Se acabaron los destinos exóticos: volvemos a casa, volvemos a Europa.
El Gran Premio de España es el inicio, el punto de entrada, de la parte más exigente del Campeonato del Mundo; con la situación de cada piloto esbozada y los coches sobradamente probados, con el ritmo de competición en los equipos, el Gran Circo está a pleno rendimiento.
Los resultados de las primeras carreras indican el estado de las escuderías, un incentivo para reparar los errores cometidos antes de entrar en la parte más dura de la batalla, y son una pista para centrar la atención en los aspectos más interesantes de esta temporada.
Lo más destacable, por inesperado, es el triple empate en cabeza entre los dos aspirantes al título previstos, Alonso y Räikkönen, que están dando lo que se espera de ellos, y el novato Hamilton, consolidado como la revelación al subir al podio en todos los Grandes Premios que ha disputado. Aunque Montmeló quizá suponga esa motivación que puede marcar la diferencia para El Nano, un poco apagado frente a su estilo en otras temporadas, es más que probable que vea despegar a su compañero, ya que Lewis Hamilton llega a la parte del Campeonato del Mundo que conoce, disputada en circuitos que le han visto triunfar en categorías inferiores.
El Gran Premio de España debe ser el principio del cambio para las escuderías que han decepcionado, porque si se quedan descolgadas la recuperación será imposible. Es obligado observar la evolución de Renault y Toyota, derrotadas con contundencia por los Williams, inesperadamente competitivos esta temporada, y BMW, que rivaliza directamente con McLaren y Ferrari; y sobre todo comprobar el trabajo de Honda, por ver si consiguen dejar de ser Tortugas Ninja.
El Circuit de Catalunya es una pista de pruebas para todos los equipos, por lo que es sobradamente conocida, lo que facilita el set up del coche. A pesar de esta cualidad, la variedad de curvas y los problemas particulares que presenta Montmeló, como el asfalto abrasivo y el viento, permiten varios enfoques a los ingenieros, dependiendo de las condiciones que se presenten para el fin de semana.
Este año además se añade una novedad: una chicane entre las dos últimas curvas, tradicionalmente de alta velocidad, para aumentar la seguridad y, a la vez, las opciones de adelantamiento.
Los dos puntos críticos son aerodinámica y ruedas.
Los neumáticos sufrirán mucho por el estado de la pista, que contribuye a la degradación que suponen las curvas rápidas; aunque Montmeló no es un circuito de velocidad, dónde los motores no suelen someterse a un gran esfuerzo puesto que no hay aceleraciones bruscas, el último sector son dos curvas a fondo que enlazan con la recta principal, una dura prueba para las gomas.
Por otro lado la característica distintiva son los cambios de dirección del viento a lo largo de la jornada, algo que dificulta el set up para evitar subviraje y sobreviraje, puesto que puede variar la respuesta del coche en un mismo tramo según el momento. La decisión de los ingenieros, complicada por el hecho distintivo que convierte a Montmeló en un circuito de pruebas ideal además del buen clima, que es el múltiple tipo de curvas que presenta, se inclina por una carga muy alta para alcanzar las rectas, precedidas por curvas rápidas, con la mayor velocidad posible y evitar adelantamientos, casi imposibles hasta ahora.
La suspensión estará encargada de ayudar a la aerodinámica, con una configuración dura en el tren delantero, para asegurar una buena respuesta a los cambios de dirección, y algo más blanda atrás, mejorando el agarre en las curvas cerradas.
La clasificación ha vuelto a ser una representación de los absurdos simulacros de salida, que no por habituales resultan comprensibles.
La primera ronda ha comenzado con incidentes desde los primeros minutos, con los fallos en la transmisión del Toro Rosso de Scott Speed que lo ha colocado en última posición. Mientras que Anthony Davidson se perfilaba como la cabeza del pelotón, otros de los obligados a arriesgar empezaban a sufrir, algunos tan imprevistos como Toyota y Williams, como ha demostrado la salida de pista de Christijan Albers.
Los buenos resultados de Takuma Sato y su compañero, y la estrategia de Honda, con neumáticos blandos, han demostrado una vez más la ilógica ventaja del equipo privado; los problemas para pasar el corte, en el último momento, no son un buen augurio para las Tortugas Ninja; Jarno Trulli, con dificultades parecidas, finalmente ha conseguido un gran resultado.
La mitad de Toyota, de Williams y de Red Bull ha caído en la primera criba.
La segunda tanda se presentaba dura, y ha mostrado unos Renault muy asentados.
Las buenas perspectivas para Super Aguri se han disipado en las primeras vueltas, con el paseo de Davidson por la tierra, que ha descalibrado su monoplaza como ha probado su trompo vueltas adelante, y la avería en la inyeción de El Huracán.
Hekki Kovalainen aseguraba su clasificación con seguridad, a diferencia, de nuevo, de El Superhéroe y Verdaderamente, entre los diez primeros sobre el tiempo cumplido.
El protagonista de la ronda definitiva ha sido Jarno Trulli, a la altura de los BMW como sorprendente contraste a sus resultados a lo largo de la jornada.
La tanda ha comenzado con la actitud poco profesional de Hamilton y Räikkönen, luchando por una pequeña ventaja que realmente no compensa el gran riesgo al que se somenten luchando por el liderato de la caravana, como hicieron en el pasado Fernando Alonso y Michael Schumacher; un comportamiento que han repetido en todas sus entradas simultáneas al pit lane, y que por muy poco no ha terminado en choque.
Cuando han empezado a competir con la configuración óptima, Fernando Alonso se ha mostrado sólido, y hasta el último segundo no ha cedido la pole, conseguida por Felipe Massa. La sorpresa, Trulli, ha desplazado al séptimo puesto a Nick Heidfeld.
La previsión para la carrera es difícil por la imprevisibilidad, precisamente, de Felipe Massa, capaz de lo mejor y lo peor.
La igualdad entre McLaren y Ferrari es máxima, con el avance de las Flechas Plateadas frente al rendimiento de los Rayos Rojos, por debajo de lo esperado. Alonso y Massa tienen las mismas probabilidades de conseguir el triunfo, levemente inclinadas hacia El Nano, que ha demostrado siempre más solvencia; mientras que en la lucha por el podio se ha colado Robert Kubica, capaz de aprovechar la guerra entre Räikkönen, que parte con ventaja, y Hamilton.
Con Trulli y Coulthard un poco por encima de su lugar habitual, es más que probable que gran parte del interés de la carrera se centre en su duelo con los Renault. El otro foco de interés serán las remontadas de algunos monoplazas potentes como los Williams y la más que segura ascensión de Nick Heidfeld.
El Bueno demostrará lo que es capaz en el Gran Premio de España.
No pierdas de vista a Jarno Trulli, la Campsa, la New Holland y a los McLaren.
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Mi querido amigo Luis Ramón sugiere, *for free*, unas cuantas ideas de
tramas para obras cinematográficas que, a buen seguro, coparán los primeros
puesto...