Uno de los principales cometidos del Gran Premio de Australia es desvelar las dudas que se plantean durante la temporada con los cambios de reglas y el trabajo de desarrollo y pruebas.
Aparte de las dos principales escuderías, que miden mutuamente su estado de forma, perfilando las victorias de las próximas carreras, hay dos equipos que centran la atención por ver el resultado de su preparación: Honda y BMW.
La sesión de clasificación es la primera toma de contacto fiable con la realidad, revelando si la incorporación de Ross Brawn a las Tortugas Ninja tiene beneficios a corto plazo y si el gran proyecto del doctor Mario Theissen da el salto para que lleva preparándose meticulosamente desde hace varios años.
Briefing del circuito
La clasificación, apoyada por la falta de grip, ha mostrado la influencia de la falta de ayudas electrónicas; y, desde el punto de vista local, también ha puesto de relieve la importancia de mantener los frenos en perfecto estado en un mar de hojas y suciedad.
La primera sesión ha dado la primera gran sorpresa con dos eliminaciones imprevistas. El monoplaza encargado de inaugurar la temporada ha sido el Toro Rosso de Sébastien Bourdais, mientras que el primero en sufrir un percance era el Toyota de Timo Glock, derrapando excesivamente en una chicane.
En cabeza las cosas estaban bastante claras, con Kovalainen líder gracias a la marcha por la tierra de Hamilton. Por otro lado Piquet era incapaz de abandonar la zona de eliminación, dejando clara su falta de adaptación desde el principio. En el momento en el que Sutil cruzaba en mitad de la pista su monoplaza los dos novatos, acompañados de Force India y Super Aguri, estaban sentenciados; y simultáneamente se producía la gran noticia en la entrada al pit lane: la bomba de gasolina del Ferrari dejaba tirado a Kimi Räikkönen, descartando reglamentariamente su participación en Q2.
En la segunda sesión los acontecimientos continuaban agolpándose: nada más empezar aparecía la primera bandera roja, debido al accidente de Mark Webber en Marina, un trompo causado casi con total seguridad debido a un problema con el freno trasero derecho.
Robert Kubica comenzaba a llamar la atención sobre su rendimiento colocándose cerca del primer puesto de Hamilton, compitiendo por destacar con Sebastian Vettel, clasificado para Q3 con solvencia, en sexta posición. La otra sorpresa, que confirmaba el pobre rendimiento de Renault y su reincidencia en discutibles estrategias, era la eliminación de Fernando Alonso, en pista a sólo tres minutos del final. Junto a El Nano caían Nakajima y los Honda.
La ronda definitiva, con gran variedad de equipos, parecía la competición entre los líderes (exceptuando a Massa); sólo Toyota y Mclaren conseguían colocar a sus dos pilotos en la lucha por la pole.
La primera decepción, vista su gran actuación, ha sido la retirada de Vettel por problemas mecánicos; por otro lado Trulli, muy sólido en toda la clasificación, ha conseguido el liderazgo de la lucha por los puntos.
Aunque en principio Hamilton, Massa y Kovalainen parecían disputar la primera plaza solos, quitándose mutuamente el mejor tiempo, una vuelta fantástica de Kubica colocaba un BMW en el primer puesto, a pesar de una salida de pista en la amplia curva Hill: el precio de rodar al límite.
Este error daba la oportunidad a Hamilton de arrebatarle la pole sobre el tiempo, algo que la otra Flecha de Plata era incapaz de hacer, aunque certificaba el resultado irregular de Ferrari, que sólo era capaz de alcanzar la cuarta posición.
La previsión es un doblete para McLaren, aunque no se descarta un buen resultado para BMW, incluso por encima de Ferrari y los problemas de fiabilidad de monoplaza y piloto: teniendo en cuenta el tiempo de Heidfeld resulta evidente, a pesar de que en las sesiones previas existiera una gran distancia entre Robert y Nick, que el coche de Kubica competía en Q3 muy descargado.
En la batalla por los puntos puede haber más sorpresas: Rosberg es una apuesta segura, pero el rendimiento en carrera de Toyota, la fiabilidad de Red Bull, los problemas mecánicos de Vettel en Q3, las estrategias creativas de Renault y la inestabilidad absoluta de Honda dejan la pelea muy abierta.
A todos estos factores se une la doble sanción a Timo Glock, noveno, que adelanta a la práctica totalidad de los monoplazas una posición.
El espectáculo partirá desde las plazas decimocuarta a decimosexta: Nakajima precediendo a dos pilotos encargados de remontar, Webber y Räikkönen. Dependiendo de la estrategia y el estado del coche, respectivamente, Heidfeld y Vettel puede ofrecer una progresión fantásica acompañada de un buen resultado.
No pierdas de vista a Räikkönen, los frenos, a los BMW, la chicane Clark y la fiabilidad.
De un par de ideas para ganar en los Goya del 2018
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Mi querido amigo Luis Ramón sugiere, *for free*, unas cuantas ideas de
tramas para obras cinematográficas que, a buen seguro, coparán los primeros
puesto...
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