25 agosto 2008

Análisis - Valencia 2008

El cambio de lado de las posiciones de salida, desplazando la pole del exterior de la recta de tribuna a la zona con más grip - localizada en la posición contraria debido a la proximidad de la primera curva-, acompañado de un día soleado, auguraba un Gran Premio de Europa tedioso hasta para un tifosi.
Barrichello y Sutil se preparaban para salir desde el pit lane como una de las noticias más interesantes de las primeras vueltas.

La salida ha dado la razón a los pilotos respecto a la formación de la parrilla: Massa dominó sin temer por un segundo a Hamilton, que tuvo que preocuparse más por retener hasta la Curva 3 al competitivo Kubica, que le presionó hasta que el McLaren consiguió abrirse un hueco.
Los temores acerca de lo urbano del circuito fueron confirmados por los dos adelantamientos de la primera vuelta: Kovalainen ganando la partida a Räikkönen gracias al grip de su plaza, y la gran salida de Glock, que adelantó a Bourdais para evitar problemas.

Por un momento Valencia dió otra imagen de lo que podía ser, un trepidante caos en el que los protagonistas serían los encargados de reparar los monoplazas, cuando Nakajima se comió a Alonso, golpeándole por detrás en un accidente propio de Coulthard, que dejó fuera al Renault sin acabar una vuelta.
Sin embargo rápidamente se convirtió en un desfile encabezado por Massa, que contrarrestó una vuelta rápida de Hamilton con su propia cadena, manteniendo tres segundos de diferencia. Rosberg, en la octava posición, dividía la carrera para beneficio de Vettel.
La única competición, aparte de los duelos de tiempos, se reducía a la lucha de Glock con Heidfeld y el adelantamiento de Coulthard a Piquet en la Curva 2, echando por tierra las teorías sobre el circuito; un poco más tarde, compitiendo por la posición decimocuarta con Sutil, El Superhéroe chocó con el lateral del Force India en la Curva 17 - calificada como otra La Source - arruinando completamente y de forma individual los plateamientos sobre la pista que quedaban.

Felipe comenzó a ganar ventaja después del cara a cara en cada sector con el McLaren, ampliando la diferencia a 5 segundos para su temprano repostaje, que daba alguna esperanza a Hamilton.
Un problema de Kubica con el alerón delantero por un desecho que perjudicó temporalmente a la aerodinámica, dejaba a la cabeza luchar en solitario mientras Kovalainen y Räikkönen perdían el ritmo pegados detrás de él; una vez solucionado, Feyd-Rautha se convirtió en el tapón con el que se iba a encontrar Massa en su vuelta a la pista: el desastre acechaba en Ferrari con el líder detrás de un coche lento, perjudicando a su compañero en la lucha por el podio.

Trulli se acercaba a Vettel, aunque el esperado cambio de posición, planteado desde la clasificación, no ocurrió hasta la parada del Toro Rosso. Con el resto de pit stops la situación se mantenía sin cambios, ya que Hamilton desaprovechó las vueltas adicionales para recortar al Ferrari, que incluso amplió la distancia. Heikki consiguió volver a la pista delante de Heidfeld, consiguiendo colocar al BMW y a Glock entre Iceman y el McLaren. A la ronda de paradas solo le quedaba el detalle de Webber, llevándose por delante a un mecánico en una desastrosa aproximación que además desplazó la rutina un par de metros.
La poca emoción que quedaba en el stint fue aniquilada por las vueltas rápidas de Massa: se reducía al combate táctico entre Heidfeld y Glock, que confirmaba su estrategia de una parada, y el acercamiento de Trulli y Vettel a Räikkönen, que se transformó en la aproximación de Iceman a Kovalainen.

El segundo repostaje de Massa obligaba a Hamilton recortar diez segundos, por lo que inmediatemente McLaren descartó el épico intento para asegurar la segunda plaza.
Las paradas de los Ferrari fueron catastróficas, cargando en esta ocasión con las culpas un nuevo elemento dentro del equipo: el semáforo. Primero Felipe, con la carrera ganada cómodamente, recibió la orden de ponerse en marcha justo cuando Sutil pasaba por el pit lane; la estrechez de la calle llevo al líder a la absurda situación de verse evitando el muro, al Force India y al Safety Car, nada menos, cuestionando la seguridad de la zona. Estimulado por la posibilidad de pasar a Kovalainen en el repostaje simultáneo, Kimi recortaba al máximo la rutina; la precipitación y la presión le llevaron a malinterpretar las luces, resultado: arranque con la manguera conectada, un mecánico herido y reincorporación pegado a Trulli, que marchaba quinto.

Para completar el desastre y activar todas las alarmas, antes de terminar la vuelta el motor del Ferrari de Räikkönen se rompió creando una espectacular nube de aceite quemado en la recta principal.

Las consecuencias fueron la recuperación de Vettel del sexto puesto perdido ante Verdaderamente y la muerte definitiva de la carrera. Quedaban las salidas de pista de los Force India en la Curva 2, con choque y abandono de Sutil y un contravolante magnífico de Fisichella para evitar el muro, y leves rastros de competición, con Kovalainen acercándose a Kubica y Rosberg a Glock en busca de dos puntos; como remate, Nakajima adelantó a Fisichella en la Curva 25 sin motivo aparente.

La bandera damero ha vistoganar con comodidad a Massa, a Hamilton sin perder el pulso al Campeonato en segundo lugar y a Vettel sumando otros tres puntos, cuarta carrera de siete en la que el STR3 tiene recompensa.

La conclusión es que la sencilla victoria de Ferrari ha sido pírrica. De nuevo, entre buenos resultados el equipo no puede estar satisfecho.
Massa ha dejado a la vista que los Rayos Rojos cuentan con un extra sobre los McLaren cuando todo funciona (y calienta un poco): sin cometer errores graves Hamilton no ha tenido la menor opción, y aún contando con el beneficio térmico la sensación general es que el coche está un poco por delante de las Flechas de Plata. Por este motivo es tan grave ver fallos que son una forma tonta de tirar la victoria final.

El desastre del pit lane ha sido una muestra más del desorden de la Scudería, una nueva faceta de la falta de rumbo que se queda en anécdota ante el problema más grave visto en el Gran Premio de Europa, que no es el manifiesto bajo estado de forma de Räikkönen, más a la vista que nunca en su grave error del repostaje.
Ver la fiabilidad de uno de los dos equipos punteros cuestinada es difícilmente asumible, más repitiendo el mismo incidente en una pieza crítica del monoplaza; si los fallos se desplazan de una parte a otra la regularidad es imposible.
Dos carreras, dos motores y dos Grandes Premios duros, Spa-Francorchamps y Monza: Ferrari tiene un problema.

McLaren, en contrapartida, ha asumido bien una derrota por la mínima que mantiene a Hamilton camino del Campeonato del Mundo.
Las Flechas de Plata no arden, no fallan, e incluso con la insuficiente aportación de Kovalainen, los coches están primero y quinto en la clasificación. Lewis quiere ganar, y a falta de seis carreras seis puntos parecen pocos, pero vista la calamidad que gobierna casa ajena, todo indica que le basta con mantener la regularidad hasta el final.
Sería injusto no mencionar que en esta ocasión Heikki si que ha contribuído defendiendo la posición frente a Räikkönen, muy agresivo en el segundo stint, aunque la secuencia completa, en resumen, ha sido una muestra de la temporada: McLaren se alimenta de sus méritos y de los errores de sus rival.

Los mejores han sido Vettel y Glock; descontando a Kubica y Trulli, que han vuelto a demostrar una profesionalidad incontestable cumpliendo con el plan previsto - estrategia Toyota para ganar a Toro Rosso -, a Verdaderamente se le está redescubriendo esta temporada, Robert simplemente parece una máquina infalible y precisa cuando BMW quiere.
Vettel ha estado brillante todo el fin de semana, sacando por fin a relucir su talento gracias a la evolución más espectacular de un monoplaza. En la carrera se ha
dedicado a mantener la posición, sin mucha competencia pero sin cometer errores, e incluso se ha atrevido con Trulli a achuchar a Räikkönen; así que el mérito de este resultado esta en una sesión de clasificación sensacional en la que Red Bull se ha visto como Honda el año pasado.

Lo que ha hecho Timo Glock ha rozado la genialidad,
y despeja las dudas sobre ese podio en Hungría que le ha dejado tan crecido.
La causa del resultado ha sido la estrategia de Toyota, que ha mejorado enormemente en ese aspecto, inteligente pero arriesgada: del decimotercero al séptimo sin el Safety Car con el que contaban y que le hubiera dejado de nuevo en el podio. Pero sacar adelante la táctica ha sido una hazaña de Timo que en la primera vuelta ha hundido a sus rivales, antes de descubrir que su monoplaza era el más pesado de todos; cargado de combustible hasta en los bolsillos - pit stop en la vuelta 30 - pasar por primera vez la meta décimo debería avergonzar a los que han competido con él. Dos puntos, pero saben a victoria.

Salvando asl distancias con Räikkönen, Heidfeld ha tenido otro Gran Premio nefasto.
En carrera compite y está animado, pero sus clasificaciones chapuceras siempre le pasan factura: otra jornada para olvidar en la que Glock le ha robado la cartera.
Compartiendo el podio deshonroso podría incluirse al Valencia Street Circuit, bastante más cerca de Hungaroring que de Mónaco, que vuelve a dar al razón a la falta de sentido de incluir pistas urbanas en el Gran Circo: es una ratonera en la que el diseño no ha funcionado como estaba previsto y la seguridad plantea muchas dudas.
Ver a Massa a punto de chocar con el Safety Car exige una reflexión por parte de la FIA.

Enhorabuena a Felipe Massa, por fin ganador en medio de un mar de líos, y a McLaren, por volver a lograr un impacto mínimo de una derrota.

Nueva puesta en evidencia de Ferrari, esta vez repartiéndose Räikkönen y su motor las culpas.

Felicidades a Glock y Vettel por un fin de semana genial, que ha colocado a Toyota sobre todos los contendientes por el cuarto escalón.


Partimos, rumbo al místico Spa-Francorchamps.

21 agosto 2008

Briefing - Valencia 2008

Hamilton y McLaren escapan, en el momento en el que Ferrari ha certificado la peor progresión de todos los equipos, cuando más necesitados están de puntos, y el circuito de Valencia les echa encima dos problemas más: es urbano y es nuevo.
Estas características perjudican a todos, incluídas las Flechas de Plata que pueden ver como la suma de ambas da la victoria a Toyota o BMW, pero nadie está tan hambriento de victorias como la Scudería. La diferencia que Lewis ha conseguido se hace muy dura de remontar por el desastre deslocalizado de sus perseguidores; un
golpe en Valencia con la ayuda de Kovalainen y alguna sorpresa en el podio podrían hacerla insuperable.

El duelo de reglajes, el auténtico secreto de este tipo de carreras, es una gran oportunidad para BMW, que por otra parte podría dejar definitivamente claro el abandono de la temporada en busca de la gloria del año que viene.

El circuito de Valencia es razonablemente rápido para una pista urbana, aunque su condición nuevo se convierte en el reto más importante para establecer el set up.
Las primeras sesiones se convertirán en una exhaustiva captura de datos, complementada incluso por la observación detallada de categorías inferiores, en las que ha llegado a participar algún piloto para intentar aprender algunas de las claves sobre el terreno, donde los simuladores - programados con el proyecto d
el arquitecto e información de la FIA - no llegan.

La elección más importante será, como es habitual, el
compuesto de los neumáticos; sorprendidos por el agarre - bastante bueno para tener uso público - y las condiciones del asfalto los ingenieros probarán con blando y superblando, adaptando en consecuencia el resto de aspectos. Respecto a la aerodinámica parece haber una solución aceptada en común: descartar una carga alta que compensaría problemas de grip y optar por una intermedia que potencie la velocidad punta.
Los frenos van a ser el aspecto crítico según todos los análisis, que ponen a Valencia a la altura de exigencia de Montreal debido a la rapidez de algunos de sus sectores y la lentitud lógica de las curvas en ciudad.

En cuanto al trazado, se aleja bastante de su modelo:
Mónaco.
La calzada está guardada por muros de hormigón y, a pesar de tratarse de un circuito urbano, cuenta con buenas escapatorias. El punto más espectacular es el puente levadizo que conecta los extremos del puerto, que presenta una pequeña complicación: un estrechamiento y variación de altura de unos milímetros debido a su movilidad, que ha tenido una influencia importante en carreras previas al sacar de la trazada a los coches, expulsándolos a la parte húmeda.

La mayor frenada se encuentra en la Curva 12, a la salida de la recta más larga del circuito, acompañada lógicamente por las mayores oportunidades de adelantamiento. La Curva 17, una aguja clásica, es el otro punto dónde disputar la posición antes de entrar completamente en el último sector, básicamente técnico.
La zona más complicada es el mencionado puente, debido a los
baches incorporados a la entrada y salida, gracias a los que la influencia del mar - humedeciendo la parte libre de goma - estará muy presente; por si fuera poca su relevancia, el tiempo por vuelta se juega en la Curva 10, un giro de 90º en la reincorporación a "tierra", en el que el reto es mantener las revoluciones para la enorme recta trasera: los problemas de los coches más débiles en esta compleja curva de poca visibilidad pueden provocar accidentes si pilotos y comisarios no están atentos.

La clasificación ha amenzado, además de con una carrera en mojado, con una sorpresa épica; finalmente ni lo uno ni lo otro: sólo ambiente fresco por una tormenta mañanera, y un cielo cubierto que perjudicaba aún más el grip.

La primera ronda ha supuesto el estreno oficial del circuito por parte de Piquet, que se ha llevado un pájaro por delante en la vuelta de deceleración; los BMW han roto la costumbre y pronto se han lanzado a la pista, colocando primero a Kubica.
Los líderes del Campeonato del Mundo han estado
bastante flojos, a excepción de Hamilton que ha arrasado en todos los sectores, en comparación con los impresionantes Toro Rosso. Bourdais y Vettel se han colocado segundo y tercero, cediendo el puesto a Alonso, Rosberg y Glock, sucesivamente.
El circuito ha empezado a revelar sus puntos críticos, como ha comprobado Barrichello patinando en la Curva 10 justo antes del final, cuando Heidfeld y Piquet se daban por eliminados y los Red Bull corrían un peligro inexistente para sus versiones teóricamente más discretas.
En la vuelta decisiva Nelsinho y Nick se han salvado, a pesar de los problemas del BMW con Glock, que le ha bloqueado debido a la estrechez de la pista, haciéndole derrapar por la Curva 4; la víctima ha sido Coulthard, a una distancia incomprensible de Vettel.

La lluvia que empezaba en Q1 se echaba sobre la segunda sesión amenazando con convertirse en algo más serio. Por este motivo Räikkönen ha salido antes que nadie a marcar el mejor tiempo y, para conmoción de Ferrari, fue superado por Sebastian Vettel.
Ni Hamilton ni Massa fueron capaces de superar al Toro Rosso antes de que acabase el chispeo, el momento en el que ambos Renault estaban eliminados con Glock – actualmente uno de los fijos en cabeza – y Heidfeld, una vez más.
Sólo El Bueno ha mejorado su tiempo alcanzando la marca de pase y arrastrando a Webber: el otro piloto de Red Bull tenía que contemplar abochornado la facilidad de los Toro Rosso para clasificarse.

La ronda definitiva parecía el gran momento de Vettel, colocado en la pole con un gran tiempo, pero superado por Hamilton, Räikkönen y Massa en cuanto se han puesto a competir en serio. Descontando al olvidado Kovalainen – un segundo por detrás de los primeros –, los Ferrari han probado más fuerza, aunque contando con un error de Hamilton al afrontar la Curva 25. En la vuelta decisiva, Lewis ha comenzado a recortar los tiempos en cada sector, seguido por Vettel casi al mismo ritmo; tanto Massa como Räikkönen se han puesto a seguirle, cediendo los tres tiempo en el segundo sector. La ventaja de Felipe, sin embargo, le ha otorgado la pole ocultando parcialmente el gran resultado de Kubica, que se ha colado por delante de Iceman. La recompensa final para Vettel ha sido el sexto puesto, que en la práctica supone haber adelantado a Heidfeld, un logro poco aparente para lo que prometía el STR3 al principio de la jornada.

La previsión es una victoria disputada entre Massa, Hamilton y Kubica
, en parte por la novedad del circuito y los desafíos que esto implica, y en parte por la capacidad recién adquirida de la Scudería de tirar carreras ganadas. La estrechez del circuito y la posibilidad de lluvia amplían la lista a los oportunistas habituales, liderados por Heidfeld, que podría estar acompañado por Räikkönen, del que no se sabe el motivo de su discreto resultado: estrategia o desconcentración. En cualquier caso la salida será crucial en esta pista urbana, aunque las oportunidades se deben volcar del lado de los más inteligentes, los más capaces de afrontar los imprevistos en un circuito desconocido.

El más mínimo incidente debería suponer una intervención segura del Safety Car, y dado que es bastante probable que los factores provoquen algún accidente la situación puede darse la vuelta, poniendo a prueba la velocidad de los ingenieros.

Mucho más interesante es la lucha por los puntos, en la que parte Vettel en cabeza. De extender su inspiración, el duelo en la primera curva con Kovalainen puede ser apasionante, mucho más que el de Felipe y Lewis. Por su parte Toyota puede haber aprovechado la impulsividad y ganas de Sebastian, que se ha visto a la altura de los mejores, apostando por una estrategia para adelantarle en los pit stops, sacrificando desde el inicio la sexta – si Heidfeld hiciera mejor su trabajo, séptima – plaza. El Bueno, por tanto, vuelve a ser el hombre de la remontada y Rosberg, no se sabe muy bien cómo, está ahí, para hacer no se sabe muy bien qué.

Glock, Alonso y Webber, si espabilan, pueden formar un grupo que garantice espectáculo
: son hábiles, agresivos y no tienen nada que perder. Los muros de hormigón forman un combinado explosivo con el trío.

No pierdas de vista la Curva 12, a Vettel, el pitwall, a Heidfeld y la Curva 10.

10 agosto 2008

Humor - Yayo

Si alguien ha dado tardes de gloria a El Anaconda, por encima de reseñas de música, cine o literatura, e incluso de Fórmula 1, ha sido José Carlos Guridi, Yayo.

El humorista de la Córdoba austral, una vez terminado Videomatch - el programa que convirtió en actor a este economista -, ha visto como sus actuaciones han superado a la actualidad convirtiéndose en clásicos del humor.
El talento de Yayo fue explotado con ingenio colocándole como gancho de cámaras ocultas a modelos: los chistes que se tornan groseros, las canciones de estribillos escandalosos que compone con el Cuarteto Obrero y, especialmente, las reacciones de las presentadoras novatas, han ayudado a crecer a El Anaconda desde su primera referencia, en el lejano Julio de 2006.
Especialmente llamativa es la contribución al canal de Youtube, aupado entre los cien primeros gracias sobre todo a las más de dos millones de reproducciones de su video con Lorena Ceriscioli.

Sin más, Yayo y el Cuarteto Obrero desde, seguro, la entrada más popular de El Anaconda.

Lara Bernasconi invitada por Yayo.


Lo mejor de Carlita, su reacción ante la bronca final.


¿La parte del reggae no te gustó?


¿Quieres más Yayo?
· Yayo y el Cuarteto Obrero
· Los chistes de Yayo
Gracias, señor Guridi, por las risas y por el aporte que estos videos han supuesto a este humilde blog.
¡Aguante Yayo!.

03 agosto 2008

Análisis - Hungaroring 2008

En una pista tan denostada, con mucha razón, la esperada y merecida sanción a Bourdais se presentaba como una de las pocas pocas oportunidades de ver un cambio de posición.
Tanto Glock como Alonso se preparaban para defenderse a cualquier precio. La estrategia extravagante la ponía Red Bull, preparando a Coulthard con neumáticos blandos y mucha carga.

Montezemolo rezaba a San Enzo pidiéndole el milagro que Massa necesitaba.


La salida ha tenido un único protagonista: las plegarias de Ferrari han sido escuchadas y Felipe se ha librado de forma sencilla - y previsible - de Kovalainen, ha engañado a Hamilton amagando buscar el vértice de la primera curva y se ha lanzado por el exterior clavando los frenos y mant
eniendo la trazada. A diferencia de su compañero el arranque de Lewis ha sido bueno, lo que da aún más valor a la extraordinaria maniobra de Massa, seguramente la mejor de toda la temporada, dejando de forma merecida la victoria en sus manos.

Detrás Glock y Alonso suplían las carencias de sus
coches yendo más allá de mantener la posición: Timo pasó a Kubica y Fernando a Kimi, grandes arranques descontando a Piquet. Nelsinho consiguió adelantar a Webber y a Trulli, aunque llegando a la Curva 8 ya había sido devuelto a su plaza de salida.
Sebastian Vettel arruinó su carrera al cometer un error que le dejaba detrás de los Honda en competición; nada más pasar al Toro Rosso, Button adelantó a Barrichello.

La situación de carrera quedaba fija.

En primer lugar Massa y Hamilton se arrebatan mutuamente la vuelta rápida con una ligera ventaja, por fin, para Ferrari, un segundo más rápido que Kovalainen, en tercera posición. Siguiendo el patrón el resto de la cabeza mantenía amplias distancias salvo El Nano, que aparte del lógico acoso de Räikkönen, ante el que se convirtió en un auténtico muro, conseguía acercarse a Kubica. De hecho el ritmo del BMW era tan malo que Glock escapaba con comodidad; sin descontar su propio mérito y el rendimiento del Toyota en el tercer sector, dónde era más rápido que ningún otro monoplaza.

El primero en repostar fue Massa, seguido de cerca por Hamilton, al que dió alguna esperanza confiando en la estrategia McLaren. La suerte,
sin embargo, se alió con Ferrari en una jornada en la que todo parecía engranarse con los planes del equipo, colocando entre ambos a Alonso y Räikkönen.
El pit stop simultáneo de Fernando y Kimi los ponía por delante de Kubica, y para mayor desesperación de Iceman, tras ser incapaz de pasar a El Nano en la reincorporación, casi fue echado de la pista por Vettel cuando se dejaba doblar. Poco después el Toro Rosso terminaba su aciaga participación en el box.
Dos cambios de posición quedaban como resultados de repostajes: Trulli se colocaba delante de Kubica y Webber, y Piquet se reincorporó por delante de él y muy cerca de Räikkönen.

Massa mantenía la diferencia de tres segundos y Iceman volvía al ataque; Glock, ejecutando el Gran Premio perfecto empezó a recortar a Kovalainen desde su comodísima posición, a trece segundos del resto.
Timo incluso superó los problemas con la manguera de combustible que en otras tres ocasiones se convirtieron en incendios. Estos incidentes demostraron las diferencias en la respuesta de los equipos: desde la efectiva intervención en el caso de Bourdais hasta el desastre de Honda con Massa, pasando por la inacción con Nakajima.
La consecuencia de esta parrillada sincronizada fue la undécima posición de Heidfeld, que con mucho trabajo retuvo a Button. El otro detalle curioso era la parada casi a media carrera de Coulthard con los neumáticos blandos que tantos problemas habían dado a todos los equipos.

Al final del segundo stint sólo Trulli y Piquet peleaban por una posición, la séptima, mientras los dos primeros eran conscientes de que el momento crucial para victoria llegaba. En principio Hamilton empezó a reducir la distancia, pero Massa aceleró brutalmente ganando una gran ventaja: era evidente que ambos no se quitaban la vista de encima y respondían a las acciones de su rival.

De repente la sorpresa imprevista en McLaren, hasta el momento el equipo que parecía invulnerable. El estilo violento de Hamilton fue demasiado para los Bridgestone; el reventón, para aumentar más el aciago suceso, se produjo en el primer sector obligando a Lewis a dar la vuelta completa para realizar el último pit stop de forma obligada y cayendo hasta la décima posición.
El mismo ansia llevaba cerca de esta situación a Räikkönen, que rendido ante el muro de Alonso, se salió de la pista antes de la parada de ambos. Sin embargo,
cuando el Renault tenía todas las circunstancias a favor, inexplicablemente Kimi adelantó a El Nano en la salida del pit lane gracias a una intervención poco brillante del equipo. A partir de ese momento, con la pista libre, Iceman comenzó a volar consiguiendo la vuelta rápida en su persecución de Glock, al que alcanzó a 5 vueltas del final.

En el pelotón una acción bastante sorprendente ganaba la atención: la batalla de Fisichella con los Williams, culminada con el adelantamiento de Giancarlo a Nakajima.

La parada de Piquet le dejó frente a Trulli, del que se defendió bordeando el reglamento al forzarle a rodar por la escapatoria en una maniobra discutible. La ronda de repostajes dejaba sexto a Hamilton, por detrás de Alonso, condenado a retener coches más potentes aunque en esta ocasión mantuvo con facilidad a raya al McLaren.

Cuando el Gran Premio parecía decidido, y el único que
competía era Iceman, llegó la gran sorpresa.
La impecable carrera de Massa, en la que por fin coche y piloto sacaban lo mejor de sí mismos y se veían empujados por la suerte, era truncada por una avería en el motor a tres vueltas del final.
Fallos y Ferrari volvían a unirse, esta vez por la fiabilidad, y prácticamente sin hacer nada y con menos mérito que Massa el teórico tercero, Heikki Kovalainen, se hacía con la victoria en una carrera gris.
La bandera damero acogió en segundo lugar a la auténtica estrella del Gran Premio, Timo Glock, en una jornada épica para Toyota. La inestimable ayuda de Fernando Alonso se vió recompensada con la cuarta plaza, seguido de cerca por su compañero.

Las conclusiones de este Gran Premio, muy aburrido por momentos, son claras y contundentes debido a su desarrollo rutinario. En primer lugar, es inevitable tratar lo que sucede en Ferrari.
La clasificación fue un desastre, y no sólo por Räikkönen: a la vista del temprano repostaje de Massa resulta incomprensible que dos monoplazas quedaran por delante de él con tanta facilidad; y cuando la competición directa parecía que iba a redimir a la Scudería volvieron a aparecer los errores.
Kimi, en su línea, fue superado y retenido por Alonso, aliado con la pista, lo que podría disculpar su triste actuación si no fuera porque se repite; el box tampoco aportó mucho y los incidentes le salvaron del sexto puesto al que estaba condenado, que se ganó él sólo con clasificación y salida.

Felipe Massa dió la cara por los Rayos Rojos con una carrera genial y una salida antológica, por eso es mucho más frustrante la retirada con la victoria en la mano. La Fórmula 1 es una de las mayores exhibiciones de lo que significa trabajo en equipo, hacer que algo funcione con un esfuerzo extremo a extremo: no implica que los dos monoplazas ocupen las primeras posiciones, sino que todos los miembros rindan al máximo.
Hasta ahora los errores han sido de pilotos y pitwall, más llamativos, pero si el coche flaquea en fiabilidad la Scuderia no tiene nada que hacer.
Ahora mismo Ferrari sólo tiene un piloto capaz de ganar carreras, que en este Gran Premio ha necesitado brillar de forma espectacular para ponerse delante y un fallo del rival, muy poco habitual, para asegurar la victoria. Cuando en estas circunstancias el monoplaza no da la talla, el problema es más grave de lo que se pensaba.

La situación en BMW, igualmente decepcionante, presenta algunas diferencias.
El equipo ha cumplido los objetivos de la temporada, y la visión de futuro de Theissen podría explicar el rendimiento actual de los monoplazas. Además el problema no está localizado: independientemente de las circunstancias el ritmo es muy bajo sin un motivo claro, algo bastante curioso porque el coche ha funcionado bien en distintos tipos de circuitos.

La tendencia, desgraciadamente, deja a Kubica fuera de la lucha por el Campeonato del Mundo por el descenso del equipo a otra categoría.

Toyota ha ocupado el lugar de BMW, arrollando a varios de los mejores monoplazas. Timo Glock ha tenido una inspiración divina que le ha sacado de la mediocridad y le ha llevado a protagonizar un fin de semana perfecto, en el que ha sacado absolutamente todo del TF108.

Los grandes resultados de Trulli han sido certificados con el segundo puesto de Glock, y sobre todo con su forma de alcanzarlo. Poco se puede decir cuando la conducción es tan sólida, aparte de que otros pueden aprender de cómo se hacen las cosas - por fin la inversión de Toyota empieza a rentabilizarse - y que Timo puede estar agradecido a Alonso.
La exhibición de concentración de El Nano, que indudablemente ha aprovechado las características de Hungaroring, soportando la presión de Räikkönen, ha sido ejemplar y hace perder importancia a la habilidad demostrada. Fernando se ha sincronizado con el Renault, que con el sexto puesto de Piquet ha exhibido su capacidad, y sólo queda pendiente al equipo mejorar el trabajo en el pit lane, dónde ha vendido la ventaja.

Lewis Hamilton ha visto llegar el día de pago de su brusquedad en las maniobras.

A falta de veredicto Bridgestone, el culpable más probable del reventón es el propio conductor; sin embargo Hamilton ha dado una auténtica lección al mantenerse competitivo y motivado para reducir el daño en una carrera que se ha torcido por momentos. Poco ha podido hacer frente a la genial arrancada de Massa, en la que se le puede echar en cara haber picado en la picardía de Felipe; el resto de la carrera le ha hecho merecedor del Gran Premio por detrás del Ferrari.
Al contrario el vencedor, Heikki Kovalainen, se ha encontrado con el resultado; sin hacer nada especial, en una carrera gris de las habituales, Feyd-Rautha ha arrebatado la victoria a los dos competidores que le han mantenido sin problemas a diez segundos de distancia. Kovalainen ha estado flojo, sobre todo en la salida dónde ha vuelto a vender a su compañero, y ha mejorado cerca del final; todo el logro ha sido mantener un ritmo bajo para el McLaren, regular por otra parte, que por demérito de sus rivales le ha dejado en primera posición. El tapón de Glock ha sido tan decisivo como los incidentes, y con Iceman en mejor forma o los BMW de principio de temporada la primera posición habría ganado valor.
Pese a todo, hay que estar ahí, aguantar: le falta el punto de genialidad, pero no será la última victoria de Heikki.

Enhorabuena a Kovalainen por ganar su primer Gran Premio, que ojalá le motive y quite presión, y a McLaren en general por afrontar con éxito una carrera problemática.

Felicidades a Timo Glock por un extraordinario resultado conseguido con brillantez - una actuación tan buena como la de Toyota no es fruto de la casualidad - y a Alonso por su lección de pilotaje defensivo.

Mucho ánimo para Felipe Massa, lo mejor de Ferrari con diferencia, que con una salida épica ha probado ser el único capaz de hacer frente a Hamilton.

Levamos anclas hacia Valencia, circuito a estrenar.