14 septiembre 2008

Análisis - Monza 2008

Monza, lluvia y los primeros espadas en las últimas posiciones; sólo ver a Felipe Massa a punto de hacer un trompo en la vuelta de calentamiento era mejor premonición de la agitada locura que se avecinaba.
El Toro Rosso calado de Bourdais traía los peores presagios al equipo, los fallos evitables que podían tirar por tierra su mejor resultado de la temporada.

Los charcos de la pista han forzado una salida lanzada perfectamente justificada p
or el spray que hacía completamente imposible ver nada.
Vettel ha empezado con un alarde de profesionalidad, jugando con Kovalainen mientras calentaba los neumáticos en la Parabólica para neutralizar completamente el peligro.
En general se han mantenido las posiciones, a excepción del duelo de ida y vuelta de Alonso y Glock: después de que El Nano le devolviera la pasada en la primera chicane, Timo ha apretado tanto en la Variante della Roggia que se la ha comido, declarando inaugurado este punto como el más importante del Gran Premio, centro de impor
tantes maniobras y errores - Hamilton se la saltó inmediatamente intentando pasar a Räikkönen.
La situación, una vez estabilizada, tenía un resumen sencillo: Vettel escapando, competitivo bocadillo de los Toyota a Alonso - con trompo de Glock en la pelea por la séptima posición - y Fisichella humillando a Räikkönen y facilitando el trabajo a Hamilton.


Al llegar la décima vuelta el camino seco era muy
evidente para beneficio de los fuertes, especialmente para Ferrari, con una mejora sustancial de los tiempos medios. A pesar de la clase magistral de Físico sobre tapar huecos, Iceman pudo imponer la superioridad del Rayo Rojo en la recta tras fallar en el resto de puntos de pasada; a Lewis le llevó una vuelta, pero Giancarlo casi da el golpe al aprovechar el rebufo del McLaren para intentar devolvérsela en la Variante del Rettifilio.
Frente a frente, la autoridad y facilidad con la que Hamilton ha adelantado al confiado Kimi en Lesmo 1 ha sido asombrosa; seguramente el lugar elegido era completamente inesperado, pero el Ferrari ha dejado toda la trazada libre a un piloto agresivo que no suele desaprovechar las oportunidades. La remontada de Lewis superaba su escollo más complejo y cedió la atención al combate de Massa contra Rosberg.
Felipe ganaba y perdía contra Nico, que recuperó su posición por inteligencia obligando a Massa a esforzarse al máximo: después de una gran pasada del Rayo Rojo en la Variante della Roggia y la discutible orden de dejar pasar al Williams, el cambio de puestos se culminó por velocidad en la recta principal.

Reclamando su cuota de atención, Coulthard impactó con el Force India de Fisichella, que salió derecho en Lesmo en el único incidente con eliminación en Monza.
Hamilton proseguía imparable, con una colección de adelantamientos impresionantes hasta el final del stint: cayó Heidfeld, apretó a Glock hasta que se encontraron con Kubica y pasó a Timo en la primera chicane - arriesgándose a chocar con el BMW y obligando al Toyota de manera bastante sucia a pisar la hierba para mantener la posición -, engañó a Robert moviéndose de fuera a dentro en la Variante della Roggia, adelantó por pura potencia al Renault de Alonso, superó a Trulli con tanta velocidad que tuvo que repetir en la siguiente vuelta al saltarse la Variante del Rettifilio y finalmente pasó a Nico Rosberg en la recta principal colocándose segundo.

Mientras, llegó el primer pit stop de Vettel, que mantuvo los neumáticos de lluvia extrema confiando más en las predicciones que en el estado de la pista, con la confianza de los once segundos sobre Kovalainen.
Las víctimas de la Flecha de Plata se recuperaban del shock compitiendo: Glock adelantó a Kubica y Alonso, ambos con un ritmo notablemente bajo, dejando formado un trenecito al que se unieron Heidfeld y Räikkönen y en el que quedaron bloquedos Webber y Massa tras su parada.
La ronda de repostajes apenas supuso cambios, excepto en el caso de Rosberg que quedó con la manguera enganchada. Coulthard fue el primero en probar con neumáticos intermedios, estrenados con poco éxito en la antigua trazada de la recta principal.

Con la pasada de Räikkönen a Trulli, que le colocó octavo, las primeras posiciones quedaban casi definidas: Vettel con doce segundos de ventaja sobre Kovalainen, ambos separados de Kubica, Webber, Massa y Hamilton - con el BMW pendiente del primer pit stop, que se junto con el segundo de la mayoría en busca de neumáticos mixtos.

La segunda parada de Hamilton - contra su voluntad como les ocurrió a unos cuantos - le dejó delante de Webber, que había dejado escapara a Räikkönen víctima de un trompo. En principio el Red Bull tomó la delantera con autoridad, haciendo inútil un ataque en Biassono, pero el McLaren parecía imbatible y una vez más ganó un puesto en la Variante della Roggia, colocándose a ocho segundos de Massa marcando vueltas rápidas.
El osado Alonso vió premiado el inteligente movimiento - calzar los mixtos - con la cuarta posición, protegido en esta ocasión por el otro BMW; Massa apretaba deseperadamente, rodando en paralelo con Heidfeld, intentando escapar de lo que ya tenía encima: el McLaren de Lewis.

En tierra de nadie Räikkönen adelantó a Nakajima, y Button peleaba con Coulthard detrás de Piquet, que se dedicaba a hacer off road viendo en peligro su novena posición. La apuesta loca de
los Honda y El Almirante, entrando a por ruedas de seco, dejó a Nelsinho sólo ante Iceman; sobrepasado por la situación el Renault ni siquiera trazó la primera curva cuando fue superado.
La misma presión era la que sentía Massa, la que le llevaba a saltarse la Variante della Roggia, con la Flecha de Plata en los retrovisores; pero cuando parecía que se iba a vivir un final épico el ritmo de Hamilton cayó abruptamente y se vió defendiéndse de Webber, echando otra vez mano de tácticas prácticamente antideportivas para defender la posición.

A la carrera sólo le quedaba un choque entre Nakajima y Coulthard en la Parabólica, que quedó sembrada de restos que Massa llegó a pisar sin consecuencias.
La bandera damero coronó a un nuevo príncipe del Gran Circo, Sebastian Vettel, con una seguridad impresionante, acompañado por Alonso repitiendo el mejor resutado de la temporada, y Massa arañanado un punto para la victoria final del Campeonato del Mundo.

La conclusión es que los principales equipos han pagado caro sus errores.
Toro Rosso ha conseguido una victoria impecable basada en la efectividad de Vettel, que sólo ha salido puntualmente de la regularidad para tomar un poco alto algún piano, pero se ha visto cimentada fundamentalmente en las circunstancias: la salida lanzada ha anulado el posible ataque de Kovalainen, el pronóstico metereológico ha dejado a todos los monoplazas sobre los poco efectivos neumáticos de lluvia y la mejora no planificada de la pista al final de la carrera ha mandado al pit lane a todos los que apostaron por una sola parada. Aunque el mérito se desplaza a la clasificación, estas condiciones han supuesto un Gran Premio complejo en el que Sebastian ha cumplido y ha ganado con justicia y autoridad: hay que estar ahí.

Un análisis parecido se puede hacer del resultado de Kubica y Alonso, con sus monoplazas a un ritmo notablemente menor que los demás - principal diferencia con el STR3 - que hasta cierto punto se han encontrado con el resultado. En su caso el aporte fundamental lo ha puesto su talento para defenderse de coches más potentes - beneficiados por luchas entre los perseguidores - y una apuesta arriesgada con los neumáticos.
Fernando ha estado impecable, obteniendo el máximo del Renault asumiendo una estrategia diferente cuando contaba con resultado suficiente; más llamativo ha sido el caso de BMW, en tercera y quinta posición pero con un rendimiento bastante bajo que ha dejado a sus pilotos a la defensiva.

Los grandes perdedores han sido los competidores por el Campeonato del Mundo. Ferrari y McLaren han sido castigados por sus fallos en clasificación, aunque con distinta interpretación de su actuación en carrera.
En Ferrari hay dos culpables del golpe de Monza: los pilotos. Decir que Massa ha estado bien es preocupante, porque el motivo de esta conclusión es que se esperaba mucho menos de él en agua; ha sido uno de los principales perjudicados por la última parada forzosa, pero su capacidad nula en mojado y la tensión observada con la Flecha de Plata en el retrovisor deben preocupar en Ferrari, porque éste es su aspirante al título.
Por otra parte el regalo de Räikkönen, un antiguo Reinmeister, a Hamilton ha sido casi el remate para la Scudería: si Iceman hubiera hecho bien su trabajo, aún saliendo sin puntuar hubiera dejado a Felipe como líder del Campeonato del Mundo; pero Kimi trazó Lesmo, con el McLaren pegado, tan abierto y lento que se puede decir que tuvo suerte de no tener detrás a Piquet y Nakajima.

Los resultados de Heikki y Lewis dejan una impresión totalmente distinta de éxito y fracaso.

El segundo puesto de Kovalainen sería un gran resultado, si no hubiera ganado una carrera libre de incidentes un Toro Rosso sin ningún problema; doce segundos de diferencia en los momentos críticos deberían avergonzar a Feyd-Rautha, que parece haberse dedicado a pasear cuando no tiene ningún compromiso más allá de ganar Grandes Premios, y más viendo lo que su compañero es capaz de hacer.
Con sólo una parada seguramente el protagonista único sería Lewis Hamilton, que ha brillado con intensidad durante toda la jornada: la serie de adelantamientos a pilotos muy complicados, que Kimi ha sido incapaz de superar, que le ha dejado detrás de Massa habla claro sobre su superioridad, por la que Felipe parece más una víctima que un rival.
Su adaptación al McLaren es perfecta, y con el error estrátegico bien asumido por parte del equipo, si hay más carreras que beneficien a la Flecha de Plata tiene el Campeonato del Mundo en la mano.
Siete posiciones detrás de Felipe neutralizadas y un sólo punto perdido cuando las cosas se dan mal: la presión está completamente justificada.

Monza deja la duda sobre lo que Bourdais podría haber hecho si el Toro Rosso no se hubiera negado a arrancar, y el listón muy alto para el próximo circuito a estrenar.
Valencia y Singapur se presuponían de bajo nivel, pero además van a sufrir el error de planificación que los ha dejado adosados a dos circuitos de verdad, marcando unas diferencias escandalosas.



Felicidades a Kubica y Alonso por su gran resultado
, recompensa de correr riesgos, y ánimo a Bourdais por la decepción en el que podría haber sido su Gran Premio.

Gracias de nuevo a Hamilton, por entregarlo todo sobre la pista y dar un espectáculo maravilloso, convertido en el pilar central del Gran Circo.

Enhorabuena a Vettel, el joven prodigio que asombraba marcando los mejores tiempos como piloto de pruebas de BMW con 19 años, augurando esta victoria que a su vez es un presagio de un posible Campeón del Mundo. Apenas hay forma de describir el éxito aplastante del más precoz en conseguir pole y victoria.


Partimos hacia el noctámbulo Singapur.

10 comentarios:

J. ARCE dijo...

No sé por qué pero me da la impresión de que aunque la salida fuese desde parado Vettel se iba a comer a Kovalainen. Hoy ha dejado constancia de lo que es: un Barrichello.

Anónimo dijo...

J.Arce, yo creo que Barrichello le hubiera echado huevos para ganar la carrera.

Por otro lado, esta carrera me ha gustado mucho pero me ha dejado traumatizado...

Lo que está definitivamente claro es que McLaren es ,hoy pot hoy, el mejor equipo.

Fran Calleja dijo...

Es verdad, es el mejor equipo, o al menos el más "en forma", no se si es por la calidad de sus pilotos, sus probadores, o porque evolucionan un coche como "naiden". Pero han hecho lo que no ha hecho nadie esta temporada, evolucionar, porque lo que es los demás (menos toro rosso) se han quedado estancados o han retrocedido (humilde opinión de despotricador, claro).

Il Venturetto dijo...

Como siempre, David saca aspectos técnicos que, o se me escapan, o se me olvidan.

Efectivamente, cuando comenzó a secarse la pista a partir de la vuelta 10 Massa hizo vuelta rápida, y luego Raikkonen, con intermedios y la pista medio seca, se folló los tiempos cuando ya no tenía nada que hacer.

Cierto es que ahora mismo McLaren está muy por delante, y que tendrían que cagarla mucho para no ganar el campeonato, pero de haber sido carrera en seco me da que Ferrari sí podría haberles plantado cara.

Anónimo dijo...

Sólo una nota... ¿De verdad Kimmi es hidrófobo, está desmotivado, o hubo "algo mas" en los reglajes, estrategia etc para que fuera tan lento? No me lo explico, aún con estratégia a una parada, que luego fueron dos, y la cagada de no poner intermedios en su primera parada que le hubiera llevado casi arriba... Que falta de lucha con Hamilton... Espero que de noche, por eso de ser su habitat natural sea capaz de dar algo de guerra, porque a Massa no le veo capaz de aguantar al inglés.

Un saludín

Anónimo dijo...

Naturalmente que Ferrari hubiera ganado el Gran Premio de haber sido en seco.

Tengo que decir que no estoy de acuerdo con el análisis de David respecto de Kimi. El propio equipo ha reconocido que el coche no tienen buen rendimiento con neumáticos de mojado y a baja temperatura. El Mclaren era netamente superior al Ferrari y, en esas condiciones, la pasada de Hamilton a Kimi era cuestión de tiempo, no de cerrar aquí o allá.

Supongo que con un coche no apto para mojado y unas condiciones tan duras, bastante hizo Kimi con no trompear.

En esta ocasión, he de salir en su defensa.

Creo que hay otro aspecto que no se ha tratado durante el fin de semana y me llamó la atención de que Pedro no lo mencionara. Por algo será. Me refiero a la diferente inclinación de ala trasera que llevaban. Fijáos en las fotos y veréis cómo Heikki lleva el ala más metida que su compañero. Hamilton se limitó a ser espejo de los Ferrari, tanto en el tiempo de cambio de neumáticos como en configuración aerodinámica, a mi modo de ver.

Saludos...

David dijo...

A ver, lo de Kovalainen ha sido lamentable, porque seguro que Hamilton en su posición a lo mejor no gana, pero no le deja las cosas tan fáciles a Vettel.

Y lo de Kimi ha sido vergonzoso. No es mal piloto sobre mojado, simplemente la pista, el coche y él no se han entendido; claramente está desmotivado - más teniendo en cuenta los sucesos de Spa - y la injustificable entrada para camiones que le ha abierto a Hamilton es una prueba.

La evolución del McLaren es tan evidente que se vislumbra un problema en el horizonte: la temporada que viene.
Si Dennis no gana este año - el Campeonato está más cerca - con toda la inversión realizada puede estar haciendo un pan como unas hostias a medio plazo.

J. ARCE dijo...

Habláis de lo bueno que es el McLaren pero olvidáis lo bueno que es quien lo lleva. Si saliendo 15 tenía grandes opciones de ganar imaginaos saliendo segundo. Esto deja en muy mal lugar a Heikki. Y no me refiero sólo a Monza. el año que lleva el negrito es de órdago. Incluso sus meteduras de pata y sus salidad de tiesto son históricas.

Anónimo dijo...

El negro está hecho para escandalizar, en todos los sentidos. Si hay que hacer la barbaridad de repetir apodos, Magic sería Hamilton (Y jUANCHO TAMBIÉN LE PEGARÍA...EJEM).

Anónimo dijo...

¿Y qué me contáis de la mayor, mucho mayor, carga aerodinámica del Toro Rosso?, ¿no cuenta para vosotros?

A mi modo de ver, optaron por esa configuración porque es un equipo que no tiene nada que perder. Además, tanto Vettel como Newey son dos grandes profesionales. Es un error pensar en Toro Rosso como Minardi. Detrás de la escudería hay dinero, motivación y, sobretodo, mucha experiencia.

No dispongo de los tiempos vuelta a vuelta de Heikki y de Hamilton. La mejor vuelta de cada uno se dio en los compases finales de la carrera, con todo decidido, por lo que no sirve de baremo para compararlas. Pero también es cierto que Hamilton tenía más que ganar y Heikki mucho que perder.

Sigo pensando que no fue una cuestión de rendimiento del piloto sino de las diferentes opciones aerodinámicas de cada monoplaza.

¿Ha comparado alguien el ala de los Toro Rosso con el de los Ferrari o Mclaren?

Yo no lo veo tan raro.

Y, sí, veo a Kimi desmotivado pero el coche no funciona bien en condiciones de mojado.

Las cosas claras y las tías en bragas, je, je...