21 junio 2009

Análisis - Silverstone 2009

Dotado de la capacidad de asombrar con su rendimiento, el equipo Brawn confiaba su resultado a un milagro de Barrichello. La misión de Rubens efectivamente coincidía con esa calificación sobrenatural, puesto que más allá de un arranque sin problemas, debía adelantar a Vettel, ganar espacio con su menor carga y manejar la ventaja en las vueltas extra del Red Bull, sobreponiéndose, por otra parte, a los problemas de neumáticos que provocaron una clasificación poco exigente para el RB5.

La salida de Sebastian ha sido perfecta, y a pesar de que Rubens ha conseguido aguantar a Vettel, Brawn ha visto volar sus expectativas con el tapón que Trulli, saliendo con compuestos duros, ha provocado sobre Button; el Toyota sólo ha sido pasado por Rosberg y Räikkönen, pero Jenson ha caído hasta la novena posición.

Desde el inicio se ha establecido el duelo del Gran Premio, entre Heidfeld y Alonso. El primer asalto ha tenido un desenlace un poco cómico, ya que cuando El Nano apretaba a Nick en Abbey para recuperar su puesto se han abierto lo suficiente para que Fisichella se colara a ambos.
La defensa de El Bueno - con el alerón tocado - ha sido fantástica, si bien los ataques de Fernando han sido poco imaginativos, centrados en el punto clásico: Stowe.

El mismo recorrido, aunque menor intensidad, ha tenido la pelea entre Hamilton y Kubica, provocada por un error de Lewis en Becketts que dejó la puerta abierta a Robert, un poco más lento.
Menos le ha durado Massa a Button: con un ritmo bastante más alto, ha bastado un poco de presión sobre el Ferrari para que Felipe pisara la tierra y el Brawn consiguiera pasar.

Descontando al dúo Nick-Fernando (que han dejado escapar a Físico) la carrera se ha dormido.
Vettel contaba con doce segundos de ventaja y Webber no dejaba ir muy lejos a Barrichello, aunque sin intentar apretarle, mientras se acercaban al final del primer stint.
Nakajima, como mandaban los cálculos, se ha detenido antes que nadie, quedándose en la reorganización fuera de
las plazas de puntos. Rosberg y Trulli se han colocado por delante Räikkönen y, sentenciando el podio, El Almirante ha sacado partido de sus vueltas extra adelantando a Barrichello.

Fuera de la batalla táctica, Hamilton ha regalado una maniobra emocionante: una pasada a Heidfeld, con el que ha coincidido a la salida del pit lane, sin aflojar al embocar ambos Becketts.
Nico Rosberg, con buen ritmo, intentaba acercarse a Rubens; y justo detrás de ambos reaparecía el que más tardó en repostar, Massa, en quinta posición.

Los veinte segundos de Vettel sobre el resto, y el camino que tomaba también su compañero, dejaba de nuevo el protagonismo a Hamilton y Alonso, que en esta ocasión se han visto, por fin, enfrentados directamente.
Lewis ha iniciado su ataque en Woodcote, con el propósito de salir pegado en la recta principal y ganar la trazada de Stowe, lo que ha dejado al Renault sin opciones; El Nano no se ha despegado y un nuevo fallo del McLaren en Becketts - las enlazadas que han dejado en evidencia sus problemas de agarre - le ha permitido recuperar su posición e incluso adelantar a su compañero - en paralelo, una vez recuperado, Hamilton también hizo lo mismo con Kovalainen.

Heikki quedó a merced de Bourdais, al que se le debieron empañar las gafas porque por un clarísimo error midiendo las distancias ambos quedaron fuera: el borde del alerón del Toro Rosso siguió el camino de la rueda trasera del McLaren cuando aparantemente había sitio y diferencia de sobra para no tener que arriesgar y pegarse tanto.
El momento en el que se produjo este incidente más propio de Ben-Hur era crítico - el final del segundo stint - aunque no fue necesaria la salida del Safety Car.

Justo antes de entrar los Ferrari reaccionaron de golpe, Massa uniéndose a Rosberg y Iceman pegándose a Trulli, y después fue el momento del resurgimiento de los Brawn con los neumáticos blandos.
Fue el único momento en el que el autor de la vuelta rápida, Sebastian Vettel, cedió por unas vueltas la primera posición a su compañero, ajenos ambos al resto del pelotón. La tranquilidad sólo se veía levemente alterada por el altísimo ritmo de Button presionando a Rosberg, que lanzó a ambos a presionar a Massa.

La bandera damero supuso nuevo doblete, el primero en condiciones normales, de Red Bull y la primera victoria personal de Barrichello sobre su compañero. Massa y Rosberg, cuarto y quinto, igualaron sus mejores resultados de la temporada.

La conclusión es que el reinado absolutista de Brawn toca a su fin, por lo menos en la forma en la que lo hemos conocido en la primera parte del año.

Varios motivos alejan la idea de que Silverstone ha sido una excepción, sin olvidar que ha habido un bache real para el equipo. En primer lugar el coche no ha respondido, precisamente, por los baches que han alterado su aerodinámica a pesar de un trazado a capricho para su maniobrabilidad y, sobre todo, por el comportamiento de los neumáticos. Y desacostumbrado a esta situacion Ross ha visto mermadas sus opciones tácticas, que sólo han servido para mejorar el resultado de Button, del que se esperaba una victoria cómoda.
Ese es el otro problema con el que se ha encontrado, que siguen teniendo un sólo piloto ganador, porque Barrichello ha confirmado su condición de segundón. Una visión es que ha conseguido podio con un monoplaza que no respondía bien, la otra que si Williams o Ferrari hubieran tenido algo más para apretar, se hubieran hecho con él.

Por otra parte está el éxito de Red Bull, importantísimo porque supone la prueba de que las mejoras aerodinámicas han funcionado, que el coche ha aumentado su rendimiento y que se han convertido en una amenaza muy seria.
Adrian Newey ha demostrado tener un talento para el diseño igual al de Ross Brawn para la táctica, con la ventaja de que el mejor piloto de los cuatro que tienen el título a su alcance corre para él. El único hombre capaz de poner en la pista lo necesario para recortar la enorme diferencia con el líder es Sebastian Vettel, que por otra parte cuenta con un suplente a la altura, Mark Webber, igualado con Button.
De momento, analizando lo ocurrido en el Gran Premio de Gran Bretaña, una victoria en Spa-Francorchamps parece segura.

A pesar de su mala clasificación Ferrari parece haber espabilado decididamente, porque la mayor parte del
resultado en carrera se debe al buen trabajo del muro. Al otro lado del río McLaren sigue en la espiral descendente, y a pesar de algún punto brillante de Hamilton, parecía que incluso el Campeón del Mundo se dejaba llevar.
El puesto de las Flechas de Plata ha sido ocupado por Williams, que otra vez ha dejado a Rosberg muy cerca del podio. El monoplaza ha funcionado tan bien que, como ocurre con Lewis, Nakajima va hacia arriba. Lastrado, irónicamente, por un coche descargado, Kazuki ha quedado fuera de los puntos, aunque ofreciendo una imagen de profesionalidad rara vez vista en él.
El mejor coche de Mercedes en la pista ha sido el de Fisichellla, que ha rubricado un Gran Premio sensacional.

Merece una mención Bourdais, que ha estado cerca de partir el Gran Premio y dejar que los trozos para el que pueda cogerlos.
Terminando el stint, el teórico primer piloto de Toro Rosso ha decidido revivir las secuencias de competición del cine clásico, entre cuádrigas, porque la otra explicación es que sus gafas están mal graduadas. Sebastian, con espacio suficiente para que él y el compañero que le ha dejado varias veces en evidencia pasaran a Kovalainen, ha ajustado tanto lateralmente que no sólo ha tocado a Heikki con el borde del alerón delantero, es que le ha reventado la rueda e incluso parece haberle dañado el eje.
Descartado el error de cálculo queda la agresión.
No se puede saber exactamente cómo hubiera afectado el Safety Car, aunque en principio los Brawn, mejores en la última parte con ruedas blandas, deberían haber variado su resultado.


Felicidades a Red Bull por una victoria que confirma un coche capaz de pelear con los inalcanzables líderes, y a Adrian Newey concretamente por su excepcional trabajo de adaptación.

Enhorabuena a Williams por volver a pegarse a la lucha por el podio, aunque aún se necesiten más pruebas, y por hacer de Nakajima un piloto.

Una anotación de advertencia para Bourdais, candidato a quitar el puesto a Piquet como catástrofe al volante.


Rumbo a Nürburgring, el Infierno Verde.

4 comentarios:

Il Venturetto dijo...

"Descartado el error de cálculo queda la agresión."
ROTFL! xDDDDDDD

Lo del espabilamiento de los Ferrari no lo tengo tan claro. Ellos mismos reconocen que no se esperaban estar cuartos, y quizás la pista fría, que ha fastidiado a los demás, a ellos les ha venido bien.

En lo que estoy totalmente de acuerdo es en la gran carrera de Fisichella.

J. ARCE dijo...

“Barrichello ha confirmado su condición de segundón". Por enésima vez. Sólo él y su familia confían en su capacidad de ganar el mundial. Y él se basa en que el año pasado batió a Button. No me creo que sea tan pardillo.

David dijo...

¡Seguid sacando frases de contexto!
Pues a mí la carrera me ha gustado, pero era para verla pendiente de las diferencias de tiempo.

Leonov dijo...

Por una vez, estoy conforme con el análisis de David.

Es broma, je, je.Las carreras hay que verlas con el monitor de tiempos enfrente.

Kimi ha hecho una soberbia primera parte de carrera, truncada por la estrategia cuando Trulli sale delante de él.

En efecto, Newey es un gran diseñador. Ahí quedan los resultados.

Gracias, David.

Saludos a todos...