23 octubre 2006

Análisis - Interlagos 2006


Acabó el Gran Premio de Brasil.
Acabó el Campeonato del Mundo.
Acabó la era Schumacher.

La sencilla victoria de Felipe Massa en casa ha quedado, como se esperaba, reducida en importancia frente al protagonismo de Fernando Alonso y Michael Schumacher. Los Rayos Rojos se han mostrado a un nivel superior, inalca
nzable para el resto de equipos; y sólo las circunstancias de carrera han impedido la última victoria de Zapatero.
La favorable situación de El Nano antes de iniciarse la carrera mejoró aún más con los problemas de su rival, lo que alejó a Renault de una estrategia excesivamente conservadora y llevó al Campeón del Mundo al podio.

La salida dejó clara la intención de Michael Schumacher: arriesgar al máximo, buscando el mejor resultado a cualquier precio; su última carrera ha sido una de las que más ferozmente ha disputado.
Desde el principio el Ferrari se lanzó al interior de la Descida do Sol, el punto de adelantamiento dónde se han visto las maniobras más espectaculares en Interlagos, intentando pasar a los BMW sin éxito en principio; Fernando Alonso se mantenía en la cuarta posición y parecía que Kimi Räikkönen podía plantar cara a Felipe Massa, aunque pronto el líder puso un ritmo superior.
Al final de la primera vuelta Zapatero conseguía ponerse sexto, detrás de su Hermanísimo.

El primer problema de un Gran Premio con menos accidentes de lo habitual se lo buscaron los Williams, que remataron una temporada nefasta con una actuación a la altura. Nico Rosberg impactaba a Mark Webber, haciéndole perder el alerón trasero y dejando su propio monoplaza seriamente dañado; tanto que mientras El Almirante conseguía llegar a su box para abandonar, su monoplaza se cruzaba en el ascenso, chocando con el tren trasero contra el muro y provocando la salida del Safety Car.
Antes de ver el desenlace del incidente entre los Williams, Físico conseguía pasar a Rubinho adelantando por el exterior al final de la recta para ganar la trazada en la S de Senna.
La situación con el coche de seguridad en pista señalaba la excelente progresión de Jenson Button, por delante de Pedro Martínez d
e la Rosa y Nick Heidfeld.

Al reanudarse la carrera, con la caravana reagrupada, Iceman intentó aprovechar la ventaja recuperada a Massa, aunque de nuevo éste volvió a escaparse; los Toyota comenzaban a mostrar sus carencias y cierta fatiga, con Verdaderamente actuando desde el tercer puesto como tapón de El Nano, Físico y Zapatero, muy pegados.
De pronto el ritmo de Toyota se desplomó, y Fernando Alonso pudo ganar distancia a su compañero, acosado por Michael Schumacher.
Tras varias vueltas intentándolo Zapatero se decidió e inicio una maniobra larguísima para pasar al Físico, colocándose desde el principio de la recta principal, en plena subida, por el exterior, rodando en paralelo para conseguir poco a poco la posición y rematando la acción en la Descida do Sol, por fuera, para tener la mejor trazada de la S. Tras la hazaña, antes de abandonar la chicane, los Bridgestone se resintieron y reventó el neumático trasero izquierdo, sometido a una frenada muy fuerte: el Ferrari tenía que completar una vuelta completa sobre la llanta hasta el pit lane, con la notable habilidad de Schumacher demostrada evitando una salida de pista casi segura.
Los Toyota abandonaban simultáneamente por problemas en la suspensión, desaprovechando una excelente clasificación, y más tarde
serían acompañados por David Coulthard.
Los coches se empezaban a emparejar en batallas particulares; Button apretaba a Barrichello, Alonso se encontraba con el ritmo bajo de Räikkönen y Heidfeld intentaba aprovechar su diferencia de peso sobre De la Rosa, lo que aproximaba a ambos pilotos a Robert Kubica.

El primer pit stop lo realizó Iceman, y el más peligroso Fisichella y Barrichello: mientras Físico rodaba por el pit lane Rubinho acababa su parada e intentaba ganar la posición saliendo con rapidez; a duras penas evitaron el choque, y rodaron en paralelo con la limitación de velocidad activada, hasta que el Honda se rindió. La carrera reflejaba un sorprendente resultado, a la altura de las remontadas de Button y Schumacher, el decimosegundo puesto de Takuma Sato, con el mejor Super Aguri de la temporada. Parecían luchar entre los tres por la ascensión más espectacular, y aparentemente el Honda iba ganando; tras su parada, casi simultánea a la de Alonso, Botón salía marcando un ritmo fantástico, consiguiendo adelantar a Iceman en el punto habitual, el final de recta, con el depósito lleno; una maniobra que casi imitó perfectamente Robert Kubica al pasar a Vitantonio Liuzzi, aunque el Toro Rosso enfiló mal la S e impactó levemente al BMW que lo adelantaba.
Nippon Ichi hacía su primera parada a mitad de carrera, confirmando su estrategia y abandonando la presión de Alonso, Button y Räikkönen.
Mientras Barrichello presionaba a Fisichella, Zapatero demostraba el poder de su mecánica adelantando a los dos BMW. Al pasar a Kubica cometió un error en la S de Senna, aunque recuperó la posición ganada en la vuelta siguiente en el paso por la entrada al pit, asumiendo un gran riesgo. El ascenso del Rayo Rojo era imparable.

Llegó el tramo final de la carrera con la segunda parada de Botón, Físico y Rubinho, que se convirtió en la nueva víctima de Zapatero y el final de recta con su Honda cargado de combustible. Lo más importante fue el pit stop de El Nano, que lo situaba definitivamente en la segunda posición, muy por delante del inspirado Jenson Button.
La culminación de la doble remontada de Michael Schumacher parecía llegar con la captura de Giancarlo Fisichella; parecía sólo cuestión de tiempo que el imparable Ferrari se hiciera con él y, como estaba previsto, Físico volvió a mostrar su faceta menos competitiva y bastaron pocos intentos para que lo adelantara: Fisichella llegó a demasiada velocidad al final de recta esquivando la maniobra que tantas veces había realizado Schumacher, y eso provocó su salida en la S, un regalo de despedida para Zapatero.
Nick Heidfeld también padecía la S de Senna, sólo que en su caso el monoplaza se acabó cruzando e impactando contra el muro, provocando el abandono del primer BMW, tan irregular como el rendimiento de su escudería en Brasil.

Y llegó la batalla más espectacular del Gran Premio y una de las mejores de la temporada: Michael Schumacher alcanzaba a Kimi Räikkönen.
Zapatero comenzó a buscar el hueco, como ya hiciera con Físico, y realizó una gran tentativa en la Juncao, metiendo el alerón delantero por el exterior, aunque lo único que consiguió fue rodar en paralelo con Iceman, más duro que el Renault.
Räikkönen tenía claro por dónde y cómo serían los intentos más peligrosos y comenzó a jugar estrategicamente al final de recta, sin cometer errores; la Flecha de Plata dejaba la trazada antes de llegar a la Descida de Sol, invitando a intentar el exterior a Zapatero, para recuperar la mejor trayectoria a continuación, eliminando cualquier opción con ese engaño.
Ambos tenían claro que no siempre podría repetir con éxito la maniobra, por lo que Schumacher se lanzó al interior de la bajada en la vuelta siguiente, mientras que Räikkönen apostaba por mantener la trayectoria óptima. Esta vez acertó el Campeón del Mundo y el Ferrari descendió en paralelo al McLaren, en una imagen memorable, con una leve ventaja concretada en la S de Senna; Zapatero ya era cuarto, después de salir décimo y sufrir un reventón.
La bandera damero vió pasar al Felipe Massa, ganador de la carrera, y a Fernando Alonso, Campeón del Mundo; y la llegada de Jenson Button y Takuma Sato, después de remontar once y nueve posiciones, respectivamente.

El Gran Premio de Brasil pasará a la historia como la última carrera de Michael Schumacher y la consecución del doble Mundial de Pilotos de Fernando Alonso; aunque la competición en sí tuvo claves más interesantes.
La superioridad de Ferrari, demostrada por la aplastante victoria de Felipe Massa y confirmada por la doble
remontada de Michael Schumacher demuestra el progreso desde mitad de temporada; la competitividad de Fernando Alonso, pr otra parte, queda probada con su segundo puesto logrado con lo que debía haber sido una estrategia y ritmo conservadores.
Por parte de McLaren y BMW el resultado ha sido bastante decepcionante, a pesar de la entrega de Kimi Räikkönen. Mientras, el resultado ha sido impactante en el caso de Jenson Button, que desde el puesto decimocuarto ha alcanzado la tercera plaza en una carrera poco accidentada. Cada vez es más profesional el estilo de Botón, infalible y discreto, ajustado a su ritmo y obteniendo el máximo partido de su Honda.
Pero si ha habido una sorpresa en Interlagos ha sido el décimo puesto de El Huracán; la progresión inesperada de Takuma Sato hasta la plaza décima ha sido una bomba en Super Aguri que tiene que avergonzar a unos cuantos en otras escuderías.

Felicidades por tanto a Felipe Massa, Jenson Button y Takuma El Huracán Sato, los héroes de la jornada.

Enhorabuena grande
a Fernando Alonso, Renault y Michelín, por la recompensa al trabajo bien hecho durante la temporada.

Y sobre todo,


Danke Michael, wir dachten nie, dass dieser Moment kommen wurde

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