16 septiembre 2006

Los asnos de la prensa española (III)



"Parece que va a cambiar de volante"

Jesús Fraile, mientras Pedro Martínez de la Rosa se preparaba para abandonar su cockpit.

El segundo problema del periodismo con la Fórmula 1 que quiero señalar quizá sea el más importante y, a la vez, el de más fácil solución: desconocimiento técnico.
Una buena forma de ilustrar este asunto es asociarlo a las retransmisiones de La 2 a partir de finales de los noventa, realizadas por Jesús Fraile y Pedro Fermín Flores.

Un periodista dedicado al motor no tiene por qué saber lo mismo que los ingenieros, ese es no es el enfoque; pero su obligación es contar con unos mínimos que le garanticen evitar errores básicos e informar al aficionado de los aspectos más interesantes.
Eso no significa hablar de la vida privada de los pilotos, de eventos extradeportivos sin ninguna relación con la competición o de rumores y especulaciones sin fundamento. Ni mucho menos improvisar los comentarios sobre la carrera, de forma subjetiva, y recurriendo a la imaginación cuando se encuentran con un suceso de difícil explicación.
He visto muchos Grandes Premios acompañado por los comentarios de los dos grandes, Fraile y Flores, comprobando que su interpretación de un incidente variaba según el piloto protagonista, influida muchas veces por su trato directo con él.
Evidentemente este problema está relacionado con el tratado en el artículo anterior, en cuanto a la subjetividad del tratamiento de la información.
Por este motivo trataré directamente mi experiencia con las retransmisiones de La 2.

Me empecé a aficionar a este deporte la temporada que entraron Marc Gené y Pedro Martínez de la Rosa, porque se incrementó un poco la publicidad debido a la presencia de estos dos pilotos, y así tropecé directamente con Fraile y Flores.
En un principio, y es de agradecer porque nadie nace enseñado, aprendí bastante de los conceptos más rudimentarios y de los alrededores del Gran Circo. Apenas conocía a los pilotos, los circuitos, como mucha de la gente que se ha acercado tras el Campeonato del Mundo ganado por Fernando Alonso, y gracias a ellos fui capaz de prestar atención a alguno de los pequeños detalles que me hicieron más atractivo este mundo alrededor de la Fórmula 1.
Pero los años pasan, y mientras la desgana de la cadena pública se hacía patente, tuve ocasión de comprobar que temporada tras temporada repetían los mismos tópicos, y cuando se oye demasiadas veces que un refresco en Montecarlo vale dos mil pesetas y que Jarno Trulli es un gran piloto para las clasificaciones queda claro que los locutores habían quedado anclados en un nivel del que no querían pasar.

Está bien prestar atención a los nuevos aficionados, a los profanos, pero no hay que perder de vista a los seguidores que se empiezan a sentir estafados por unos comentarios que se quedan cortos, cuando no son directamente mentiras. Para empezar ambos eran declarados tifosi de Ferrari, y excusaban a Michael Schumacher con la misma vehemencia que atacaban a otros equipos. Su colaborador ocasional, sin ir más lejos, era el comisario español de la FIA, Joaquín Verdegay, que en directo justificaba las acciones más dudosas de Schumi reconociendo su debilidad por Ferrari lo cual, por cierto, explica muchas cosas. Las informaciones de su otro colaborador, en teoría experto, Adrián Campos, parecían tener el propósito de dejarlos en ridículo, como el famoso motor revolucionario de Renault con el aspecto de un vídeo.
Por otro lado durante la carrera prestaban relativa atención a la pista y recurrían a detalles intrascendentes para captar la atención del espectador, como el hecho de que la madre de Heinz-Harald Frentzen es valenciana, lo que se convirtió en el dato más importante de su biografía: ser hispanoalemán.

Cuando definitivamente nos convertimos en proscritos, y para ver la Fórmula 1 había que utilizar el satélite (aquel que lo tuviera) y sintonizar RTL, en alemán, quedó más claro el engaño.
El programa que acompañaba a la retransmisión contaba con un estudio dónde pilotos comentaban sus impresiones sobre la carrera, y durante el Gran Premio el ritmo del locutor era pausado y nada estridente. Resultaba evidente que un comentarista no era necesario, aprendimos a sacar nuestras propias conclusiones y que otro estilo era posible.
Quizá los que vivimos esas temporadas, sin saber alemán, sacamos provecho y desarrollamos un espíritu crítico más acentuado, sin nadie que constantemente repitiera lo que estaba pasando o, mucho peor, lo que le parecía que estaba pasando.
Existe algo peor que tratar de un tema sabiendo sólo un poco, que hace a la gente más osada e imaginativa que o saber nada, y es intentar hacerse el gracioso sin serlo: los fallos de las locuciones eran minucias comparados con sus bromas sosas.
Un ejemplo, durante el Gran Premio de Mónaco, circuito en el que el adelantamiento es prácticamente imposible: Jos The Boss Verstappen, en un Arrows, marcha delante de David Coulthard, que entonces era piloto de McLaren. Coulthard se pega todo lo que puede durante varias vueltas, pero no encuentra el hueco, inexistente en la práctica; en la cabina de TVE (viajaban allí aunque su trabajo lo podrían hacer perfectamente ante un monitor) se escuchan carcajadas mientras Jesús Fraile grita:

"No puede adelantarle"

Un comentario escueto donde queda claro su nivel de conocimiento sobre Fórmula 1, su filiación a la escudería rival y su nula capacidad para hacer bromas, aunque cualquiera que los escuchara podía reírse ... de ellos.

Sin embargo, a pesar de mi evidente antipatía por Pedro Fermín Flores y Jesús Fraile, creo que hay que reconocerles algunos méritos y agradecer parte de su estilo.
Lo primero es decir que a ambos les tocó una era muy dura, dónde los coches marchaban en fila, con adelantamientos contados en la pista (dos o tres al año) y dónde todo ocurría durante la salida y los pit stops: viendo las últimas temporadas hay que reconocer que algunas carreras eran realmente aburridas y, tras la retirada de Mika Häkkinen, el único rival de Michael Schumacher, los Grandes Premios eran festivales de Ferrari. En consecuencia la afición era reducida y no contaban con medios para las retransmisiones que se hacen en la actualidad.
Por otro lado, a pesar de lo desafortunado de algunos de sus comentarios y, a veces, su poco interés, se agradecía su estilo ligero, desenfadado; y sobre todo, como consecuencia, su herencia de frases históricas, en la memoria de aquellos que los vimos, y de apodos de pilotos.
No eran buenos comentaristas, no eran graciosos y no se les echa de menos, pero se les recuerda.

La mejor forma de dejar definitivamente claro cómo eran las retransmisiones de Jesús Fraile y Pedro Fermín Flores es exponer algunas de sus frases, auténticos aforismos de la Fórmula 1.

Vemos aceite en el coche de Frentzen, que ha roto. El hispano-alemán, que le gusta rociar sus ensaladas con aceite de oliva, porque su madre es valenciana. Heinz-Harald Frentzen Lladosa.

Bandera Negra es tarjeta roja para que ustedes lo entiendan.

Va decimocatorce, como a mi me gusta decir.

Los pilotos de la generación Playstation, porque estos pilotos jovenes se aprendieron los circuitos con los videojuegos.

Ahí está Pizzonia, el chico de la selva que vive entre animales salvajes.

Rubens Barrichello, que ha comentado que nunca se seca al salir de la ducha y un día de estos se va a resbalar y va a tener un accidente serio.

Vemos a Fernando ... lo cubren con una camilla.

Ahí esta Barrichello en boxes, los mecanicos actuan perfectamente sincronizados, como la natación sincronizada.

Con ese aceite en pista y las gotas que están cayendo, ya tenemos la salsa mahonesa perfecta para que los coches resbalen.

Han pasado todos por linea de meta todos seguidos, como buenos chicos.

El grupo de los ocho primeros, que son los que rompen el bacalao en esta carrera.

Ha debido de tener un pinchazo o ... un pinchazo lógicamente no de los fuertes, sino una perdida de presion. Un pinchazo lento.

Lo que sí es seguro es que, en el trompo, el coche ha sobrevirado mucho.

Y a ver quién me explica qué tiene que ver la ley Bosman con el posible cambio de escudería de Montoya, que hasta donde yo sé, no es ciudadano de la UE.

Hay una norma estricta que dice: coche alcanzado,coche adelantado. (Sabiduría transmitida por Adrián Campos)

Barrichello se está concentrando, fíjate como abre las aletas de las fosas nasales porque tiene problemas en la cantidad de oxígeno, en el volumen de aire que puede meter en sus pulmones, hoy el aire no es ni mucho menos precisamente denso, todo lo contrario: el oxígeno está expandido debido al calor y Barrichello prefiere que entre mucho oxígeno a su cerebro para pensar bien y abre todo lo que puede esas fosas nasales (Rubens Barrichello habitualmente lleva una tirita en la nariz)

Gracias Kiesa, debutante, señor chicane móvil, chico que paga y se sienta en el coche y no esta preparado para esto. (Fernando Alonso se sale solo y culpan a Nicolas Kiesa, teniendo que disculparse en el siguiente Gran Premio)

Afortunadamente no es ningun piloto. Se trata de un comisario. (Gran Premio de Italia de 2000: un neumático sale despedido y mata a un comisario)

El nuevo motor Renault es como un video doméstico. (Por el tamaño y la apertura de 111º, según los datos facilitados por Adrián Campos)


Dedicado a Elsa, la más rubia de las Telecos, abogada de causas imposibles.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Como verás he dejado un poco olvidado tu blog, pero no es q no lo lea pero sabes q a mí la fórmula 1...
Saludos desde el Inframundo.

kronosXXI dijo...

Menudos cracks estaban hechos, sobretodo me he reido con:

Afortunadamente no es ningun piloto. Se trata de un comisario. (Gran Premio de Italia de 2000: un neumático sale despedido y mata a un comisario)

Anónimo dijo...

"Hasta el rabo todo es toro" Frase mítica que siempre decían carrera tras carrera, y que ahora el maldito Lobato se la ha agenciado a su vocabulario personal.

Anónimo dijo...

Recuerdan cuando en Alemania 2003 se enfadaron porque Briatore les llamo poco antes "Burros". Luego, con el incidente de Kiesa (vaya gritos metían), quedó claro.

Anónimo dijo...

Que uno de estos dos nació el mismo día que Ricardo Zonta. Todo el GP de Bélgica 2000 repitiéndolo....

Anónimo dijo...

Por cierto, en ese mismo GP uno se declaró fan de McLaren... si, el mismo que cumplía añitos. (Jesús Fraile creo)

Weeeee dijo...

jooj que grande como me acuerdo de estos tipos dando la F1, como conseguian dormirte por el ritmo de esas carreras en la etapa mas somnolienta de la f1 o conseguían que te descojonaras de ellos con esas burradas. Lo que también hay que reconocer es que a parte de dejar frases para la posteridad, estos tipos contaban con poco mas que sus "dos lineas RDSI de 128kbps, lo último en tecnologia" que decian una y otra vez para las retransmisiones, no tenian ni señal personalizada de video, ni reportaje en video ni nada, era de auténtica pena ver la primera temproada de alonso en renault y ellos con la cámarita amateur grabando reportajes y contando los trucos de magia que le habia hecho la noche anterior fernando.

Lo único que no me ha quedado claro es si hemos mejorado en nivel de comentaristas con el cambio.... si descontamos por supuesto a pedro martinez de la rosa.

David dijo...

Hemos ido a peor, por lo menos estos reconocían que no sabían nada ... y además te reías.
Gonzalo Jabba the Hutt Serrano da pena.

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho tu articulo. Me ha traido muy buenos recuerdos. La verdad es que me he visto reflejado por todo lo que decías. Yo también tuve que ir al Bar en el 2002 a ver la RTL para poder ver la F1 y la verdad es que estos comentaristas no eran unos expertos al 100 y las perlas que repetían cada carrera (lo de Frentzen era de juzgado de Guardia) acercaron la F1 a la gente y hacían algo que no hacen en la amarilla y penosa T5: dividir a buenos y malos y herir sensibilidades por doquier.

Felicidades y adelante con tu afición por la F1. Quienes llevamos muchos años siguiendola disfrutamos como tú

David dijo...

Los exiliados del satélite, que peleamos lo nuestro por poder ver este espectáculo, somos los que disfrutamos de verdad la Fórmula 1.

jaio dijo...

Pero qué grande, coño. Qué grande. Empecé a ver la f1 como tú, en el 99 con mis dulces 10 añitos, y estos dos parias me marcaron para siempre...pero es que ahora los miro con cariño. Lo recuerdo casi todo, sobre todo las del Hispano-alemán. Qué turra nos dieron jaja. ¿Sabes? Es una gran mentira lo de que cualquier tiempo pasado fue mejor...y seré egoista, pero a mi me encantaba cuando nadie nos comprendía. Soy un masoquista de la f1 o algo, pero se me atraganta la generación Lobato...:-(
Bueno, chaval, mucho ánimo! gran blog!

David dijo...

Gracias Jaio, esta entrada estaba pensada para nosotros, las víctimas de Fraile.

Pero ya lo dice el refrán: otro vendrá que bueno me hará. Con Fraile y Flores por lo menos te reías.