11 mayo 2008

Análisis - Istanbul Park 2008

Las condiciones alteradas del Gran Premio de Turquía, con un grip muy reducido, jugaban a favor del los McLaren, confiados en una acción conjunta para anular a Felipe Massa.
Sin embargo, en previsión de arranques lamentables por la falta de agarre y por su posición, Nick Heidfeld era el único verdaderamente obligado a remontar de forma espectacular para alcanzar los puestos de cabeza en los que naturalmente deben encontrarse los BMW.
Por otra parte entre lo más interesante destacaba la posibilidad de que Vettel terminase la primera vuelta.

La salida ha marcado profundamente la carrera en lo relativo a la victoria, debido al indeseado protagonismo de Kovalainen.
Felipe Massa ha salido como un rayo, con una arrancada tan explosiva como la clavada de Feyd-Rautha, y sólo Hamilton y Kubica han sido capaces de seguirle, evitando el campo de batalla del interior de la recta principal.
Kimi Räikkönen ha intentado aprovechar el error del McLaren lanzándose hacia el interior de la Curva 1, aunque Heikki ha sido capaz de reaccionar, cerrando al extremo de la deportividad a Iceman. Ambos coches han llegado a contactar, con el coste de un pinchazo que destruía las posibilidades de Kovalainen, bastante grandes, de ganar la carrera, y la pasada a ambos de Robert Kubica, tercero sólo por mantener la trazada; el río revuelto ha sido aprovechado también por Fernando Alonso, que se ha colocó por delante de Räikkönen.
La lectura es evidente: la trazada óptima ha sido una ventaja desequilibrante.

Una locura del Fisichella más clásico, que se ha lanzado a toda velocidad contra el pelotón en la falsa S de
Senna, ha provocado la salida del Safety Car por su vuelo rasante sobre Nakajima, que ha dejado a ambos fuera al desprender prácticamente todos los elementos aerodinámicos del Williams.
Hasta el reinicio de la carrera no ha podido Kovalainen entrar al pit lane para cambiar la rueda pinchada que le arrojaba a la última posición.

Con una demostración de potencia asombrosa Räikkönen pulverizó a Alonso para recuperar su posición, aunque en realidad supuso la formación de tres trenecitos: Kubica liderando a Iceman, El Nano y El Almirante; Button por delante de Barrichello, Glock, Bourdais,
Vettel y Piquet; y, el más llamativo, Heidfeld en séptima posición, conteniendo a Rosberg. Dado que el único que ejercía una presión seria era Trulli sobre Coulthard, la batalla por el liderato quedaba en primer plano, centrando absolutamente toda la atención.

Aparentemente el duelo de Massa y Hamilton iba a ser más de lo mismo, cuando Felipe empezó a abrir lentamente distancia, pero el McLaren estaba llamado a cambiar el guión con un ritmo notablemente mejorado.
En adelante, hasta el final del stint, el pulso por la vuelta rápida se ha decantado alternativamente para los dos terrenos, aunque finalmente el inspiradísimo Lewis ha empezado a cobrar cierta ventaja que le permitió cazar al Ferrari.
Bastante peor le iba al otro McLaren, que parecía incapaz de adelantar a Sutil - sólo lo consiguió después de un par de vueltas apretando al máximo - en contraste con la facilidad de Piquet para adelantar a Vettel en la Curva 12, el punto básico de paso.


El primer pit stop lo realizó Fernando Alonso, a pesar de
lo que consiguió mantener la posición frente a Webber, seguido rápidamente por Hamilton, que confirmaba su estrategia a tres paradas y se colocaba entre Massa y Kubica tras el repostaje de éstos.
Con el terreno despejado llegaba el momento de Iceman, que marcó la vuelta rápida antes del pit stop que le situaba tercero.

La ligereza de la Flecha de Plata tendría como consecuencia una maniobra impensable: después de recortar el suficiente terreno con Massa, Lewis Hamilton se tiraba hacia el interior de la Curva 12 con gran decisión.
Felipe, sorprendido, había dejado la puerta abierta y, cuando se quiso dar cuenta, tuvo que variar la trayectoria, apartándose de la trazada y dejando vía libre a Hamilton.
A partir de ahí, el potente McLaren ha empezado a volar, aumentando la diferencia entre tres décimas y un segundo por vuelta, aunque resultaba evidente que su parada era cercana.

Kovalainen conseguía pasar a Piquet aprovechando su error en la llegada a la Curva 12, un fallo repetido por Bourdais, que le costaría la retirada al quedar clavado en la puzzolana.
Button y Glock
aprovechaban que sus depósitos estaban secos para presionar a Webber, pero tanto ellos como Feyd-Rautha tenían que tirar por tierra sus logros para hacer su parada poco antes de que llegara el segundo pit stop de Hamilton.

La ronda de paradas mantenía de nuevo el orden, a pesar de las vueltas libres para Webber, que no conseguía recortar a Alonso, y dejaba a Kovalainen detrás del grupo de Button, Piquet y Glock.
A Heikki le iba a costar pasar a Timo bastante más que a Nelsinho superar a Botón, aunque necesitó más de un
intento. El McLaren se mantuvo a la altura del Toyota desde la Curva 10 hasta la recta principal, rodando en paralelo en la doudécima con bastante riesgo; siguiendo la estela del Renault, le fue infinitamente más fácil superar a Jenson por velocidad.

El sprint de Lewis Hamilton antes de su tercer pit stop resultó insuficiente, quedando situado a la salida del pit lane detrás de Massa y delante, pero muy cerca, de Räikkönen, que hasta el final de la carrera se iba a limitar a apretar buscando un fallo de su predecesor más que atacar abiertamente.
A falta del repostaje de Verdaderamente, a partir del quinto puesto de Heidfeld se encontraban Alonso, Trulli, Webber y Rosberg, con la diferencia de tiempos suficiente para asegurar un punto para Nico con la parada de Jarno.
La culminación de la remontada de Heikki Kovalainen terminó en el noveno puesto, con las pasadas a Coulthard y Rosberg antes del pit stop final que le iba a devolver a la parte trasera del pelotón, dónde aún tendría tiempo de adelantar a Glock.

La bandera damero del Gran Premio de Turquía recibió por tercera vez a Felipe Massa, seguido por los adosados Hamilton y Räikkönen. Los tres últimos puestos con puntos han sido ocupados por Alonso, Webber y Rosberg, uno de los vencedores de esta carrera estratégica.

La conclusión de este Gran Premio esencialmente táctico es la inesperada recuperación de McLaren.
Las Flechas de Plata han mostrado otra cara muy distinta, y a pesar de la victoria de Ferrari, esta no ha sido, ni mucho menos, tan contundente como en otras ocasiones.
La lucha ha estado en cabeza y se ha mantenido hasta el final, con momentos en los que Hamilton, en estado de gracia, ha derrotado claramente a los Rayos Rojos; la atrevida estrategia de tres paradas, de hecho, ha resultado capaz de vencer a Iceman.
Incluso Kovalainen, pese a sus problemas con algunos pilotos duros de la parte trasera, ha sido el protagonista del espectáculo con su remontada; si Heikki no se hubiera visto lastrado por su desastrosa salida, la victoria de Massa hubiera sido aún más complicada.

El avance de McLaren deja en evidencia el tropezón de BMW en Istanbul Park. A pesar de que, como es habitual, Heidfeld ha conseguido superar su posición de salida, en general el equipo ha estado discreto y no ha plantado cara como en otras ocasiones a sus rivales por el podio.
Kubica ha conseguido mantenerse lejos de Räikkönen, pero incapaz de alcanzar un ritmo que le permitiera conservar la tercera plaza, conseguida por la estrategia individual de Räikkönen.

Confirmado el estancamiento de Toyota, Red Bull y Renault parecen llamados a luchar por su lugar, si bien a
Webber le ha faltado ritmo para superar a Alonso en sus vueltas extra. En los equipos las cosas son muy diferentes; Coulthard, noveno, se encuentra a la expectativa y en buena forma, mientras que El Nano es el único valor de Briatore, que una vez más a visto como, a pesar de alguna pasada brillante, puede contar sólo con un coche - lo que no ha impedido en absoluto probar su salto tecnológico con un sexto puesto.

El octavo puesto de Nico Rosberg, visto el pobre rendimiento de Williams, sabe casi a victoria, especialmente porque ha sido conseguido gracias a la sólida profesionalidad del piloto, que ha aprovechado los errores de los demás manteniendo el ritmo hasta el final.

Desde su incapaz Honda, el veterano Rubens Barrichello ha disputado su 257º Gran Premio, en el que se han batido otras dos marcas: Coulthard ha conseguido acabar con su tren trasero intacto y Sebastian Vettel ha conseguido, simplemente, acabar.

Enhorabuena a Felipe Massa, por la trabajada victoria en su pista talismán, y a McLaren, por su brillante recuperación. Y una felicitación especial a Nico Rosberg por su constancia, premiada con un punto.

Ánimo para Alonso y Webber, en el buen camino, un ejemplo para Piquet, que ya no tiene ninguna excusa.

Muchas gracias a Rubens Barrichello, desde ahora el participante más asiduo en esta locura que es el Gran Circo, que tantos grandes momentos de puro espectáculo ha dado a la Fórmula 1.

Rumbo a casa, al puerto base: atracamos en Mónaco.

4 comentarios:

Il Venturetto dijo...

"Coulthard ha conseguido acabar con su tren trasero intacto y Sebastian Vettel ha conseguido, simplemente, acabar."

Buenísimo.

Como bien dices, una carrera muy táctica, pero gracias a Dios también hubo lucha "de pista".

Yo me lo pasé de narices.

Malasombra dijo...

Estoy seguro de que Fisico tenia en el punto de mira a Coulthard...
Pero la tomo con el pobre Nakajima, que debe flipar el pobre...
"pero si el que hace estas cosas soy yo!"

David dijo...

La verdad es que estaba bastante pendiente de los dos "malditos".

Cuando se salió Bourdais y ví el coche oscuro, lo pensé: "le tocó".

J. ARCE dijo...

Nakajima ha sufrido en sus carnes las extrañas tácticas que usaba su padre.
Respecto a BMW seguro que estarán contentos por haber sumado más puntos que McLaren(sólo uno pero viendo su filosofía...). mal asunto si se conforman con ese papel de segundones. De todas formas voy a apostar por una victoria de Kubica en Mónaco.