30 agosto 2009

Análisis - Spa-Francorchamps 2009

Siempre existe el temor, delante de grandes expectativas, de la decepción; esa punzada antes del Gran Premio de Bélgica, con el semáforo poniéndose en rojo, bloquea a todo aquel que la considere su carrera favorita.
Pero Spa-Francorchamps siempre cumple, y en el instante mismo del arranque la emoción toma el lugar de las dudas: en cuanto los monoplazas se ponen en marcha, la magia de Eau Rouge se encarga de todo lo demás.
Una temperatura fresca y Fisichella con blandos debían ser las condiciones que definieran el Gran Premio ... pero éste no es como los demás.

La salida ha sido infinitamente menos accidentada de lo previsto, descontando el toque sufrido por el neumático de Alonso, con consecuencias muy retardadas. Barrichello se ha quedado clavado y Kimi, justo detrás, ha salido como un tiro, esquivándole, con tantas ganas que necesitó casi completa la escapatoria de La Source - maniobra culminada con la consecución del segundo puesto.
Pero la llegada a Les Combes liderada por el desatado Iceman provocó la esperada montonera de los primeros espadas colocados demasiado atrás: Grosjean tocó a Button cuando este intentaba adelantar a Kovalainen, el Brawn trompeó y Alguersuari, en un inoportuno alarde se le llevó por delante haciendo que l
e acompañara, por la fallida maniobra de esquiva, Hamilton - con el alerón delantero tocado.
Los dos novatos dejaron cuatro coches fuera y obligaron a salir al Safety Car, momento en el que Barrichello vió la luz y pudo entrar a repostar, seguido por Trulli, bastante venido abajo.

Del tercero al sexto, Kubica, Glock, Webber y Heidfeld, no había tanta agresividad como la que Räikkönen guardaba para Fisichella, que despejaba las dudas sobre la pole de Force India de forma contundente, a la altura del Ferrari.
Kimi tenía claro el lugar, y después de amagar en La Source parecía que Mika Häkkinen se adueñaba de su mente: se pegó lo que pudo a Físico en Eau Rouge, amagó con tomar el interior del Raidillon y cuando Giancarlo cambió la trazada, se fue por el exterior de forma contundente, saliendo de la recta de Kemmel en primera posición, aunque a punto ha estado de devolvérsela.
Por la séptima posición de Rosberg también Vettel aprovechó en el mismo punto la vuelta del Safety Car.

Más atrás Barrichello se veía obligado a arriesgar, jugándosela con alguien tan peligroso como Badoer en un lugar tan crítico como Bus Stop; cumplido el trámite necesitó Kemmel para adelantar a Nakajima, quedando en el trenecito de Kovalainen y Buemi. Las dos mismas víctimas tuvo Sutil, que dejó sólo a Trulli detrás de Badoer, declarándose de forma sorprendente incapaz de adelantarle.
Webber se pegaba a Glock, en cuarta posición y Räikkönen, a pesar de su superioridad teórica y de marcar vueltas rápidas, no conseguía abrir hueco con Fisichella, que rodaba entre una y tres décimas más lento.

Los primeros repostajes regulares fueron de Kubica y Glock, que inauguró el desastre del pit lane con un problema en la manguera de Toyota.

Heidfeld transmitía las buenas sensaciones de BMW con la vuelta rápida antes de su repostaje, también con incidente: la salida de Webber al carril mientras Nick pasaba fue considerada sancionable - El Bueno rozó el muro en una esquiva milimétrica - y a Mark se le hizó más cuesta arriba la pista con drive-trough de por medio; de hecho en su vuelta a pista Heidfeld le pasó, Barrichello también y Sutil, y más tarde Nakajima, a punto estuvieron de apuntarse al bache del Red Bull. Este grupo se unió al trenecito de Kovalainen, repartiendo la presión entre el tráfico.

Al final de su stint Alonso se mantenía pegado a Kimi y Giancarlo, entre los que las cosas seguían igual: uno por delante, pero el otro pegado.
La hora del caos no había terminado y Fernando, en su primera parada, recibió la recomendación de abandonar por los problemas del cambio de ruedas; la manguera fue lo que falló en el caso de Trulli, en el que teóricamente debía ser su segundo repostaje, cerrando una jornada aciaga de los mecánicos forzudos de Toyota.

Un momento off road de Sutil dejó a Rosberg y Glock encima, conviertiéndole temporalmente en locomotora de ambos, Webber y Buemi.
Delante Kovalainen seguía al tercero, Kubica, con una parada menos, separado de Vettel, Heidfeld y Barrichello.

La segunda parada de Sutil, rondando los puntos, coincidío con la primera de Kovalainen, tan tardía que junto con la posición retrasada de salida confirmaba una estrategia a una parada, idónea para conseguir puntos. Heikki cayó justo delante de Buemi, del que tuvo que defenderse como pudo en medio del tráfico. También uno de los primeros en entrar, Barrichello, sufrió con Nakajima antes de la parada del Williams.

Marchando entre los BMW, en cuarta posición, Vettel tuvo la opción de vueltas extra por el pit stop de Kubica, y gracias a su estrategia llegó a ponerse primero, al producirse el esperadísimo momento: el repostaje de alta tensión de Räikkönen y Fisichella, simultáneo, sin incidentes y exactamente de la misma duración.
A falta de Sebastian, cuando el muro dejó de contener la respiración y los líderes mantenían el status quo, los BMW apretaban para conservar su posición frente al Red Bull y Feyd-Rautha saboreaba una sexta posición conseguida sobre estrategia y concentración, por delante de Barrichello y Rosberg.
Poco antes Webber había pasado de sexto a noveno, más pendiente de algún desfallecimiento que de adelantar a Nico - y eso que a su espalda Glock recibía una durísima presión por parte de Sutil.

El último cambio de posición lo dió por fin el repostaje de Vettel, que sobrado de vueltas se alzó con la tercera plaza por delante de Robert.
Los Force India apuraban el viento favorable que los había rozado desde la llegada a Spa-Francorchamps: Fisichella seguía buscando el fallo de Kimi, y Adrian se tiró decidido a por Timo en Les Combes, por el exterior, y a punto estuvo de salirle.
En la línea atacante Barrichello empezó a ejercer una presión increíble sobre Heikki, que fue demasiado para su propia mecánica y el Brawn empezó a soltar humo, camino de un previsible abandono a dos vueltas del final.

La bandera damero recibió a Kimi en su primera victoria de la temporada, a Fisichella en la mejor posición conseguida por un Force India y a Vettel con un podio que le vuelve a dar nuevo brío para el Campeonato del Mundo.
También consiguió llegar Rubinho, sin ceder el séptimo puesto, aunque al poco el monoplaza empezara a arder en el parque cerrado.

La conclusión es que el motor Mercedes ha dado alas al Force India, como indica el resultado de Sutil, pero en la pequeña victoria de Fisichella ha habido algo más.
Sin KERS en Ferrari Giancarlo hubiera dominado la carrera logrando un éxito fácil, con KERS ha habido pole y el Rayo Rojo no ha podido despegarse de él.
Físico no ha dejado ni a Sol ni a sombra a Kimi, no ha cometido errores y por encima de su concentración ha estado su agresividad; ha habido un abismo con el resto y quizá la adaptación aerodinámica a la montaña rusa de las Ardenas haya tenido mucho que ver.

Pero es que Räikkönen ha estado soberbio, y es más mérito que haya mantenido a Giancarlo detrás que fallo el no haberse podido despegar.
Kimi, profundamente desmotivado desde su hazaña conquistando el Campeonato del Mundo, se crece en circuitos de verdad, e inspirado es capaz de cualquier cosa - igual que se viene abajo por el aburrimiento en las ratoneras.
Ferrari ha estado a la altura, conscientes de que Force India era un rival serio y que era fundamental mantenerse en guardia.
La maniobra de la jornada ha sido el adelantamiento antológico en Kemmel, que se ha visto venir medio minuto antes y no por ello ha perdido una brizna de emoción ni espectacularidad; puede que Iceman haya firmado la imagen del espectáculo de la temporada.

A Red Bull y Brawn las cosas les han ido regular: exactamente la mitad bien y la mitad mal.
Button quiere ganar un Campeonato del Mundo como El Cid, pero a este ritmo puede que deje huella en la historia de otra forma; en el otro extremo está Barrichello, tan crecido que ha llevado a la meta un coche en llamas, cuando otro no se hubiera arriesgado más que a dejarlo aparcado. Jenson no ha tenido directamente la culpa de no puntuar - cuanto más atrás más riesgo - pero sus ganas no admiten comparación con las de Rubens.

Webber es el otro que pese a haber recibido el testigo como candidato también ha perdido el Norte. Su actuación no ha sido especialmente brillante pero, como en el caso de Button la intervención externa no le
ha ayudado precisamente a motivarse.
Si el lollipop man de Red Bull no sabía que lo que iba a hacer era digno de sanción -y grave, porque sólo la pericia y sangre fría de Heidfeld ha evitado un choque muy peligroso contra el pitwall - merece el despido.
Vettel sin embargo ha brillado y ha vuelto a la lucha, aún con el lastre de motores disponibles. Ha hecho bien su trabajo, integrado dentro de la estrategia del equipo sin asumir riegos: sencillamente una carrera seria y sin fallos.

La desgracia se ha cebado con los novatos, que han hecho menos malo a Badoer - también ha recibido una mano de Trulli, asegurando que era incapaz de adelantarle (cargado hasta arriba y con neumáticos fríos cabe que sea verdad) - dejando fuera de juego al líder del Campeonato del Mundo; entre sus damnificados ha estado Hamilton, que podría haber puntuado, a la vista de la actuación de Kovalainen.
Renault ha cerrado un día aciago cuando en la parada de Alonso han constatado que el daño sufrido en la salida en el palier podía desembocar en otra sanción por peligrosidad.

Un punto para Rosberg, otra carrera más sumando, aunque en esta ha estado bastante a la vista, al ataque y la defensa - quizá, perdido su mimetismo, el Williams esté más expuesto a los riesgos del Gran Circo.
Y Spa-Francorchamps es un lugar dispuesto a revelar la verdadera esencia de cada uno y colocar a cada cual en su sitio.


Enhorabuena a Räikkönen y Fisichella, tanto por su resultado como por un duelo vibrante.

Felicidades a Vettel por su vuelta a la senda de los ganadores, y a BMW por esperar una buena muerte sin convertirse en zombies.

Y gracias Spa; La Source, Les Combes, Kemmel, Eau Rouge ... gracias.


Rumbo al Templo de la Velocidad, Monza.

3 comentarios:

David dijo...

Última foto en alta definición.

P.S. - Barrichello's on fire!

J. ARCE dijo...

Me pregunto qué hubiese hecho Hamilton en el lugar de Trulli. Desde luegono se quejaría y lo hubiese adelantado aunque fuese por el aire. Deberían cambiar el sistema de puntuación para que salgan perjudicados y no beneficiados los pilotos tan conservadores.
La carrera ha sido la mejor del año y demuestra que cuando pones a los pilotos en un circuito en vez de en una ratonera éstos responden.

Leonov dijo...

Viendo el bajo rendimiento de Mclaren en Spa, por muy bien que hayan trabajado siempre las suspensiones, en Monza me da que no vamos a verlos arriba. Ya veremos.

Por otro lado, Ferrari era de los más rápidos en el sector rápido.

Ya veremos.