21 octubre 2007

Análisis - Interlagos 2007

Las espectativas creadas para el Gran Premio de Brasil eran tan altas que lo más probable era una decepción.
Sin embargo el espectáculo en Interlagos ha sido tremendamente emocionante, como indicaba la tensión precedente al arranque más importante de la temporada.
La carrera se presentaba trepidante, y no ha defraudado.

La salida ha sido un resumen perfecto del Gran Premio: trabajo en equipo de Ferrari, Alonso dormido, Hamilton víctima de la presión y
Räikkönen concentrado en su objetivo.
Iceman ha aprovechado la puesta en marcha de Massa para bloquear a Hamilton, que ha tenido que dejarle paso hasta quedar emparejado con El Nano, que ha conseguido pasarlo tras bajar en paralelo la S de Senna; la maniobra, y el intento de recuperar la posición, ha alterado la trazada provocando una salida de pista del McLaren por el exterior de la Curva do Sol al apretar en exceso, lo que le ha dejado definitivamente en el octavo lugar, aunque sólo era el principio de sus problemas.

Una coreografía de acciones desafortunadas desviaba momentáneamente la atención de la lucha por el Campeonato del Mundo. Disputando la posición tras la primera curva Schumacher presionaba a Kovalainen fuera de la calzada, que provocaba una reincorporación de Fisichella, también por el exterior, bastante imprevista y arriesgada, tanto que Yamamoto no pudo evitar empotrar el Spyker contra el monoplaza de Físico.
Los Renault cerraban en la práctica la temporada con una despedida lamentable, aunque Feyd-Rautha conseguía mantenerse en pista tras pasar por el pit lane.

Hamilton daba el primer paso de su ascensión pasando a Trulli, colocándose tras Heidfeld y apretando al máximo rodando sobre el límite, sobre la tierra, en el mismo punto de la Reta Oposta en el que Kubica conseguía pasar a Webber
. Poco antes del momento crítico que marcaría el desarrollo del Gran Premio y del Campeonato del Mundo, Hamilton hacía un brillante movimiento en S de Senna, aprovechando un error de frenada de Heidfeld para conseguir un adelantamiento limpio.
La caja de cambios del McLaren se atascó y mientras Lewis se desesperaba intentando hacer reaccionar a su mecánica, se desplomaba hasta el puesto decimoctavo: su victoria final estaría condicionada por una remontada épica y un cálculo muy ajustado de puntos. El primer obstáculo en su lenta ascensión era el trenecito formado por Nakajima, y sus trabajadas víctimas Schumacher y Davidson.

Las vueltas rápidas corrían por parte de Räikkönen, aunque inmediatamente Massa iba a empezar a darlo todo más allá de su papel como juez del título. Los Rayos Rojos brillaban muy juntos y abrían una brecha insalvable con Fernando Alonso, muy apagado a pesar de tener la victoria final al alcance de la mano; lentamente Kubica iba recortando desde la cuarta posición protegido por Heidfeld, a la cabeza de Trulli y Rosberg.
Una vez más Webber veía como los elementos, concretamente la transmisión, se rebelaban contra su demostración de talento obligándole a abandonar.

El primer pit stop era casi simultáneo en todos los equipos, manteniéndose las posiciones en cabeza, con sólo un punto conflictivo: la disputada salida de Rosberg y Coulthard, casi rodando en paralelo.
En pista la Tortuga Ninja de Button se detenía y Davidson, tras una accidentada parada, era arrastrado por el Spyker de Adrián Sutil, pasado de frenada, lo que le obligaba a entrar al box para poder continuar.
Los problemas no se olvidaban de las Flechas de Plata: el bajo ritmo de El Nano facilitaba el acercamiento de Kubica, buscando huecos, y la caravana de Ralf Schumacher dejaba atrapado a Hamilton.
Lewis se veía obligado a asumir muchos riesgos para pasar a Barrichello, y Vettel se alzaba como un escollo insalvable hasta que el McLaren consiguió imponer sus superioridad en la Reta Oposta; aunque, a la vez, la peor parte se la llevaba El Nano, lentísimo en el segundo sector, que era por fin adelantado por Kubica en S de Senna de forma incontestable.

La culminación de los incidentes era servida por Kazuki Nakajima, que no ha decepcionado en su
estreno como aspirante a suceder a El Huracán: el Williams ha entrado tan cruzado a su pit stop que ha acabado atropellando a dos mecánicos en un incidente espectacular, digno de perder la superlicencia.
Sutil ha sido sancionado con un drive through por su choque con Davidson y Vettel se ha retirado a su box debido a un fallo hidraúlico.
Kovalainen se apuntaba a la lista de abandonos tras sobrevivir a la primera vuelta: el Renault perdía grip en la Curva do Sol e impactaba de espaldas contra las protecciones, cerrando la temporada de su equipo.

Hamilton y Kubica precipitaban su segunda parada, bastante necesitados, buscando además cierta ventaja estratégica que parecía volverse contra Robert, incapaz hacerse con Rosberg a su regreso.
La carrera se despejaba en la parte trasera para beneficio de Hamilton, lejos del ritmo en cabeza, con el pit stop de Coulthard, que le permitía avanzar una posición, y la rotura del motor de Barrichello en la Subida dos Boxes, con impulso suficiente como para llevar la Tortuga Ninja hasta el box y retirarse.
El otro McLaren no parecía tener un ritmo mucho mejor, recortado por Heidfeld vuelta a vuelta, hasta la parada de El Bueno, que permitía el paso de su compañero.

El pit stop crucial, correspondiente a Massa, llegaba dejando a Räikkönen la obligación de cumplir con su
trabajo en las vueltas de gracia como manda la tradición familiar Ferrari, siempre bordeando el límite de las órdenes de equipo.
La parada de Iceman le devolvía
líder de la carrera y del Campeonato a la pista, con cierta ventaja sobre el segundo Rayo Rojo, que había sufrido previamente una pérdida de control en Junçao, y un abismo con Fernando Alonso.

Un tercer repostaje de Hamilton terminaba con sus ilusiones cuando parecía capaz de robar el séptimo puesto a Trulli, aunque fue capaz de recuperar su posición a su regreso adelantantando a Coulthard en la Subida dos Boxes. El mismo destino le esperaba a Kubica, tercero, obligado a unirse a la caravana de Heidfeld y Rosberg, un grupo dedicado a animar aún más la recta final de la carrera.
Nico Rosberg, mucho más rápido que El Bueno, buscaba el hueco hasta realizar un intento serio en S de Senna, presionando a Heidfeld al exterior con tanta fuerza que el Williams se pasaba de frenada, abriendo un hueco que avispadamente iba a aprovechar Robert Kubica para adelantar a ambos y disponerse a cazar a Alonso, que no conseguía abrir un hueco notable a pesar del tapón y las disputas.

La emoción en cabeza, con el cómputo de puntos permanentemente presente, era alimentada en la zona media. Hamilton, uno de los implicados, se valía del pit stop de Verdaderamente para colocarse séptimo; pero dos pilotos fuera de los puntos reclamaban momentaneamente la atención: Coulthard, demasiado fuerte, chocaba contra el neumático trasero de Nakajima dando un giro espectacular en la primera curva.
El hecho más llamativo era culminación del gran rendimiento de Williams representado por el adelantamiento, en su segundo intento, de Nico Rosberg a Kubica en S de Senna, realizando una vistosa maniobra por el exterior sacando partido de un error del BMW.
Rosberg pasaba cuarto bajo la bandera damero, tras el ganador de la carrera, Kimi Räikkönen y su compañero Felipe Massa que lo convertía en Campeón del Mundo.

La conclusión más clara del Gran Premio es que probablemente Kimi Räikkönen ha sido el justo ganador del Campeonato del Mundo pero no de la carrera.
Massa tenía la pole y el ritmo para ganar, pero desde el preciso instante en que el McLaren presentaba los primeros problemas de fiabilidad de la temporada, Felipe estaba sentenciado. Con Hamilton descartado, Alonso muy lejos y el título en manos de Räikkönen no existía persona en el Gran Circo incapaz de ver la cabeza de caballo que las circunstancias introducían en la cama de Massa, resignado en espera del momento en el que la famiglia Ferrari decidiera su cambio de posición con Iceman.
Siguiendo la tradición de los escuderos rojos, que tuvo su época dorada con Rubinho, Massa se ha visto obligado a renunciar a una carrera que tenía ganada por el bien de la Scudería.
El triunfador del Gran Premio ha sido, en justicia, el equipo Ferrari, que ha actuado de una forma profesional y muy eficiente, con mención especial a sus pilotos, totalmente concentrados en los planes previstos.

La importancia del éxito de los Rayos Rojos oculta el excelente resultado de Nico Rosberg, cuarto, batiendo sobre el asfalto a los BMW con contundencia; la progresión del primer conductor de Williams ha quedado un escalón por debajo del podio, mostrando el fuerte esfuerzo individual y colectivo del final de temporada y humillando, una vez más, a sus proveedores de Toyota.


El número de derrotados en Interlagos ha sido bastante alto.
McLaren ha sido la imagen de la derrota: la presión ha podido con Hamilton, y parece increíble identificar como perdedor a un novato que en su primera temporada ha quedado segundo a un punto del campeón, y la desmotivación con Alonso, tan irregular y poco competitivo como el resto de la temporada. Los Ferrari simplemente han planeado sobre las Flechas de Plata, inalcanzables, beneficiados por un golpe de suerte que han sabido aprovechar y del que los McLaren han sido incapaces de recuperarse.
Aunque es llamativo el brusco descenso de BMW, la decepción ha estado servida por Red Bull, un equipo que tiene serios problemas de fiabilidad para convertir en puntos una buena clasificación. David Coulthard simplemente se disipa poco a poco, pero Mark Webber tiene talento y habilidad acompañando a la impresión de que le falta coche.
La actuación de Renault es una incógnita, aunque sus resultados han sido simplemente terribles.

El que no ha defraudado ha sido Nakajima, que ha hecho exactamente lo que se esperaba de él: continuar la tradición samurái de la forma más espectacular posible.
El resultado ha sido un pit stop que podría calificarse como lección magistral de lo que no se debe hacer, dos mecánicos al hospital y un lugar de honor en el tratamiento informativo sobre el Gran Premio.
Con un monoplaza potente como Williams y su visión de lo que es una "buena carrera", Kazuki puede convertirse en un digno sucesor de El Huracán Sato.

Enormes felicitaciones y alabanzas para El Hombre de Hielo, Kimi Iceman Räikkönen por su victoria absoluta. Acechando en silencio, concentrado en su trabajo, se ha hecho con el Gran Premio de Brasil como con el Campeonato del Mundo.

Gracias por una temporada en la que ha sabido mantener la esperanza confiando en su talento hasta dar la vuelta a una situación imposible. Gracias a Ferrari por dar una emoción como hacía mucho no se veía.

Una mención para el mejor resultado de Nico Rosberg, que se abre hueco entre los grandes; y ánimo para Lewis Hamilton, a un sólo paso de la actuación más épica de un novato, a punto de conseguir una remontada que hubiera sido legendaria.

[Lectura recomendada: Estados de ánimo del Campeón del Mundo]

El Anaconda atraca hasta su próximo paseo por el Gran Circo.

11 comentarios:

Malasombra dijo...

Bueno, pues nada...
Esto se acabó. Solo nos quedan los movimientos de pilotos, cual fichajes de fútbol...

Y esperar a la siguiente temporada, sin control de tracción y sin ayudas a la frenada.

Il Venturetto dijo...

¡Joder qué bueno lo de la cabeza de caballo en la cama!

La maniobra de adelantamiento de Kimi a Felipe ha sido impecable. Sabes que va a pasar, pero cuando sucede no sabes ni cómo ha sido.

Sin duda, una de las mejores carreras del año (si no la mejor): adelantamientos, hostias, problemas mecánicos, luchas al más alto nivel y emoción hasta el último metro.

Ahora los fines de semana tendremos que... que... ¡mierda! ¡no tengo nada que hacer!

David dijo...

He hecho el análisis que realmente quería pero El Misántropo me ha sacado un segundo por vuelta.

Creo que la mejor carrera ha sido en Montreal (Sato adelantando al Campeón del Mundo).

Resumen de la temporada coming soon...

Anónimo dijo...

Creo recordar que hace unos cuantos grandes premios durante la sesión de clasificaciín "algún" piloto se salió y destrozó las protecciones. Aquello fue causa justificada para parar la sesión unos 15 minutos porque el riesgo de que alguien se saliera en el mismo lugar y fuera a empotrarse contra las protecciones inexistentes era alto. La carrera podría haber cambiado si se hubiera aplicado el mismo reglamento y hubiera salido el Safety car mientras reparaban el desaguisado de Kovalainen, aunque visto el ritmo de los Ferrari, el que habría salido beneficiado de una fase de safety habría sido Jaimito, sin duda alguna.

Il Venturetto dijo...

El caso es que yo también pensaba hacer un resumen de la temporada, pero en lugar de eso me he despachado a gusto en donde debía hablar de la carrera.

La elección era jodida: o hablaba de la carrera o hablaba de lo que había implicado la carrera, y me decanté por lo segundo. Supongo que a ti te pasaría algo parecido.

Por cierto, te ha quedado otra crónica cojonuda.

David dijo...

Pues sí, si llega a salir el Safety Car para que queremos más.
A Hamilton le preparan un "Hormigas Blancas" que le destrozan.

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, bueno. Al final se hizo justicia y Ferrari y Kimi ganaron ambos títulos. Como debe de ser.

Creo recordar que hace algún tiempo dije que Mclaren era una gran empresa pero no un equipo de Formula 1, basándome, entre otras cosas, en las tristes salidas que tuvieron Joe Ramírez o Adrian Newey. El tiempo creo que me ha dado la razón.

La papeleta que tiene ahora Ron Dennis en su tejado es de tres pares de narices: un equipo fragmentado, con el asunto de "Alonsito bocas" por solventar, dar la cara ante los patrocinadores, sin títulos y con la cuenta de los 100 millones pendiente. Ahí es nada.

Creo que el mismo patrón que llevó al equipo a la primera línea del campeonato es el mismo que lo ha conducido al caos total. Y no por las tonterías que se dicen de si ha "puteado a Alonso y ahora tiene su merecido". A Fernando Alonso le han dado exactamente las mismas opciones que a Hamilton durante toda la temporada. Lo de Ron Dennis viene, a mi modo de ver, porque ejerce un control estresante sobre todo el equipo.

Comencé a perderle el respeto cuando él y Martin dijeron que "Kimi no ganaría nunca el título debido al ritmo de vida que llevaba". Un piloto que ha dedicado sus mejores años a Mclaren y que no ha causado ni un solo problema no debería de obtener un trato tan triste.

Cuando acusó a Ferrari de usar un coche ilegal en Australia ya me pareció excesivo. Pero la gota que ha colmado el vaso ha sido la impugnación de la no sanción a los BMW y a Williams. Se le olvida que la FIA le dio una palmadita en la espalda al no excluirlos del título de pilotos de este año y del que viene.

La otra cara de la moneda es Todt, todo un caballero, todo un profesional. Elegancia, esa es la palabra que define el carácter profesional de Jean.

Dejando a un lado estos menesteres, en el plano deportivo he de estar en disconformidad con lo que he leído acerca de la calidad de la última carrera del año. No se, o estoy medio gilipollas, o gilipollas y medio o es que vosotros habéis visto otra carrera. Desde la tercera curva, los Ferrari aumentaron el ritmo y nunca más se supo de adelantamientos entre los tres primeros, al menos en pista. Yo a eso le llamo una carrera monótona, por mucha alternancia que haya en la parte trasera. Me parece muy bien hablar de 22 coches y no prestar atención únicamente a los competitivos pero el título se decide delante, no detrás, por lo que yo llamo "carrera emocionante" a algo así como al GP de Spa de 2000, con lucha entre Mika y Michael, por ejemplo. Pero lo de ayer, eso ni es Formula 1 ni es nada.

No me extraña nada que los estadounidenses no vayan a verlo, la F1 se ha convertido, opino, en un "dar vueltas" sin más entretenimiento que esperar algún fallo en los repostajes o ver qué coche sale delante en boxes al finalizar todas las incorporaciones. Y yo no quiero ver eso, yo quiero ver a Kimi y Fernando luchar de principio a fin por el primer puesto. Eso sería F1, pero, ¡vamos!, no me jodas que lo de ayer fue emocionante.

En fin, es mi opinión.

Resaltar la vergüenza de retransmisión que hubo, tanto por la decisión de la organización de prohibir a la realización enfocar a los patrones de las escuderías, así como por la cochambre de comentarios de la pareja de payasos de Telecinco. Y resaltar también la lección de categoría y solera que les dio Mika a esta gentuza de Telecinco al concederles una pregunta cuando no hace ni un mes, el imbécil de Serrano manchó su imagen tratándolo de borracho para arriba, diciendo que Ron le había pagado a un médico para que se desintoxicara.

He seguido a través de internet la carrera deportiva y la vida personal de Mika y ese dato no lo había oido nunca. Supongo que este payaso lo habrá sacado de alguna nota de prensa del periódico "tío pepe", escrita por algún pelagatos de periodista que pretendía hacerse famoso a espaldas de Mika. Esa es la clase de profesionalidad que tiene este deficiente profundo. Además, ¿a él qué coño le importa si Mika tuvo o no tuvo problemas en su vida privada?, ¿o es que acaso la retransmisión de la F1 va a ser una mezcla de "tomate" y otras parrafadas?. Y si no, te agarras al análisis que hicieron de la carrera de Kimi, más de lo mismo.

Por último, señalar lo calladito que se le ha visto a Alonsito cuando no gana. ¡Cómo me gusta verlo ahí detrás!, calladito, manso como un cordero. Pues que se vaya acostumbrando, ahora que su carrera deportiva ha concluido.

En fin, espero compadres que el año que viene haya más lucha en la pista porque ya hace muchos años que no veo un par de carreras seguidas que hayan merecido la pena.

Un saludo a todos.

Raúl.

David dijo...

Pues si la carrera no ha sido emocionante, con Kimi pendiente del mínimo fallo de Massa o de su proverbial mala suerte, con la remontada de Hamilton acompañada del total de puntos para saber hasta ónde tenía que llegar; manteniendo esto hasta el final, con seis vueltas de título inestable de Räikkönen ... si eso no es emoción, yo ni entiendo de F1 ni de nada.

Anónimo dijo...

Bueno, si tenemos en cuenta la mala realización, tal vez la emoción sí fuera un factor a tener en cuenta. Lo digo más que nada porque la realización no dio tiempos entre el séptimo y el sexto puesto, de Hamilton y de los BMW respectivamente, que era de más de 30 segundos.

Es decir, que el único puesto al que podía optar Hamilton era el que ya tenía, séptimo. Por tanto, la emoción creo que la ubicas en el posible abandono de algún piloto, en cuyo caso no veo dónde está la espectacularidad de una carrera. Yo, desde luego, no lo veo.

En mi lenguaje, espectacular hubiera sido, por ejemplo, una lucha de Massa y Alonso por el tercer puesto hasta las últimas vueltas, independientemente de hacia dónde se hubiera decantado.

Anónimo dijo...

Quise decir por el segundo puesto, con el título en juego.

Anónimo dijo...

Tengo que decir que es muy triste leer la noticia sobre la reunión de De la Rosa con el magistrado italiano que lleva el caso de espionaje industrial.

Me hubiera gustado disfrutar estos años de la Formula 1 con un pedazo de profesional español compitiendo, como es el caso de Pedro.

No así el bocazas integral de Alonso, que tanto daño ha hecho a este deporte en la pasada temporada.