
Los BMW han arrancado como relámpagos y Kubica adelantaba a Alonso como Kimi Räikkönen a su compañero Lewis Hamilton, que gracias al obstáculo del Ferrari se ha salvado del empuje de Robert. En la Curva 2, por el interior al que había sido desplazado, Nick Heidfeld rebasaba a El Nano, desatando la euforia ante una probable batalla con McLaren de igual a igual. El primer incidente tenía como víctima a Jarno Trulli, que veía como se desperdiciaba su magnífico trabajo en clasificación, al ser golpeado por Fisichella, empujado a su vez por los Toro Rosso, al final de recta. Beneficiados por el incidente los Red Bull y, cómo no, Alex Wurz, lideraban la caravana.
Entre los líderes y el grupo, Kovalainen y Rosberg afianzaban su posición en las primeras vueltas, haciendo su carrera en una zona de relativa calma, merecidamente ganada con la defensa de su plaza en una salida bastante complicada. Muy pronto Alonso conseguía pegarse a Heidfeld, aunque mostrando serios problemas de agarre que confirmaba un set up equivocado de McLaren, tal cómo había indicado la velocidad punta en la jornada anterior.
El espectáculo se llamó Jarno Trulli a partir del momento en que fue obligado precipitadamente a remontar con un coche planteado para puntuar: su primera víctima, en un alarde en la Curva 2, fue Sebastian Vettel en el inicio de una serie de brillantes movimientos. Al contrario, en su línea, Wurz aprovechaba los problemas de Webber para ganar una posición valiéndose de una cualidad necesaria en la Fórmula 1 que él derrocha: suerte. Un problema hidraúlico mandaba directamente al box a El Almirante, acabando con su fenomenal perspectiva, como indicaba el excelente rendimiento de David Coulthard. La Curva 9 añadía atractivo a la actuación de Verdaderamente, que adelantaba a Button apurando la trazada, para perder la posición debido a la falta de grip.
Los intentos de Fernando alonso se volvían más serios hasta un ataque decisivo en la Curva 12, a expensas de un error de Heidfeld, del que El Bueno se defendió como pudo. Fue el momento del primer repostaje, de Kubica, que se revelaba como una táctica defensiva que resultaría precipitada; a partir de ese momento El Nano simplemente se quedó a la espectativa de un fallo de El Bueno, evitando situaciones arriesgadas en vista de la inminencia del pit stop de BMW.
La ronda de paradas se saldó con el esperado cambio de posición de Alonso y Heidfeld, y un pequeño tapón de Kovalainen sobre Massa, que parecía lo único capaz de frenar a los imparables Rayos Rojos; a pesar del aparente benficio para Hamilton de cara a recortar distancias, en ningún momento sufrieron los Ferrrari la más mínima inquietud.
El pit stop de Feyd-Rautha era la prueba definitiva del error de BMW, con la posición ganada por el Renault a Robert Kubica.
Jarno Trulli seguía viéndoselas con Jenson Button, que se defendía cómo podía de los ataques del Toyota, incluso de formas dudosamente reglamentarias como su marcha por el centro de la Curva 9; la animación de la carrera, en las últimas posiciones, también venía de la entrada al box y posterior regreso de Adrian Sutil, por problemas con la presión del combustible, lo que finalmente le obligaría a abandonar. Ralf Schumacher empezaba a acosar a Coulthard, con poca lógica debido a la proximidad de su única parada a media carrera, de lo que tomaba ejemplo Räikkönen, con más mordiente dado que la presión sobre su compañero ganaba potencia con el avance de la carrera. Al duelo entre los Ferrari, muy atractivo por las posibles consecuencias en el equipo, se unía la caza de Robert Kubica a Kovalainen, que permitía con su bajo ritmo el acercamiento de Rosberg; aunque de nuevo el BMW era obligado a entrar antes que los demás, fruto de una estrategia desquiciada. La situación no era tan buena para Massa, perseguido por la clara superioridad de Iceman, que empezaba a tomarle la medida. Para atajar conflictos El Mago del Suspense decantó la victoria hacia el líder actual decretando el pit stop de Räikkönen, una acción que dejó sentenciado el triunfo para alivio de Felipe Massa.
Cuando, al menos en los primeros puestos, el Gran Premio parecía terminado a falta de unas vueltas de cortesía, con veinte segundos de ventaja de los Rayos Rojos, llegó el incidente más inesperado de la carrera: el reventón del neumático delantero derecho de Lewis Hamilton, víctima de la presión de la Curva 8, un detalle que justificaría un poco la decisión de los ingenieros de usar una carga aerodinámica menor.Este contratiempo, sin embargo, revela cómo brilla la fortuna de Hamilton hasta en los malos momentos puesto que el McLaren fue capaz de alcanzar el pit lane, dónde se encontraba Alonso, que esta vez salió a tiempo, en la vuelta prevista para su repostaje sin llegar más que a deformar el alerón delantero debido a los fuertes golpes de la goma, que facilmente podrían haberlo partido. Un abandono casi seguro se compensaba con la pérdida de dos posiciones.
El único que parece haber trabajado en este Gran Premio, Jarno Trulli, continuaba con su laboriosa remontada, alcanzando a su compañero y rebasándolo tras la Curva 12 tomada por ambos a la vez, en paralelo. Tras su pit stop, de nuevo a seguir peleando sin descanso, aunque la nueva pasada, sobre Barrichello, resultaba algo más sencilla.
Con las posiciones definidas, y la plaza de podio encontrada por Fernando Alonso, sólo Kubica, con un coche más potente, y Kovalainen inquietaban a sus rivales, Rosberg y Hamilton, que sufría las consecuencias de su accidente.
La bandera damero concedía a Massa una victoria que sólo puede discutirse por las ordenes de Jean Todt, y premiaba la progresión a lo largo de la temporada de los jóvenes Rosberg y Kovalainen con los puestos séptimo y sexto.
La principal conclusión, partiendo de lo observado en los últimos Grandes Premios, es que Ferrari ha construído un coche inalcanzable, aunque seguramente ya es demasiado tarde para alcanzar a McLaren, que únicamente depende de su fiabilidad, y las Flechas de Plata se han mostrado en Istanbul Park casi indestructibles. En cuanto al líder, sigue sin estar claro en ambas escuderías: a Massa y Hamilton les avalan los resultados, aunque Räikkönen y Alonso transmiten más seguridad y capacidad: en adelante las determinantes decisiones de los equipos tendrán argumentos más complejos y en muchos casos serán apuestas sobre la posible actuación de los pilotos en un Gran Premio concreto.
Es destacable la terrible estrategia de BMW, que ha hundido a Kubica; al contrario de lo ocurrido, poco habitual en Renault esta temporada, con su rival, Heikki Kovalainen, que sigue dejando en evidencia a Fisichella.
Como en el equipo Renault, en Toyota y Williams las diferencias entre compañeros son cada vez mayores debido a las dudosas cualidades de Ralf Schumacher, experiencia que parece incapaz de aplicar, y Alex Wurz, oportunismo feroz.
Un pequeño apunte sobre la falta de adaptación de Sebastian Vettel al Toro Rosso, incapaz de acercarse al espoleado Liuzzi; aún es pronto para evaluar el rendimiento real del novato, debido al gran salto tecnológico desde un monoplaza que conoce profundamente.
Enhorabuena a Ferrari, por su fantástico trabajo, y a Fernando Alonso por su golpe de suerte. Felicitaciones también para Kovalainen y Rosberg, una vez más, por mantenerse en el camino de un brillante futuro.
Un enorme agradecimiento para Jarno Trulli, por intentar acabar con el tedio dominante en Istanbul Park.
Destino Monza.