sin buscarlo delante de sus rivales.
Hamilton tiene muy claro el objetivo, y la sensación general es que si apretara al límite superaría a los Rayos Rojos sin problemas; pero desde su posición evita un conflicto directo y con la táctica esbozada es más que probable que al inicio del segundo stint se encuentre en una zona sin tráfico. Pero si llueve en Interlagos ganar el Campeonato del Mundo a lo grande puede ser la opción más segura, sobre todo si Ferrari ha apostado, como parece, por punta de velocidad frente a agarre para facilitar adelantamientos.
En cualquier caso, después de la jornada el título queda más cerca de McLaren, pendiente sólo de un cataclismo.
En cuanto a los posibles intervinientes en la disputa, que incluso podrían acercarse al podio en una carrera con un alto nivel de presión para la cabeza, aún contando con la buena actuación de Toyota, la verdad es que Alonso y Vettel asustan bastante más que Trulli.
Renault y Toro Rosso parecen reservarse para sacar provecho de los errores y cuentan, respectivamente, con ritmo firme y gran potencia, además de pilotos muy hábiles.
Lejos de esta intensa locura que mantendrá la atención fija en Felipe y Lewis, Kubica podría ofrecer espectáculo con una remontada que el pobre rendimiento del BMW y su segura falta de motivación casi descartan.
Once puntos separan a Ferrari y McLaren en el Mundial de Constructores - una situación especular a la del otro título - aunque con la imagen de la Curva do Sol convertida en un desgüace en el lluvioso Gran Premio de 2003 hay un margen muy amplio de resultados.
No pierdas de vista a Massa, a Hamilton, la lluvia y S de Senna.
De un par de ideas para ganar en los Goya del 2018
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Mi querido amigo Luis Ramón sugiere, *for free*, unas cuantas ideas de
tramas para obras cinematográficas que, a buen seguro, coparán los primeros
puesto...
6 comentarios:
tal como lo cuentas todo parece estar en las manos y en la cabeza de Lewis... el peor enemigo de Hamilton
Si lloviera yo creo que el que más nervioso se iba a poner es Massa.
Y, si por azares de la salida Lewis se fuera al final del grupo, ya demostró Schumacher en el 2006 que en Interlagos se puede remontar (hasta cierto punto).
Que Dios reparta suerte.
Qué patético que el enemigo de hamilton sea Massa. ¿Realmente creéis que salvo avería Massa tiene algo que hacer?
Aparte de la avería cabe un error grave de cualquier miembro del equipo - este año se han visto muchos sobre todo en Ferrari - porque la presión se reparte por toda la estructura.
Evidentemente McLaren lo tiene todo hecho, así que dependen exclusivamente de sí mismos.
Yo creo que , como Hamilton se meta en segunda o tercera línea, se la pueden liar los coches de atrás.
El Hechicero
Efectivamente, Hamilton Vs Hamilton. He aqui la carrera del domingo.
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