05 octubre 2007

Briefing - Shanghai 2007

Todas las miradas estarán puestas sobre Lewis Hamilton durante el Gran Premio de China.
El novato es el protagonista principal en Shanghai, el lugar donde puede alcanzar la gloria de ser Campeón del Mundo de Fórmula 1 tras su graduación bajo la lluvia, con la amenaza de una sanción que sólo postergaría lo inevitable. Únicamente depende de sí mismo y de mantener el mismo comportamiento excepcional demostrado a lo largo de la temporada; en otra situación, a pesar de la ventaja, sería previsible ver a un piloto joven derrumbarse ante el acoso de dos lobos como Alonso y Räikkönen, pero Hamilton se ha acostumbrado a romper todos los pronósticos y su concentración tiene una solidez a la altura de la fiabilidad McL
aren.
El Nano e Iceman han dejado de mirarse entre sí para buscar fallos en su rival, porque la única oportunidad de mantener opciones serias al título es una catástrofe del líder.

Aparentemente es más fuerte la parte final de la pelea que Rosberg y Kovalainen han llevado durante el año contra BMW, con el equipo de Mario Theissen centrado completamente en el desarrollo del próximo coche, una batalla en la que sus compañeros han sido los principales damnificados. Con los dos conductores cada vez más concentrados y seguros, extrayéndo el máximo de sus monoplazas, la mejora puntual de cualquier piloto aumenta considerablemente el espectáculo, como ha ocurrido recientemente con Mark Webber o con las repentinas resurrecciones de Honda: esté quién esté entre ellos, Heikki y Nico han demostrado ser fundamentales en el Gran Circo.

Sin embargo para quien resultará una enorme oportunidad el Gran Premio de China es Adrian Sutil, que está realizando el mejor final de temporada de todos los competidores, apoteósico e indescriptible, alzando un troncomóvil desde la última posición hasta los puntos, después de lucirse en varias carreras técnicas.
Adrian ya no pide un puesto en una escudería potente para el año que viene: hace subir sus activos para poder elegir la mejor tras haber conseguido lo imposible con Spyker, un equipo a extinguir.


La clasificación ha sido inesperadamente tranquila, por primera vez en mucho tiempo, aunque por supuesto ha contado con algunos resultados llamativos.

La primera sesión se ha iniciado con algunos nervios en Ferrari, con Räikkönen pronto en pista, aunque sin muchos motivos como ha demostrado su rendimiento, especialmente bueno en las curvas rápidas.
Ralf Schumacher ha salido muy fuerte, asegurando su pase, aunque más ha sorprendido a mitad de la ronda
el mejor tiempo en manos de Sebastian Vettel. Las oportunidades se acababan, por otro lado, para Wurz, como siempre, y Kovalainen, hundido junto a su compañero por las últimas vueltas de Davidson y Coulthard; al final sólo Feyd-Rautha ha conseguido, por muy poco, alcanzar Q2 con el pobre rendimiento del Renault, superado con claridad por Jenson Button: un éxito personal en vista de la enorme diferencia con Barrichello.

La segunda tanda ha vuelto a revelar un hecho que no por repetido deja de ser sorprendente: la superioridad del Toro Rosso de Vettel sobre Kovalainen, que ha terminado en el fondo junto a su camarada en la batalla, Nico Rosberg, sobre un Williams incapaz de escapar de la última posición.
Los Red Bull ofrecían su mejor cara, aparentemente como el tercer equipo, superando con cierta tranquilidad a BMW; por delante de ellos, en cabeza, de nuevo, Ferrari y Räikkönen exhibiéndose tal como se esperaba en el segundo sector, el más rápido.
Button volvía ha demostrar el buen trabajo de Honda en la recta final de la temporada clasificándose para Q3, acompañado de Ralf Schumacher a pesar de la creciente dificultad para el Toyota, en la zona de eliminación hasta la última vuelta.

La ronda definitiva ha comenzado de forma usual, con una de esas absurdas minisalidas en las que Fernando Alonso y Kimi Räikkönen arriesgaban sin sentido intentando pasar a Hamilton. Y como también es costumbre las Flechas de Plata se han propuesto derrumbar el dominio de Ferrari en las dos primeras sesiones.
Aunque en principio Hamilton parecía haber superado las limitaciones en las curvas rápidas consiguiendo una buena marca, pronto Iceman se ha impuesto con las cualidades del Rayo Rojo marcando distacias en S2. El Nano quedaba rezagado en e
sta lucha y sólo Massa parecía capaz de superar a Kimi.

La batalla por el quinto puesto se decantaba a favor de Red Bull, con un llamativo y excelente rendimiento de David Coulthard, medio segundo por encima de sus perseguidores. Al final El Hermanísimo, otra sorpresa, era el único que conseguía colarse entre El Superhéroe y Mark Webber, aunque definitivamente los Red Bull aparentan una mayor solidez y ritmo de carrera que el Toyota.
El acelerón final de McLaren presagiaba uno de esos finales de clasificación que Lewis Hamilton acostumbra hacer, robando la pole en el último segundo de forma emocionante, como finalmente ha sido, humillando una vez más a Ferrari: parece que disfruta dejando que se confíen y machacando cuando más daño puede hacer.

La previsión es una victoria de Lewis Hamilton muy disputada con Kimi Räikkönen; aunque el piloto de McLaren está decidido a asegurar el título ganando el Gran Premio más que contando puntos, y se lanzará sin complejos a darlo todo en su divino estado de inspiración, las características de Shanghai se adecúan mejor a los Rayos Rojos, y no sería ninguna sorpresa que ambos terminaran en las dos primeras posiciones.
El bajo rendimiento de Fernando Alonso le pone en un serio problema ya que previsiblemente las Flechas de Plata no tienen el ritmo suficiente para alcanzar a los Ferrari, que además cuentan con un sistema de salida mucho mejor.

La lógica de carrera convierte en posible protagonista a BMW, debido a una posición muy retrasada que
convierte el Gran Premio en una remontada compleja, por el tapón de Schumacher que con seguridad va a permitir escapar a David Coulthard.
El espectáculo vendrá también por la labor defensiva de Toro Rosso, que con un impresionante resultado ha situado sus monoplazas frente a escuderías más potentes, aunque la sanción a Vettel deja a Liuzzi solo ante Trulli y Kovalainen, una situación de máxima competitividad.
La gran incógnita es Button, en una posición ideal, cubierto de feroces perseguidores y con la posibilidad de planear una estrategia atrevida sin asumir muchos riesgos, cargando su Tortuga Ninja al máximo y confiando en un error o un problema de sus predecesores.

Las pequeñas probabilidades de tormentas parecen la única posibilidad de tener una carrera imprevisible.

No pìerdas de vista a Jenson Button, a Ferrari y el conjunto C13-Recta-C14.

1 comentario:

Il Venturetto dijo...

"Únicamente depende de sí mismo y de mantener el mismo comportamiento excepcional demostrado a lo largo de la temporada; en otra situación, a pesar de la ventaja, sería previsible ver a un piloto joven derrumbarse ante el acoso de dos lobos como Alonso y Räikkönen, pero Hamilton se ha acostumbrado a romper todos los pronósticos y su concentración tiene una solidez a la altura de la fiabilidad McLaren."

¡ZAS!