09 noviembre 2009

Resumen - Campeonato del Mundo 2009

La palabra clave de la temporada 2009 es entorno.
El dominio ha ordenado a los equipos desde la primera carrera, reduciendo la emoción en pista al mínimo, pero sin trasladar al muro la competitividad. La animación del Gran Circo ha venido desde las gradas.
En la primera mitad el culpable de sedar el Campeonato del Mundo, el doble difusor, provocó una guerra más intensa y equilibrada en los despachos que en el asfalto. Resuelto el asunto por la FIA, el Nelsinhogate agitó la trastienda hasta el punto de provocar la exclusión de Flavio Briatore.

Victoria - El auténtico ganador ha sido Ross Brawn, conquistando el título fiel a su estilo, buscando los huecos del reglamento. Otros intentaron colarse por los resquicios de las normas, pero sólo Brawn ha sido capaz de revivir a un equipo muerto - sin patrocinadores - y llevar a lo más alto a un personal pendiente de su empleo y a dos pilotos casi acabados.
Al igual que en Ferrari, en este triunfo Rubens Barrichello ha sido la parte oscura de las jugadas de Ross, una tradición.

Humillación - Los dos gallos del corral han recibido una dura lección, completamente distinta al buen año de una escudería colándose entre ellos. La excusa del doble difusor habría servido de no existir Red Bull, primero por su rendimiento en las mismas condiciones y más tarde por su recuperación.
McLaren consiguió una reingeniería mejor que la de Ferrari, pero los Rayos Rojos - contra la tradición - contaron con dos pilotos competentes, estableciendo el empate en la carrera de los presupuestos desaprovechados.

Despedida - Los problemas económicos o la incompetencia de unos directivos cierran uno de los equipos más profesionales. La calculada planificación - el meisterplan - del Dr. Mario Theissen ha quedado cortada, y fuera ha quedado gente muy capaz.
Si la estructura no puede mantenerse bajo otro patrón, uno de los hombres más inteligentes del Gran Circo quedará libre, dando una increíble oportunidad a los equipos con planes a largo plazo. Luca Cordero de Montezemolo debería dejar de confiar sólo en milagros de Fernando Alonso contra los fallos del pitwall - más con el riesgo que repita la espantá de McLaren - y asegurar una correcta gestión para crear un grupo imbatible invirtiendo en un excelente director.
También se va Toyota, al otro extremo de la capacidad de gestión de BMW, un adiós esperado por el enorme desperdicio del mayor presupuesto de la F1.

Sigilo - El Ninja Nico Rosberg ha probado la influencia real de la concentración y talento de un piloto sobre el coche. El mismo FW31 sobre el que Nakajima no ha conseguido resultados ha sido la herramienta con la que Nico ha encadenado 8 carreras puntuando - dejando la sensación con su discreto trabajo de emerger de la nada en la línea de meta. Lleva el talento en la sangre.
Este hito rivaliza con la marca, finalmente rota, de Nick Heidfeld, que logró finalizar 33 carreras.

Sorpresa - En un año en que los novatos han decepcionado - una categoría en la que puede caer el Fisichella de reemplazo en Ferrari - ha habido que esperar a la penúltima carrera para sucumbir al asombro.
Con todas las circunstancias en contra, estrenándose en uno de los Grandes Premios más peligrosos de las últimas temporadas, Kamui Kobayashi ha sorprendido - y ha roto muchos tópicos por el camino - no sólo rindiendo a un ritmo propio de experto en las partes más estables, sino demostrando talento e instinto atreviéndose a atacar a los veteranos (exactamente lo que debe hacer alguien que busca volante).
La marcha de Toyota deja libre a un piloto de futuro, llamado a seguir el camino de Hamilton y Vettel.

Accidente - La imagen más terrible se produjo en Hungaroring, al concatenarse la más desgraciada secuencia de acciones de los últimos años: un muelle desprendido apareció en la posición exacta para golpear directamente en el casco de Felipe Massa. Esa es la medida exacta del riesgo que existe en la competición, del que debe existir. Reducir las probabilidades de daños graves es muy distinto a replantear el diseño de los automóviles Fórmula y la sobreprotección; siempre existirá un camino para que la mala suerte ponga vidas en juego y, en parte, el peligro forma parte del Gran Circo.

Genio - La estrella, el hombre del año, es Adrian Newey, el diseñador del RB5. Con un coche ganador de acuerdo a la visión más estricta del reglamento, superior a los grandes, fue capaz de adaptarlo a la revisión del doble difusor - en lugar de quejarse - hasta lograr rediseñar el monoplaza para ponerlo a la altura de Brawn.
La lección del equipo Red Bull, los que más debían protestar puesto que su dominio hubiera sido absoluto, ha dejado sin excusas a equipos más potentes; han funcionado de forma perfecta, en grupo, brillando desde los esforzados Webber y Vettel hasta el magistral equipo de diseño liderado por Newey.

La carrera - Hay unas pocas para escoger, que han brillado con intensidad entre los nuevos horrores traídos por Hermann Tilke: el peligrosísimo asfalto mojado de Shanghai, las calles de Mónaco que despertaron al Campeón del Mundo que Button llevaba dentro o el bosque mágico de Spa-Francorchamps donde un Force India persiguió hasta la extenuación a un Ferrari.
Pero Interlagos queda en primera posición, como símbolo de un mundo real frente al falso glamour de las nuevas pistas montecarlizadas. El Gran Premio de Brasil tuvo imágenes espectaculares, fue terriblemente arriesgado, vió coronarse a Button como campeón venido de la nada y supuso el asombroso estreno de Kobayashi - pocos pueden presumir de iniciar su carrera con un adelantamiento en S de Senna.

La frase - Gran Premio de China, el cielo de Shanghai se abate sobre el asfalto en una tormeta similar a la que obligó a neutralizar la carrera de Sepang, y el muro de Red Bull intenta establecer el nivel de inundación de la pista para optar entre neumáticos extremos o remos.
Preguntado por su ingeniero, Sebastian Vettel se lanza a la conquista del concurso de obviedades con una contundente respuesta por radio:

There's water on the track.

Han sido tres temporadas completas de El Anaconda en el Gran Circo, disfrutando del mayor espectáculo del Mundo, centrados en la pista principal pero sin descuidar el aspecto lúdico. Desde aquel lejano 4 de Julio de 2006 han pasado muchas cosas, entre las que es necesario destacar cómo se ha cubierto con aportaciones muy similares a esta el vacío de análisis crítico de la competición y la diversión que componen la Fórmula 1.

Gracias a todos los lectores de estas reseñas de carreras y circuitos, a todos los que enriquecen el Gran Circo con sus aportaciones y a los actores que nos han entretenido durante tantas horas lanzando prodigios tecnológicos al asfalto.

La cadena ITV creo este fantástico video en su despedida de la Fórmula 1, tras 12 temporadas. Es difícil un epílogo mejor, que deje en evidencia a nuestros queridos Asnos, demuestre que en este espectáculo sobra humor y sea capaz de emocionar a este autor (2:48 acelera el corazón de cualquier aficionado).



Muchas gracias a todos, espero que hayais disfrutado.
Telón.

01 noviembre 2009

Análisis - Yas Marina 2009

Las expectativas sobre el Gran Premio de Abu Dhabi se quedaron bastante cortas. De forma sorprendente, después de comprobar la existencia de dos buenos puntos de adelantamiento, y teniendo a todos los equipos sin nada que perder, ha superado con creces el nivel de aburrimiento esperado.
Yas Marina ha mantenido el arranque en uno de los niveles más bajos de la temporada, y consecuentemente la carrera ha tardado poco en estar completamente muerta.

La salida ha supuesto una nueva prueba de que el talento de Barrichello no reside especialmente en este aspecto.
Rubinho se ha pegado demasiado a Webber y ha perdido un trozo de alerón
en una maniobra que podría haber dejado fuera a ambos y que al final sólo le ha costado cambiar su puesto con su compañero. El otro movimiento en las posiciones de puntos se produjo en la Curva 13, dónde Kubica consiguió pasar al tercer intento a Trulli, demostrando un incremento en su temeridad al contactar lateralmente con el Toyota.
Por otra parte la lucha McLaren-Ferrari por aprovechar el KERS al máximo tenía un sorprendente desenlace: Kimi se ha visto atrapado al intentar ganar metros por fuera, mientras que Kovalainen se ha encontrado el interior despejado quedando justo detrás de Iceman, ocupando la decimotercera plaza.

Hamilton empezó a superar su tiempo una vuelta tras otra, aunque fijada la
diferencia en 1,5 segundos, Vettel y Webber se unieron al duelo por la vuelta rápida. La cercanía supuso un estrechamiento cuando Lewis se comió la Curva 16, en la zona lenta.
En la otra carrera, del cuarto para abajo, hubo un cómodo intercambio de puestos entre los Renault y una estabilización completa excepto por Buemi, el único con intención de poner en problemas a su predecesor, Rosberg.

La primera parada terminó en conflicto para los Brawn: Barrichello tuvo que esforzarse con Räikkönen, aunque nada comparable con el papel de Button al regresar delante de Kobayashi.
Kamui volvió a asombrar con unas ganas e instinto no igualados por ningún otro piloto; tras un primer intento en la Curva 8, aceleró en la segunda recta, apretando a Jenson desde fuera y derrapando al final de la frenada para cerrar un fantástico adelantamiento. En el otro extremo Alguersuari, con problemas en el To
ro Rosso, se equivocó de mecánicos - y terminó abandonando después de que el lollipop man de Red Bull le sacara de allí antes de que llegara Vettel.
Más importante, en cabeza, un fallo en los frenos mandó al box a Hamilton, que ya había perdido el liderato frente a Vettel en el pit stop.

Sebastian, sin rival, confirmaba la muerte de la carrera.

Kovalainen consiguió cambiar su puesto con el de Räikkönen durante el repostaje. Sin embargo ni la invasión de la escapatoria por parte de Webber ni el bolardo arrancado por Sutil tenían consecuencias, y exceptuando los adelantamientos de Alonso a Kobayashi - con el Toyota cargado hasta ariba - y de Sutil a Grosjean y Liuzzi - voluntariosos pero intrascendentes - Yas Marina se convertía en la tumba de la temporada.

La dirección de carrera intentaba animar con un drive-through para Fisichella, intentando que alguien estrenara el túnel. El otro intento fue de Kubica, que como al inicio intentó un adelantamiento absurdo sobre Buemi que esta vez termino en trompo del BMW, después de empujar al Toro Rosso temporalmente fuera de pista.

La intervención de Chris Horner fue finalmente la que dió emoción a las últimas vueltas en Yas Marina, en el momento en el que dió orden a Webber de cambiar el mapa del motor para administrar una ventaja discutible. Así, mientras
Heidfeld y Kobayashi se acercaban a Barrichello - y Fisichella asustaba con su adelantamiento a Grosjean hasta el punto de hacer salir recto al Renault en la Curva 8 - Jenson fue recortando a El Almirante hasta cazarle a falta de tres vueltas, contradiciendo la impresión de que en cualquier momento podría mejorar su ritmo.
De forma muy inteligente, en la última vuelta, Mark frustró los dos intentos del Brawn a final de recta buscando la trazada más lenta, dejando a Botón sin rebufo y obligado a ganarle por velocidad y por el exterior, en un final más interesante que el resto de la carrera.

La bandera damero recibió, por última vez en la temporada, a los victoriosos Red Bull, uno con un resultado más sufrido que el otro, perseguidos por el Campeón del Mundo, Jenson Button. En quinta posición Kobayashi conseguia sus primeros puntos por delante de su veterano compañero; otro novato, Buemi, cerraba la lista.

La conclusión es que de nuevo los Red Bull han probado que con unas carreras más hubieran ganado el Campeonato del Mundo. El coche ha rendido de forma sensacional - aunque con el camino allanado por la retirada de Hamilton - y sólo un fallo en la toma de decisiones del muro ha comprometido el doblete, dejándolo en las manos - e inteligencia - de Mark Webber.

Por otro lado Button ha revivido
definitivamente - quizá demasiado tarde tanto por la carrera como por el Campeonato del Mundo - aunque podría haber echado más ganas a la última vuelta teniendo en cuenta que el único riesgo era no acabar. Aunque Jenson cayó con facilidad en la trampa de Mark, el que ha vuelto ha decepcionar es Barrichello, con una salida terrible que tira por tierra todo su trabajo.

En la línea del resto de la temporada el fracaso ha sido de los grandes. El
McLaren de Hamilton fuera de combate, Räikkönen perdido en un arranque funesto y los segundones en su papel, desperdiciando las posibilidades de coches que sus compañeros han hecho ganadores.
Por otra parte la difícilmente comprensible actitud de Kubica, vista en sus absurdos intentos de adelantamiento, queda más en relieve por el buen resultado de Heidfeld: existe un gran espacio entre no tener nada que perder y desear ser eliminado.

Los novatos han tenido gran protagonismo aunque con distinta interpretación.

Grosjean y Alguersuari están llamados a arrastrarse por las pistas, y durante la jornada ha quedado bien claro al traspasar el límite de los errores por falta de experiencia: ver a Roman asustado por Fisichella salir derecho en un circuito sin grandes dificultades se ve empequeñecido por el hecho de que Jaime se equivocara de mecánicos, y ni siquiera se diera cuenta de la situación. Buemi ha hecho un meritorio octavo puesto, pero ha sido Kobayashi el que los ha dejado en evidencia a ellos y, sobre todo, a su compañero Trulli.
Kamui es sencillamente asombroso. Tiene un espíritu competitivo sólo visto en Hamilton y Vettel, y un combinado de valor y habilidad para sacarlo; encontrarse con el Campeón del Mundo, más cargado pero en un coche mejor, acobardaría a cualquiera de estreno, pero el joven piloto ha culminado un fantástico adelantamiento con el que sabe que está asegurándose el puesto.

Finalmente, y quizá sea esto lo más importante, Yas Marina plantea dudas sobre la introducción de nuevos circuitos.

Es curioso, bonito, y posee dos zonas muy interesantes. Y sin embargo el Gran Premio de Abu Dhabi ha sido aburrido hasta la muerte. En otro puerto, con relieve plano, Vettel y todos los que le seguían se han dado un paseo, con amplias diferencias rotas en momentos puntuales; ver todos los errores sin consecuencias debería hacer reflexionar a los que encargan a Tilke un nuevo Mónaco sobre qué hubiera pasado en el circuito que todos quieren ser.


Felicidades a Red Bull por su victoria sin respuesta, la mejor forma de dejar constancia de su poder en el final de temporada.

Toque para Toro Rosso y Renault, por su precipitación a la hora de promocionar pilotos.

Enhorabuena a Kamui Kobayashi por su increíble entrada al Gran Circo, en el que toma el camino de los campeones.


Destino final para El Anaconda, rumbo a la Côte d'Azur.