El fin de semana del Gran Premio de Hungría, con la celebración de Hockenheim muy reciente, no da respiro a las escuderías, principalmente las que lideran la clasificación, que suman mucha presión a la existente. Sin apenas tiempo, confiando en las pruebas de semanas precedentes, se establece el set up para la carrera magiar.
Ferrari, después del paseo en Alemania, tiene un pequeño bache para sus Bridgestone, con una temperatura de pista más baja que la de los anteriores Grandes Premios, ganados sin competencia; además de contar con la victoria como obligación, para remontar los once puntos de diferencia con Renault.
Por su parte El Nano y El Capo ven como se escapa el Mundial, admitiendo la evidente diferencia con los Rayos Rojos. La escudería Renault se ha ido encontrando con diversos problemas que han convertido al monoplaza más completo en un coche apenas competitivo. Primero fueron los neumáticos, factor que ha llegado a un nivel alarmante en el último Gran Premio, dónde sufrieron más blistering que el resto de las escuderías; ahora la prohibición del mass damper ha desequilibrado, nunca mejor dicho, a los coches azules: fueron diseñados contando con la compensación de masas. La nueva suspensión trasera, estrenada hace una semana, ha sido señalada también como causante de la excesiva degradación, por lo que ha sido totalmente descartada, según Pat Symonds, responsable de ingeniería de Renault.
Es un tópico, pero un error puede resultar muy caro a falta de seis carreras. No sólo por la pequeña diferencia que puede verse vencida definitivamente a un lado, sino porque ahí están otros equipos que están demostrando a final de temporada que pueden hacerlo muy bien.
Con McLaren, Toyota y, si vemos los del pasado fin de semana, Honda optando a podio, un fallo en la estrategia puede empujar muy abajo al que cometa un error. De hecho las buenas sensaciones de McLaren y la posible mejora de rendimiento de Michelín con un asfalto más templado hace a las Flechas de Plata aspirantes a la victoria en Hungaroring.
Su buena estrategia para evitar un excesivo desgaste y la elección de un compuesto menos propenso al blistering demuestran que el trabajo bien hecho sirve para compensar problemas externos y aspirar a todo. Por su parte Toyota, los otros Bridgestone, con mantener su nivel actual hasta el final de la temporada, tienen grandes posibilidades de conseguir una victoria. Y Honda, aparentemente recuperados y contando con un buen ritmo, son un factor a tener en cuenta en la lucha Ferrari - Renault, menos mano a mano de lo que parece, y en la que resulta más importante buscar el fallo del contrario.
Al margen de todas las especulaciones alrededor del Circo, Hungría verá el debut del primer piloto polaco,Robert Kubica, con el BMW de Jacques Villeneuve, afectado aún por su accidente en Hockenheim.
Todos hubieramos deseado que el estreno de Kubica se hubiera producido en otros circunstancias, aunque hay que alegrarse por su llegada, por fin, a la competición puesto que este conductor ha sido piloto de pruebas de BMW durante toda la temporada, y conoce perfectamente el coche y la competición, a diferencia de otros debutantes llegados directamente de GP2 o competiciones aún más ignotas.
Mucha suerte, mejor que la de Sakon Yamamoto, para Robert Kubica, aunque deseemos la recuperación de Jaques.
En cuanto a las características del circuito, en este caso una referencia basta para decirlo todo: Mónaco.
El trazado de Hungaroring está lleno de curvas de velocidad media y baja, la pista es estrecha y, por tanto, adelantar resulta imposible (aunque este año hayamos visto adelantamientos en las calles de Montecarlo).
Una particularidad de Hungaroring es que los coches se ven obligados a variar el set up durante todo el fin de semana, para mantener la competitividad. Es un circuito con una pista sucia, llena de polvo, que se va limpiando y cubriendo de goma según se va rodando, hasta alcanzar unas condiciones óptimas, notablemente distintas de las iniciales, en el momento de la carrera, mucho más que en cualquier otro circuito.
Hungaroring es poco exigente con el motor y los neumáticos, y sí lo es, especialmente, con la suspensión. Los coches que quieran ganar deben contar con la estrategia y los pit stops para ganar posiciones, de manera que en pista deben vigilar las diferencias de tiempo; por tanto un monoplaza que aspire a todo debe buscar la mayor velocidad de paso por curva y rodar sobre los pianos de Hungaroring.
La carga aerodinámica será, por tanto, muy alta; y en relación a ella se montará la suspensión que, por las condiciones esperadas, previsiblemente será blanda.
Una de las claves a tener en cuenta, a pesar de las condiciones poco exigentes, descontando el calor, será la posibilidad de accidentes, debido a la acumulación de polvo. En los márgenes de la pista está toda la suciedad depositada habitualmente por la localización de Hungaroring, que no es limpiada durante los entrenamientos como sucede con la del asfalto. Eso significa que cualquier coche que saque sus ruedas un poco más allá de lo habitual tiene grandes posibilidades de hacer un trompo; por tanto los que más tiempo planeen recortar serán los que se vean expuestos a no acabar la carrera.
La clasificación ha estado marcada por los incidentes previos, durante las rondas de entrenamientos libres.
El viernes, Fernando Alonso fue el protagonista, con una bravuconada de las suyas, a las que está tan mal acostumbrado; casi acaba provocando que Robert Doornbos saliera de pista, al empujarle contra las protecciones, por soltar las manos del volante, y al frenar bruscamente en la curva número 1.
Más tarde adelantó con banderas amarillas, con el resultado, suma de ambas sanciones, de una penalización de dos segundos para todas las rondas de la clasificación.
Demasiados pasos en falso de El Nano, que está siendo víctima de la presión o, quizá, de haber ganado un Campeonato del Mundo demasiado pronto.
Cuando las cosas parecían favorables para un recorte definitivo de la distancia por parte de Michael Schumacher, durante el entrenamiento de la mañana del sábado Zapatero ha adelantado a dos coches con bandera roja, ganándose la misma sanción que su rival.
El interés, por tanto, estaba en ver en qué ronda serían eliminados; aunque también había puesta mucha atención en el rendimiento de los coches en un Gran Premio de Hungría inusualmente frío.
La primera eliminación ha sido rutinaria, aún contando con los dos segundos de los líderes, que han hecho que Fernando Alonso pasase el corte muy apretado, en la última vuelta con el tiempo cumplido, como David Coulthard: El Superhéroe ha superado el mínimo siendo el último en cruzar la meta.
Dentro de los eliminados, el Williams de Nico Rosberg, poco inspirado, y entre las sorpresas el Midland de Tiago Monteiro, por encima de Christian Klien.
La segunda ronda ha sido más intensa, con los cálculos sobre los tiempos de Zapatero y El Nano, primero y segundo respectivamente, contra la marca de Robert Kubica, brillante protagonista en su primera clasificación.
Parecía, después de una malísima vuelta de Alonso que definitivamente este fin de semana lo había desquiciado; daba la impresión de haber tirado la toalla puesto que hasta unos pocos minutos del final no volvió a salir, mientras Schumacher volaba intentando lo imposible. Quedaron fuera, con actitudes sobre la pista muy diferentes, y Kubica siempre estuvo virtualmente entre los diez primeros, superando sorprendentemente al piloto oficial, El Bueno de Nick Heidfeld.
La manga definitiva de la clasificación ha dejado solo a Kimi Räikkonen, sin aspirantes competitivos por la pole, y Iceman ha cumplido.
Felipe Massa sabía que su obligación era conseguir el primer puesto a toda costa, para hacer más sencillas las estrategias de El Mago del Suspense, Jean Todt, y porque Ferrari cuenta en este momento del Campeonato con una notable superioridad sobre los demás equipos. Por eso desde el primer momento Massa se ha mostrado muy agresivo, y ha realizado algunos adelantamientos, que se están convirtiendo en algo muy habitual durante la tercera ronda de las clasificaciones. Las ruedas del Ferrari número 6 han sufrido las pasadas de frenada del piloto, sobre todo en la curva 1, y que habrán dejado alguno de los juegos muy tocado.
Físico y Massa han estado disputando la primera posición hasta el pit stop definitivo, mientras Rubinho revelaba la extraordinaria carga aerodinámica de su Honda, con una velocidad de paso por las curvas 6 y bastante superior a la del resto.
Hasta los últimos minutos los Rayos Rojos y Bridgestone eran dueños de la pole, destacando como en las últimas carreras; pero con el tiempo cumplido la Flecha de Plata de Iceman ha conseguido el mejor registro, consiguiendo de nuevo la plaza número 1.
En esa lucha se ha colado Rubinho, colocando, a falta de los gallos del corral, al Honda en la tercera posición. Mientras, una nueva decepción de Físico, que quizá haga el trabajo sucio de su compañero con una carga de combustible muy alta.
También hay que felicitar a los Toyota y a Nippon Ichi, como a Robert Kubica que pese a quedar el último ha alcanzado una ronda a la que muchos no llegan ... ahí queda eso.
En la parrilla de salida definitiva, Botón ha sido retrasado al cambiar de motor.
Para la carrera la vista estará puesta en el cielo, puesto que existen posibilidades de lluvia, una circunstancia que volvería loco a un Gran Premio que siempre ha sido una procesión de coches, que nunca ha brillado por su espectacularidad.
De hecho, las bajas temperaturas, bastante poco habituales, han destrozado los planes y estrategias de los fabricantes de neumáticos y las escuderías, y esto puede dar lugar a varias sorpresas, contando con el poco tiempo que se ha tenido para preparar la carrera de Hungaroring.
Habrá lucha, atrás, entre los líderes del Mundial, y Massa presionará a Iceman; aunque seguramente la competición más bonita será por la tercera plaza de un podio más abierto que nunca, con Rubinho, Nippon Ichi, El Almirante, El Hermanísimo y Verdaderamente con posibilidades bastante equilibradas.
La curva número 1 de Hungaroring será, tras el semáforo, la pista principal de este Gran Circo.
Existe también gran interés por ver al prometedor Kubica en carrera.
La apuesta por el espectáculo estará a partir de la undécima posición, con Zapatero, El Superhéroe, Botón y El Nano muy apretados: seguro que no defraudarán.
No pierdas de vista a Iceman, a los pit stops, a la curva número 1, a Robert Kubica y a las condiciones climáticas.
De un par de ideas para ganar en los Goya del 2018
-
Mi querido amigo Luis Ramón sugiere, *for free*, unas cuantas ideas de
tramas para obras cinematográficas que, a buen seguro, coparán los primeros
puesto...
2 comentarios:
Si todas las carreras fueran tan entretenidas como la de hoy, no me importaría verlas más a menudo...
Saludos desde Berlín.
Gracias Cristina.
Tienes razón, esta es una carrera de las que hacen afición, trepidante.
Espero, ya lo he dicho muchas veces, contagiarte poco a poco la pasión que siento por este deporte.
Publicar un comentario