03 agosto 2008

Análisis - Hungaroring 2008

En una pista tan denostada, con mucha razón, la esperada y merecida sanción a Bourdais se presentaba como una de las pocas pocas oportunidades de ver un cambio de posición.
Tanto Glock como Alonso se preparaban para defenderse a cualquier precio. La estrategia extravagante la ponía Red Bull, preparando a Coulthard con neumáticos blandos y mucha carga.

Montezemolo rezaba a San Enzo pidiéndole el milagro que Massa necesitaba.


La salida ha tenido un único protagonista: las plegarias de Ferrari han sido escuchadas y Felipe se ha librado de forma sencilla - y previsible - de Kovalainen, ha engañado a Hamilton amagando buscar el vértice de la primera curva y se ha lanzado por el exterior clavando los frenos y mant
eniendo la trazada. A diferencia de su compañero el arranque de Lewis ha sido bueno, lo que da aún más valor a la extraordinaria maniobra de Massa, seguramente la mejor de toda la temporada, dejando de forma merecida la victoria en sus manos.

Detrás Glock y Alonso suplían las carencias de sus
coches yendo más allá de mantener la posición: Timo pasó a Kubica y Fernando a Kimi, grandes arranques descontando a Piquet. Nelsinho consiguió adelantar a Webber y a Trulli, aunque llegando a la Curva 8 ya había sido devuelto a su plaza de salida.
Sebastian Vettel arruinó su carrera al cometer un error que le dejaba detrás de los Honda en competición; nada más pasar al Toro Rosso, Button adelantó a Barrichello.

La situación de carrera quedaba fija.

En primer lugar Massa y Hamilton se arrebatan mutuamente la vuelta rápida con una ligera ventaja, por fin, para Ferrari, un segundo más rápido que Kovalainen, en tercera posición. Siguiendo el patrón el resto de la cabeza mantenía amplias distancias salvo El Nano, que aparte del lógico acoso de Räikkönen, ante el que se convirtió en un auténtico muro, conseguía acercarse a Kubica. De hecho el ritmo del BMW era tan malo que Glock escapaba con comodidad; sin descontar su propio mérito y el rendimiento del Toyota en el tercer sector, dónde era más rápido que ningún otro monoplaza.

El primero en repostar fue Massa, seguido de cerca por Hamilton, al que dió alguna esperanza confiando en la estrategia McLaren. La suerte,
sin embargo, se alió con Ferrari en una jornada en la que todo parecía engranarse con los planes del equipo, colocando entre ambos a Alonso y Räikkönen.
El pit stop simultáneo de Fernando y Kimi los ponía por delante de Kubica, y para mayor desesperación de Iceman, tras ser incapaz de pasar a El Nano en la reincorporación, casi fue echado de la pista por Vettel cuando se dejaba doblar. Poco después el Toro Rosso terminaba su aciaga participación en el box.
Dos cambios de posición quedaban como resultados de repostajes: Trulli se colocaba delante de Kubica y Webber, y Piquet se reincorporó por delante de él y muy cerca de Räikkönen.

Massa mantenía la diferencia de tres segundos y Iceman volvía al ataque; Glock, ejecutando el Gran Premio perfecto empezó a recortar a Kovalainen desde su comodísima posición, a trece segundos del resto.
Timo incluso superó los problemas con la manguera de combustible que en otras tres ocasiones se convirtieron en incendios. Estos incidentes demostraron las diferencias en la respuesta de los equipos: desde la efectiva intervención en el caso de Bourdais hasta el desastre de Honda con Massa, pasando por la inacción con Nakajima.
La consecuencia de esta parrillada sincronizada fue la undécima posición de Heidfeld, que con mucho trabajo retuvo a Button. El otro detalle curioso era la parada casi a media carrera de Coulthard con los neumáticos blandos que tantos problemas habían dado a todos los equipos.

Al final del segundo stint sólo Trulli y Piquet peleaban por una posición, la séptima, mientras los dos primeros eran conscientes de que el momento crucial para victoria llegaba. En principio Hamilton empezó a reducir la distancia, pero Massa aceleró brutalmente ganando una gran ventaja: era evidente que ambos no se quitaban la vista de encima y respondían a las acciones de su rival.

De repente la sorpresa imprevista en McLaren, hasta el momento el equipo que parecía invulnerable. El estilo violento de Hamilton fue demasiado para los Bridgestone; el reventón, para aumentar más el aciago suceso, se produjo en el primer sector obligando a Lewis a dar la vuelta completa para realizar el último pit stop de forma obligada y cayendo hasta la décima posición.
El mismo ansia llevaba cerca de esta situación a Räikkönen, que rendido ante el muro de Alonso, se salió de la pista antes de la parada de ambos. Sin embargo,
cuando el Renault tenía todas las circunstancias a favor, inexplicablemente Kimi adelantó a El Nano en la salida del pit lane gracias a una intervención poco brillante del equipo. A partir de ese momento, con la pista libre, Iceman comenzó a volar consiguiendo la vuelta rápida en su persecución de Glock, al que alcanzó a 5 vueltas del final.

En el pelotón una acción bastante sorprendente ganaba la atención: la batalla de Fisichella con los Williams, culminada con el adelantamiento de Giancarlo a Nakajima.

La parada de Piquet le dejó frente a Trulli, del que se defendió bordeando el reglamento al forzarle a rodar por la escapatoria en una maniobra discutible. La ronda de repostajes dejaba sexto a Hamilton, por detrás de Alonso, condenado a retener coches más potentes aunque en esta ocasión mantuvo con facilidad a raya al McLaren.

Cuando el Gran Premio parecía decidido, y el único que
competía era Iceman, llegó la gran sorpresa.
La impecable carrera de Massa, en la que por fin coche y piloto sacaban lo mejor de sí mismos y se veían empujados por la suerte, era truncada por una avería en el motor a tres vueltas del final.
Fallos y Ferrari volvían a unirse, esta vez por la fiabilidad, y prácticamente sin hacer nada y con menos mérito que Massa el teórico tercero, Heikki Kovalainen, se hacía con la victoria en una carrera gris.
La bandera damero acogió en segundo lugar a la auténtica estrella del Gran Premio, Timo Glock, en una jornada épica para Toyota. La inestimable ayuda de Fernando Alonso se vió recompensada con la cuarta plaza, seguido de cerca por su compañero.

Las conclusiones de este Gran Premio, muy aburrido por momentos, son claras y contundentes debido a su desarrollo rutinario. En primer lugar, es inevitable tratar lo que sucede en Ferrari.
La clasificación fue un desastre, y no sólo por Räikkönen: a la vista del temprano repostaje de Massa resulta incomprensible que dos monoplazas quedaran por delante de él con tanta facilidad; y cuando la competición directa parecía que iba a redimir a la Scudería volvieron a aparecer los errores.
Kimi, en su línea, fue superado y retenido por Alonso, aliado con la pista, lo que podría disculpar su triste actuación si no fuera porque se repite; el box tampoco aportó mucho y los incidentes le salvaron del sexto puesto al que estaba condenado, que se ganó él sólo con clasificación y salida.

Felipe Massa dió la cara por los Rayos Rojos con una carrera genial y una salida antológica, por eso es mucho más frustrante la retirada con la victoria en la mano. La Fórmula 1 es una de las mayores exhibiciones de lo que significa trabajo en equipo, hacer que algo funcione con un esfuerzo extremo a extremo: no implica que los dos monoplazas ocupen las primeras posiciones, sino que todos los miembros rindan al máximo.
Hasta ahora los errores han sido de pilotos y pitwall, más llamativos, pero si el coche flaquea en fiabilidad la Scuderia no tiene nada que hacer.
Ahora mismo Ferrari sólo tiene un piloto capaz de ganar carreras, que en este Gran Premio ha necesitado brillar de forma espectacular para ponerse delante y un fallo del rival, muy poco habitual, para asegurar la victoria. Cuando en estas circunstancias el monoplaza no da la talla, el problema es más grave de lo que se pensaba.

La situación en BMW, igualmente decepcionante, presenta algunas diferencias.
El equipo ha cumplido los objetivos de la temporada, y la visión de futuro de Theissen podría explicar el rendimiento actual de los monoplazas. Además el problema no está localizado: independientemente de las circunstancias el ritmo es muy bajo sin un motivo claro, algo bastante curioso porque el coche ha funcionado bien en distintos tipos de circuitos.

La tendencia, desgraciadamente, deja a Kubica fuera de la lucha por el Campeonato del Mundo por el descenso del equipo a otra categoría.

Toyota ha ocupado el lugar de BMW, arrollando a varios de los mejores monoplazas. Timo Glock ha tenido una inspiración divina que le ha sacado de la mediocridad y le ha llevado a protagonizar un fin de semana perfecto, en el que ha sacado absolutamente todo del TF108.

Los grandes resultados de Trulli han sido certificados con el segundo puesto de Glock, y sobre todo con su forma de alcanzarlo. Poco se puede decir cuando la conducción es tan sólida, aparte de que otros pueden aprender de cómo se hacen las cosas - por fin la inversión de Toyota empieza a rentabilizarse - y que Timo puede estar agradecido a Alonso.
La exhibición de concentración de El Nano, que indudablemente ha aprovechado las características de Hungaroring, soportando la presión de Räikkönen, ha sido ejemplar y hace perder importancia a la habilidad demostrada. Fernando se ha sincronizado con el Renault, que con el sexto puesto de Piquet ha exhibido su capacidad, y sólo queda pendiente al equipo mejorar el trabajo en el pit lane, dónde ha vendido la ventaja.

Lewis Hamilton ha visto llegar el día de pago de su brusquedad en las maniobras.

A falta de veredicto Bridgestone, el culpable más probable del reventón es el propio conductor; sin embargo Hamilton ha dado una auténtica lección al mantenerse competitivo y motivado para reducir el daño en una carrera que se ha torcido por momentos. Poco ha podido hacer frente a la genial arrancada de Massa, en la que se le puede echar en cara haber picado en la picardía de Felipe; el resto de la carrera le ha hecho merecedor del Gran Premio por detrás del Ferrari.
Al contrario el vencedor, Heikki Kovalainen, se ha encontrado con el resultado; sin hacer nada especial, en una carrera gris de las habituales, Feyd-Rautha ha arrebatado la victoria a los dos competidores que le han mantenido sin problemas a diez segundos de distancia. Kovalainen ha estado flojo, sobre todo en la salida dónde ha vuelto a vender a su compañero, y ha mejorado cerca del final; todo el logro ha sido mantener un ritmo bajo para el McLaren, regular por otra parte, que por demérito de sus rivales le ha dejado en primera posición. El tapón de Glock ha sido tan decisivo como los incidentes, y con Iceman en mejor forma o los BMW de principio de temporada la primera posición habría ganado valor.
Pese a todo, hay que estar ahí, aguantar: le falta el punto de genialidad, pero no será la última victoria de Heikki.

Enhorabuena a Kovalainen por ganar su primer Gran Premio, que ojalá le motive y quite presión, y a McLaren en general por afrontar con éxito una carrera problemática.

Felicidades a Timo Glock por un extraordinario resultado conseguido con brillantez - una actuación tan buena como la de Toyota no es fruto de la casualidad - y a Alonso por su lección de pilotaje defensivo.

Mucho ánimo para Felipe Massa, lo mejor de Ferrari con diferencia, que con una salida épica ha probado ser el único capaz de hacer frente a Hamilton.

Levamos anclas hacia Valencia, circuito a estrenar.

9 comentarios:

Il Venturetto dijo...

Acabo de leer en el blog de J.Arce que el pinchazo de Hamilton fue por pisar mierda en la pista.

La verdad es que me extrañaba que pudiera fastidiar tanto una rueda como para pincharla en un circuito tan poco "violento". En Hungaroring las rectas brillan por su ausencia y así es difícil (pero no imposible, y si no que se lo digan a Kubica) hacer un plano.

Una lástima lo de Massa. Cuando hasta el gordo sandio se queda callado es porque sabe que cualquier cosa que diga es una sandez de proporciones épicas.

J. ARCE dijo...

Lo que tu ves como posiblemente el mejor adelantamiento del año, los gurús de la prensa patria lo ven como "Primero en la salida se dejó comer la tostadafrente a Massa en la primera curva como si fuese un novel". En fin que para el periodista Massa no hizo gran cosa.

Anónimo dijo...

No es que Alonso se convirtiera en un "auténtico muro" para Kimi sino que cualquier vehículo, F1 un GP2 o, incluso, un burro de carga, es un muro infranqueable en un circuito de vieja generación.

En segundo lugar, habría que destacar la vuelta de Kimi durante el repostaje de Alonso que, tras perder dos segundos en el giro anterior, logra adelantarle a la salida del español.

En tercer lugar, agradecer enormemente, una vez más, los excelentes análisis que haces de cada Gran Premio. Es difícil encontrar un rincón en el que se dedique el mismo tiempo a la parte delantera que a la trasera de la parrilla. Eso sí, te acuso (inofensivamente) de barrer para casa.

Alonso ya es historia.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Una pasada de adelantamiento el de Massa, pero el que hizo en Canadá también fué la hostia,me debato entre ambos... Está claro que Massa ha hecho sus cagadas, pero también está siendo valiente y ,sobretodo, inteligente.Si sigue centrado y la suerte le acompaña...ojo.

Hombre, decir que Alonso es historia ya parece que sea algo personal...

Hiarbas dijo...

Heidfeld y Kimi arrastran problemas en la calificacion, ¿porque? pues no lo se. Parecia que el alemán ya lo habia arreglado, pero ha vuelto a cagarla y esta vez en carrera ni fu ni fa, oiga, esta en la cuerda flojuna.

Y de Kimi, en otra pista, habria pasado Alonso, se habia merendado a Glock y presumiblemente le habria levandatado las pegatinas a Heikki. Porque demostró cuando tuvo aire limpio, que era el mas rápido.

No me habia fijado en la parada de Coulhard. Que raro. Y las estrategias tambien raras de BMW.

Alonso no es que sea historia, de hecho todos los equipos quieren tenerlo con el, es que solo puede ganar uno.

Saludos.

Anónimo dijo...

Si, bueno, Honda, Toyota, Toro Rosso, Red Bull y el Recreativo de Huelva.

El problema, creo yo, es que los patrocinadores piden máxima seriedad y este señor, hoy mismo, ya ha vuelto a hacer declaraciones especulando con si su equipo será incapaz de mejorar en la siguiente temporada. Un comportamiento profesional de narices.

Kimi reconoce que su problema es clasificar. Pues en Valencia, como clasifique mal, adios mundial. Yo creo que no se puede adelantar en este circuito. Ayer pasé por él pues ahora está abierto al tráfico y estoy seguro de que no se van a ver adelantamientos. Ójala y me equivoque.

También es cierto que, con las limitaciones existentes, el margen para mejorar es mayor y esa ha podido ser la razón del rápido desarrollo de Mclaren. Como dijo el Gran Mika, "Mclaren tiene mucha capacidad de desarrollo". A todas éstas, y siendo honesto, que Kimi no le llega al Gran Mika ni a la suela de los zapatos.

Il Venturetto dijo...

Leonov, tus comentarios están levantando ampollas aquí... y fuera de aquí.

Anónimo dijo...

Bueno, tampoco es para tanto.Simplemente da su opinión.Está claro ,leonov, que Alonso no te cae bien, y tienes razones... A mi no me cae mal, pero si es verdad que es muy bocas, pero no parece mal chaval y es muy bueno en lo suyo.

Lo de valecniaes una incógnita pero, teniendo en cuenta que es el segundo circuito más rápido y que está todo rodeado por muros...¡hay del que se le vaya un poco el coche!.Además, la impresión que me da la pista es que si tiene algunos puntos de adelantamieto. Ya veremos.

Está claro que eres de mcLaren.En fin.Eso está bien porque ya hay juntos demasiados ferraristas:P.Pero, que quieres que te diga,la comparación que haces entre mika y kimi es tan exagerada que ni la tengo en cuenta.

Saludos y nos os mosqueeis, que estamos entre amiguetes...

David dijo...

Queridos comentaristas:
Muchas gracias a todos porque esta parte de abajo de mis entradas es bastante más interesante que el análisis ... y ya sé que algunos, ¡pájaros!, entraís básicamente a comentar.

Te digo Leonov, que precisamente Alonso no es santo de mi devoción desede que hace dos años criticó al equipo de gente que le hizo campeón, pero siempre intento ser objetivo y en esta ocasión merece elogio como mereció reprimenda en Mónaco o Hockenheim.

El antialonsismo me parece tan condenable como todo lo contrario. Es injusto leer críticas por que sí contra un piloto excepcional, como justificar cada error ("es el coche").

Lo que me molesta, y ya escribí en su día sobre ello es convertir a Fernando Alonso en el inventor de este espectáculo, enriquecido por su presencia, pero mucho más grande que él.