26 septiembre 2009

Briefing - Singapur 2009

La vuelta al lugar del crimen.
Una extraña coincidencia ha dado a conocer la sentencia acerca del caso de Nelsinho Piquet justo antes del Gran Premio de Singapur, que de un año a otro puede haber pasado a ser la tumba de Renault.
Una mala temporada ha sido culminada con un escándalo que le ha costado los patrocinadores al equipo, el destierro a Flavio Briatore y Pat Symonds y la superlicencia a Nelsinho; todo a costa de la penúltima victoria de Renault, que puede serlo de verdad.
Sin embargo el equipo puede darse por contento puesto que Alonso y los respectivos ingenieros de pista han quedado sin castigo, en una de las habituales decisiones poco comprensibles de la FIA.

En el análisis del año pasado en El Anaconda ya se indicaba que "de estar haciéndolo adrede se podría decir que salirse en la Curva 17 es sencillamente una obra de arte" por lo inverosímil de la maniobra y la zona; visto el discurrir de Piquet por el Gran Circo sólo era cuestión de tiempo que la situación estallara.
Queda aclarado uno de los mayores misterios de las últimas temporadas: por qué Briatore mantenía a un piloto tan malo.

En lo referente a la competición, que este año es el actor secundario, parece que McLaren vuelve a la cabeza de la carrera tecnológica en un circuito al que se adapta muy bien.
Entraba dentro de lo previsto que los equipos de siempre recuperaran sus puestos; lo que no tiene sentido son los buenos resultados de BMW, que puede aprovechar que esta ratonera pide mucho de los pilotos, sin duda su mayor valor.

Eliminado el factor sorpresa de la nocturnidad, el único peligro, potenciado por esta circunstancia, son los novatos, forjados en competiciones diurnas, aunque Singapur ha demostrado no ser un circuito especialmente peligroso cuantitativamente, a no ser que haya una conspiración de por medio.
Entre los que juegan por el premio gordo la única noticia es el reemplazo de la caja de cambios de Barrichello, y sus correspondientes cinco puestos de sanción.


La clasificación anunciaba un final de alta tensión, con mucha igualdad, pero Rubens se ha encargado de dinamitar la situación.
La primera ronda ha reanudado temporalmente un duelo de las últimas carreras:
Ferrari contra Force India; pero la noticia de inicio la dió Grosjean, el primero en atragantarse con la Curva 7, que afortunadamente es una de las pocas con escapatoria.
Los Brawn compartieron la primera plaza con Kovalainen, Vettel y Rosberg, hasta que Hamilton llegó para marcar un tiempo contundente echándose a los muros. Jenson y Heikki lo intentaron, pero el único que consiguió acercarse - y en principio sin mucho esfuerzo - fue Vettel.
La zona de eliminación tenía un contenido bastante variado: Fisichella, Trulli, Grosjean, Liuzzi y Alguersuari, casi sin repetir ni el motor. Verdaderamente cambió su posición con Heidfeld, pero Físico le devolvió al hoyo; su compañero Räikkönen, cerca del límite recuperó hasta la segunda posición, lo que unido a la reanimación de Nick envió finalmente a Giancarlo a las últimas posiciones.
Al segundo intento Jarno se clasificaba para la siguiente sesión a costa de Sutil, que se jugó la Q2 cara a cara con Barrichello, demasiado cerca del borde aunque lo suficiente para pasar - al otro extremo Button logró el segundo mejor tiempo.

En la segunda ronda nadie ha guardado nada, y Vettel, los Brawn y Räikkönen se han echado a pista en previsión de márgenes ajustados. Sucesivamente se han ido quitando el primer puesto - con la excepción de Räikkönen, con su lugar ocupado por Webber - hasta completar la llegada de los primeros espadas, un momento en el que contra pronóstico Hamilton ha quedado segundo contra Rosberg, medio segundo más rápido.

Después de que Alonso cerrara todas las marcas a cinco minutos del final, fuera de Q3 quedaban Kubica, Räikkönen Button, Trulli y Buemi; aunque el dato más importante era la pequeñísima diferencia de octavo a duodécimo: menos de dos décimas.
Fue impactante ver a Räikkönen y Button incapaces de abandonar la zona de clasificados, pero mucho más a Barrichello quedarse en el límite al coste de haber sometido al fondo plano del Brawn a un piano que se ha comportado como un abrelatas. Al final Rubens pudo recuperarse bien, cuando Kubica le metió en la zona de problemas y podía ver a Kimi renunciar a un último intento, y logró ser sexto a costa de Webber, que también aprovechó el impulso para alzarse a la segunda posición dejando fuera a Nakajima.

La ronda definitiva se ha quedado sin historia, o más bien ha cambiado una por otra, una trepidante por una trascendente.
Los tiempos de las vueltas de calentamiento no daban la impresión de que todo iría muy justo, pero
sí de que el desenlace iba a ser emocionante. Hamilton, el último en colocarse en la pole provisional, lo hacía con una diferencia de cuatro décimas con Vettel y Rosberg, un dúo medio segundo más rápido que Webber y Barrichello. Para no perder su mediocre regularidad Kovalainen era décimo.
La dispu
ta estratégica por la posición en la vuelta a pista, de cara a la vuelta óptima, incrementaba la tensión, y las marcas parciales de Vettel en los primeros sectores, mejorando las de Hamilton, anunciaban un final fuerte. Pero toda esta escalada de emoción se vió cortada de repente por el choque de Barrichello contra el muro, en el que destrozó el eje del Brawn, provocó la neutralización y, consiguientemente, dejó a cada cual en su lugar - de tardar unos segundos Sebastian hubiera terminado primero.

La previsión es que las posibilidades de victoria están repartidas al cincuenta
por ciento entre el grupo de Hamilton, Vettel y Rosberg y el grupo de los que opten por una parada.
Hamilton y Vettel jugarán sus bazas en la primera vuelta, dado que es muy probable que lleven la misma carga y que Webber sea el único que pueda intervenir en la habitual disputa estratégica por el stint más largo. Pero por otro lado Singapur es una ratonera con pianos como cuchillos y muros realmente peligrosos, dónde un error apurando una curva hace salir al Safety Car: un choque cuando los coches más allá del décimo puesto estén descargados - momento de máximo peligro - y los tres pilotos que han dado la rueda de prensa pelearán entre ellos por evitar la última posición.

El espectáculo debería correr por parte de los Brawn, aunque en la práctica es Barrichello el que realmente tiene capacidad para romper el Gran Premio
saliendo décimo - si los mecánicos llegan a tiempo para reparar el coche sin tener que hacer una gran intervención - apoyado en el desbordante entusiasmo que últimamente saca una y otra vez. Ambos parten fuera de los puntos y, lo que es peor, podrían formar parte del trenecito de Kovalainen, que evidentemente debería planear un sólo repostaje.

Observando la pequeña diferencia entre los tiempos de clasificación, Alonso, Glock y los BMW lo tendrán difícil para mantenerse en los puntos, aunque al romperse las estrategias contarán con alguna vuelta más.
En una pista en la que es imposible adelantar todo queda en manos de la táctica y, sobre todo, de la suerte (siempre y cuando no existan interferencias como la de la Curva 17).
Este es un Gran Premio muy extraño.

No pierdas de vista a los Brawn, los muros, la Curva 7 y a Webber.

2 comentarios:

David dijo...

Revelados los pesos, el tercer piloto más ligero es Liuzzi, ¡que parte desde la última posición!.

¿Podría estar pensando Force India en un Vitantoniogate?¿Quiere Vijay Mallya dejar la F1 a lo grande, a lo Briatore?
La Curva 17 está ahí.

Il Venturetto dijo...

Anda que si Vitantonio pilla podio... Mamma mia!

Recuerdo una carrera en Brasil en la que había previsión de lluvia y, no sé si fue Jordan o Minardi, mandó a un piloto cargado hasta arriba de gasolina con la previsión de que hubiera una hostia y se suspendiera la carrera antes de que tuviera que hacer la parada en boxes, pero después de que la hicieran los demás. No me acuerdo de quién fue, pero sí recuerdo que uno de los que chocaron fue precisamente el piloto que iba cargado. El caso es que (ahora me suena que era Jordan) al final salió como había previsto. ¿Sería Brasil 2003? No, no creo que fuera esa...