
El rostro, la voz y el alma del grupo es Jay, con un protagonismo basado en su personalidad magnética y potenciado por su identificación con sombreros extraños y llamativos. Sin embargo es su gran cualidad, sus sobresalientes dotes para el baile, la que le ha convertido merecidamente en el centro de los videos de Jamiroquai, que habitualmente son piezas especialmente notables, algunas excepcionalmente brillantes como Virtual Insanity, centradas sobre el frenesí del líder.
La gran pasión de Jay Kay son los coches, una afición

Una de las canciones del álbum, Cosmic Girl, una interpretación futurista sobre la fascinación por una recién conocida, fue ilustrada con un llamativo video.
Más allá de que la chica cósmica que da nombre al tema no aparezca por ninguna parte, resulta muy extraño no ver a Jason bailando mientras suena Jamiroquai. En su lugar cede el protagonismo a su colección de coches de lujo, una excentricidad para muchos y una inversión según su punto de vista.
Al amanecer del Cabo de Gata, Almería, Jay Kay se pone al volante de un Lamborghini Diablo SE30 violeta acompañado del bajista Stuart Zender, y junto a un Ferrari F40 rojo intenta dar caza a un Ferrari F355 Berlinetta negro, la representación de la mencionada chica, durante todo un día.

En primer lugar durante el traslado del Reino Unido a España de los tres deportivos, el conductor del Diablo sufrió un accidente que envió el coche de 240.000 dólares al desguace. Afortunadamente encontraron un coche exactamente igual propiedad de un coleccionista de la zona, que no se libro del sino aciago de su predecesor.
Durante el rodaje el nuevo Lamborghini sufrió un golpe en la ventanilla, que tuvo que ser completamente retirada; y además, debido a problemas de espacio, para realizarse la filmación del interior también tuvo que desmontarse el parabrisas. Estos inconvenientes, apreciables en el viento sobre los ocupantes, no impidieron a Jay mantener el coche al límite como demuestran las caras de Zender, poco acostumbrado a este estilo temerario de conducción.
La locura de Kay por la velocidad queda perfectamente retratada en este video, aunque va mucho más lejos:

La joya de su colección, en la que se encuentran marcas como Bentley, Rolls-Royce, Aston Martin y rarezas como un Fiat 1000 Abarth, es el Ferrari Enzo, al que incluso llegó a dedicar una canción, Black Devil Car.
Debo haber muerto e ido al cielo
porque eran las once y cuarto de un sábado en 1999.
Frente a dónde me encontraba en la pista aterrizaba,
estaba claro que era de otro tiempo.
Como una pequeña Barbarella,
con sus estrellas y su paraguas,
me preguntó si quería magnetizar.
'Debo hacer un viaje sideral,
porque debería comprobarte',
así que me disparó un láser con sus ojos cósmicos.
Sólo es la Chica Cósmica, de otra galaxia.
Mi corazón está a gravedad cero.
Es de un mundo cósmico:
poniéndome en éxtasis, transmitiendo en mi frecuencia.
Ella es cósmica.
Compruebo todos mis radares
porque dijo que era de un quásar
a cuarenta mil millones de años-luz.
Es un sistema solar lejano,
traté de llamar pero no la tenían en la guía,
así que la pedí un número de todas formas.
Ella me dijo: 'Sube a mi transporte
para que que te pueda teleportar
alrededor de mi cuerpo celestial'.
Puede tratarse de un encuentro cercano
así que debo tener cuidado de no ser torpe.
Me manda al hiperespacio cuando veo su bella cara.
Sólo es la Chica Cósmica, de otra galaxia.
Mi corazón está a gravedad cero.
Es de un mundo cósmico:
poniéndome en éxtasis, transmitiendo en mi frecuencia.
Ella es cósmica.
Me manda al hiperespacio cuando veo su bella cara.
Me manda al hiperespacio cuando veo su bella cara.
Sólo es la Chica Cósmica, de otra galaxia,
transmitiendo en mi frecuencia, sí.
Cósmica.
¿No podrías ser mi mujer cósmica?
Te necesito, quiero que seas mi chica cósmica
hasta el final de los tiempos.
Frente a dónde me encontraba en la pista aterrizaba,
estaba claro que era de otro tiempo.
Como una pequeña Barbarella,
con sus estrellas y su paraguas,
me preguntó si quería magnetizar.
'Debo hacer un viaje sideral,
porque debería comprobarte',
así que me disparó un láser con sus ojos cósmicos.
Sólo es la Chica Cósmica, de otra galaxia.
Mi corazón está a gravedad cero.
Es de un mundo cósmico:
poniéndome en éxtasis, transmitiendo en mi frecuencia.
Ella es cósmica.
Compruebo todos mis radares
porque dijo que era de un quásar
a cuarenta mil millones de años-luz.
Es un sistema solar lejano,
traté de llamar pero no la tenían en la guía,
así que la pedí un número de todas formas.
Ella me dijo: 'Sube a mi transporte
para que que te pueda teleportar
alrededor de mi cuerpo celestial'.
Puede tratarse de un encuentro cercano
así que debo tener cuidado de no ser torpe.
Me manda al hiperespacio cuando veo su bella cara.
Sólo es la Chica Cósmica, de otra galaxia.
Mi corazón está a gravedad cero.
Es de un mundo cósmico:
poniéndome en éxtasis, transmitiendo en mi frecuencia.
Ella es cósmica.
Me manda al hiperespacio cuando veo su bella cara.
Me manda al hiperespacio cuando veo su bella cara.
Sólo es la Chica Cósmica, de otra galaxia,
transmitiendo en mi frecuencia, sí.
Cósmica.
¿No podrías ser mi mujer cósmica?
Te necesito, quiero que seas mi chica cósmica
hasta el final de los tiempos.
Personalmente me recuerda a mis días de instituto, concretamente me lleva a la imagen de una mesa con media cubierta arrancada en la que una chica, entre otros dibujos, había realizado un enorme anagrama sobre la madera de Cosmic Girl, con lunas y estrellas.
Vaya por todos vosotros, compañeros del Instituto de Bachillerato Fortuny, allá dónde esteis.
Vaya por todos vosotros, compañeros del Instituto de Bachillerato Fortuny, allá dónde esteis.