La mejor noticia que podía dar el Gran Premio de Francia ha llegado antes de que los equipos finalizaran su despliegue: el FOM ha confirmado la desaparición de Magny-Cours del calendario.
A pesar de este rayo de luz que parece haber iluminado a los responsables del Gran Circo, que invitaría a pensar en la deseada eliminación de las otras grandes pistas-carrusel europeas - Montmeló, Hockenheim, Silverstone, el actual Nürburgring y, por supuesto y sobre todos, Hungaroring - la esperanza se disipa a la vista del replanteamiento ofrecido: la celebración del Grand Prix en las calles de París, convertidas en otro circuito urbano más.
Magny-Cours no desaparece por su pobre aporte a la competición, sino por otras razones que aseguran para largo el soporífero Gran Premio de Hungría.
En lo estrictamente relativo al desarrollo del Campeonato del Mundo, esta pista Ferrari es el aire que la Scudería necesita deseperadamente: puede que sus pilotos no hayan estado especialmente inspirados en las últimas carreras, pero dónde de verdad se intuyen los problemas es en el pitwall, que no parece estar a la altura de ingenieros y conductores.
La sanción a Hamilton, que partirá diez puestos por detrás del que consiga en clasificación, es otro factor especialmente favorable, que compensará los errores estratégicos de Domenicalli y las revividas cualidades de Kimi y su legendaria mala suerte, y de Felipe, que vuelve a ser más Massa que nunca.
La fortuna adversa, curiosamente, es la que ha salvado hasta ahora al otro norteño, Kovalainen, de quedar en evidencia. Hasta Montreal no se ha visto lo poco que ofrecía a pesar de lo mucho que se esperaba de él en un coche ganador; ahora, en el Gran Premio de Francia, poco dado a situaciones extrañas, queda como único defensor de McLaren y será observado con muchísima atención.
Dado que su labor es sencillamente incordiar lo más posible en el previsible doblete de Ferrari no es exagerado asegurar que puede que Feyd-Rautha se esté jugando el puesto en Magny-Cours, dónde una carrera mediocre puede sentenciarle.
Sin embargo, se puede estar menos atinado que Ferrari, como está el equipo Renault, y más perdido que Kovalainen, como están sus pilotos.
La recuperación de Toyota al nivel de principio de temporada es evidente, aunque la partida la está ganando en la zona de los puntos claramente Red Bull; los últimos resultados de Renault y la irregularidad del FW30 de Williams, que Rosberg exprime al máximo, los dejan frente a frente.
De Piquet no se puede esperar nada más, por lo que llama la atención que Alonso, más desquiciado que nunca, haya perdido el control y no asuma las capacidades del monoplaza, algo que ya se ha visto en otros Campeones del Mundo; ni Nelsinho ni El Nano están haciendo bien su trabajo, y aunque la tolerancia con Fernando debería ser menor por su experiencia y nivel, la acumulación de errores del novato es la que está rebasando el límite.
Esta lucha ya no concierne a BMW, alcanzado su nuevo status de ganadores de Grandes Premios.
Puede que siga faltando el punto definitivo que los ponga mano a mano con Ferrari y McLaren, y que aún estén necesitados de un pequeño aporte externo para conseguir victorias, pero la solidez transmitida supera contundentemente a la de sus rivales; puede que Heidfeld se ofusque en clasificación, pero Kubica se ha convertido en una máquina infalible y Mario Theissen gobierna un temible equipo sin fisuras.
Quizá BMW no vuelva a conseguir un primer puesto, pero definitivamente Robert Kubica es, gracias a su regularidad, uno de los candidatos más firmes a Campeón del Mundo.
La clasificación no ha escapado de lo previsto, aunque dejando al descubierto una caída inesperada en el rendimiento de BMW.
La primera ronda ya ha estrenado a Heidfeld como protagonista; Vettel ha demostrado su clase colocándose primero hasta que sólo Ferrari y Mclaren han conseguido superarle, sin superioridad clara entre ellos.
Después de 5 vueltas Nick seguía decimoctavo, aunque con la novedad de que Kubica no estaba mucho mejor, cerca de la cuerda floja en la que estaban Rosberg, Piquet y Nakajima. La insostenible situación ha obligado a colocar a El Bueno neumáticos blandos, permitiendo por fin alejarse cómodamente del peligro como Piquet; al final Kazuki ha quedado eliminado después de una extraña maniobra de Kovalainen, con el que ha impactado lateralmente en su última vuelta.
Los coches han demorado la salida en la segunda tanda, quizá por los pequeños problemas de agarre y maniobrabilidad observados; los Toyota, que han sufrido especialmente afectados por este problema, han demostrado estar fuertes, aunque muy lejos de Alonso, que ha dejado patentes las acertadas mejoras de Renault con sus tiempos, muy cerca del ritmo de cabeza.
Los BMW empezaban a decepcionar, colocados con Kovalainen en las tres últimas posiciones de salvación. Sobre el tiempo, de hecho, Piquet ha echado a Heidfeld de la Q3, sólo para ver cómo Coulthard le dejaba fuera a él en su oportunidad final; Kubica ha quedado sobre el límite y Rosberg ha cerrado su salida desde la última posición sumando la sanción de Montreal.
La ronda definitiva ha vuelto a dejar claro qué problema tienen los Toyota, que a pesar de todo, incluyendo un trompo de Trulli en una de las chicanes, han cumplido el objetivo. Incluso Hamilton ha sufrido la falta de grip, aunque manteniendo el control por poco.
Fernando Alonso ha sacado el máximo del Renault, sólo superado por el rendimiento de Räikkönen, que en ningún momento ha visto peligrar la pole, de la que Massa se ha mantenido relativamente lejos.
Kovalainen, flojo como de costumbre, ha alcanzado sólo el sexto puesto, muy por detrás de su compañero que por su sanción saldrá decimotercero, entre los Toro Rosso, dejando la plaza detrás de los Ferrari a Alonso, que ha realizado una de sus mejores sesiones de clasificación de la temporada.
La previsión es un espectáculo pobre controlado por Ferrari que, por otra parte, tiene poco que ganar y mucho que perder. Con los McLaren fuera de juego y los BMW perjudicados, todo lo que no sea doblete y victoria aplastante de Räikkönen será decepción.
Está es una de las mejores oportunidades para Renault, que sin embargo parece haber llevado el coche un poco forzado al límite. Piquet está descartado, mientras que el resultado de Alonso parece responder a una estrategia arriesgada que puede acabar en nada, pero que contará con el apoyo de Trulli, dedicado a rodar siguiendo a El Nano y contener a sus perseguidores si éste consigue, como es esperable, mantenerle detrás.
Precisamente estrategia es lo único que puede explicar el resultado de Kovalainen: es perfectamente lógico que en una carrera perdida, pero con sólo dos rivales fuertes, Dennis apueste por un planteamiento arriesgado para un piloto que no ha brillado especialmente; si los neumáticos han probado su resistencia, a lo mejor Heikki realiza una parada en una pista que no las penaliza especialmente, aunque su ritmo en Q2 no apoya esta teoría.
El espectáculo lo dará Hamilton, colocado en el pelotón con un gran estado de forma y la posibilidad de reducir su carga, con posibilidades de alcanzar el sexto puesto a pesar de las pequeñas oportunidades de adelantamiento que ofrece Magny-Cours. Rosberg se verá con rivales menos fuertes, pero con un coche que no marca tanto la diferencia.
Los otros actores de una carrera brillante pueden ser los Red Bull, que se mantienen en buen estado y pueden seguir con un planteamiento conservador al caído Kubica, que deberá intentar con el inadaptado BMW alcanzar a El Nano y Verdaderamente, esperando sus fallos.
No pierdas de vista a Hamilton, el agarre, a Webber y las estrategias.
De un par de ideas para ganar en los Goya del 2018
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Mi querido amigo Luis Ramón sugiere, *for free*, unas cuantas ideas de
tramas para obras cinematográficas que, a buen seguro, coparán los primeros
puesto...
2 comentarios:
He pasado, q lo sepas eh?
No cantemos victoria que la próxima semana Magny Cours va a presentar su plan para conservar la F1 en el futuro.
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