03 agosto 2007

Briefing - Hungaroring 2007


Briefing del circuito

El Campeón del Mundo ha vuelto.
El equilibrio característico de esta temporada depende actualmente del talento de Fernando Alonso, capaz de cubrir la ventaja de Ferrari sobre McLaren; mientras El Nano parece regresar a la senda de la victoria con pasos de gigante, recortando la distancia con Lewis Hamilton, los Rayos Rojos parecen luchar contra ellos mismos por culpa de la fiabilidad.
Simultáneamente las bravatas de los pilotos, la salsa de ese deporte, vuelven para alegrar más aún la competición, recordando los tiempos en las manos sobre el volante no eran las de un deportista de élite sino las de un playboy arrogante. La rivalidad de Massa y Alonso, en la lucha por el Mundial de Pilotos, puede suponer un gran aderezo, sin dejar al margen sus peleas encubiertas con sus compañeros y el resto del equipo.

El Gran Premio de Hungría es una carrera en la que la habilidad y la experiencia suponen una enorme ventaja, lo que puede colocar a Kimi Räikkönen de nuevo sobre su comp
añero, tal como ocurrirá con total seguridad con El Nano; al igual que en Mónaco la calidad determina el orden de salida, aunque la carrera la ganen los ingenieros, lo que orientará a las escuderías sobre el estado de forma de sus conductores y la jerarquía real, una información muy interesante en BMW y Red Bull.

La noticia importante en la llegada a Hungaroring es la reincorporación de dos pilotos, un casi-veterano de dudosa calidad y un casi-debutante de brillante futuro: Sakon Yamamoto y Sebastian Vettel.
Yamamoto vuelve como sustituto oficial de Christijan Albers abandonando Super Aguri, lo que no descarta la participación eventual de algún probador por publicidad. Por otra parte Vettel ha dejado un equipo puntero, pero en el que se quedaba sin sitio, para entrar en Toro Rosso, una escudería que sólo puede crecer y que resultará perfecta para conseguir experiencia debido a sus mínimas exigencias; a pesar de su contrato hasta el fin de 2008 sus resultados pueden colocarle en equipos intermedios necesitados de talento, como Toyota o Williams, o incluso ayudarle en el ascenso a Red Bull.

Un buen resumen del espectáculo de Hungaroring ha sido la clasificación, que ha tenido toda la acción en el pit lane con el protagonismo absoluto del equipo; aunque sobre todo ha planteado una inquietante pregunta:
¿Han renacido las maniobras marrulleras como en los mejores años del Kaiserreich?

La primera ronda, bajo un cielo nublado, ha sido el
primer acercamiento a los reenganchados: como era previsible Yamamoto se ha hundido hasta el fondo mientras que Vettel ha descubierto las diferencias entre BMW y Toro Rosso de forma directa, tanto que en la Curva 12 ha sido incapaz de mantenerse en la trazada y ha acabado rodando por la tierra, sin abandonar en ningún momento los puestos de eliminación.
La mayor diferencia se producía en Red Bull, con la acostumbrada solidez de Webber contra Coulthard, que se ha mantenido al límite hasta mejorar cerca del final; el otro gran
contraste se ha dado en Renault, con Kovalainen sin problemas y Fisichella cerca del peligro. Davidson y Barrichello se han mantenido en la zona de salvación con sus compañeros en problemas, y aunque Button ha sacado a Barrichello sobre el tiempo sólo ha sido para ver como Liuzzi, en principio por detrás de Vettel aunque en buena progresión, eliminaba en el último momento a las dos Tortugas Ninja, que de nuevo vuelven al mal camino.

La segunda sesión ha tenido como protagonistas a Felipe Massa, su equipo y un planteamiento desastroso.
Con problemas visibles para mantener la dirección a cinco minutos del final el Rayo Rojo aun se
encontraba entre los eliminados, lo que directamente le ha llevado a un repostaje frenético que ha terminado con el Ferrari parado antes de salir del pit lane al descubrirse que el combustible sería insuficiente; el tiempo se acababa mientras el coche era remolcado a mano hasta la posición de Ferrari, aunque finalmente ha habido tiempo para una vuelta infructuosa, en parte por el mal estado de los neumáticos.
Red Bull y Toyota rodaban muy bien, con Trulli tercero, y Hamilton repetía mejor tiempo. Sin embargo BMW y Renault pasaban serios apuros con Heidfeld y Fisichella
en el límite y sus compañeros eliminados; en el último momento Kubica ha conseguido pasar, sacando a Coulthard de Q3.

La ronda definitiva ha visto como Fernando Alonso mostraba durante el pit stop dos maniobras completamente opuestas: una de dominio y otra antideportiva.
Heidfeld y Toyota han arrancado muy fuerte, y antes de la primera parada ocupaban los tres primeros puestos, con Trulli a la cabeza; Räikkönen acosaba de forma absurda a Alonso, que realmente tenía un ritmo muy bajo, hasta la entrada de ambos en el pit lane.
El sistema de McLaren para optimizar la salida mantenía parado a El Nano frente a su box con el coche perfectamente preparado, y cuando finalmente el lollipop man ha dado la orden una manta térmica ha quedado enganchada en el eje de la rueda, una situación que ha demostrado el control del Campeón del Mundo, que ha reaccionado manteniendo el monoplaza en su posición hasta que se ha solucionado el problema. El resultado del stint ha sido de nuevo la primera posición para Hamilton con un fuerte dominio de las Flechas de Plata.
El pit stop definitivo, para la configuración óptima ha sido el más conflictivo en mucho tiempo.
Como ocurriera previamente el sistema McLaren retenía a Alonso a pesar del margen cada vez menor para dar la última vuelta, momento en el que entraba al pit lane Lewis Hamilton, que se ha encontrado con su compañero.
Cuando el jefe de mecánicos ha alzado el lollipop Fernando Alonso ha ignorado la orden y se ha quedado mirando al muro varios segundos, suficientes como para que el apurado Hamilton se encontrara el semáforo rojo antes de poder dar su mejor vuelta. Por su parte El Nano ha conseguido quitarle la pole a su compañero con esta maniobra extremadamente dudosa, que recuerda al comportamiento por el que Michael Schumacher será recordado realmente y que ha desatado la ira de Ron Dennis por este aparente acto de insumisión.
El dominio de McLaren se hacía mayor con el excelente resultado de Heidfeld, que ha arrinconado a Räikkönen en el cuarto puesto, al lado de Rosberg, que también ha tenido una gran actuación.

La previsión para la carrera es un doblete de McLaren con victoria clara de Fernando Alonso, en un circuito que conoce, le gusta y en el que es imposible adelantar. Los problemas de neumáticos y el rendimiento observado durante las pruebas descarta cualquier posible estrategia magistral de El Mago del Suspense.
El sorprendente resultado de los Toyota dudosamente se mantendrá durante el Gran Premio, lo que va a proteger a Nico Rosberg si consigue mantener la posición en la salida. Paradójicamente los eliminados en Q2 serán los más beneficiados por las condiciones de Hungaroring, y es probable que si arriesgan con la fiabilidad de los neumáticos con una carga de combustible notable, Kovalainen y Coulthard consigan acabar por delante de sus compañeros.
El espectáculo correrá por parte de Robert Kubica, que parece haber cambiado el papel con su compañero y que, por lo tanto, remontará a su lugar natural batiendo a los monoplazas de la zona media. El otro BMW es el posible protagonista de la carrera ante un eventual error conjunto de McLaren, que parece contagiarse de Ferrari en cuanto a problemas de organización para provecho de Mario Theissen; para la victoria en el Magyar Nagydíj no se puede descartar la opción seria de Nick Heidfeld, esa estrella del rock que con un pequeño imprevisto en un circuito previsible puede ganar el primer Gran Premio para BMW.

No pierdas de vista la Curva 12, a los McLaren, los neumáticos y a Heidfeld.

1 comentario:

Malasombra dijo...

Vamos atrasadillos con las novedades, eh?

Menos vacacionear, y mas cronica.
Que en lo deportivo ha dado poco, pero en lo extradeportivo, ha sido jugoso, jugoso...