10 septiembre 2008

Briefing - Monza 2008

El Gran Premio de Italia se viene encima casi por sorpresa, cuando el ruido de la enorme carrera vista en Spa-Francorchamps - y sus consecuencias - aún truena. Puede que Monza sea sencillo, pero es uno de los poquísimos circuitos clásicos que, con rivales inspirados, puede ofrecer un buen espectáculo como sucedió en 2007 con el duelo Räikkönen-Hamilton. El Templo de la Velocidad es un destructor de motores, lo que en esta temporada con altísima fiabilidad puede suponer una característica especialmente peligrosa para los anfitriones. McLaren llega a una pista de potencia, en la que se prevee la aparición de la baja temperatura que tan bien le sienta a sus monoplazas, con un aporte de motivación importante: el deseo de dar un golpe vengativo en el hogar de Ferrari.

La posibilidad de tormentas deja apartado a Massa, aunque es descartable incluso sin ellas por las cuentas pendientes.
Lewis Hamilton es el encargado de ejecutar la vendetta
en la que también tiene parte y Kimi Räikkönen, sin absolutamente nada que perder, la baza de Ferrari; con los sucesos del Gran Premio de Bélgica muy frescos, da la impresión de que en esta carrera poco importa el Campeonato del Mundo: Iceman se lanzará a la desesperada a por la victoria que tanto necesita y que, según las circunstancias, podría salvar su temporada, y Hamilton luchará en el duelo asumiendo todos los riesgos necesarios quizá con la visión, más allá de la rabia, de provocar una situación insostenible en la Scudería.

Ganar este Gran Premio supone algo más que 10 puntos.

Dejando aparte la pelea de gallos, el equipo que será atentamente observado es Toro Rosso que, crecido por los resultados y, sobre todo, el ritmo exhibido, llega a un circuito que cuenta con unas cualidades óptimas para el STR3.
Aún por detrás de BMW, podrían dar la sorpresa si Kubica y sus ingenieros viven otra jornada aciaga - cada vez más frecuente - y Heidfeld vuelve a la senda irregular de malas clasificaciones. En cualquier caso, en Monza, Vettel y Bourdais son los rivales directos del equipo de Theissen, con más facilidad para defender la posición y sectores de alta velocidad para exprimir al máximo el motor Ferrari.
¿Evitará Mark Webber que Red Bull se vea reviviendo la situación de Honda?.

Poco más interesante se espera: comprobar si Fernando Alonso es capaz de mantener el notable rendimiento de la última carrera y si los Toyota han tenido un pequeño bache - justificable en parte por el incidente de Trulli en la salida del último Gran Premio.
En cualquier caso, con las exigencias de Monza en cuanto a alta velocidad, no se esperan diferencias apreciables en los resultados, que variarán en función del piloto más que del monoplaza, por lo que El Nano y Verdaderamente, renacido con extraordinaria habilidad, cuentan con cierta ventaja en la lucha por los puntos.


La clasificación sobre mojado ha reincidido en algunos tópicos como los torpes errores de algunos equipos
punteros y la alergia de Massa al agua; pero más que nada ha servido para recordar que, en algunas ocasiones, el Gran Circo es un lugar maravilloso.

La primera ronda se ha disputado con neumáticos de lluvia extrema en una pista encharcada que poco a poco ha ido mejorando, viendo un salto importante de los tiempos hacia el final, lo que ha sentado un precedente terrible para Q2.
Heidfeld ha inaugurado la escapatoria a la salida de la variante Ascari, uno de los lugares más visitados de Monza; los Renault han sido pioneros en dos trazadas imaginativas de la Variante del Rettifilio bastante imitadas en adelante: Alonso saltándose la chicane con un estilo clásico y Piquet haciendo la prolongación natural de la recta principal, esquivando las vallas que intentan reducir la ventaja de este camino.
Glock empezó a destacar pronto, recuperando la primera plaza cada vez que los McLaren se la quitaban, hasta la extraordinaria vuelta de Kovalainen que obligó a Hamilton a volar sobre los pianos de la Variante della Roggia sólo para ser segundo.
A media sesión Sutil había llegado a alcanzar el tercer puesto y Massa era penúltimo.

La parte final se desarrolló sin lluvia para alivio de Ferrari, haciendo la clasificación bastante inestable
exceptuando el dominio de Feyd-Rautha. Con Felipe salvado de golpe - segundo mejor tiempo - la situación de Renault se hacía complicada, con los pilotos probando el exterior de la pista y excluyéndose mutuamente.
Con el tiempo cumplido, y Nakajima y Piquet eliminados, llegó la intervención decisiva de Fisichella, que alcanzó la Q2 a costa de hundir a Honda.

La segunda sesión volvió a suponer un golpe de autoridad de Kovalainen, el mejor desde el primer intento, pero sobre todo dejó en evidencia un fallo de planificación de los tres equipos punteros, que a
punto estuvo de ser una completa calamidad para los Rayos Rojos: Räikkönen, Massa, Kubica y Hamilton esperaron demasiado para salir - en el caso de McLaren con dudas sobre el tipo de neumático - sin contar con el empeoramiento de las condiciones ambientales.
El lamentable resultado fue la caída de Kimi y Lewis sin escapatoria, contando sendos trompos en Ascari por ir al límite completamente desesperados, y la competición de Kubi
ca y Massa por el décimo puesto, contra todo pronóstico robado por Felipe cuando todo parecía perdido, a pesar de sus momentos off road.
Robert probó el camino de Iceman y Hamilton en la décima curva inutilmente, quedando eliminado como ellos mientras Vettel asombraba con el mejor tiempo.

En la ronda definitiva se pudo ver lo rápido que se aprenden algunas lecciones: el Ferrari superviviente peleaba por colocarse lo más cerca posible del semáforo del pit lane. A pesar de que la lluvia aflojaba un poco Heikki parecía condenado a la pole con todos sus rivales fuera del combate: superando a Massa por más de un segundo, Bourdais y Webber se colocaban entre el Ferari y la Flecha de Plata.

La sorpresa la puso Sebastian Vettel superando a Kovalainen, imbatible hasta ese momento, en unas condiciones muy dificiles. Alonso, Glock y Heidfeld no levantaban cabeza - con salidas de pista incluídas de Fernando y Timo - y descontando posibles estrategias eran los únicos incapaces de conseguir mejor tiempo que Felipe.
El piloto que se vió más apurado por el estado de la pista fue Bourdais, que en su afán de imitar a su compañero fue víctima de Ascari superando todas las salidas precedentes: el Toro Rosso alcanzó la escapatoria de asfalto a tanta velocidad que sus trompos se extendieron hasta el otro extremo, cerca del muro interior, con el que estuvo muy cerca de chocar; una vuelta más tarde se recuperó logrando el tercer puesto, que finalmente cedió ante Webber.
La emoción se acentuaba en los últimos instantes, por la posibilidad de que Vettel conservara la primera posición frente a Heikki, descartados Rosberg, quinto, y Massa, sexto: en su última oportunidad Kovalainen se quedó corto y Sebastian se convertía en el poleman más joven de la historia.

La previsión, a pesar del extrordinario éxito de Toro Rosso, debe ser una victoria sencilla de Heikki,
especialmente si se mantiene la humedad y temperatura y Felipe queda atrás; sin embargo un error singular de Feyd-Rautha, de los que tiene costumbre, podría convertir la carrera en un duelo apasionante si Vettel consigue mantenerse delante.
Si las condiciones empeoran, más allá de disolver a Massa seguramente convertirán la carrera en un sorteo en el que Räikkönen y Hamilton podrían tener mucho que decir si los incidentes encajan con su estrategia - sobre todo teniendo en cuenta las circunstancias que han eliminado al efectivo McLaren. En cualquier caso, con Kubica delante, su duelo-remontada debe convertirse en el mayor espectáculo del Gran Premio d'Italia.

El resultado de Rosberg es bastante llamativo, y podría ser el más beneficiado en la zona de puntos, puesto que parece haber reservado más que Webber y los Toro Rosso, con una impresión del Williams por encima de la de Renault y Toyota, que a una sola parada con un rendimiento no muy alto pueden llevarse una sorpresa.
En la misma línea están los BMW, que sencillamente han estado poco brillantes, pagando en parte el error del equipo que ha condenado a Kubica.

Monza promete un enorme espectáculo, con un joven talento cerca de ganar su primera carrera e iniciar una leyenda, y un grupo de pilotos habilidosos y agresivos forzados a luchar contra la pista, contra monoplazas menos potentes y entre ellos. En cualquier caso, independientemente de que llueva o no haya ni un sólo cambio de posición, la emoción está asegurada ... casi tanto como la intervención del Safety Car y el correspondiente sorteo de resultados.

No pierdas de vista a Hamilton, los repostajes, a los Toro Rosso y la Variante Ascari.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Lluvia a mitad de carrera en Hungría o Mónaco puede ser interesante pero no en Monza. Por lo menos, a mi me gusta ver un Gran Premio limpio de principio a fin.

Por cierto, que Ferrari acaba de ampliar el contrato de Kimi. Seguro que la prensa española empezará ya a especular con que Alonso irá a Ferrari en el 2001.

Para esas fechas, irá contratado de Jefe de relaciones con los medios de comunicación.

Anónimo dijo...

Quise decir, 2011.

J. ARCE dijo...

Ahora toca empezar a pedir la dimisión de Montezemolo. ¿Qué sabe ese inútil de F1? Este capullo fue el que organizó el mundial de Italia y mira qué fracaso. Además desde que está al mando Los Ferrari de calle han bajado de calidad. Ahora llevan ABS y todas esas mierdas. Y además es drogadicto y maricón. Y odia a los negros y a los gitanos. Y su padre era nazi. Mierda, no se me ocurren más bulos.

Anónimo dijo...

Montezemolo dimitirá el día en que Alonso reconozca que es un perfecto bocazas chantajista.

Por abrir la boca, ni tiene ni tendrá equipo competitivo.

Anónimo dijo...

Ésto último lo he escrito yo.

Anónimo dijo...

Bueno, como me han dejado sin blog, he creado uno nuevo.
Saludos desde el Inframundo.