05 abril 2009

Análisis - Sepang 2009

Las previsiones han acertado en lo general en el Gran Premio de Malasia: estaba anunciado que la carrera sería imprevisible, en dirección de una tremenda tormenta, bajísima visibilidad y suspensión. La responsabilidad se trasladaba al muro, que en algunos casos no ha estado a la altura.
Los Toyota, muy ligeros, partían con desventaja teórica dependiendo del momento en el que la lluvia interviniera.

La salida ha descolocado prácticamente todas las estimaciones en previsión del caos al que se iba a enfrentar el pitwall de un extremo a otro.
El BMW de Kubica se ha quedado clavado - más tarde echaría a arder -, abriendo un espacio muy útil en la zona sucia de la parrilla que ha aprovechado principalmente Barrichello. Nico Rosberg se ha exhibido de forma espectacular para ganar el interior de la Curva 1 por delante de Button - maniobra que calcó Fernando Alonso para superar junto a Trulli a Jenson, que sin llegar al nivel de su com
pañero también ha tenido un inicio lamentable.
Inmediatamente empezaba el camino de Brawn para recuperar las posiciones, justo cuando Rubinho superaba por velocidad a Räikkönen por el interior de la Curva 5 y Button pasaba a Fernando.

Con los chicos de Brawn al ataque, El Nano formaba un tapón que partía la carrera en dos: detrás de él Barrichello, Räikkonen, Webber y Glock, y delante la cabeza abriendo hueco en un duelo de curvas rápidas entre Rosberg y Botón. Tras este grupo Heidfeld - con el BMW también cargado hasta arriba - formaba otro trenecito con Hamilton, Vettel y Massa.
Partiendo de esta situación,, antes de terminar la primera vuelta los sucesos empezaron a desarrollarse: en cuanto a incidentes Kovalainen no decepcionó y metió el McLaren en la puzzolana - dos carrera, dos vueltas - y Buemi tuvó que cambiar el morro; Rubens pasó al Renault sobrado al final de recta, tan sencillo como Vettel adelantó a Lewis - dos situaciones en contraste con la durísima batalla entre Webber y
Glock, que en el segundo intento pagó su agresividad con un trozo de alerón.

En el universo paralelo de los cuatro primeros Button y Trulli se pegaban por la vuelta rápida y sin embargo Rosberg conseguía mantener la diferencia de tres segundos.
Las dos locomotoras eran víctimas de la falta de grip: Heidfeld rodó tan amplio por el exterior de la Curva 11 que Vettel y Hamilton le superaron, y Alonso patinó en el cuarto giro, dejando via libre a Iceman y dando inicio a uno de los dos mejores duelos del Gran Premio, que repitieron a Webber como protagonista.
Mark ganó y perdió el puesto en la Curva 14, superó a Fernando en el siguiente giro pero el rebufo y el KERS le obligaron a volver a superar a El Nano definitivamente en la Curva 1, en la que el Renault hizo una trazada bastante abierta.

El primer pit stop lo realizó Vettel con amenaza de lluvia. Las paradas de Rosberg y Trulli hicieron evidente la distancia con los demás, puesto que regresaron a pista por delante de Räikkönen - quinto a veinte segundos de la cabeza -, pero animaron a Barrichello, que compartiendo vueltas rápidas con Jenson acercaba el doblete a Brawn.
Con el estable quinto puesto de Iceman, el pertinente error estratégico de Ferrari no se hizo esperar: neumáticos de lluvia extrema para Kimi con la pista apenas húmeda, que equivalieron a veinte segundos más por vuelta respecto al coche más lento. Todos los que le siguieron en el pit lane, como Barrichello y Trulli, mantuvieron los neumáticos de seco.

La lluvia tardó varias vueltas en aparecer - larguísimas para Ráikkönen - haciendo su aparición oficial con la salida de pista de Fernando en la Curva 8, que con bastante fortuna consiguió regresar a pista. Aunque los auténticos campeones de la suerte fueron los habituales, Hamilton y Heidfeld,que hicieron coincidir su turno de repostaje con la obligada instalación de ruedas de lluvia extrema; concretamente Nick, que se mueve
- nunca mejor dicho - como pez en el agua dentro de situaciones caóticas, pasó a Lewis en el pit lane dando inicio a su propio Gran Premio.
El McLaren quedó frente a Webber, y el espectáculo alcanzó su punto álgido con este disputadísimo cara a cara.

La batalla empezó en la Curva 14, en la que Mark consiguió pasar pero quedó en una situación tan igualada que finalmente Hamilton recuperó el puesto después de rodar en paralelo por la primera curva. El segundo intento lo realizó lanzándose por el interior de la Curva 6, tan fuerte que en la siguiente volvió a ceder el puesto.
En el nuevo paso por las dos rectas principales se produjeron unas maniobras calcadas a la de la vuelta anterior. Finalmente la mecánica terminó con el precioso duelo al activarse el limitador de la Flecha de Plata en algunas marchas; tan lanzado salió Webber que el Red Bull pasó a Heidfeld por el exterior de la Curva 15 antes de que pudiera reaccionar.
Detrás de él, aprovechando el problema de Hamilton, pasaron Glock y Massa - el Toyota además se hizo con El Bueno, que permanecía a la espera.

La mala estimación metereológica desembocó en una tercera parada para poner intermedios a partir del turno de Vettel y Rosberg, que una vez más fue una mala interpretación puesto que la tormenta iba a arreciar.
Aprovechando el descontrol que se desataba, Trulli se colocó delante de Barrichello aprovechando un error, aunque fue devuelto a su posición por el poder del Brawn, y Glock superó a Webber sobrado en la Curva 15.
Button también realizaba un tercer pit stop que dió paso a un cuarto para volver a los neumáticos extremos y asegurar - de hecho volvió en primera posición, seguido por Heidfeld, con una sola parada.

La locura del monzón se desataba y dejaba fuera a Fisichella y Vettel, antes de que la baja visibilidad y las malísimas condiciones obligaran a salir al Safety Car, que a pesar del que Lewis y Nick realizaron trompos.
La situación terminaba con una bandera roja que dejaba aparcados en la piscina de la parrilla a los monoplazas con un orden no definitivo: Button, Glock, Heidfeld, Webber, Hamilton, Trulli, Barrichello y Rosberg.

La victoria sorprendió a Jenson sentado en el Brawn sin casco ni guantes, alterando las otras dos posiciones de podio por el criterio de la penúltima vuelta disputada, alzando a Verdaderamente al cuarto puesto, bajando a Lewis hasta el séptimo y repartiendo la mitad de puntos en cada plaza.

La conclusión es el poder absoluto del equipo de Ross Brawn, que aún no ha sido demostrado en una carrera normal; en medio del cataclismo Button se ha permitido una parada más por seguridad, y no ha visto peligrar la victoria en ningún momento.
Barrichello ha sido víctima de la concentración y las circunstancias, y aún así ha tardado pocas vueltas desde su error de arranque en unirse al grupo de cabeza. Todo el tiempo que tarden el resto de equipos - los que puedan - en copiar el difusor o el que pase hasta que lo prohíban, lo que ocurra antes, serán Grandes Premios dominados por Brawn.

El otro asunto que ha vuelto a reafirmarse es la condición de Nick Heidfeld como sucesor del oportunista Alex Wurz. En cuanto el río ha empezado a revolverse, en este caso casi de forma literal, El Bueno ha sacado la caña cómo de costumbre y ha pescado un segundo puesto con esa mezcla de fortuna y resistencia - ¡una sola parada! - que le mantiene en BMW. Kubica es un piloto excepcional que destaca por su regularidad, Nick es un conseguidor de puntos.
Es importante la buena estrategia de Theissen, que por otra parte ha visto arder uno de sus coches.
Una situación parecida se ha producido con Hamilton, que más que en su suerte se ha vuelto a apoyar en una agresividad que ha regalado nuevamente el mejor espectáculo del Gran Premio con Webber - de hecho un problema mecánico ha influído de forma imponderable sobre el resultado - realizando un trabajo exhaustivo que es natural, dado que corre él sólo para el equipo (a Kovalainen no se le podrá analizar hasta que no complete una vuelta); Lewis no deja escapar las oportunidades.

En el caso contrario se encuentra Rosberg, candidato al podio y mayor perjudicado por la tormenta. La carrera de Nico ha sido brutal, especialmente en la salida, pero el momento de sus repostajes no ha podido ser más inoportuno, como le ha sucedido a Vettel, prácticamente con la misma estrategia.
Tanto en Red Bull como en Williams imploran un Gran Premio tedioso, un Hungaroring en el que sacar el mejor partido de unos coches que están en la cima y a unos pilotos brillantes, ahora mismo de los pocos capaces de acercarse a Brawn.
Toyota, con dos podios, sí ha podido sobreponerse a las circunstancias y el retorno de la inversión definitivamente se está produciendo con el segundo puesto en el Mundial de Constructores. Glock ha apretado, ha atacado y ha cazado el tercer puesto de forma impecable, dejando claro por el momento quiénes están dispuestos a aprovechar los fallos de Jenson y Rubens.

Y, cómo no, lo mejor para el final: Ferrari.

La tormenta ha reducido la importancia del error táctico en la clasificación por dos motivos: afectó a Massa, que está hecho de papel, y sobre todo por la decisión ridícula de Domenicali con Kimi en carrera. Puede que el clima en Sepang sea extremo y varíe en segundos, pero apostar con un piloto que va quinto - teniendo a otro deshauciado - poniéndole neumáticos de lluvia extrema (nada de intermedios) cuando el asfalto apenas está húmedo y sólo chispea, debería costarle el puesto. Así de simple.
Los mayores enemigos de los ingenieros y pilotos de la Scudería se sientan en el pitwall, facilitándole el trabajo al resto de equipos.

En lo poco que va de temporada sólo hay un grupo que compite con Ferrari en cuanto a mala gestión: la dirección de carrera, dirigida por Charlie Whiting.
El tiempo que ha tardado en salir el Safety Car en unas condiciones que hacen imposible la conducción ha sido temerario, y el que ha transcurrido con los coches parados prácticamente sin luz ha sido injustificable, esperando más allá de lo natural. Lo peor es la sospecha de que el representante de la GPDA, Mark Webber, moviéndose por el parrilla hablando con el resto de pilotos, haya tenido que presionar para la lógica suspensión del Gran Premio - ojalá haga caso Whiting cuando en otra ocasión digan que las condiciones para disputar una carrera no son las adecuadas, como ha sucedido con el horario de ésta.

Enhorabuena a Button, por esta victoria de medio valor númerico pero de enorme dificultad, y a Nick Heidfeld por su nuevo alarde de astucia.

Ferrari, sin comentarios, puede empezar a pensar en la temporada 2010.

Ánimo a Rosberg, al que se le presentará su oportunidad ahora que el Williams es competitivo, y a Vettel, en la misma situación.

Levamos anclas hacia Shanghai.

11 comentarios:

jjjayo dijo...

Heidfeld siempre està... Y si no fuera por Webber y Barrichelo que lo hicieron torta en la primera curva de Australia tb. ubiese pescado el segundo puesto alli....

Il Venturetto dijo...

Los adelantamientos de Webber bajo la lluvia han sido acojonantes. Se ha zampado a Hamilton, y eso que cuando se han juntado pensaba que iba a ser al revés.

Yo creo que Domenicalli se acuesta con la hija del jefe. Oh, espera, que el jefe es él...

J. ARCE dijo...

A mí me quedó la impresión de que Button lo tenía todo dominado desde el primer metro a pesar del error de la salida, y de que la suspensión de la carrera le ha perjudicado. En vez de 10 puntos se ha llevado 5.
Los Williams, Red Bull y Toyota están cerca de los Brawn, pero aún les queda camino por recorrer para cojerlos.
Lo de Ferrari es harina de otro costal. Aparte de las decisiones estratégicas los pilotos son flojos, nada comparable con los números uno de los demás equipos.

David dijo...

Creo que es una buena síntesis: Heidfeld no deja escapar una, Webber ha aportado el espectáculo y Button lo tenía todo dominado.

Respecto a Ferrari, ni con los mejores pilotos se puede luchar contra esas decisiones creativas (aún no puedo creerme lo de los neumáticos de lluvia extrema).

Y el jefe, hasta dónde yo recuerdo, no es Domenicali, sino un tal Luca "Testa di un cavallo nel letto" Cordero de Montezemolo, que creo que se plantea hacer honor a su apodo.

Unknown dijo...

los 4 alemanes; rosberg, Vettel, Heidfeld, y Glock, se han llevado la mayor parte del espectáculo.

no es para menospreciar a Button, pero a nadie le parece divertido un nuevo schumacher. ya tuvimos 5 años de aburrimiento por eso.

lo has dicho todo con ferrari, los mayores enemigos están en el pitwall

Mai dijo...

Una pena que solo vieramos media carrera, lo de ferrari es de traca, en renault no aciertan ni de casualidad y button sigue sumando puntos con su cohete, esperemos que pronto se igualen los coches para que veamos más lucha por la pole y la victoria.
Saludos!!!!!

Hiarbas dijo...

El saber las cargas de cada rival, hizo que el dominio de Button fuera total. Me recordó a Schumacher, mantenia al poleman a tiro, este a box, el marcaba unas vueltas rapidas y asunto concluido. Made in Ross Brawn.

Sin duda, Malasia 2009 sera recordado por ser una carrera inacabada. Pero en los resumenes, nos divertiremos con los adelantamientos de Webber, la salida de Alonso y la infructuosa cabalgada de Rosberg.

Por cierto, como siempre, estupenda redaccion, estupendo post.

Saludos.

David dijo...

Gracias, me encanta que aprecieis la redacción; teniendo en cuenta que empecé a las doce y media y publiqué casi a las seis, se puede apreciar el esmero

JMColomo dijo...

Tío, ¿eres periodista?
Magnífico. Pocas veces he visto tanta y tan certera descripción, y tan personal y ácida interpretación de las carreras, como en tus crónicas.
Enhorabuena!

Leonov dijo...

Hola a todos.

Una vez más, gracias por este espacio a David.

De la Rosa avala la decisión de Ferrari de jugársela, por lo que habría que tener en cuenta la opinión de un gran piloto como es él. Tenían la carrera totalmente perdida y Ferrari debe de ser un equipo ambicioso y no conformarse con dos puntos.

En mi opinión, era una buena decisión conforme a las previsiones de lluvia que había. Ha salido mal pero han arriesgado.

Es que parece que lo más interesante es sentarse a ver una carrera en la que las escuderías no arriesgan y se dedican a dar vueltas a la pista de forma conservadora.

Fue interesante esperar lluvia en la salida de Kimi de boxes. No sucedió pero arriesgaron, circunstancia que, les guste o no a muchos, les avala como luchadores por ofrecer buen deporte y ambición de victoria.

En cualquier caso, de entre los equipos que están apostando por el futuro, creo que Ferrari es el que tiene mejor rendimiento. No olvidemos que hay dos campeonatos paralelos: los grandes, que apuestan por el KERS en detrimento de ciertas prestaciones que reducen el rendimiento del coche; y las escuderías efímeras que están aprovenchando esa falta de desarrollo de esa tecnología para hacer resultados, sin mirar al futuro; y que, además, no disponen probablemente de infraestructura o recursos para afrontar el desarrollo de un dispositivo que, según propias palabras de Pedro, cuesta cantidades astronómicas de dinero, algo que no se esperaba.

Hay dos campeonatos distintos en pista: uno de corto plazo y otro de largo plazo, y creo que Ferrari está a la cabeza, a pesar de que se juzgue el rendimiento del equipon con tan solo un par de grandes premios de por medio. Esto me suena a cuando el Real Madrid pierde un partido y los periodistas de diarios tan profesionales como el Marca y As ya hablan de crisis y de dimisiones.

Saludos a todos...

David dijo...

Esa mención al fútbol me despista porque es algo de lo que no entiendo nada (sobre todo cómo le puede gustar a alguien).

Reafirmo que poner ruedas de lluvia extrema con la pista seca, aunque amenace el diluvio, no es arriesgar, es simplemente una estupidez.