06 julio 2008

Análisis - Silverstone 2008

Una tormenta de verano ha sido suficiente para transformar una de las carreras habitualmente más monótonas del Campeonato del Mundo en el Gran Premio más complicado de los últimos años.
A pesar del arranque soleado, la lluvia caída a lo largo de la mañana convirtió las curvas en rápidos, y concretamente Abbey en una laguna que
se hacía irresistible para la navegación. La amenaza de más precipitaciones ponía a prueba a los estrategas de los equipos, y el primer movimiento en este sentido lo realizaba Williams, que mandaba a Rosberg salir desde el pit lane con repostaje incluído.

En la salida Räikkönen ha demostrado poseer el mejor arranque, que de poco le ha servido al no encontrar el hueco entre Kovalainen y Webber; mucho más astuto Hamilton se ha dirigido a la zona despejada llegando a superar momentánamente a Heikki en un duro duelo que ha llegado al contacto.
En medio de la lucha Webber fue la primera víctima del agua, precipitándose al último lugar con un trompo en Hangar hasta que Massa le arrebató la posición marcando el punto de inicio de una de sus peores carreras.

Poco después Vettel y Coulthard quedaban fuera en una vistosa salida de pista simultánea en Priory más propia del patinaje artistico.
No había transcurrido ni una vuelta y cuatro monoplazas probaban a hacer off road por los lacustres exteriores de Silverstone.

Las batallas en serio las libraban ambos McLaren y Alonso, en su elemento natural, contra Heidfeld. Tanto Feyd-Rautha como El Bueno aportaron una de sus cualidades más expuestas esta temporada, falta de concentración, facilitando enormemente el adelantamiento de dos pilotos expertos en agua, tanto que Fernando conseguía marcar la vuelta rápida.
Heikki empezaba a aflojar y sufría una derrapada que, sin embargo, consiguió controlar con habilidad dejando a Iceman sólo al acecho.
La situación más llamativa por el momento era la de Trulli, que con su escalada de siete puestos retenía a Robert Kubica en el único cuerpo a cuerpo interesante.

El espectáculo ha tenido nombre propio: Mark Webber.
Tras su enorme error del principio su remontada acuática ha dejado en evidencia a Massa, incapaz de superar a Rosberg y Fisichella hasta el final del primer stint. En ese tiempo El Almirante ascendía del decimoctavo al décimo
puesto, adelantando a sus rivales con autoridad y una facilidad increíble.
Los únicos capaces de superar el ritmo infernal de Mark eran los líderes, que alternaban la vuelta rápida con una pequeña ventaja para Räikkönen, insuficiente para recortar el espacio ganado por Hamilton.
Las decepciones eran Sutil, con un vuelo lateral de mucha plasticidad, y Kovalainen, dos segundos más lento que la cabeza en su lucha con la dirección del McLaren; excepcionalmente Piquet se salvaba de la lista colocado cómodamente en sexta posición.

Con la pista cada vez más seca la estrategia en el primer pit stop iba a resultar decisiva; desastrosa para los dos pilotos expuestos por sus equipos al riesgo de más lluvia del inestable clima de Silverstone: Alonso y Räikkönen mantuvieron los neumáticos - intermedios prácticamente lisos por el uso - mientras que los demás emplearon otro juego antes de que empezaran a caer las primeras gotas.
Como resultado de este nuevo error táctico, pero poco sorprendente, de Renault y Ferrari dos de los mejores conductores en mojado eran cazados por Piquet, en el caso de El Nano, y por Kovalainen y Heidfeld, en el caso de Iceman.

Uno de los mejores y más arriesgados adelantamientos de la temporada iba a producirse gracias a un nuevo despiste de Heikki; mucho más rápido que Kimi, esperó demasiado para intentar adelantarle, hasta la llegada a Luffield, lo que dejó tiempo suficiente a El Bueno para pensar. Cuando por fin Feyd-Rautha realizó la maniobra se confió una vez más, aunque nadie podía esperar el temerario ataque de Nick que le llevó a la segunda posición.
Cómodamente Hamilton se escapaba cada vez más, y el único que le ponía en peligro era Fisichella, que perdiendo el control en Maggots casi se le lleva por delante.

La catástrofe de Alonso y Räikkönen se hacía oficial con un precipitado pit stop, y suponía el inicio de un pequeño festival de despropósitos.
Massa, decimocuarto, era adelantado por Nakajima, y Kubica pasaba a Piquet, ventaja desperdiciada en el repostaje por el segundo fallo de los mecánicos de Robert; Kovalainen, que en ese momento contaba con una enorme ventaja, perdía cuatro segundos por vuelta frente al BMW, que le acabó adelantando con una maniobra magnífica en el interior de Stowe.
La lluvia torrencial llegó para potenciar las salidas de pista, mucho más vistosas y con protagonistas importantes: Hamilton, Kubica, Räikkönen y los reincidentes Massa y Webber; por supuesto era el turno de Piquet, demasiado discreto, que quedó clavado en la embarrada puzzolana de Abbey, el mismo lugar en el que también iba a abandonar Kubica.

Al cesar la lluvia llegó el momento de Barrichello, que con sus neumáticos hard rain había conseguido recortar a un ritmo inalcanzable para los demás hasta colocarse detrás de Alonso, del que se deshizo en Clubs colocándose cuarto. Momentáneamente iba a reclamar la atención Rosberg
perdiendo su alerón en un choque contra Glock, que aprovechaba para pasear con Button por la hierba; aunque muy pronto Rubinho recuperaba el foco del Gran Premio alcanzando y adelantando a Heidfeld.
A pesar del ritmo demencial del Honda, Hamilton se encontraba totalmente seguro, rodando mucho más deprisa y visiblemente más cómodo que los demás, intratable; y en cualquier caso, para su alivio, Barrichello sorprendía con un nuevo pit stop, tan inesperado como el segundo de Trulli, que le colocaba en tercera posición.

Previamente a la parada del Toyota, Alonso presionaba a Verdaderamente, dejando que Kovalainen y Räikkönen se acercaran. De nuevo Heikki prefería esperar, demorando el adelantamiento en Priory, que trasladaba todo el interés en la defensa de El Nano frente a Kimi; cuando esta batalla iba ganando intensidad un trompo de Feyd-Rautha, que lo tenía todo hecho, regalaba a ambos una posición situándose justo detrás.

Hamilton irrumpía en busca de mayor gloria con una absurda exhibición, doblando a los dos y en busca de Barrichello, el tercer clasificado.
Pasada la Flecha de Plata, Fernando conseguía contener a Räikkönen en paralelo en Luffield, pero el Ferrari era incontenible en Stowe; el turno de pelear con el Renault volvía a ser de Kovalainen, enfrentamiento que permitía acercarse a Nakajima. En dos ocasiones El Nano evitó que culminaran sus arriesgados intentos, aunque por fin Heikki brilló en Brooklands al conseguir la quinta posición sorprendiendo por el exterior, por un hueco mínimo.

Hasta la épica llegada de Lewis Hamilton bajo la bandera damero, a 68 segundos de Heidfeld sólo hubo ataques discretos de Nakajima a Alonso.
Rubens Barrichello cruzaba en tercera posición, otorgando a Honda su mejor resultado desde 2006.

La conclusión es que Felipe Massa es fuertemente soluble.
El pánico ha tomado Ferrari cuando ha aparecido el agua, no sólo por la alergia de su segundo piloto: la
responsabilidad de adaptar la estrategia es un peso demasiado grande desde que se fue Jean Todt.
Pero a pesar de todo lo que se pueda criticar al pitwall de la Scudería, un enemigo en casa a pesar del cual Räikkönen ha conseguido puntuar, la actuación de Massa ha sido vergonzosa. Más allá de la odiosa comparación con Iceman, la remontada de Mark Webber, en la misma situación, ha revelado la incapacidad de Felipe; el brillo de El Almirante en la primera parte de la carrera - fundido en la segunda - le ha permitido hacer media docena de adelantamientos con el RB4, mientras que el Rayo Rojo era incapaz de pasar a Rosberg y Fisichella.

La actuación de Renault ha sido muy parecida a la de Ferrari. Tomando una decisión tan equivocada como la de Domenicalli, el equipo ha condenado al otro regenmeister, Alonso, a desperdiciar su habilidad como ha ocurrido con Räikkönen; últimamente ambos equipos cuentan sus decisiones arriesgadas por fracasos, por lo que quizá sea el momento preciso para plantear cambios estructurales.
Además, en este discurrir paralelo, Nelsinho Piquet no ha decepcionado y ha vuelto a pifiar cuando lo tenía todo a favor; con unos cuantos caballos, pintura y una vida disoluta para Domenicalli apenas se podría distinguir ambas escuderías.

El paseo de Hamilton, por otra parte, ha sido tan insultantemente épico que pone más en relieve las carencias de sus rivales.
Lewis ha hecho una carrera perfecta, incluso por su capacidad de recuperarse de una salida de pista, en el Gran Premio más complicado en mucho tiempo. El McLaren ha sido un cometa que los demás sólo han podido limitarse a mirar en la distancia, tan fuerte y seguro que lo único que se puede echar en cara al nuevo líder del Campeonato del Mundo es el exceso de confianza por conseguir una victoria histórica, a las puertas de doblar a los otros ocupantes del podio.
El control de Hamilton en agua esta temporada le está empezando a definir como uno de los expertos, más aún comparando con los resultados de su compañero. Kovalainen tiene un serio problema: se queda corto para las exigencias de McLaren. No importa la reincidencia en desaprovechar una oportunidad única, dada la dificultad de la carrera, o la falta de concentración que se está convirtiendo en una seña de identidad; lo realmente preocupante es volver a caer en la trampa de un adelantamiento doble ejecutado por un piloto pícaro ... ser engañado por segunda vez en tres Grandes Premios debería costarle cuatro puntos de la superlicencia.

Nick Heidfeld ha sido el infalible y brillante, en el mismo fin de semana que se ha demostrado que BMW está formado por humanos.
Segundo puesto y éxito rotundo, sin cometer un sólo fallo, son las pruebas de una carrera extraordinaria en la que El Bueno ha justificado su puesto en el equipo. La situación habitual se ha invertido, aunque la salida de pista de Kubica no es una decepción: los errores de los mecánicos de BMW se han acumulando en perjuicio de Robert, que a pesar de la excelente recuperación por su cuenta topaba con el equipo; así que en este Gran Premio fatídico el único fallo que ha cometido le ha costado el abandono a pesar del que sigue a dos
puntos del líder del Campeonato del Mundo.

El actor principal, con permiso de Hamilton, se llama Rubens Barrichello. Una mezcla de estrategia,
oportunismo, habilidad y suerte le ha dado un podio después de 55 Grandes Premios.
En primer lugar, y más importante, Rubinho no ha cometido un solo fallo mientras que todos sus rivales se dedicaban al rally, ganando posiciones simplemente por resistencia. En el momento que la tormenta se acercaba el equipo ha aportado una táctica arriesgada, montando ruedas de lluvia extrema con gran éxito: el ritmo de Barrichello ha sido tan bueno que ha alcanzado la segunda posición con ventaja suficiente para cubrir un cambio de neumáticos adicional, que al final ha sido necesario.
Puede que la fortuna haya sido determinante, pero el equipo ha actuado con inteligencia cuando, a diferencia de lo que ocurría con Räikkönen y Alonso, no tenían nada que hacer.

El Gran Premio de Gran Bretaña ha sido muy difícil para los pilotos y, consecuentemente, divertido y espectacular.
Las constantes salidas de pista de algunos de los mejores pilotos dan valor a todos, y a pesar de los incidentes siempre ha habido sensación de seguridad. El spray que ha escondido a los coches al inicio y el aquaplanning no han evitado que por otra parte se hayan visto algunas de las mejores maniobras de la temporada: los adelantamientos de los BMW y Kovalainen han sido memorables; increíbles teniendo en cuenta las circunstancias.
En una época con carreras nocturnas, ¿por qué no instalar aspersores en Silverstone?.

Enhorabuena a Hamilton y Heidfeld por una carrera perfecta que ha dado buena medida de su habilidad y, en el caso de Lewis, su integración perfecta con el equipo. McLaren simplemente ha estado brillante.

Ánimo para Räikkönen y Alonso, que han visto lastrado su talento bajo la lluvia por sus escuderías; los errores de Ferrari se acumulan y sirven de excusa para Massa, el piloto de secano.

Felicidades para Honda y Barrichello, que quizá vean cubierta su gran actuación por la importancia del factor suerte. Rubinho se ha encontrado parcialmente con el resultado, pero el éxito ha necesitado que suerte e inteligencia se aliasen.

Zarpamos hacia Hockenheim.

12 comentarios:

David dijo...

Quiero añadir, a pesar de no tener relación con el Gran Circo: bravo Nadal, bravo Federer y ...

¡Vamos, Rafa!

Malasombra dijo...

Una pena lo de Alfonso y Raikkonen...
Hubieran dado mucho juego de no ser por los errores desde el pitwall...

Tremendo lo de la dirección de carrera de Ferrari. Toda mi vida de aficionado de F1 acostumbrado a ver como SIEMPRE las mejores estrategias las escogía Ferrari, para ver como se ponen al lastimoso nivel de Renault.
Mas le convendría a Alfonso ser el segundo de equipo. La cagan menos con Piquet.

Hay que ver la vidilla que le da la lluvia a los Grandes Premios. Deberían pensarse en serio lo de poner aspersores aleatorios.

Il Venturetto dijo...

Bravo por Rubens.

Por cierto, vaya foto has ido a poner. Parece que los de su equipo lo están sujetando con un palo por salva sea la parte.

Anónimo dijo...

Buenas, y tan buenas. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de una carrera de F1, debe ser mi afán destructivo, que me lleva a pasarlo bien mientras se estrellan cosas... jaja cada día me parezco más a Homer. Simplemente DIVERTIDISIMO ver como todos luchaban con sus volantes y trotaban por la hierba.

Por otro lado, Malasombra, las estrategias no llevaban la firma de Ferrari, sino de un tipo con una cara entre bonachona y ¿estupida? que es un auténtico maestro, y que se ha paseado por varias disciplinas con su jersey, haciendo grandes equipos y haciendo ganar a todo lo que ha dirijido...

En fin, entre esto y el tenis... vaya domingo de tv.

Saludos para ellos, besitos para ellas

Carlos

David dijo...

Que vaya cogiendo una cuchara grande Domenicalli, porque va a tener que tragar muchísimo.

Carlos, "dirigido": aprobado en Campos, suspenso en ortografía.

J. ARCE dijo...

Para mí el segundo héroe del día(detrás de Hamilton) ha sido Ross Brawn, Qué diferencia entre el Ferrari que dejó y el que tenemos ahora.

Anónimo dijo...

Jajajaja... son las cosas del directo y de los lunes por la mañana... no le pida usted peras al olmo.

Un saludo compañero

Malasombra dijo...

Se nota la falta del abuelo del jersey, y me imagino que de Ross Brawn...

Lo de Honda en Silverstone debió ser un corte de mangas virtual a la Scuderia...

ivan dijo...

hola anaconda yo tambien soy fan de las carreras de f1 esta to wapo tu blog , imforma mucho, yo tambien tengo blog:http://ivan-elrincondeivi.blogspot.com/

Hiarbas dijo...

Hacia tiempo que no veia una foto de podio tan feliz, Heildfeld sacando la cabeza de debajo del agua; Barrichelo que aún no se lo creía y Hamilton siendo profeta en su tierra.

Nos vemos en Alemania.

Anónimo dijo...

Hola, vengo del futuro

Il Venturetto dijo...

@Anónimo: ¿Del futuro? ¿De cuándo exactamente? :-O