06 junio 2008

Briefing - Montreal 2008

Los nubarrones que ofuscaron a Ferrari en Mónaco no se disipan de cara al Grand Prix du Canada: la competición llega a territorio McLaren, paradójicamente el Circuit Gilles Villeneuve, en el que además amenaza lluvia, causante de una cadena de errores en toda la Scudería. El Campeonato del Mundo tiene como líder al piloto que se ha mostrado más regular, descontando a Robert Kubica, en la parada en el circuito que le confirmó como el mejor novato de la historia. Lewis Hamilton se enfrenta a Montreal con las circunstancias a favor: el rendimiento óptimo de las Flechas de Plata sin carga aerodinámica, una victoria épica en la anterior edición, las posibilidades de tormenta que despiertan su explotada - y necesaria para un campeón - suerte, y los recientes fallos de los desaprovechados Ferrari, los principales culpables de su primera posición, pueden convertir su carrera en paseo. La otra estrella de la temporada - no hay carrera en la que no sea protagonista - ha desaprovechado hasta ahora la irregularidad de sus rivales; como su compañero, Kovalainen tiene muchas posibilidades, aunque su mayor rival sigue siendo él mismo. Uno de los puntos más interesantes a analizar en Montreal es desvelar lo que tuvo de irreal el Gran Premio de Mónaco en cuanto a dos trayectorias. El nuevo STR3 de Vettel parece aportarle la fiabilidad necesaria para sacar provecho de la falta de concentración ajena, confirmada con resultados cuando el coche le respeta; mientras que, representando un gran hundimiento, Heidfeld sumerge el potente BMW en un inexplicable comportamiento con su supuesta desmotivación. Ambos pilotos culminaron en Montecarlo la línea marcada varios Grandes Premios atrás. Habrá que ver que obtiene el Circuit Gilles Villeneuve de ellos.


La clasificación probablemente no sea la más rara de la temporada pero, sin sobresaltos, ha sido bastante extraña. De entrada los problemas en los entrenamientos de los STR3 dejaban fuera a Vettel, con el chasis en reparación, y fuera de combate a Bourdais, con el coche reparado pero penalizado por la caja de cambios.
La primera ronda se ha iniciado con un Kovalainen fuerte, rápidamente alcanzado por Hamilton, y la demostración de las limitaciones de Ferrari. Los BMW han sido de nuevo los últimos en salir y una vez más Heidfeld se ha dormido, columpiándose sobre el límite.
Trulli, empezando una jornada aciaga, ha mostrado el gran problema de grip de la pista, especialmente localizado en la primera chicane; y Fisichella ha probado la falta de adherencia en L'Epingle, estropeando su mejor vuelta y facilitando el pase a Piquet, que ha alcanzado la Q2 básicamente por incomparecencia de sus rivales: Button sólo ha dado tres vueltas y ha vuelto al box.

La segunda tanda ha vuelto a empezar con un duelo de los McLaren, que se han exhibido como los más potentes corriendo "en casa".
Un nuevo trompo de Trulli marcaba el otro punto crítico en cuanto al agarre: la Curva 7, salida de la segunda chicane, tras la que ha quedado completamente cruzado en la pista, obligando a los otros pilotos a esquivarle. A pesar del inmediato off road de Alonso, aún quedaba tiempo para que Verdaderamente patinara en L'Epingle, en lo que ya se ha revelado como un problema grave de set up en Toyota, que le hacía desistir de alcanzar Q3.
Nick Heidfeld, en su mundo, volvía a pasar a duras penas; Barrichello y Glock se colaban entre los diez primeros, posición que sólo mantuvo el Honda, y Alonso y Webber se mostraban superiores. Sin embargo, con el pase asegurado, el Red Bull de Mark certificaba la existencia de un punto crítico en la segunda chicane; a pesar de controlar el giro del coche, el incidente terminó con un contacto leve contra el muro, que si bien no arrancó violentamente en alerón delantero, supuso la retirada de la sesión.

La ronda definitiva, con las Flechas de Plata peleando por salir, parecía una fiesta en la que Ferrari y BMW no estaban invitados; a pesar de esta superioridad, el ansia de Kovalainen por demostrar su capacidad le hacía pasar por la hierba, haciendo sitio a las sorpresas.
Hamilton se ha colocado primero desde el principio, y sólo Kubica
, apenas durante una vuelta, ha sido capaz de apearle de la pole, que ha conseguido quemando los frenos en L'Epingle.
A pesar la contundencia de este resultado, las grandes noticias las daban otros: Fernando Alonso llegaba a colocarse segundo y Rosberg cuarto. Sólo Räikkönen, incapaz de alcanzar al primer McLaren y BMW, conseguía superarlos, por lo que la humillación de Massa y Kovalainen, colocados detrás de un Renault y un Williams, era completa.

La previsión pasa básicamente por el bache de Ferrari: sus diluidos monoplazas dan una enorme ventaja a las Flechas de Plata, que cuentan desde el principio con todos los factores a favor.

Pero aún asumiendo el rendimiento perfecto Hamilton-McLaren, lo imprevisible del desguace de Montreal abre la puerta a Robert Kubica, que acumula en una temporada impecable un gran número de carreras a la expectativa, buscando ese golpe de suerte que puede dar la primera victoria a BMW, que no es complicado de conseguir en esta pista.

Mucho más difícil es la situación para Alonso y Rosberg, que a pesar de su excelente puesto, basan el Gran Premio en una estrategia arriesgada, lo único que puede explicar sin avergonzar a nadie que se encuentren por delante de Massa, Kovalainen y Heidfeld, con los que deben entablar batallas muy interesantes.
Lo que se oculta en la triste clasificación de estos pilotos es un misterio que debería ir más allá de un mal día que ya empieza a hacerse habitual en ellos.

Como en Mónaco, este circuito cruel dará una carrera divertida, en la que el espectáculo se puede trasladar a cualquier parte y en la que sólo sobreviven los más duros. Y si no se superan los problemas de grip en la Curva 7, puede que se viva la inauguración de un nuevo Muro de los Campeones.

No pierdas de vista a Kubica, el agarre, a Rosberg y la Curva 7.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy convencido de que Ferrari ha mejorado mucho el paquete aerodinámico para circuitos de baja carga.

Del lado de Mclaren, creo que habría que retirarle la razón a Mika cuando dijo el año pasado que Mclaren dispone de mucha capacidad de desarrollo. Ya me gustaría a mí que no fuera así para poder ver buenas carreras, luchadas entre Kimi y Kova. El caso es que Ferrari, a mi modo de ver, sigue estando un peldaño por encima del resto.

Y, para terminar, he de ser honesto y decir que no me gusta el estado de forma de Kimi. Creo que está siendo algo más irregular de lo normal, habida cuenta de su falta de rendimiento en las calificatorias; incluso con cargas de carburante menores. Veremos qué sucede mañana.